EL AMIGO MASÓN DE PAROLIN LO QUIERE COMO “PAPA”

Noticia tomada de GLORIA NEWS.

   

«Si la Iglesia todavía tiene un atisbo de racionalidad, debe elegir a Pietro Parolin como papa. Esta es la única manera de restaurar su autoridad».

Esto es lo que dijo Giuliano Di Bernardo a Il Fatto Quotidiano el 3 de mayo. El periódico describió a Di Bernardo como un “buen amigo” del cardenal Parolin.

Di Bernardo fue Gran Maestro del Gran Oriente de Italia antes de fundar la Gran Logia Regular de Italia, la Academia de los Illuminati y la Fundación Dignidad, creada en Suiza el 11 de Abril de 1993. La Fundación está compuesta por personas vinculadas al Opus Dei y a Spencer “Spenny” Douglas David Compton Heaton, 7.º Marqués de Northampton, pro-Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Inglaterra entre 2001 y 2009.

Di Bernardo considera que el cardenal Parolin es el candidato adecuado «para reparar la institución eclesiástica».

  

Parte de la entrevista se refiere a la colaboración entre Parolin y Di Bernardo «en varios proyectos»:

«Cuando dejé el Gran Oriente de Italia [en 1993], el Vaticano me hizo saber que estaría feliz de tener a uno de sus representantes entre los miembros de la Academia [de los Illuminati]. Entonces conocí a Giorgio Eldarov, un búlgaro muy inteligente que fue uno de los fundadores de la Academia. Un día Eldarov me dijo que alguien de la Secretaría de Estado del Vaticano quería reunirse conmigo. Me encontré cara a cara con el entonces subsecretario de Estado, Pietro Parolin».

Este encuentro condujo a «un completo entendimiento y afinidad, hasta el punto de que trabajamos juntos en varios proyectos. Todavía somos muy buenos amigos».

  

Parolin fue subsecretario entre 2002 y 2009. El último plan de Di Bernardo es sentar las bases para un nuevo “Templo de la Humanidad”.

En enero de 2015, en una entrevista con Il Sole 24 Ore, dijo:

«En 2002 dejé la masonería para siempre. Esta decisión se basó en la convicción de que la masonería, el faro de Occidente, estaba perdiendo irremediablemente la fuerza motriz que la había convertido en una guía sabia para la humanidad».

Di Bernardo todavía cree en los “principios masónicos”, pero critica la incapacidad de los masones para interpretarlos en su sentido auténtico: «Dejé la masonería, en la que fui iniciado en 1961 y que había sido una guía segura a lo largo de mi vida, para fundar la Academia Internacional de los Illuminati».

Su objetivo era “reformar” la masonería volviendo a sus orígenes del siglo XVIII, dominados por “élites pensantes”.

Así que fundó la Academia de los Illuminati, pero incluso los Illuminati ya no son suficientes.

Así se crearon el “Templo de la Humanidad” y la “Academia de la Dignidad”.

Di Bernardo explica:

«La dignidad y la masonería comparten una referencia a la tradición esotérica de la humanidad, que comenzó en Grecia en el siglo VI a. de C. con los Misterios Órficos. También incluye la Hermandad Rosacruz y la Orden de los Illuminati».