El sitio web Faro di Roma, que se describe como «El resultado de una época particular, la de Francisco», publicó ayer 5 de Mayo un artículo editorial en el que se hace una evaluación de sus diez pecados, señalando que, pese a la imagen de esperanza que quiso vender por doce años, lo que más produjo fue miedo. Debido a su interés, se presenta una traducción completa:
UNA IGLESIA ENTRE DESORIENTACIÓN Y TEMORES. LOS DIEZ “PECADOS” DELPAPAFRANCISCO Y SU LEGADOEl repentino fallecimiento delPapaFrancisco, una figura carismática que había encendido esperanzas e imaginación mucho más allá de los confines de la IglesiaCatólica, deja tras de sí un legado complejo y una comunidad eclesial marcada por una palpable desorientación y temores sobre el futuro. Aunque la Iglesia es intrínsecamente un cuerpo vivo y en movimiento, capaz de evolucionar y adaptarse, elpontificadorecién concluido ha desencadenado dinámicas que para muchos generan más preocupación que renovación.Entre las diversas razones de este estado de incertidumbre, destacan algunas áreas críticas que han marcado el liderazgo de Francisco:
- Incoherencia entre las palabras y los hechos: A pesar del fuerte énfasis en la misericordia, que culminó en el Año Santo extraordinario, el
Pontíficea menudo ha sido percibido como todo menos misericordioso hacia sus oponentes y críticos. Un ejemplo de ello fue su decisión de excluir a un cardenal del Cónclave [Giovanni Angelo Becciu Curzu] mientras elPapaestaba gravemente enfermo, privándolo del derecho de defensa y de la presunción de inocencia. Del mismo modo, la imagen de unPapaque eligió la sobriedad de la Casa Santa Marta choca con la realidad de un piso entero reservado para él y con la aceptación de regalos y presentes que exigían cada vez más espacio, en contradicción con su condena a la acumulación de bienes terrenales.- Un personalismo centralizador: La narrativa de un
pontificadoen el que todo parecía girar en torno a la figura de Francisco alimentó la percepción de un líder que tendía a marginar a las figuras brillantes, prefiriendo rodearse de colaboradores menos competentes para seguir siendo el único protagonista. La práctica de contactar directamente a periodistas amigos para desacreditar a los oponentes [v. g., su biógrafo Austen Ivereigh, el polémico exconsejero especial del cardenal Cormac Murphy-O’Connor; y la corresponsal del diario argentino La Nación Elisabetta Piqué, esposa del ídem jesutico estadounidense América Gerard O’Connell], a menudo pasando por alto a sus colaboradores cercanos y a los ministerios pertinentes, ha socavado la confianza en la transparencia y la colegialidad. Esta gestión personal de la información, combinada con una rotación continua de “periodistas de confianza”, sugiere una estrategia orientada a mantener un control exclusivo sobre la narrativa.- Una confusión deliberada: La tendencia a “pensar con claridad y hablar con oscuridad”, como le gustaba repetir a Francisco, a menudo ha generado más caos que claridad. Según algunos observadores, esta ambigüedad comunicativa sería funcional para mantener la figura del
Papaen el centro del debate, en una dinámica de constante defensa y ataque. El tratamiento de la cuestión de labendiciónde las parejas homosexuales, con un texto que requirió constantes explicaciones, desmentidos y aclaraciones, es un claro ejemplo de ello. Esta ambigüedad inevitablemente ha alimentado preguntas sobre la interpretación de las doctrinas tradicionales y los límites de la práctica pastoral.- Sombras de injusticia: Algunos episodios, como el polémico caso del cardenal Becciu, condenado antes de la conclusión de un juicio cuyas reglas fueron modificadas varias veces durante el procedimiento, han suscitado dudas sobre la justicia y la transparencia de los procedimientos vaticanos. Asimismo, la confiscación de archivos y documentos confidenciales ha alimentado un clima de miedo y silencio dentro de la Curia.
- Desvalorización del patrimonio: La gestión de los bienes y símbolos de la Iglesia ha suscitado dudas. La donación de preciosas reliquias de San Pedro al Patriarca de Constantinopla, casi como si fueran posesiones personales, y el vaciamiento del apartamento papal de objetos de valor histórico y artístico, con la percepción de querer impedir que sus sucesores pudieran disfrutar de ellos, han sido interpretados como gestos de devaluación del patrimonio de la Iglesia.
- Cuestiones morales: Algunas decisiones del
Paparespecto a sus colaboradores y su ambigüedad en temas sensibles como la homosexualidad han generado malestar. La tolerancia por parte de personas cercanas a conductas privadas que entraban en conflicto con la moral católica y el nombramiento de personas conocidas por ciertas tendencias para puestos de responsabilidad plantearon interrogantes sobre la coherencia entre la enseñanza y la práctica. Compartir chistes poco ortodoxos en entornos formales también ha causado escándalo y vergüenza.- Un ejercicio autoritario del poder: El uso de la suprema autoridad petrina para asuntos percibidos como personales, la emisión y posterior anulación de decretos y decisiones y la falta de consulta a los colaboradores, a menudo mantenidos en la oscuridad acerca de decisiones importantes, delinearon un marco de liderazgo autocrático. El temor a la reacción del
Papahabría llevado a muchos jefes de departamento a una actitud de condescendencia y adulación.- Una aparente espiritualidad: A pesar de su insistencia en la oración y la meditación, la vida espiritual personal del
Papase caracterizaba, según se dice, por poca dedicación y distracción. La continuación del trabajo y la acogida de personas incluso durante los retiros espirituales sugieren una espiritualidad más teórica que práctica.- Ambigüedad doctrinal: La apertura al diálogo con el mundo contemporáneo sobre cuestiones éticamente sensibles, si bien representa para algunos una necesaria actualización, ha generado en otros el temor a una deriva relativista y a una secularización de la doctrina.
- Un Derecho Canónico instrumentalizado: El uso de la reforma de la Curia como pretexto para desacreditarla y desmantelarla, junto con la narrativa de un
Papaque encuentra resistencia, ha creado incertidumbre sobre las dinámicas de poder y el futuro gobierno de la Iglesia. Las diferentes interpretaciones de documentos papales como “Amóris Lætítia” han contribuido aún más a la confusión doctrinal y al debate polarizado.En conclusión, elpontificadode Francisco deja a una Iglesia en un momento delicado, dividida entre quienes ven en los cambios una oportunidad de renovación y quienes temen una pérdida de identidad y de unidad. El legado de estePapa“venido de lejos” es un campo minado de interpretaciones y desafíos que su sucesor deberá afrontar con sabiduría y discernimiento para recomponer un cuerpo eclesial marcado por la desorientación y los miedos. Su sucesor, que no debe en ningún caso participar de la mezquina situación actual, deberá reconstruir la confianza, irradiar autoridad moral, utilizar un lenguaje claro y puramente evangélico, sanar las almas rotas, y aprender a repetir cada día: «Él [= Jesucristo] debe crecer y yo debo menguar».
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)