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ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

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domingo, 8 de marzo de 2020

NOVEDADES VATICANAS SOBRE LA PERSECUCIÓN EN CHINA

1º GUERRA EPISTOLAR ENTRE CARDENALES RE Y ZEN ZE-KIUN (+ CARTA DE MONS. VIGANÒ) (Tomado de distintas fuentes, las traducciones son propias).
  
   
El decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re Andreoli (nombrado por Bergoglio tras remover del puesto a Ángelo Sodano), en una carta diriga a los cardenales, ataca duramente al arzobispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, por criticar el Acuerdo secreto entre la China comunista y el Vaticano de Bergoglio, cuyo resultado es el aumento de las persecuciones de los católicos en ese país (incluso los oficialistas):
DECANO DEL COLEGIO CARDENALICIO
  
Vaticano, 26 de febrero de 2020
Protocolo N. 1/2020
  
Sr. Cardenal.
  
Con referencia a las distintas intervenciones públicas del Card. Joseph Zen Ze-Kiun S.D.B., y en particular a la carta del 27 de septiembre de 2019, que el Obispo emérito de Hong Kong ha enviado a nosotros miembros del Colegio cardenalicio, siento el deber de compartir algunas consideraciones y de ofrecer elementos que favorezcan una serena valoración de cuestiones complejas concernientes a la Iglesia en China.
  
Ante todo, deseo hacer resaltar que, en el enfoque que se da a la situación de la Iglesia Católica en China, hay una profunda sintonía de pensamiento y de acción de los últimos tres pontífices, los cuales, en el respeto a la verdad, han favorecido el diálogo entre las dos partes, y no el desacuerdo. En particular, ellos tenían en mente la delicada e importante cuestión del nombramiento de los Obispos.
   
Así, San Juan Pablo II, si por una parte favoreció el retorno a la plena comunión de los Obispos consagrados ilícitamente en el curso de los años a partir de 1958, y al mismo tiempo fue su deseo sostener la vida de las comunidades “clandestinas” que eran guiadas por Obispos y sacerdotes “no oficiales”, por la otra promovió la idea de llegar a un acuerdo formal con las Autoridades gubernamentales respecto al nombramiento de los Obispos. Tal Acuerdo, cuya redacción ha tomado mucho tiempo, más de un ventenio, fue firmado en Pekín el 22 de septiembre de 2018.
  
El Card. Zen varias veces ha afirmado que habría sido mejor ningún Acuerdo que un “mal Acuerdo”. Los tres últimos pontífices no han compartido esta postura y han sostenido y acompañado la redacción del Acuerdo que, por el momento, parece el único posible.
   
En particular, sorprende la afirmación del Purpurado de que «el acuerdo firmado es el mismo que el papa Benedicto [XVI], en su tiempo, se había negado a firmar». Tales aserciones no corresponden a la verdad. Después de haber tomado conocimiento personal de los documentos existentes en el Archivo Corriente de la Secretaría de Estado, estoy en capacidad de asegurar a Vuestra Eminencia que El papa Benedicto XVI había aprobado el proyecto de Acuerdo sobre el nombramiento de los Obispos en China, que sólo en el 2018 ha sido posible firmar.
   
El Acuerdo prevé la intervención de la autoridad del Papa en el proceso de nombramiento de los Obispos en China. También a partir de este dato cierto, la expresión “Iglesia independiente” ya no puede ser interpretada de manera absoluta, como “separación” del Papa, tal como sucedía en el pasado.
  
Sin embargo, hay lentitud en el tratar in loco todas las consecuencias derivadas de tal cambio de época, tanto en el plano doctrinal como en el práctico, y permanecen tensiones y situaciones dolorosas. Es impensable, por otra parte, que un Acuerdo parcial –de hecho, el Acuerdo trata solamente el tema del nombramiento de los Obispos– cambie las cosas casi en manera automática e inmediata también en los otros aspectos de la vida de la Iglesia.
   
El Card. Zen, evaluando las “Orientaciones Pastorales de la Santa Sede sobre el registro civil del Clero en China”, del 28 de junio de 2019, escribe: «Se firma un texto contra la fe y se declara que la intención es de favorecer el bien de la comunidad, una evangelización más adecuada, la gestión responsable de los bienes de la Iglesia. Esta norma general es obviamente contra todo principio de moralidad. Si se acepta, justificaría la apostasía» (ver “Dúbia”). Por el contrario, las “Orientaciones Pastorales” fueron pensadas precisamente pensadas para salvaguardar la fe en situaciones tan complicadas y difíciles que ponen en crisis la consciencia personal.
  
El Purpurado, después, en su carta, habla también del «asesinato de la Iglesia en China por parte de quienes deberían protegerla y defenderla de los enemigos» y, en particular, en una entrevista, se dirige a los católicos con estas palabras: «esperad tiempos mejores, volved a las catacumbas, el comunismo no es eterno» (“New York Times”, 24 de octubre de 2018). Se trata, sin embargo, de afirmaciones muy graves que impugnan la misma guía pastoral del Santo Padre también frente a los católicos “clandestinos”, no obstante que el Papa no había dejado de escuchar repetidas veces al Emmo. Cardenal y de leer sus numerosas misivas.
  
Querido cohermano, ¡esta sufrida intervención del Card. Zen nos ayuda a comprender cuán difícil es ahora el camino de la Iglesia en China y cuán compleja la misión de los Pastores y del Santo Padre! Estamos, por tanto, todos llamados a unirnos estrechamente a Él y a orar intensamente a fin que el Espíritu Santo lo sostengua y sostenga las comunidades de la Iglesia Católica en China, que a pesar del sufrimiento muestran su fidelidad al Señor, en el camino de la reconciliación, de la unidad y de la misión al servicio del Evangelio.
  
Augurando todo bien, cordialmente saludo

Afectísimo,
  
(Fdo.) + GIOVANNI BATTISTA Card. RE
  
________________
A los Eminentísimos Señores Cardenales
Sus Sedes.
  
La carta del Card. Zen, escrita el 27 de septiembre de 2019 y duramente atacada por Re, es la siguiente:
CARTA DEL CARDENAL ZEN AL COLEGIO DE CARDENALES
   
Su Eminencia,
  
Perdone la molestia que mi carta le causará. Es sólo que, en conciencia, creo que el problema que presento aquí concierne no sólo a la Iglesia en China, sino a toda la Iglesia, y nosotros los cardenales tenemos la grave responsabilidad de ayudar al Santo Padre a guiar la Iglesia.
  
Desde mi análisis del documento de la Santa Sede (28 de junio de 2019) “Orientaciones pastorales de la Santa Sede sobre el registro civil del Clero en China”, es claro que alienta a los fieles en China a entrar a una iglesia cismática (independiente del Papa y bajo las órdenes del Partido Comunista).
  
El 10 de junio, le presenté mis “dúbia” al Papa. Su Santidad, el 3 de julio, había prometido tomar interés en ellas, pero hasta este día no he oído nada.
  
El cardenal [Pietro] Parolin dice que hoy cuando hablamos sobre la Iglesia independiente, su independencia no debe ser entendida como absoluta, porque el Acuerdo reconoce el rol del Papa en la Iglesia Católica.
   
Primero que todo, no puedo creer que haya tal declaración en el Acuerdo, y no lo veo allí (por cierto, ¿por qué tal Acuerdo debe ser secreto, y por qué incluso a mí, un cardenal chino, no es permitido verlo?) Pero, aun más claramente, toda la realidad después de la firma del Acuerdo muestra que nada ha cambiado. El cardenal Parolin cita totalmente fuera de contexto una frase de la carta del Papa Benedicto (de hecho, diametralmente opuesta a todo el párrafo). Esta manupulación del pensamiento del Papa emérito es gravemente irrespetuosa; de hecho, es un insulto deplorable a la persona de tan amable Papa, que aún está vivo.
  
Pero también me disgusta que ellos frecuentemente declaren que lo que están haciendo esté en continuidad con el pensamiento del Papa anterior, cuando la realidad es todo lo contrario. Tengo razón en creer (y espero un día poder probarlo con documentos de archivo) que el acuerdo firmado es el mismo que el papa Benedicto, en su tiempo, se había negado a firmar.
  
Su Eminencia, ¿podemos presenciar pasivamente el asesinato de la Iglesia en China por parte de quienes deberían protegerla y defenderla de los enemigos?
   
Suplicándolo de rodillas, su hermano,
    
(Fdo.) Card. Joseph ZEN, SDB
Las Dúbia a las que se refieren ambas misivas, son las siguientes respecto a las Orientaciones pastorales de la Santa Sede sobre el registro civil del Clero en China:
“Dubia” por el Cardenal Zen sobre las Orientaciones pastorales de la Santa Sede sobre el registro civil del Clero en China
  
Primero que todo, encuentro extraño que el documento esté firmado por “La Santa Sede”, sin especificar qué Departamento, y ninguna firma del funcionario responsable.
  
En los parágrafos 1 y 2 el documento explica el problema y la solución general.
1. El problema es que el gobierno ha renegado de sus promesas en respetar la doctrina Católica. En el registro civil del clero, casi siempre requiere al clero aceptar el principio de autogobierno, autofinanciamiento y autopropagación de la Iglesia en China (esto puede ser completado con lo que la carta del Papa Benedicto XVI dice en el punto 7.8: “asumir actitudes, realizar gestos y adquirir compromisos que son contrarios a los dictámenes de su conciencia como Católicos”.
 
2. Enfrentados a esta situación compleja, que no siempre es la misma en todas partes, la Santa Sede proporcionó un marco general de conducta: por una parte, dice que no se intenta forzar a la gente; por tanto llama (pero omitiendo explícitamente decir “al gobierno”) a respetar la conciencia de los Católicos. Por la otra, declara como prinicipio general que “la condición clandestina no es una característica normal de la vida de la Iglesia”, esto es, es normal para ella salir de tal.
  
Con respecto [a] la cita de la carta del Papa Benedicto XVI en 8.10, me tomo la libertad de citar casi todo el párrafo:
(a) “Algunos de ellos, no queriendo someterse a un control indebido ejercido sobre la vida de la Iglesia, y deseosos de mantener su plena fidelidad al Sucesor de Pedro y a la doctrina católica, se han visto obligados a recibir la consagración clandestinamente”.
(b) “La clandestinidad no está contemplada en la normalidad de la vida de la Iglesia”,
(c) “y la historia enseña que Pastores y fieles han recurrido a ella sólo con el doloroso deseo de mantener íntegra la propia fe”,
(d) “y de no aceptar injerencias de organismos estatales en lo que atañe a la intimidad de la vida de la Iglesia”.
   
Al padre Jeroom Heyndrickx y al card. Parolin les gusta citar solamente la parte (b); el Papa Francisco también agrega la parte (c); pero me parece que las partes (a) y (d) también son importantes.
  
El párrafo muestra claramente que la no-normalidad no es la elección del clero subterráneo, la elección es inevitable. ¡La situación es la que es anormal! ¿Esta situación ha cambiado ahora?
  
3. El tercer gran parágrafo intenta probar eso que es sugerido en el parágrafo 5.
 
Primera prueba: la Constitución [de la RPCh] que garantiza la libertad religiosa.
¿Qué nos dice la larga historia de persecución, no obstante la Constitución?
 
Segunda prueba: Después del Acuerdo, la “independencia” lógicamente no debería ser entendida como independencia absoluta, pero…
Primero que todo, si no puedo ver el texto del Acuerdo, es difícil para mí creer que ellos hayan reconocido realmente “el rol particular del sucesor de Pedro”.
  
¿Hay algo lógico en los sistemas totalitarios? La única lógica es que, según Deng Xiaoping, mientras sirva a los propósitos del Partido, un gato blanco es lo mismo que un gato negro [alusión a la frase: “no importa si el gato es blanco o negro, mientras cace ratones es un buen gato” (「不管 白貓 黑貓,能 捉到 老 鼠 就是 好貓」/bùguǎn bái māo, hēi māo, néng zhuōdào lǎo shǔ jiùshì hǎo māo). Es de advertir que la frase, originaria de Sichuán, habla de gatos amarillos: 『黃貓、黑貓,只要 能 捉住 老 鼠 就是 好貓』(huáng māo, hēi māo, zhǐyào néng zhuōzhù lǎo shǔ jiùshì hǎo māo /“El gato amarillo, el gato negro, mientras pueda seguir cazando todo el tiempo ratones, es un buen gato”), citada por él en su artículo “Cómo restaurar la producción agrícola” del 7 de Julio de 1962, N. del T.].
 
En el período inmediatamente posterior al acuerdo, nada ha cambiado. Todo ha sido oficialmente reiterado y los hechos lo prueban.
  
Tercera prueba: El contexto del diálogo “consolidado”.
¿El documento no reconoce que el gobierno ha renegado de sus promesas, como se nota en los párrafos 1 y 9 de este documento?
  
Cuarta prueba: Todos los obispos son legitimados.
Esto sólo prueba la generosidad ilimitada del Papa o tal vez la presión todopoderosa del gobierno, pero no vemos cambio de parte de los perdonados y “recompensados”; ninguna señal de arrepentimiento; solo actos de triunfo atrevido, riéndose de los otros que han apostado al caballo perdedor.
 
4. El parágrafo 4 declara que las razones mencionadas justifican una nueva actitud. Aquí al menos hay la honestidad de decir que lo que se propone es algo nuevo, y que eso por tanto no está en continuidad con el pasado, sino una negación de lo pasado como algo ya bygone, algo que ya no es válido.
   
También dijo que la Santa Sede está tratando de acordar con el gobierno una fórmula (y tiene dos caminos).
 
Pero nuestra pregunta es: ¿“Una fórmula”? Lo que está siendo pedido y aceptado no es la declaración de una teoría: es todo un sistema, un régimen en el cual no habrá libertad pastoral, en el cual todos seguirán las órdenes del Partido, incluyendo que los menores de 18 años están vetados de participar en cualquier actividad religiosa.
  
5. En el parágrafo 5 encontramos las orientaciones pastorales en sí. Resumido: Es correcto firmar todo lo que el gobierno requiere, posiblemente con una aclaración escrita que niega lo que está firmado. Si no es posible la aclaración escrita, que se haga verbalmente, con o sin testigos. Mientras haya la intención de no aceptar conscientemente lo que se estaba firmando.
  
Se firma un texto contra la fe y se declara que la intención es de favorecer el bien de la comunidad, una evangelización más adecuada y la gestión responsable de los bienes de la Iglesia. ¡Esta norma general es obviamente contra toda la teología moral fundamental! ¡Si se acepta, justificaría incluso la apostasía!
  
6. En el parágrafo 6 se dice que la Santa Sede entiende y respeta a aquellos que, de buena fe, no aceptan la regla mencionada. Obviamente, esto es compasión hacia una minoría “testaruda” que todavía no entiende la nueva norma.
 
7. El parágrafo 7 habla de ciertas obligaciones que recaen en los obispos, citando un documento que no tiene nada que ver con nuestro tema.
 
8. En el parágrafo 8 se dice que los fieles deben aceptar la decisión de sus pastores. ¿Qué significa eso? ¿Que no tienen la libertad individual de elegir? ¿No debía ser respetada su conciencia?
  
Cuando los hermanos de China me preguntan qué hacer, siempre les doy esta respuesta: respetar las decisiones de los otros, y permanecer firmes en la convicción de la conciencia propia. Esto es porque no tengo la autoridad para imponer mis opiniones sobre lo que está bien o mal. ¿Pero no tiene la Santa Sede la autoridad y por tanto el deber de aclarar precisamente esto a los miembros de la Iglesia? ¿Las Orientaciones Pastorales lo están haciendo?
  
9. En el parágrafo 9 se dice que mientras tanto la Santa Sede pide (y nuevamente omite la palabra “al gobierno”) que las comunidades católicas no oficiales no sean puestas bajo presión como en el pasado.
  
La decisión de no usar la palabra “gobierno” es casi como la tradicional reverencia en no mencionar el nombre del emperador [En la China imperial, era un tabú dirigirse al emperador por su nombre. Incluso, si su madre se dirigía a él, debía llamarlo Huángdì (皇帝, “Emperador”), o simplemente Ér (兒, “hijo”), N. del T.].
  
Finalmente, es recomendado que todos disciernan la voluntad de Dios con paciencia y humildad. Me pregunto: ¿se perdió en alguna parte la constancia de la fe?
 
Luego dice que “el camino de la Iglesia en China, [está] marcado, …, por mucha esperanza a pesar de afrontar dificultades”. En cambio, me parece que los hechos han destruido todo fundamento de esperanza humana. En cuanto a la esperanza en Dios, nunca puede separarse del sincero deseo de sufrir en conformidad a Su voluntad.
  
Este documento ha dado vuelta a lo que es normal y lo que es anormal, lo que es justo y lo que es lamentable. Aquellos que lo escribieron esperan quizá que la lastimosa minoría muera de muerte natural. Por esta minoría me refiero no sólo a los sacerdotes subterráneos, sino también a los muchos hermanos en la comunidad oficial que han trabajado con gran tenacidad para conseguir cambio, esperando el apoyo de la Santa Sede.
  
Que el Señor no permita el cumplimiento de los deseos de aquellos que quieren la muerte de la fe verdadera en mi querida patria.

Al poco de salir la carta del decano cardenalicio atacando al prelado hongkonés, el arzobispo Carlo Maria Viganò le envió esta carta de solidaridad al cardenal Joseph Zen.
Querida Eminencia,
  
Soy el arzobispo Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en los Estados Unidos de América.
  
Seguí con profunda participación, compartiendo su sufrimiento en oración, sus numerosas y sinceras apelaciones al Papa Bergoglio, por la dramática situación de la Iglesia Mártir en China, que él mismo ha agravado con el traicionero y desafortunado Acuerdo Secreto firmado por la Santa Sede con el gobierno comunista chino.
  
Sus apelaciones sinceras, querido hermano en Cristo, han sido sistemáticamente desatendidas e incluso ridiculizadas de manera hipócrita y perversa. En cuanto al cardenal Parolin, actuó como un simple ejecutor imprudente de un orden superior malvado.
   
Leí esta mañana la carta ignominiosa y vergonzosa que el cardenal Giovanni Battista Re dirigió a todos los cardenales en su contra. Estoy profundamente entristecido e indignado, y deseo expresarles todo mi afecto, mi oración y mi fraternal solidaridad en el episcopado.
   
¡Es un valiente Confesor de la Fe a quien va toda mi veneración y admiración!
   
Desafortunadamente, la mentira en el Vaticano se erige en un sistema, la verdad está totalmente distorsionada, el engaño más perverso se practica descaradamente incluso por los más insospechados, que ahora se prestan a actuar como cómplices del oponente. Incluso llegó a decir que el “Papa Benedicto XVI aprobó el borrador del Acuerdo” firmado en 2018, cuando en cambio todos sabemos de su resistencia extenuante y su repetida reprobación de las condiciones impuestas por un régimen perseguidor y sanguinario.
  
El Vaticano ha hecho todo y más para entregar a la Iglesia Mártir China en manos del Enemigo: lo ha hecho al firmar el Pacto secreto; lo hizo legitimando a los “obispos” excomulgados, agentes del régimen; lo hizo con la deposición de obispos legítimos; lo hizo exigiendo a los sacerdotes fieles que se registraran en la iglesia dominada por la dictadura comunista; lo hace a diario, guardando silencio sobre la furia persecutoria que, a partir de ese desafortunado Acuerdo, se ha convertido en un crecimiento sin precedentes. Lo está haciendo ahora con esta misiva ignorable a todos los cardenales, con el objetivo de acusarlo, denigrarlo y aislarlo.
  
Nuestro Señor nos asegura que nada ni nadie podrá arrebatar de la mano a aquellos que resisten al enemigo infernal y sus acólitos, triunfando sobre ellos “a través de la Sangre del Cordero y gracias al testimonio de su martirio” (Ap. 12, 11).
  
Su ejemplo, Estimado Cardenal, y el alto precio que está pagando por defender la Causa de Dios y su Iglesia, provocan una sacudida saludable en nosotros, nos arrancan de la inercia y la habituación con la que ayudamos supinamente a la rendición de la Iglesia Católica en sus niveles más altos y en su jerarquía, a la herejía y la apostasía, por haber seguido al Príncipe de este mundo, mentiroso y asesino desde el principio.
  
Parce, Domine, parce pópulo tuo,
quem redemísti, Christe, Sánguine tuo,
ne en ætérnum irascáris nobis.
  
 + Carlo Maria Viganò
Arzobispo Titular de Ulpiana
Nuncio Apostólico
Y el cardenal Zen le respondió a Re con la siguiente:
A Su Eminencia Reverendísma,
Sr. Card. Giovanni Battista Re
Decano del Colegio Cardenalicio
   
Sr. Cardenal,
  
Séame permitido usar el medio de una carta abierta por una comunicación más tempestiva.
 
Ayer (29 de febrero), he tomado conocimiento por los medios de su carta del 26 de febrero, la cual (Prot. N. 1/2020) tiene también el honor de haber inaugurado así su alto oficio de Decano del Colegio Cardenalicio.
   
Admiro su coraje en aventurarse en cuestiones que S. E. reconoce ser “complejas”, poniendo en riesgo el prestigio de su apenas inaugurado honorable oficio. Pero se sabe que hoy hay un vicepapa que llega a poner coraje a todos los servidores en la Santa Sede.
  
Vamos a la carta.
  • Para aclarar la visión de Juan Pablo II y de Benedicto XVI respecto al comunismo, me basta ahora remitirla a la pág. 161-162 del libro Últimas conversaciones (Por cierto, el Papa Benedicto me hizo enviar una copia con la dedicatoria “en comunión de oración y de pensamiento”):
    A la pregunta del periodista Peter Seewald:
    “¿Ha compartido y sostenido activamente la Östpolitik del papa (Juan Pablo II)?”,
    Benedicto responde:
    “Hablábamos sobre eso. Estaba claro que la política de [Agostino] Casaroli, que actuaba con las mejores intenciones, era fallida.
     
    La nueva línea perseguida por Juan  Pablo II era fruto de su experiencia personal, del contacto con aquellos poderes.
     
    Naturalmente entonces no se podía esperar que el comunismo (En Europa) colapsase pronto. Pero era evidente que, en vez de ser conciliadores y aceptar compromisos, necesitaba oponerse con fuerza.
     
    Esta era la visión fundamental de Juan Pablo II, que yo compartía”.
  • Para probar que el Acuerdo firmado ya fue aprobado por Benedicto XVI, basta mostrarme el texto firmado, que hasta hoy no me ha sido permitido ver, y la evidencia del archivo, que S. E. ha podido verificar. Quedaría solo todavía explicar porqué entonces no fue firmado.
  • El cambio “epocal” del significado de la palabra “independencia”, temo que sólo exista en la cabeza del eminentísimo Secretario de Estado, adoptado tal vez por una errada traducción al chino hecha por el joven protocolista de la Congregación de la Evangelización de los Pueblos, ahora probablemente el único chino en el cargo (monóculus rex in regno cæcórum, el cual fue corresponsable también de al menos diez errores en la traducción de la carta del Papa Benedicto del 2007).
     
    Dada sin embargo la inteligencia del Eminentísimo, me es difícil creer que haya sido engañado, es más probable que haya querido “dejarse engañar”.
  • No entiendo la última parte de su carta, cuando menos confusa.
     
    Lo que tengo que decir es: los hechos están allí para que todos lo vean.
     
    Tengo firme evidencia que Parolin manipula al Santo Padre, el cual me manifiesta siempre tanto afecto, pero no responde a mis demandas.
     
    Ahora, hay orientaciones provenientes de la Santa Sede que no llego a entender. Cuando muchos de los hermanos desolados se dirigen a mí por consejo, les digo que no critiquen a quien sigue aquellas disposiciones de Roma
    . Sin embargo, así como en las disposiciones se deja todavía la libertad a quien tiene una objeción de conciencia, alienta a estos a retirarse al estado de las catacumbas, sin oponerse a cualquier injusticia, de esta forma sólo se sufren más pérdidas. ¿Estoy equivocado en eso?
  • Estoy al cien por cien de acuerdo con la invitación a orar. Recuerdo que recientemente la Santa Sede ha recomendado la invocación a la Virgen “Sub tuum præsídium” y la de San Miguel Arcángel.
      
    Obviamente está el “Orémus pro Pontífice”, que concluye con “et non tradat eum in ánimam inimicórum ejus”.
   
Le auguro momentos más felices en su largo servicio como Decano del Colegio Cardenalicio.
  
Obligadísimo,
  
(Fdo.) Card. Zen

Primer Domingo de Cuaresma
  
Del Evangelio según San Mateo (4:8-10): El diablo lo llevó sobre un monte altísimo y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: “Todas estas cosas te daré, si postrándote a mis pies, me adorares”. Jesús le respondió: “¡Vete, sataná! Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo rendirás culto”.
 
2º BERGOGLIO A LOS CATÓLICOS EN CHINA: NO HAGÁIS PROSELITISMO (Por Marco Tosatti para STILUM CURIÆ)
  
  
He visto el video que el Pontífice ha dedicado –Marzo 2020– a los católicos en China. Les aconsejo mirarlo; personalmente, con lo que está occurriendo en el gran País, tiene toques de surrealismo. En particular cuando se dice que los católicos “deben promover el Evangelio, pero sin hacer proselitismo, para alcanzar la unidad“.

¿Hacer proselitismo en una de las dictaduras mas crueles que existen? ¿Alguna vez ha escuchado hablar de los Laogai? ¿De los sacerdotes y obispos perseguidos, obligados a seguir cursos de re-educación, y otras barbaridades? Quien sea que haya escrito este mensaje, que el Pontifice ha leído, es un amigo de la Asociación Patriótica, es decir, la larga –y corta– mano del Partido Comunista para controlar la religión.

¡Claro que la Iglesia está dividida! Porque por decenios han habido quienes han defendido su fidelidad a Roma, al Papa, contra los tentativos del poder comunista de meter manos en la religión. Que ahora, gracias al acuerdo secreto (¿y por qué secreto?), lo está logrando, ya que la selección de candidatos al episcopado se realiza desde abajo, quedando a Roma la posibilidad de convalidación. ¿Desde abajo? ¿En una dictadura comunista? ¿Nos damos cuenta?

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)