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lunes, 31 de mayo de 2021

EL CENTENARIO DE LA MISA DE MARÍA MEDIANERA

Traducción del artículo publicado en LA PORTE LATINE (Fraternidad Sacerdotal San Pío X – Distrito de Francia).
   
El 12 de enero de 1921 la Congregación de Ritos aprobó la celebración de la fiesta de la Santísima Virgen María bajo el título de Medianera de todas las gracias, devoción cuyo principal propagador fue el cardenal Joseph Mercier. He aquí las principales etapas que llevaron a esta aprobación.
   
Todo comenzó en 1906: una religiosa carmelita, la madre Magdalena de Jesús (en el siglo Palmyre Ryckaert), priora del Carmelo de Argenteuil cerca de Waterloo (Bélgica), tuvo revelaciones que manifiestan el deseo de Dios en cuanto a la glorificación de la Virgen por la definición dogmática de su Mediación universal. Luego se estableció un intercambio epistolar entre la monja y el cardenal Mercier. Esta experiencia mística marcó al prelado, que después se compromete a «pensar el asunto». Lo comenta con San Pío X.
   
PRIMERAS ETAPAS
En 1914, el cardenal predica un retiro a sus sacerdotes sobre María, Madre de la Iglesia: luego evoca la mediación de María por el género humano, y se pronuncia a favor del dogma.
    
Numerosos eventos marcan al año 1915. El cardenal publica una carta pastoral sobre la «Devoción a Cristo y a María, Madre suya y Madre nuestra». Cita la definición por promover y pronuncia una oración indulgenciada: «María Madre de Cristo, María Madre de la Iglesia, María Medianera universal de los hombres, rogad por nosotros». Fue en este momento que aprobó una asociación de oraciones en el Seminario de Malinas, la Sociedad de los Siervos de María Medianera. Hizo también un voto privado para obtener de la Santa Sede la fiesta litúrgica de María Medianera de todas las gracias. Además, envía una circular a todos los religiosos, y a todos los superiores religiosos de Bélgica una petición a favor del dogma de María Medianera. Por su parte, el clero de Malinas envió al Papa una petición concerniente a la proclamación dogmática, la fiesta de María Medianera y la inserción de este título en las Letanías de la Santísima Virgen.
  
El 27 de Agosto del mismo año fue enviada una petición al Papa Benedicto XV. También la facultad de teología de la Universidad Católica de Lovaina envió una el 9 de Noviembre de 1915.
  
Se sucedieron las etapas. El 16 de Enero de 1916, el cardenal tuvo una audiencia con el Papa Benedicto XV. El 8 de Septiembre de 1918 publicó su carta pastoral Homenaje a María Medianera. El 31 de Mayo de 1919, la madre Magdalena de Jesús escribió a Benedicto XV. El 8 de Abril de 1920 se envió a Roma una petición para demandar la fiesta litúrgica de María Medianera.
   
LA APROBACIÓN
Pocos meses después, el 12 de Enero de 1921, la Congregación de Ritos dio su aprobación. El cardenal Mercier escribió a todos los cardenales y obispos del mundo para alentarlos a pedir esta fiesta para sus diócesis. El 15 de Mayo, el cardenal publicó una carta pastoral por la introducción de la fiesta de María Medianera en su diócesis. La fiesta, fijada para el 31 de Mayo, es concedida a las diócesis que lo solicitan. En un año, 450 diócesis, casi un tercio del episcopado, obtuvieron esta gracia. Alla vigilia del Vaticano II, la fiesta se celebraba casi en todas partes…
  
Sucesivamente prosiguió la acción a favor de María Medianera. En Marzo de 1921, los monfortinos fundaron el Convento “María Medianera” en Lovaina. El 18 de Abril de 1921 una Comisión episcopal [Jacques Bittremieux, Benoît-Henri Merkelbach OP, Joseph-Martin Lebon, François-Xavier Godts C.Ss.R y dom Columba Marmion OSB] estudió la cuestión de esta definición dogmática a la cual Benedicto XV es favorable. En Septiembre de 1921, en el Congreso Mariano de Bruselas, el obispo Mercier alentó los esfuerzos a favor del nuevo dogma. El 6 de Febrero de 1922 fue elegido el Papa Pío XI, que habló con el cardenal sobre esta cuestión. Siguieron otras relaciones orales y epistolares: en Noviembre de 1922, en Abril de 1923, en Noviembre y Diciembre de 1924, y en Mayo de 1925. El cardenal mantuvo informes a favor del dogma con el episcopado alemán. En 1922 fue consagrado el primer santuario dedicado a María Medianera. El padre José María Valente Bover Oliver SJ pidió la elaboración de un Catecismo popular sobre la mediación universal de María (Lérida: Gráficos Academia Mariana, 1927). El 25 de Diciembre de 1922 fue nombrada una comisión papal en Bélgica [Camille van Crombrugge, Lebon y Merkelbach], donde el cardenal participó en sus labores. Una comisión similar es nombrada en España [Ángel María José Amor Ruibal, Isidoro Gomá y Tomás, José María Bover Oliver SJ; que llegó incluso a proponer la definición dogmática “Beátam Vírginem Maríam, Matrem Dei et Salvatóris nostri Jesu Christi, cum si mater grátiae et mater hóminum, quos in Christo generávit, in quórum salútem est cum Christo cooperáta, pro quíbus apud Christum perpétuo intercédit, esse vere et próprie divinórum ómnium munerum dispensatrícem atque universálem gratiárum mediatrícem”] y en Roma [conformada por Réginal Garrigou-Lagrange OP por el Angélicum, Silvio Fabri SJ por la Gregoriana, y un profesor de historia de la Iglesia del Lateránum y otro de Teología positiva de Propaganda Fide].
   
El 6 de Enero de 1923 Mons. Mercier publicó la carta pastoral “Magníficat” en la cual escribe: «Nunca en mi vida he gustado tal alegría espiritual». El 23 de Enero de 1926 entregó su alma.
   
VÍNCULO CON LA CANONIZACIÓN DE SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONFORT
El 16 de Agosto de 1924, el cardenal Mercier participó en el Congreso mariano de Anvers. Llegado allí no obstante su estado de sufrimiento, declaró a una gran e ilustre asamblea en la cual se destacaban obispos, abades mitrados, ministros de estado y demás dignatarios: «Vine a pediros un servicio: querer practicar y difundir la verdadera devoción a la Santísima Virgen según el Beato Grignion de Montfort».
  
En esta ocasión, el prelado estableció el vínculo que existe entre la santa esclavitud y la mediación universal de la Virgen. Según él, la verdadera devoción a María es el medio práctico para vivir el dogma de María Medianera. Este discurso de Anvers será retomado en su carta pastoral sobre la mediación universal de María y la verdadera devoción según el espíritu del beato Luis María Grignion de Montfort.
    
El 23 de Enero de 1925, el cardenal escribió una oración indulgenciada [1] para pedir la canonización del beato Luis María Grignion de Montfort y por la definición dogmática de la mediación universal. En esta ocasión el cardenal lanzó este apelo: «Invitamos a los fieles, y sobre todo las almas consagradas, a hacer esta oración para obtener del Cielo la proclamación dogmática de la Mediación universal de María y la canonización de su gran apóstol. No tengáis miedo de solicitar a este poderoso Beato los favores más señalados, porque la Santísima Virgen querrá recompensar la confianza que habrá puesto en Ella su más fiel esclavo de amor. Actualmente, esta oración ha recibido las aprobaciones de diez cardenales y más de trescientos obispos».
   
A la muerte del cardenal, en 1926, llegaron más de 400 firmas de obispos en apoyo de esta petición, y uno de los primeros en sostenerla fue el nuncio papal en Múnich (el futuro Pío XII). La canonización fue celebrada el 20 de Julio de 1947 por Pío XII, pero la definición dogmática nunca se obtuvo. El cardenal Mercier estará consolado por haber obtenido la misa de María Medianera, porque la liturgia es maestra de fe: Lex orándi, Lex credéndi!
   
NOTA
[1] La oración, que se rezaba en forma de novena y contaba con 200 días de Indulgencia, dice: 
ORACIÓN PARA OBTENER DEL CIELO LA PROCLAMACIÓN DOGMÁTICA DE LA MEDIACIÓN UNIVERSAL DE MARÍA Y LA CANONIZACIÓN DE SU GRANDE APÓSTOL EL BEATO LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT
  
Señor Jesús, Sabiduría eterna y encarnada, que fuisteis concebido por obra del Espíritu Santo en el seno de la Bienaventurada Virgen María, haced, os suplicamos, que iluminada por este mismo Espíritu, vuestra santa Iglesia defina y proclame como dogma para la gloria del Padre (de Montfort) la doctrina de la Mediación universal de la Virgen Madre.
   
A este fin, Señor, os ofrecemos voluntariamente nuestros sacrificios, nuestras oraciones y nuestros trabajos; rogando de vuestra inmensa bondad querer conceder al beato de Montfort, ilustre predicador y eximio doctor de esta Mediación, el supremo honor de la canonización.
   
En efecto, ¿no fue sino él quien puso a la luz este gran Misterio de amor de vuestra divina Sabiduría: María, la inefable Medianera, vuestra Madre y la nuestra?
   
Penetrando, cual nuevo Juan, en los profundos secretos de vuestra Encarnación, de vuestra Cruz, de la santificación de nuestras almas e incluso del fin de los tiempos, él contempló a María, asociada con Vos en todas vuestras obras. Medianera universal de todas las gracias, verdadera Reina y Maestra de los corazones, Exterminadora de los demonios, Introductora en el Cielo de sus verdaderos hijos, Camino querido por Dios para nuestro retorno hacia Él.
   
Esto es porque, él nos atrae hacia la cálida atmósfera de amor y de vida familiar donde Vos habéis vivido y donde Vos queréis que nosotros vivamos. Él nos enseñó el camino simple y perfecto de la Esclavitud de amor, que nos libera por entero: cuerpo y alma, como niños pequeños, a todas las influencias maternales y medianeras de María, a fin que por Ella, seáis Vos formado en nosotros, ¡oh Jesús!, según toda la extensión de vuestro amor, y que nosotros vivamos en Vos y como Vos para el Padre, propter Patrem.
  
Oh Jesús, oh María, escuchad nuestras oraciones. Sea para vuestra común gloria y la del Padre. Y más honrado será Monfort en la Iglesia, y más almas se volverán hacia Vos y hacia el Dios de amor para amarle, servirle y cantar la eterna «alabanza de gloria» a la Trinidad Santa. Así sea.
    
María, Madre de Cristo, rogad por nosotros. María, Madre de la Iglesia, rogad por nosotros. María, Medianera universal del género humano, interceded por nosotros. Beato Luis María de Montfort, devoto esclavo de Jesús y de María, rogad por nosotros.

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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)