Traducción del Comentario dr los Padres de TRADITIO.
Tantos inmigrantes ilegales han dejado de asistir a los servicios neoiglesianos en español que los bancos de varias ciudades en Estados Unidos están casi vacíos.
La fotografía de arriba muestra uno de estos. ¡Hay casi más clérigos y laicos nuevos deambulando en el “santuario” sin rieles que en los bancos!
Primero fue San Bernardino (California). Luego Nashville (Tenesí). Ahora se ha extendido a Milawukee (Wisconsin). El 2 de Octubre de 2025, el arzobispón Jeffrey Scott Grob Meinholz “dispensará” a los inmigrantes indocumentados de su “obligación” de asistir a la misa dominical por “temor a la deportación”. Y con razón. Están ilegalmente y, según la doctrina y la moral católicas, deberían reparar sus pecados regresando a su país de origen. Con gran compasión, el gobierno de Estados Unidos pasará por alto sus delitos y les otorgará un estipendio de 1000 dólares estadounidenses y asistencia para el transporte de regreso a su país.
Un millón de inmigrantes ilegales, muchos de ellos neoiglesianos, han aprovechado la oferta. Sin embargo, el arzobispón Grob se ha convertido en cómplice de los delitos de estos inmigrantes ilegales, ocultándolos de las autoridades [Parte de la información para este Comentario proviene del National Catholic Register].
Católicos tradicionales, se informa que la asistencia a las cenas neoiglesianas en español se redujo a la mitad tras el anuncio de las “dispensas”. Por supuesto, nadie tiene la “obligación” de asistir a las blasfemas, sacrílegas e idólatras cenas neoiglesianas. Al contrario, todos están obligados a no asistir a las cenas neoiglesianas, como tampoco asistirían a un servicio protestante, una sinagoga judía o una mezquita islámica. Como todo en la Iglesia del Nuevo Orden, todo es una broma. Los estudios demuestran que el 95% de los neoiglesianos no asisten regularmente a las cenas neoiglesianas. ¿No es obvio cuando el 50% de las iglesias están siendo demolidas o vendidas para convertirlas en bares y restaurantes?
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)