La tristeza que es según Dios produce la penitencia estable para la salvación;
pero la tristeza según el mundo produce la muerte.
(2 Cor. 7, 10)
pero la tristeza según el mundo produce la muerte.
(2 Cor. 7, 10)
Santo Tomás Moro
Santo Tomás Moro nació en Londres en 1477. Recibió una excelente educación clásica, graduándose de la Universidad de Oxford en abogacía. Su carrera en leyes lo llevó al parlamento. En 1505 se casó con su querida Jane Colt con quien tuvo un hijo y tres hijas. Jane muere joven y Tomás contrae nuevamente nupcias con una viuda, Alice Middleton.
Era un hombre de gran sabiduría, reformador, y amigo de varios obispos.
En 1516 escribió su famoso libro "Utopía". Atrajo la atención del rey Enrique VIII quién lo nombró a varios importantes puestos y finalmente "Lord Chancellor", canciller, en 1529. En el culmen de su carrera Tomás renunció, en 1532, cuando el rey Enrique persistía en repudiar a su esposa para casarse, para lo cual el rey se disponía a romper la unidad de la Iglesia y formar la iglesia anglicana bajo su autoridad.
Santo Tomás pasó el resto de su vida escribiendo sobre todo en defensa de la Iglesia. En 1534, con su buen amigo el obispo San Juan Fisher, rehusó rendir obediencia al rey como cabeza de la iglesia. Estaba dispuesto a obedecer al rey dentro de su campo de autoridad que es lo civil pero no aceptaba su usurpación de la autoridad sobre la Iglesia. Tomás y el obispo Fisher se ayudaron mutuamente a mantenerse fieles a Cristo en un momento en que la gran mayoría cedía ante la presión del rey por miedo a perder sus vidas. Ellos demostraron lo que es ser de verdad discípulos de Cristo y el significado de la verdadera amistad. Ambos pagaron el máximo precio ya que fueron encerrados en La Torre de Londres. Catorce meses mas tarde, nueve días después de la ejecución de San Juan Fisher, Sto. Tomás fue juzgado y condenado como traidor. El dijo a la corte que no podía ir en contra de su conciencia y decía a los jueces que "podamos después en el cielo felizmente todos reunirnos para la salvación eterna"
San Juan Fisher y Santo Tomás Moro prefirieron morir como Católicos que vivir como herejes
Ya en el andamio para la ejecución, Santo Tomás le dijo a la gente allí congregada que el moría como "El buen servidor del rey, pero primero Dios" ("the King's good servant-but God's first"). Nos recuerda las palabras de Jesús: "Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios." Fue decapitado el 6 de julio de 1535. Su fiesta es el 6 de julio.
MEDITACIÓN SOBRE LA BUENA Y LA MALA TRISTEZA
I. No te entristezcas por las cosas de este mundo. La tristeza daña a la salud, turba la paz del alma, aniquila la piedad y la virtud; ella nos hace insoportables a los demás y molestos a nosotros mismos. Pero, dirás, ¿cómo no estar triste en este valle de lágrimas? Pregúntale a tu alma, con David: ¿Alma mía, por qué estás turbada y triste? Si tú has atraído la desgracia que te aflige, sopórtala pacientemente, puesto que la has merecido; si no eres tú su causa, espera en Dios, te consolará si no siempre en esta vida, segura e inefablemente en la otra. ¿Por qué estás triste, alma mía, y por qué me conturbas ? (El Salmista).
II. Ponte triste de haber ofendido a Dios; llora tus faltas, día y noche. Esta tristeza te causará una alegría muy dulce en el fondo del corazón. ¡Lejos de nosotros esas risas y esos gozos del mundo que se llevan la compunción del corazón! ¡Ah! ¿Podemos, acaso, regocijarnos en esta vida cuando ignoramos la hora de nuestra muerte, y no sabemos si somos dignos del amor o del odio de Dios?
III. Que esta tristeza, causada por el recuerdo de tus pecados, produzca en ti una penitencia estable. No basta, en efecto, entregarte sólo por algunos días a la penitencia y a las lágrimas; todos los días cometes nuevos pecados, todos los días debes llorar. San Pedro y Santa María Magdalena lloraron hasta su muerte. ¡Cuán dulces son las lágrimas que extinguen las llamas del infierno! ¿Quieres no estar triste nunca? Vive santamente: una vida santa siempre es gozosa; la conciencia del culpable está siempre atormentada (San Bernardo).
La contrición.
Orad por los afligidos.
Orad por los afligidos.
ORACIÓN
Dios omnipotente, mirad nuestra flaqueza, ved cómo el peso de nuestros pecados nos abruma, y fortificadnos por la gloriosa intercesión del bienaventurado Tomás, vuestro mártir. Por J. C. N. S. Amén.
https://www.religionenlibertad.com/blog/591642255/Santo-Tomas-Moro-y-los-obispos-de-Enrique-VIII.html
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