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lunes, 24 de noviembre de 2025

PRÉVOST ELIMINA EL Filióque CON UNA NOTA AL PIE


Ayer 23 de Noviembre, León XIV Riggitano-Prévost publicó la carta “In unitáte Fídei” (En la unidad de la Fe), conmemorando el XVII centenario del I Concilio de Nicea (25 de Mayo al 25 de Julio del 325).
  
La publicación de esta ensalada de palabras sobre los “fundamentos comunes de la Fe cristiana” se da en vísperas de su primer viaje internacional (heredado de su predecesor Francisco Bergoglio) a Turquía el viernes 28 para reunirse con su contraparte fanariota Bartolomé Archondonis, y posteriormente al Líbano.

Pero no es solamente otro aniversario del Concilio de Nicea. Riggitano-Prévost además conmemora el trigésimo aniversario de “Ut unum sint”, la encíclica ecuménica de su predecesor Juan Pablo II Wojtyła. En tal orden de ideas, Riggitano-Prévost escribe que la unidad cristiana no va de «un ecumenismo de retorno al estado anterior a las divisiones, ni un reconocimiento recíproco del actual statu quo», sino que insta a «la diversidad de Iglesias y Comunidades eclesiales» [= cismáticos, herejes y apóstatas] a «un ecumenismo orientado al futuro, de reconciliación en el camino del diálogo, de intercambio de nuestros dones y patrimonios espirituales», para lo cual hay que «dejar atrás controversias teológicas que han perdido su razón de ser para adquirir un pensamiento común y, más aún, una oración común al Espíritu Santo, para que nos reúna a todos en una sola fe y un solo amor». Vamos, que es lo mismo que proponía su predecesor Bergoglio un año atrás.

Como la carta va sobre el Credo Niceno-Constantinopolitano, con lo de «controversias teológicas que han perdido su razón de ser», se refiere em particular a la cuestión del Filióque, ya que presenta la versión de los cismáticos, que precisamente omite esa cláusula:
«Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre. Con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado, y ha hablado por medio de los profetas»
texto al que acompaña la siguiente nota al pie:
«I Concilio Constantinopolitano, Exposítio fídei: Corpus ChristianórumConciliórum Œcumenicórum Generáliumque Decréta vol. I, 57 20-24. La afirmación “y procede del Padre y del Hijo (Filioque)” no se encuentra en el texto de Constantinopla; fue incorporada al Credo latino por el Papa Benedicto VIII en 1014 y es objeto del diálogo ortodoxo-católico».

Riggitano-Prévost (que incluso se voló una línea en un acto ecuménico el día de su cumpleaños), su maestro del Sagrado Palacio [= teólogo papal] Wojciech Giertych Łuczkiewicz OP (o quien le hace las cartas, encíclicas y demás documentos teológicos) se “hicieron los gringos” sobre la historia del Filióque:

Resulta que desde San Atanasio y el símbolo QuicúmqueSan Dámaso en su Profesión de Fe recogida por San Jerónimoel Concilio de Toledo del año 400 y la Iglesia caldea en el Concilio de Seleucia/Ctesifonte del 410, el Filióque era parte de la profesión de fe, y en el III Concilio de Toledo (año 539) se ordenó que se cantase en la Misa (es de advertir que a diferencia del Rito Romano, el Credo en la Liturgia Hispánica se dice antes del Padre nuestro), pasando luego esta costumbre a Francia, Inglaterra y parte de Italia. Y cuando San Enrique II fue a Roma a ser coronado Sacro Emperador el 14 de febrero de 1014, solicitó al Papa Benedicto VIII la inclusión del Filióque en el Credo, extrañado de que en Roma, que profesaba la misma Fe en que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (y ello se deduce de Juan XVI, 14-15, donde Jesús dice «Él me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo dará a conocer. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso os dije que tomará de lo mío, y os lo dará a conocer»), no la expresase en la liturgia como se usaba en Alemania desde los concilios de Aquisgrán (789 y 809), Friuli (791), Fráncfort (794), y Worms (868). Aun así, en el sur de Italia (antiguamente bajo dominio bizantino), la adicion se dio años años después en el Concilio de Bari de 1098, y en París todavía hasta 1240, ¡34 años antes del II Concilio de Lyon!
  
Solamente a partir del cismático y usurpador patriarca constantinopolitano Focio, es que los griegos empezarán a tomar el rechazo al Filióque como bandera siguiendo el monopatrismo, argumentando que el Concilio de Éfeso prohibió cualquier adición al Credo de Nicea. Siguiendo ese mismo argumento, entonces esa misma adición por el Concilio de Constantinopla de la cláusula citada por Riggitano-Prévost ni siquiera podría ser lícita. Lo que REALMENTE se prohibió (y así lo señaló el patriarca San Paulino II de Aquileya en el Concilio de Friuli) es toda adición CONTRARIA a la Doctrina o por persona particular; y en cuanto a la adición del Filióque, esta no contraría la Doctrina sino que la desarrolla, y fue aprobada por el Papa y el Concilio de Florencia en su bula Læténtur Cœli, por tanto, el que lo rechaza u oblitera es hereje y sedicioso, y aun en la Tierra es castigado. Ejemplo de ello, la Caída de Constantinopla bajo los turcos otomanos el domingo de Pentecostés 29 de Mayo de 1453.

Ahora, si quería expresar la unidad en el símbolo, entonces podía haber citado el Credo tal y como lo aprobó el Concilio de Nicea, a saber:

GRIEGO
Πιστεύομεν εἰς ἕνα Θεὸν Πατέρα παντοκράτορα, πάντων ὁρατῶν τε καὶ ἀοράτων ποιητήν·
  
Καὶ εἰς ἕνα Κύριον Ἰησοῦν Χριστόν τὸν Υἱὸν τοῦ Θεοῦ, γεννηθέντα ἐκ τοῦ Πατρὸς μονογενῆ, τοὐτέστιν ἐκ τῆς οὐσίας τοῦ Πατρός, Θεὸν ἐκ Θεοῦ, Φῶς ἐκ Φωτός, Θεὸν ἀληθινὸν ἐκ Θεοῦ ἀληθινοῦ, γεννηθέντα, οὐ ποιηθέντα, ὁμοούσιον τῷ Πατρί,δι' οὗ τὰ πάντα ἐγένετο, τά τε ἐν τῷ οὐρανῷ καὶ τὰ ἐν τῇ γῇ, τὸν δι' ἡμᾶς τοὺς ἀνθρώπους καὶ διὰ τὴν ἡμετέραν σωτηρίαν κατελθόντα καὶ σαρκωθέντα καὶ ἐνανθρωπήσαντα, παθόντα, καὶ ἀναστάντα τῇ τρίτῃ ἡμέρᾳ, ἀνελθόντα εἰς τοὺς οὐρανούς, ἐρχόμενον κρῖναι ζῶντας καὶ νεκρούς.
  
Καὶ εἰς τὸ Ἅγιον Πνεῦμα.
  
Τοὺς δὲ λέγοντας, Ἦν ποτε ὅτε οὐκ ἦν, καὶ Πρὶν γεννηθῆναι οὐκ ἦν, καὶ ὅτι Ἐξ οὐκ ὄντων εγένετο, ἢ Ἐξ ἑτέρας ὑποστάσεως ἢ οὐσίας φάσκοντας εἶναι, ἢ κτιστόν, ἢ τρεπτόν, ἢ ἀλλοιωτὸν τὸν Υἱὸν τοῦ Θεοῦ, τούτους ἀναθεματίζει ἡ ἁγία Καθολικὴ καὶ ἀποστολικὴ Ἐκκλησία.

LATÍN
Crédimus in unum Deum Patrem omnipoténtem, visibílium et invisibílium factórem.
  
Et in unum Dóminum Jesum Christum Fílium Dei, natum de Patre unigénitum, hoc est de substántia Patris, Deum de Deo, Lumen de Lúmine, Deum verum de Deo vero, natum non factum, uníus substántiæ cum Patre, quod Græci dicunt homoúsion, per quem ómnia factum sunt sive quæ in cœlo sive quæ in terra; qui propter nos hómines et propter nostram salútem descéndit, incarnátus est, homo factus est, passus est et resurréxit tértia die, ascéndit in cœlos, ventúrus judicáre vivos et mórtuos.
  
Et in Spíritum Sanctum.
  
Eos áutem qui dicunt: Erat quándo non erat, et: Príusquam nascerétur non erat, et Quía ex nullis extántibus factus est, quod Græci exucónton dicunt, vel ália substántia, dicentes mutábilem et convertíbilem Fílium Dei, hos anathemizat Cathólica et apostólica Ecclésia.

TRADUCCIÓN
Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador de todas las cosas visibles e invisibles.
   
Y en un solo Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; unigénito nacido del Padre, es decir, de la sustancia del Padre; Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no creado; de la misma sustancia que el Padre [que los griegos dicen homoúsion]; por quien todo fue hecho: tanto lo que hay en el cielo como en la tierra; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó y se encarnó, se hizo hombre, padeció y resucitó al tercer día, (y) subió a los cielos, vendrá a juzgar a vivos y muertos.

Y en el Espíritu Santo.
   
Y a los que dicen: Hubo un tiempo en que no existió y: Antes de ser engendrado no existió y: Fue hecho de la nada [o como dicen los griegos, exouconton], o de otra hipóstasis o sustancia, pretendiendo que el Hijo de Dios es creado y sujeto de cambio y alteración, a éstos los anatematiza la Iglesia Católica y apostólica.
  
Ah, claro, no lo hizo y no lo hará. Porque a muchos de ellos les caería el anatema formulado allí.
  
D. JORGE RONDÓN SANTOS S. Ch. R.
24 de Noviembre de 2025 (Año Santo de Cristo Rey).
Lunes de la XXIV Semana después de Pentecostés. Fiesta de San Juan de la Cruz, Confesor y Doctor de la Iglesia; de San Crisógono, Mártir de la Fe; de Santa Firmina de Roma, Virgen y Mártir de la Fe; de las Santas Flora y María de Córdoba, Vírgenes y Mártires de la Fe; y de San Protasio de Milán, Obispo y Confesor. Día 7.º infraoctava de la dedicación de la catedral de Cartagena en Colombia. Nacimiento del Siervo de Dios fray Junípero (en el siglo Miguel José) Serra Ferrer OFM, Apóstol de la Alta California. Tránsito del Padre Lorenzo Ricci SJ, 18.º Superior general de la Compañía de Jesús. Firma de la Concordia de Salamanca. Día mundial del Vino tinto; y Día del Vino argentino.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)