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sábado, 12 de septiembre de 2009

SECUENCIA “Stabat Mater Doloróssa”

Lamento de Nuestra Señora sobre Cristo (detalle, Fra Angélico)
  
Uno de los himnos más antiguos y sublimes en honor de Nuestra Señora es el Stabat Mater. El Stabat Mater, es un poema sobre la Bienaventurada Virgen María y su dolor profundo cuando presenció la muerte de su hijo, Nuestro Señor Jesucristo. El título completo en latín es “Stabat Mater Doloróssa”. La versión en español se conoce como “Estaba la Madre Dolorosa junto a la Cruz”.
  
El Stabat Mater es atribuido al Papa Inocente III y a Jacobo de Todi OFM. Y ha sido la pieza litúrgica con mayor número de interpretaciones. La más famosa es la de Giovanni Battista Pergolesi.
  
 
Un himno que os gustará tanto como a mí. Por eso os dejo la letra en latín, seguida de la traducción de Lope de Vega.

LATÍN
Stabat Mater dolorósa
Juxta Crucem lacrimósa,
Dum pendébat Fílius.

Cujus ánimam geméntem,
Contristátam et doléntem
Pertransívit gládius.

O quam tristis et afflícta
Fuit illa benedícta
Mater Unigéniti!

Quæ mœrébat et dolébat,
Pia Mater, dum vidébat
Nati poenas íncliti.

Quis est homo, qui non fleret,
Matrem Christi si vidéret
In tanto supplício?

Quis non posset contristári,
Christi Matrem contemplári
Doléntem cum Fílio?

Pro peccátis suæ gentis
Vidit Jesum in torméntis
Et flagéllis súbditum.

Vidit suum dulcem
Natum Moriéndo desolátum,
Dum emísit spíritum.

Eja, Mater, fons amóris,
Me sentíre vim dolóris
Fac, ut tecum lúgeam.

Fac, ut árdeat cor meum
In amándo Christum Deum,
Ut sibi compláceam.

Sancta Mater, istud agas,
Crucifixi fige plagas
Cordi meo válida.

Tui Nati vulneráti,
Tam dignáti pro me pati,
Poenas mecum dívide.

Fac me tecum pie flere,
Crucifíxo condolére,
Donec ego víxero.

Juxta Crucem tecum stare
Et me tibi sociáre
In planctu desídero.

Virgo vírginum præclára.
Mihi jam non sis amára:
Fac me tecum plángere.

Fac, ut portem Christi mortem,
Passiónis fac consórtem
Et plagas recólere.

Fac me plagis vulnerári,
Fac me Cruce inebriári
Et cruóre Fílii.

Flammis ne urar succénsus,
Per te, Virgo, sim defénsus
In die judícii.

Christe, cum sit hinc exíre.
Da per Matrem me veníre
Ad palmam victóriæ.

Quando corpus moriétur,
Fac, ut ánimæ donétur
Paradísi glória.
Amen.

TRADUCCIÓN (por Lope de Vega)
La Madre piadosa estaba
Junto a la Cruz y lloraba
Mientras el Hijo pendía.
  
Cuya alma, triste y llorosa,
Traspasada y dolorosa,
Fiero cuchillo tenía.
 
¡Oh, cuán triste y cuán aflicta
Se vio la Madre bendita,
De tantos tormentos llena!
 
Cuando triste contemplaba
Y dolorosa miraba
Del Hijo amado la pena.
 
Y ¿cuál hombre no llorara,
Si a la Madre contemplara
De Cristo, en tanto dolor?
 
Y ¿quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
Sujeta a tanto rigor?
 
Por los pecados del mundo,
Vio a Jesús en tan profundo
Tormento la dulce Madre.
 
Vio morir al Hijo amado,
Que rindió desamparado
El espíritu a su Padre.
 
¡Oh dulce fuente de amor!,
Hazme sentir tu dolor
Para que llore contigo.
 
Y que, por mi Cristo amado,
Mi corazón abrasado
Más viva en él que conmigo.
 
Y, porque a amarle me anime,
En mi corazón imprime
Las llagas que tuvo en sí.
 
Y de tu Hijo, Señora,
Divide conmigo ahora
Las que padeció por mí.
 
Hazme contigo llorar
Y de veras lastimar
De sus penas mientras vivo.
 
Porque acompañar deseo
En la Cruz, donde le veo,
Tu Corazón compasivo.
  
¡Virgen de vírgenes santas!,
Llore ya con ansias tantas,
Que el llanto dulce me sea.
  
Porque su pasión y muerte
Tenga en mi alma, de suerte
Que siempre sus penas vea.
 
Haz que su Cruz me enamore
Y que en ella viva y more
De mi fe y amor indicio.
 
Porque me inflame y encienda,
Y contigo me defienda
En el día del juicio.
 
Haz que me ampare la muerte
De Cristo, cuando en tan fuerte
Trance vida y alma estén.
 
Porque, cuando quede en calma
El cuerpo, vaya mi alma
A su eterna gloria.
Amén.

4 comentarios:

  1. Qué bueno disponer en la WWW de estas oreaciones en latín también!
    Nos vemos... y gracias por rezar por nosotros!

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  2. ������������ ¡ Muchas gracias!

    ¡ Dios reparta bendiciones entre todos los católicos hispanohablantes !.

    ResponderEliminar
  3. No soy creyente pero me siento conmovido por tan sentido texto y por la maravillosa música a que ha dado lugar.

    ResponderEliminar

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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)