Desde Sociedad Religiosa San Luis Rey de Francia
Dios creó al hombre para que alcance, después de esta vida, la eterna salvación. “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?” (Mt. 16,26)
Para salvar el alma, son necesarias cuatro cosas:
Ø Creer lo que Dios nos ha revelado, contenido en el Credo.
Ø Hacer lo que Dios nos manda para merecer el cielo, es decir, cumplir los Mandamientos.
Ø Recibir lo que Dios nos ofrece: los Sacramentos que nos dan la gracia, anticipo de la vida eterna.
Ø Pedir a Dios con la Oración lo necesario para salvarnos. “el que reza se salva, el que no reza se condena” (San Alfonso).
Todo esto es lo que los niños aprenden en el Catecismo. El Catecismo les abre a los niños las puertas del cielo y les muestra el camino para llegar a él.
Y es muy importante que lo aprendan siendo niños, pues por lo general, la felicidad o desgracias eternas dependen de la primera edad. El niño que se educa en la virtud, la va a conservar hasta el fin; y si por desgracia cayera en una mala vida, a la hora de la muerte va a saber cómo y a quién pedir perdón.
Por eso, piensen los padres la enorme responsabilidad que tienen. No sólo deben enviar sus hijos al Catecismo, sino también darles ejemplo de vida cristiana. El día de mañana tendrán que dar cuenta ante Dios de la formación de sus hijos.
Enviándolos al catecismo, los padres hacen a sus hijos el mayor bien: les dan los medios para su eterna felicidad.
También los padres cristianos en su ancianidad encontrarán en sus hijos bien educados, un “bastón” en quién apoyarse.
(En las fotos de abajo, vemos a nuestro querido Padre Emilio S.R.S.L.R.F. con el grupo de Catecismo 2010 de la Capilla Inmaculado Corazón de María en FL. U.S.A.)
Para salvar el alma, son necesarias cuatro cosas:
Ø Creer lo que Dios nos ha revelado, contenido en el Credo.
Ø Hacer lo que Dios nos manda para merecer el cielo, es decir, cumplir los Mandamientos.
Ø Recibir lo que Dios nos ofrece: los Sacramentos que nos dan la gracia, anticipo de la vida eterna.
Ø Pedir a Dios con la Oración lo necesario para salvarnos. “el que reza se salva, el que no reza se condena” (San Alfonso).
Todo esto es lo que los niños aprenden en el Catecismo. El Catecismo les abre a los niños las puertas del cielo y les muestra el camino para llegar a él.
Y es muy importante que lo aprendan siendo niños, pues por lo general, la felicidad o desgracias eternas dependen de la primera edad. El niño que se educa en la virtud, la va a conservar hasta el fin; y si por desgracia cayera en una mala vida, a la hora de la muerte va a saber cómo y a quién pedir perdón.
Por eso, piensen los padres la enorme responsabilidad que tienen. No sólo deben enviar sus hijos al Catecismo, sino también darles ejemplo de vida cristiana. El día de mañana tendrán que dar cuenta ante Dios de la formación de sus hijos.
Enviándolos al catecismo, los padres hacen a sus hijos el mayor bien: les dan los medios para su eterna felicidad.
También los padres cristianos en su ancianidad encontrarán en sus hijos bien educados, un “bastón” en quién apoyarse.
(En las fotos de abajo, vemos a nuestro querido Padre Emilio S.R.S.L.R.F. con el grupo de Catecismo 2010 de la Capilla Inmaculado Corazón de María en FL. U.S.A.)
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)