La degradación social de la familia en estos tiempos es tal que hay niños pidiendo a Dios que lo conviertan en TV, al saberse ignorados por sus padres. (Desde Diario Pregón de la Plata, Argentina):
La sorprendente oracion de un chico pidiendo algo importante a Dios...
Señor:
No quiero pedirte nada especial ni inalcanzable, como ocurre con otros niños que se dirigen a ti cada noche.Tú, que eres bueno y proteges a todos los niños de esta tierra, hoy quiero pedirte un gran favor, sin que se enteren mis padres.
Transfórmame en un televisor, para que mis padres me cuiden como cuidan al televisor, para que me miren con el mismo interés con que mi madre mira su telenovela preferida, o mi padre su programa deportivo.
Quiero hablar como ciertos animadores que cuando lo hacen, toda mi familia calla para escucharlos con atención, sin interrumpirlos.
Deseo ver a mi madre suspirar frente a mí como lo hace cuando ve trajes de la última moda o ver reir a mi padre como lo logra el humorista o comediante de moda, o simplemente me crean cuando les cuento las historias que aprendí en el Catecismo diciendo: "¡Es cierto! Yo lo escuché en la tele."
Quiero representar al televisor para ser el rey de la casa, el centro de atención que ocupa el mejor lugar, donde todas las miradas se dirijan a mí.
Quiero sentir sobre mí la preocupación que experimentan mis padres cuando el televisor comienza a fallar y rápidamente llaman al técnico.
Quiero acompañar a mi madre cuando se sienta sola, cuando se sienta triste, y entonces consolarla; que cuando se sienta desesperada yo pueda alentarla, para que nuestro pequeño mundo sea mejor.
Quiero ser televisor para ser el mejor amigo de mis padres, el héroe favorito, el que más influya en sus vidas, el que recuerde el día del niño y el que ojalá les mostrara más la paz que la violencia.
Por último, quiero ver a mis padres como en estos días en que a causa de la crisis energética se comunican más, aunque mi voz o la imagen que he representado se tenga que apagar más temprano.
Jorge de la Compasión dice: Se me parte el corazón al ver que los niños son ignorados por sus padres a causa de la maldita televisión. Y luego nos quejamos al ver el gran número de niños y jóvenes que recurrieron al suicidio debido a esa situación.
Un hogar cristiano NO DEBE TENER TELEVISIÓN.
Para ser sincero, tengo dos televisiones en mi casa. Claro que, muy poco vemos la televisión.
ResponderEliminarNos limitamos a ver documentales, las notícias, Intereconomía y poco más.
Aunque sí, si dices lo siguiente, estoy contigo: la televi$IÓN es una enfermedad en general.
Saludos.
CRISTO REY