El autor original es Pádraic H. Pearse, pero la traducción (que es lo que queremos publicar) es del Padre Leonardo Castellani. La traducción de Castellani apareció en la revista Jauja no. 35, noviembre de 1969.
Ya que los cuerdos no hablan, hablará el loco.
Yo, un loco que ha amado su locura,
Sí, más que los cuerdos sus libros, sus bolsas y sus hogares tranquilos
O su fama en boca de los hombres.
Un loco que en todos sus días nunca ha hecho una cosa prudente
Nunca ha calculado el costo, ni contado lo que otra cosechaba
El fruto de su ingente siembra, contento con desparramar la semilla
Un loco que es impenitente, y que pronto al final de todo
Reirá en su corazón solitario cuando el grano maduro caiga en los graneros,
Y los pobres sean llenos que andaban vacíos,
Aunque él ande hambriento.
Yo he derramado los espléndidos días que el Señor dio a mi juventud
Intentado cosas imposibles, juzgando que sólo ellas valían la pena
¿Fue locura o gracia? Sólo Dios me juzgará, no los hombres...
Yo he derramado los espléndidos años.
Oh Dios, si tuviera los años los derramaría de nuevo,
Cristo, los arrojaría de mí
Porque esto escuché en mi corazón: que un hombre debe
Derramar, no muñir
Hacer el hecho de hoy, no cuidar de los mañanas
No debe negociar ni regatear con Dios;
¿O fue eso un chiste de Cristo
Y este es mi pecado ante los hombres, haberle tomado la palabra?
Los leguleyos se han sentado en Concejo,
Los hombres de caras largas y listas,
Y han dicho "Este hombre es loco"
Y otros han dicho: "Blasfema".
Y los cuerdos han compadecido al loco, que ha conado por su vida
(En el mundo de espacio y tiempo, entre el montón de cosas actuales)
A un sueño que fue soñado en el corazón , y que
Solamente el corazón puede contener
Oh cuerdos, adivinadme esto: ¿y qué si el sueño resulta verdad?
¿Si el sueño se realiza, y millones de aun no nacidos habitasen
En la casa que yo hice en mi corazón,
La noble casa de mi pensamiento?
Señor, yo he prendado mi vida, he prendado la vida de mi gente
Sobre la verdad de tu tremenda Palabra,
No recuerdes mis fallas
Recuerda esta mi fe.
Y así yo hablo.
Sí, antes que pase mi juventud ardiente,
Yo hablo a mi pueblo y digo:
Habéis de ser locos como yo: derramar y no ahorrar;
Aventurarlo todo, no sea perdáis lo que es más que todo,
Habéis de reclamar un milagro, tomándole a Cristo la palabra
Y por esto yo responderé, oh mi pueblo,
Yo responderé ahora y después.
Oh pueblo al que he amado ¿por qué no responder juntos?
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)