EL FRACASO DE LA AUTOBIOGRAFÍA DE BERGOGLIO

Traducción del artículo publicado en ALDO MARÍA VALLI.

  

ESPERANZA… DE NO DEBERLA LEER. A PROPÓSITO DE LA PRIMERA (?) AUTOBIOGRAFÍA (?) DE BERGOGLIO

Por Vincenzo Rizza

   

Querido Aldo Maria,

Esperanza, la primera autobiografía del papa Francisco que siguió a El Sucesor, la primera autobiografía del papa Francisco, que a su vez ha seguido a Vida, la primera autobiografía del papa Francisco, no está teniendo la acogida esperada.

   

Incluso Austen Ivereigh, el primer biógrafo del papa Francisco que ha publicado la primera biografía del primer papa del Nuevo Mundo, ha formulado la primera crítica desinteresada al libro considerándolo prolijo, lleno de errores y de noticias ya conocidas. La crítica es tan desinteresada que el primer biógrafo papal también ha lamentado que la casa editorial Penguin Random House no le haya pedido preventivamente revisar la obra.

    

Quizá para mejorar la suerte de la obra maestra editorial, el primer papa del Nuevo Mondo que no solo por primera vez ha publicado la primera autobiografía sino que también ha logrado el milagro de publicar muchas primeras autobiografías, también ha publicado el primer vídeo en Tik Tok del primer papa que publicita abiertamente su primera autobiografía. Un vídeo francamente vergonzoso sobre el cual es preferible abstenerse de todo comentario y que afortunadamente al menos los usuarios estadounidenses tendrán dificultad de ver porque el sitio chino fue entre tanto bloqueado: verosímilmente se ha tratado del último regalo del último presidente católico estadounidense al primer papa del Nuevo Mundo para preservar su imagen. Si Trump restableciera el acceso al sitio, sería otra desgracia más del último presidente de Estados Unidos elegido para ser el primer Papa que publicó su primera autobiografía en Tik Tok.

Mientras tanto, se multiplicarán las iniciativas para publicitar la primera autobiografía Esperanza. Considerada la sobriedad con que fue publicitada la primera autobiografía Vida (la portada, con el rostro sonriente del papa, y extractos del libro fueron incluso proyectados sobre la estatua de Cristo Redentor de Río de Janeiro), las perspectivas no son alentadoras. Esperamos al menos que el Santo Padre no devenga el primer papa en hacer giras promocionales por las principales librerías con anexa sesión de firma de primeras copias autografiadas con dedicatoria. Como alternativa me permito sugerir a la Penitenciaría apostolica, si no lo ha hecho, de incluir Esperanza entre los textos de encuentros de formación útiles para conseguir la indulgencia jubilar (al par de los textos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia católica): sería la primera autobiografía papal en tener este honor; escoja, pues, el lector si se trataría de la primera obra de misericordia o de penitencia.