Noticia tomada de GLORIA NEWS.
Matthias Wenk (foto), un laico de 48 años, ha estado trabajando para la decadente diócesis de San Galo durante once años como “ayudante pastoral de ciudad móvil” (sic) con un salario que debe ascender a alrededor de 150.000 francos suizos (165.000 dólares estadounidenses).
Wenk también es predicador de la radio estatal suiza, que está estrechamente vinculada al régimen.
Ahora ha anunciado que dejará su puesto en Abril para convertirse en uno de los predicadores de la congregación reformada evangélica de San Galo Centro. Se puede suponer que en su nuevo cargo Wenk tendrá un salario aún más alto y aún menos trabajo que hacer.
La Iglesia Reformada en Suiza está clínicamente muerta, pero debido al impuesto eclesiástico, es muy rica.
No es de extrañar que Sonja Gemeinder, presidenta del poderoso “Consejo Administrativo de la Iglesia Católica” [que controla una gran parte del impuesto eclesiástico] en San Galo, dijo en un comunicado de prensa que «lamentamos mucho su partida. Era innovador y probaba nuevos formatos con entusiasmo».
En el pasado reciente, Wenk era un empleado de la iglesia Halden en San Galo, una parroquia que existe desde hace 50 años y en la que todo está organizado “ecuménicamente”.
Wenk dijo a la prensa en 2021 que en la Iglesia Halden no se sabe «quién es reformado o católico» [lo que dice algo sobre la ignorancia de las pocas personas que asisten a los eventos allí].
La excusa de Wenk para convertirse en protestante fue que había «luchado durante algún tiempo con las estructuras de la Iglesia Católica Romana». La verdadera razón era una cuestión de carrera: quería llegar a ser «pastor y teólogo».
Wenk estuvo activo en el grupo anticatólico “Reforms Now”, que desde entonces se ha disuelto.
Si no le gusta su trabajo con los protestantes, no hay nada que le impida volver a la diócesis, ya que ambos están estrechamente unidos en la misma decadencia.
Como dijo San Pío X a un sacerdote alemán que amenazó con hacerse protestante si no lo dejaba hacer lo que quería (el mismo libreto que Matthias Wenk), «Me da lo mismo: Vd. ya es protestante».
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