Durante los días de la marcha por el aborto en Argentina, hubo quienes 
llegaron al punto de atarle pañuelos verdes a niñas y hacerlas 
participar en tal acto (lo que evidentemente hace recordar que en Gotemburgo (Suecia), los directivos de la guardería Förskolan Hagahuset obligaron a 120 niños a participar del desfile del mal llamado “orgullo gay” el 11 de Junio de 2015 en esa ciudad.
   
Desde
 luego, una sociedad asi de corrupta y corruptora, además de ser 
arrojada al mar como dice el Evangelio (Mateo XVIII, 6), merece ser 
subyugada por la invasión judeo-islámica que so capa de inmigrantes y 
refugiados está realizando su  “guerra santa” en Occidente.


Más les valdría a estos criminales degenerados atarse una piedra al cuello y arrojarse al mar. Que el Señor se apiade de nosotros, han llegado tiempos que jamás pense ver.
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