Oh
 gran San Elías, que fuiste suscitado por Dios para restaurar el culto 
del único Dios verdadero entre Su pueblo, tiende tu mirada sobre la 
pobre y sufriente humanidad, convierte a los que están apartados de 
Dios, restaura la única y verdadera Iglesia de Cristo en todas las 
naciones, que por tu oración el justo castigo debido a nuestros pecados e
 ingratitudes pueda ser alejado, y que la paz y la justicia de Dios 
puedan reinar en todas partes.
Oh
 santo Profeta del Altísimo, quien por la palabra del Señor cerraste los
 cielos y los abriste de nuevo, y quien por la palabra del Señor Dios 
volviste a la vida al hijo muerto de la viuda, ten compasión de nosotros
 y ayúdanos en nuestras necesidades; obten para nosotros la gracia de 
llevar pacientemente nuestros dolores presentes, que por tu oración las 
mercedes de Dios puedan llover sobre nuestras almas la verdadera paz y 
toda gracia y bendición.
Oh
 devotísimo siervo de la Virgen Madre de Dios, quien por la pureza de tu
 vida y por tu celo por la honra de Dios te fue dada la especial misión 
de orar por su venida para que el mundo pudiera tener su Salvador 
prometido, alcánzanos una verdadera devoción a la Santísima Virgen 
María, para que siendo dignos de su maternal protección podamos 
permanecer siempre fieles por su poderosa intercesión.
Oh
 glorioso San Elías, que fuiste raptado al Cielo en un carro de fuego y 
quien, como está escrito, retornará antes del fin del mundo para aplacar
 la ira del Señor, y para convertir los corazones de los padres a los 
hijos, y los corazones de los hijos a sus padres, convierte nuestros 
corazones a nuestro Padre Celestial, para que haciendo Su santísima 
Voluntad aquí en la tierra, podamos ser recibidos por Él en su Reino 
celestial por toda la eternidad. Amén.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)