Vexílla Regis

Vexílla Regis
MIENTRAS EL MUNDO GIRA, LA CRUZ PERMANECE

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER
NO AL ABORTO. ELLOS NO TIENEN LA CULPA DE QUE NO LUCHASTEIS CONTRA VUESTRA CONCUPISCENCIA

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN
No hay forma de vivir sin Dios.

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

martes, 15 de septiembre de 2020

HIMNO DEL PAPA INOCENCIO III A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

El Papa Inocencio III fue muy devoto de Nuestra Señora de los Dolores, y según se cuenta en la Vida de Santa Lutgarda de Aywières OSB, la Virgen le obtuvo al Papa el poder arrepentirse de varios pecados graves antes de morir, y estar en el Purgatorio y no en el Infierno (donde debía estar por esos pecados). Tomada de Migne, Patrología Latina, tomo CCXVII, cols. 917-920.
  
INNOCÉNTII III PAPÆ HYMNUS DE CHRISTO ET BEATÍSSIMA VÍRGINE MARÍA DIGNÍSSIMA MATRE EJUS: AD QUEM CERTAS ET MAGNAS CONTÚLIT REMISSIÓNES ET INDULGÉNTIAS.
  
Ave mundi spes María,
Ave mitis, ave pia,
Ave charitáte plena.
Virgo dulcis et seréna,
Sancta parens Jesu Christi,
Elécta sola fuísti.

Esse mater sine viro,
Et lactáre modo miro,  
Angelórum imperátrix.
Peccatórum consolátrix,
Consoláre me lugéntem,
In peccátis jam fœténtem.
  
Me defénde peccatórem,
Et ne tuum des honórem
Aliéno et crudéli.
Precor te regína cœli,  
Me habéto excusátum,
Apud Christum tuum natum:

Cujus iram pertimésco,
Et furórem expavésco,
Nam peccávi illi soli.
O María Virgo, noli
Esse mihi aliéna,
Omni grátia tu plena.
  
Esto custos cordis mei,
Signa me timóre Dei,
Confer vitæ sanitátem.
Da et morum honestátem,  
Da peccáta me vitáre,
Et quod justum est amáre.

O dulcédo virginális,
Núnquam fuit, nec est talis,  
Inter natas muliérum.
Ómnium Creátor rerum
Te elégit genitrícem,
Qui Maríam peccatrícem.
  
Emundávit a reátu,
Ipse tuo me precátu,
A peccátis cunctis tergat.
Ne inférnus me demérgat,  
Eja, rosa sine spina,
Peccatórum medicína.

Pro me Deum interpélla,
Ut me salvet a procélla.
Hujus mundi tam immúndi:
Cujus fluctus furibúndi
Omni parte me impíngunt,
Et peccáti zona stringunt.
  
Christe Fili summi Patris
Per amórem tuæ matris,
Cujus venter te portávit.
Et te dulci lacte pavit:
Te per ipsam oro supplex,
Quia tu es salus duplex.
Rerum dator mundanárum,
Atque salus animárum,
Te nunc precor licet reus:
Miserére mei, Deus,
Miserére, miserátor:
Quia vere sum peccátor.
  
Tu peccáta dele mea,
Et cor mundum in me crea:
Da spem firmam, fidem rectam.
Charitátem da perféctam,
O Jesu da finem bonum,
Quod est super omne donum.
Ut in corde sic compúngar,
Tibi Christe quod conjúngar, 
Fac me digne manducáre.
Corpus tuum salutáre
Ira tua non me gravet,
Sánguis tuus sic me lavet.
  
In sénsibus et in corde
A peccatis et a sorde,
Ut dum instat hora mortis.
Ángelus tunc astet fortis,  
A te mihi datus custos,
Qui me locet inter justos.
Mors si carnem meam frangat,
Mors secúnda non me tangat,
Licet caro computréscat.
Spíritus in te quiéscat,
Ut resúrgens te visúrus,
Semper tecum sim mansúrus.
  
V\. Audi nos, pia mater Christi.
R\. Nam te Fílius nihil negans honórat.
  
ORATIO
Intervéniat pro nobis, quǽsumus, Dómine Jesu Christe: nunc, et in hora mortis nostræ, apud tuam cleméntiam beáta Virgo María Mater tua; cujus sacratíssimam ánimam in hora tuæ passiónis dolóris gládius pertransívit: Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitáte Spíritus Sancte, Deus, per ómnia sǽcula sæculórum. Amen.

TRADUCCIÓN
Dios te salve, María, esperanza del mundo,
Salve, mansa, salve, piadosa,
Salve, llena de caridad.
Virgen dulce y serena,
Tú sola fuiste elegida para ser
La santa Madre de Cristo Dios.
Fuiste madre sin conocer varón,
Y lactaste de modo admirable,
Emperatriz de los Ángeles.
  
Consoladora de los pecadores,
Consuélame, que estoy sufriendo,
Apestando ya en pecados.
Te ruego, reina del cielo,
Defiéndeme a mí, pecador,
Y no des tu honor
A extraños y crueles.
Tenme por excusado
Ante Cristo, nacido de ti:
  
Cuya ira temo grandemente,
Y su furor me aterra,
Porque solo pequé contra Él.
Oh Virgen María,
Tú que eres llena de toda gracia,
No seas extraña para conmigo.

Sé la custodia de mi corazón,
Séllame con el temor de Dios,
Concédeme vida y salud,
Dame costumbres honestas,
Oh dulzura virginal,
Que nunca hubo, ni hay igual.
 
Dame evitar el pecado,
Y que ame lo que es justo.
Entre las mujeres nacidas,
El Creador de todas las cosas
Te eligió como madre suya.
  
Él, que a María la pecadora
Limpió de su reato,
A tus ruegos por mí,
Me lavará de mis muchos pecados,
No me hundirá en el Infierno.
Ea, rosa sin espinas,
Medicina de los pecadores.
  
Pro me Deum interpélla,
Ut me salvet a procélla.
Hujus mundi tam immúndi:
Cujus fluctus furibúndi
Omni parte me impíngunt,
Et peccáti zona stringunt.
Christe Fili summi Patris
Per amórem tuæ matris,
Cujus venter te portávit,
Et te dulci lacte pavit:
Te per ipsam oro supplex,
Quia tu es salus duplex.
  
Rerum dator mundanárum,
Atque salus animárum  
Te nunc precor licet reus:
Ten misericordia de mí, oh Dios,
Ten piedad de mí, piadosísimo:
Que verdaderamente soy pecador.
Borra mis pecados,
Y crea en mí un corazón puro:
Dame esperanza firme, fe recta,
Dame caridad perfecta.
Oh Jesús, dame un buen fin,
Don que es sobre todo don.
  
Ut in corde sic compúngar,
Tibi Christe quod conjúngar.
Hazme comer dignamente
De tu Cuerpo salvífico,
No me cargues con tu ira,
Pues me lavaste con tu Sangre.
En los sentidos y en el corazón
De los pecados y de inmundicia,
Para que en el instante de mi muerte,
El Ángel que como custodio me diste
Me eleve hacia Ti,Y que me coloque entre los justos.
   
Si la muerte vence mi carne,
Que no me toque la muerte segunda.
Aunque la carne se pudra,
El espíritu en ti descanse,
Para que resucitado, pueda verte,
Y siempre permanezca contigo.
 
Escúchanos, oh piadosa Madre de Cristo.
Porque tu Hijo se honra en no negarte nada.
 
ORACIÓN
Te suplicamos, ¡oh Señor Jesucristo!, que la bienaventurada Virgen María, tu Madre, cuya santísima alma fue traspasada por la espada de dolor en el momento de tu Pasión, intervenga por nosotros ante tu clemencia, ahora y en la hora de nuestra muerte. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo, y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.

Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.

+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)