El miércoles 7 de Agosto, la Asamblea Nacional de Bulgaria aprobó una enmienda a la ley de educación del país, que prohíbe la propaganda homosexual en las escuelas.
La ley prohíbe «realizar propaganda, así como promover e incitar de cualquier forma, directa o indirectamente, ideas y puntos de vista relacionados con la orientación sexual no tradicional y/o la determinación de una identidad de género distinta de la biológica».
Los diputados han definido «orientación sexual no tradicional» como aquello «diferente de los conceptos generalmente aceptados e integrados en la tradición jurídica búlgara de atracción emocional, romántica, sexual o sensual entre personas de sexos opuestos», según ha recogido la agencia de noticias BTA.
La enmienda fue introducida por el partido Renacimiento (en búlgaro Възраждане/ Vazrazhdane), y recibió un amplio apoyo de partidos políticos de todo el espectro: 159 votos a favor frente a 22 en contra, con 12 abstenciones.
Sólo dos partidos votaron en bloque contra la ley: la mega-alianza europeísta Continuamos el Cambio - Bulgaria Democrática (Продължаваме промяната - Демократична България; el último, miembro del Partido Popular Europeo y con 33 escaños) y el partido étnico turco Movimiento por los Derechos y las Libertades (en turco Hak ve Özgürlükler Hareketi, en búlgaro Движение за права и свободи; miembro del grupo de centro-izquierda Renovar Europa, con 18 escaños). La ley ha unido a todo resto del espectro parlamentario.
Renacimiento ha defendido en un comunicado que la ley debería tener «un impacto positivo» y «fortalecer los valores tradicionales cristianos de la familia, el amor y el respeto» según la tradición cultural, educativa y jurídica en Bulgaria.
«Lo que han intentado imponer durante décadas acaba de fracasar en Bulgaria. Bulgaria ha dado así un ejemplo positivo que muy pronto podrán seguir otros países», ha señalado el presidente del partido, Kostadin Todorov Kostadinov.
Kornelia Petrova Ninova, líder del Partido Socialista Búlgaro y de la coalición PSB por Bulgaria, dijo que las familias búlgaras se habían acercado a ella para advertir sobre la influencia de la ideología de género que «se está infiltrando y tomando el control de las escuelas búlgaras», así como de la sociedad europea en general.
La legislación búlgara se asemeja a la aprobada en Rusia en 2022, que prohíbe la propaganda LGTBI, la pedofilia y la reasignación de género. Otros países europeos, como Polonia, Georgia o Hungría, han propuesto medidas similares (Hungría aprobó la ley en 2021, para la mayor ira de la decadente Unión Europea). Ahora podemos suponer que Bulgaria sufrirá el mismo destino que los referidos países.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)