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martes, 19 de marzo de 2024

ARZOBISPÓN DE COSTA RICA RECIBE VISITA DE MASONES


El arzobispón de San José de Costa Rica, José Rafael Quirós Quirós, se reunió con el Diputado Gran Maestro, Philippe Quesada Jassoud, y el presidente de la comisión de Comunicación de la Gran Logia de Costa Rica en el Palacio arzobispal el 7 de Marzo, informó el cuerpo masónico en un comunicado con fecha 12 del ídem, encabezado por el lema bergogliano «¿Quién soy yo para juzgar».
   

La Gran Logia de Costa Rica calificó el encuentro como «algo histórico en nuestro país y en la historia de nuestra Orden», el cual «se dio gracias a que soplan vientos de apertura en las relaciones entre la masonería y la Iglesia Católica», citando como ejemplo el encuentro del cardenal Francesco Coccopalmerio Ceppi y el Gran Maestro del Gran Oriente de Italia Stefano Bisi el pasado Febrero en Milán organizado por el arzobispón Mario Enrico Delpini Caruggi.
   
En el encuentro, conversaron de las generalidades de la masonería en Costa Rica, su visión de “algunos problemas centrales de la humanidad”, y sobre el canónigo Francisco Cipriano Calvo Rosales († 1890), capellán del ejército costarricense en la guerra contra el filibustero estadounidense William Walker. Calvo introdujo la masonería en Costa Rica: en Junio de 1862 se inició en la Logia “Cruz Austral” N.º 5 en El Callao (Perú) donde se exilió tras el derrocamiento y fusilamiento del presidente Juan Rafael Mora Porras (quien irónicamente, buscaba recuperar el poder con apoyo estadounidense), fundó en Enero de 1865 con otros masones extranjeros la Logia “Caridad” N.º 26 (actual Logia “Caridad” N.º 16, la primera logia del país) bajo auspicio del Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino (actual Supremo Consejo del grado 33.º para Colombia) adoptando el nombre simbólico “Ganganelli” y en 1871 fundó el Gran Oriente y Supremo Consejo Centroamericano.

Los representantes masones le obsequiaron a Quirós los libros “Constitución y Reglamentos de la Muy Respetable Gran Logia de Costa Rica (2021)” e “Historia de las logias masónicas de Costa Rica (siglos XIX, XX y XXI)”, «los cuales recibió con agrado y mucho interés», según el comunicado.

Desde 1738, los Papas católicos han condenado a la masonería como una sociedad secreta hostil a la Iglesia Católica y subversiva contra los países, y el Código Pío-Benedictino en su canon 2335 condenó con excomunión latæ senténtiæ simplemente reservada a la Sede Apostólica a quienes inscribieran su nombre a ella. Pero con el Vaticano II, se dio un cambio de postura por las diversas (y contrapuestas) interpretaciones apelando a los “casos singulares” (v.g., en Escandinavia se permitió en 1967 a los conversos conservar la membresía del Rito Sueco con permiso del obispo; en Inglaterra y Gales se dijo en 1974 que la excomunión solo aplicaba a las sociedades que actuasen localmente contra la Iglesia; y en Alemania, después de seis años de debates, dictaminó en 1980 que estaba prohibido a los católicos adherir a las logias aun si estas no son hostiles a la Iglesia –menudo oxímoron–), llevando a que en el canon 1374 wojtyliano se suprimiera la mención de los masones, lo cual ellos festejaron.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)