Entre Julio y Septiembre de 1936, Toledo, en España, se convirtió en una ciudad de martirio, con sangre de católicos corriendo literalmente por las calles.
Las milicias asesinas republicanas/comunistas arrasaron la ciudad en los primeros meses de la Guerra Civil española.
Cometieron crímenes terribles. En sólo 58 días dieron caza a sacerdotes y religiosos.
Entre el 22 de Julio y el 18 de Septiembre de 1936, los criminales comunistas cazaron a 108 sacerdotes (11 maristas, 1 franciscano, 14 carmelitas descalzos, 3 jesuitas y 79 sacerdotes diocesanos). Fueron detenidos y asesinados.
Sin una palabra. Sin ni siquiera un juicio. Ni siquiera una pantomima para simularlo. Eran sacerdotes y eso bastó para condenarlos a muerte.
Los terroristas republicanos posaron para una foto (que encabeza este artículo) con el cuerpo momificado de una monja tras atacar el convento de las Concepcionistas en Toledo.
El presbítero don Jorge López Teulón lo describe en su último libro, Mártires a la sombra del Alcázar de Toledo, publicado por San Román.
Entre los casos descritos en el libro está el de don Ricardo Plá Espí (arriba), capellán mozárabe de la Catedral Primada, profesor de seminario y asesor de la Asociación Católica de Propagandistas. Fue detenido en casa de sus padres a las 20:30h del 30 de Julio. Su madre Concepción, que estaba enferma en la cama, le dijo a su hijo: «¿Y tú estás dispuesto a morir?». Responde: «Sí, madre, estoy preparado ya».
Cuando los criminales de guerra entraron, no permitieron que el sacerdote se despidiera de sus padres. Cinco minutos más tarde, en el Paseo del Tránsito, en una gran escalera, le dispararon dos veces, una en la frente y otra en el costado. Cuando vio que le apuntaban, gritó: «¡Viva Cristo Rey!».
Todo esto sucedió mientras varios centenares de personas, en su mayoría católicas, permanecían atrincheradas en el Alcázar de Toledo durante 70 días.
El asedio duró hasta el 27 de Septiembre de 1936, cuando las tropas del general Francisco Franco liberaron a los defensores del Alcázar.
En cuatro años, 4.000 mártires fueron asesinados por los comunistas en España. Y sus epígonos los ningunean con una “Memoria democrática” o pretenden justificar sus muertes como algo “estratégico”.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)