Vexílla Regis

Vexílla Regis
MIENTRAS EL MUNDO GIRA, LA CRUZ PERMANECE

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER
NO AL ABORTO. ELLOS NO TIENEN LA CULPA DE QUE NO LUCHASTEIS CONTRA VUESTRA CONCUPISCENCIA

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN
No hay forma de vivir sin Dios.

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

miércoles, 23 de abril de 2025

MES EUCARÍSTICO - DÍA VIGESIMOTERCERO

Dispuesto por el padre Diego Álvarez de la Paz SJ, reimpreso en Madrid en 1830.
     
MES EUCARÍSTICO, ESTO ES, PREPARACIONES, ASPIRACIONES Y ACCIÓN DE GRACIAS PARA ANTES Y DESPUÉS DE LA SAGRADA COMUNIÓN

DÍA VIGESIMOTERCERO

PREPARACIÓN
I. ¿Quién viene a mí en este Sacramento? Cristo, preciosísima margarita, por la cual si diese el hombre toda la hacienda de su casa, seria como nada en su comparación; porque respecto de él, todo el oro es como un grano de arena, y la plata como un poco de barro (Cant. 8, 7. Sap. 7, 9).

II. ¿A quién viene? Al necio mercader, que por un puñadito de cebada y una cortecita de pan valoró margarita tan inestimable (Ezech. 13, 19).

III. ¿A qué viene? A que una vez hallada esta sola preciosa margarita, venda como sabio cuanto tiene para comprarla (Matth. 13, 45).

Aspiración: Ponme (dice el Señor) como sello sobre tu corazón (para amarme): como sello sobre tu brazo (para obrar) (Cant. 6, 8). ¡Oh Verbo eterno!, ¿qué petición es esta que me hacéis? Cuando yo debiera pediros que Vos no me olvidarais, ¡Vos, porque no os olvide yo, pedís os ponga como sello sobre mi corazón! Poco amor os tengo, cuando al escuchar esta fineza no muero de pura pena. ¡Oh, quién acabase de reconocer tus beneficios! Vuestro sobrado amor ha sido causa de mi fiera ingratitud; si no me hubierais amado tanto, no os hubiera sido tan desconocido. Cualquiera torpe amor pudo sellarse en mi corazón, porque para todo lo mundano estuvo siempre como cera blanda, solo vuestro amor divino lo halló como dura piedra. ¿Pero no sois Vos el fortísimo Sansón que vinisteis a romper los cordeles de nuestra iniquidad? Romped pues, de un golpe las prisiones de mi corazón, para que sea enteramente de Vos. ¿No quieres ser amado de mí? Pues dame lo que mandas, y manda lo que quieras. Por las palabras de tus labios, en quienes se derramó la gracia para hacer suaves tus preceptos (Ps. 44, 3), no rehusaré guardar los caminos ásperos de la mortificación (Ps. 16, 4). Castigaré los miembros, para que la carne no se rebele contra el espíritu; la perseguiré con odio santo, hasta crucificarla con sus vicios y concupiscencias, porque sé que son de Cristo los que así lo hacen (Gál. 5, v. 17 y 24). De este modo desembarazado mi corazón de todo afecto mundano, no hallará resistencia vuestro amor para imprimirse como sello, que me acuerde de continuo la obligación que tengo de serviros, y de trabajar cuanto pueda por amaros. Venid, Señor, venid, que os aguarda con viva sed mi corazón. Tu misericordia, Padre mío, no me desampare.
   
ACCIÓN DE GRACIAS
I. Contempla, alma mía, con viva fe a Cristo en medio de tu corazón como a un Dios que se llama el Santo por excelencia, pero indebidamente arrojado a los perros, y como margarita preciosa echado a los puercos; y a ti como animal inmundo, que ni merece ni conoce su precio (Matth. 7, 6. Job 28, 13).
   
II. Desea con ardentísimos deseos buscarlo conducido de su amor; desempeñarás esto cabalmente, si contemplas sus perfecciones, las cuales te obligan a amarlo; si a más de esto le pides luz para conocerlo mejor; si preguntas por su Majestad, y el modo para hallarlo a los Padres espirituales; y por último, no te pares ni detengas en cosa que no sea Dios, o en orden a Dios.
   
ΙΙΙ. Pídele te conceda la virtud o don de Oración, en la cual buscando siempre su presencia, así pidas, que te se dé lo que pidieres; así busques, que lo halles; y así toques a sus puertas que te abra (Ps. 104, 4. Matth. 7, 7).

Aspiración: Dadme el parabién, porque hallé la dracma que había perdido (Ps. 16, 4). Encendí la luz de la fe, barrí con la confesión la casa de mi interior, y al instante que quité la basura de mis pecados, hallé, eterno Bien mío, la preciosa margarita de vuestro Cuerpo sacramentado. Sois verdad infalible; y teníais dicho, que aparecíais a los que en Vos tenían fe (Sap. 1, 2). ¡Ojalá mis nuevas culpas no os vuelvan a retirar de mi corazón! ¿Mas por qué no las excusaré? ¿A quién tiene mas cuenta ser todo vuestro que a mí? ¿Por ventura la corrupción de la carne me puede dar la vida eterna? ¿Podré hallar verdad en sus engaños, seguridad en sus riesgos, ni la felicidad que Vos me dais en sus calamidades y miserias? ¡Ah, Bien mío!, sobradamente alto hablabais a mi corazón, para que conociera que ninguna criatura de este mundo me tenia cuenta sino Vos. Ya por vuestra gran bondad os busqué, os hallé, y lo que es mas, os tengo todo dentro de mí. Echad pues dobladas cerraduras a mi corazón, para que no vuelva á entrar otro forastero amor. Con tu amor basta para llenar las medidas de este corazón, que aunque parezca de corto buque, pero como Vos, Dios nuestro, nos hiciste para Ti, estará sin descanso hasta que repose en Ti, que solo lo podéis saciar. En Ti quiero estar, de tu amor quiero vivir, por tu puro amor morir, y en el Cielo de tu amor reinar. Gracias por tanto amor, Padre mío; gracias infinitas Te doy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad civil, administrativa, penal y canónica por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración constituyen causal de no publicación.

Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.

+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)