La Conferencia conjunta de la Conferencia Episcopal Alemana y el Comité Central de Católicos Alemanes publicó una guía de cuatro páginas para sus agentes pastorales sobre cómo “bendecir” a las parejas en situaciones “irregulares” [= adúlteros y homosexuales].
El manual, titulado “Bendición para las parejas que se aman” y fechado a 4 de Abril, sugiere implícitamente que el pecado y el amor son lo mismo.
Exhorta al clero a «expresar aprecio» por los que buscan el reconocimiento de los presbíteros-ministros.
La guía se refiere a la Decisión de la Asamblea Sinodal del 10 de Marzo de 2023 y al folleto homosexual “Fidúcia Súpplicans” del 18 de Diciembre del mismo año. «Esto supone un cambio con respecto al anterior no categórico a las bendiciones de las parejas para las que el matrimonio sacramental en la Iglesia no es posible», afirma el folleto, que blasona seguir el «enfoque pastoral del pontificado del Papa Francisco».
Asimismo, se publicaron unas “Directrices para el trato respetuoso a los [presbíteros] que dejan el cargo debido a una relación de pareja”. También los recomienda a los obispones diocesanos para su uso práctico.
Los obispones creen que un buen número de «parejas divorciadas y vueltas a casar, parejas de todas las identidades de género y orientaciones sexuales, así como las parejas que por otros motivos no quieren o no pueden recibir el sacramento del matrimonio» quieren una bendición de la Iglesia.
«Muchas parejas desean una bendición para su relación. Esta petición es una expresión de gratitud por su amor y una expresión del deseo de plasmar este amor desde la fe», dice el documento.
Los obispones alemanes describen la bendición del pecado como «un acto de la Iglesia, que se pone al servicio del encuentro divino-humano».
Con todo, la medida no gustó mucho en los sectores progres. La iniciativa homosexual “OutInChurch”, que lideró la “salida del armario” pública de 125 burócratas eclesiales en 2022, criticó que la guía no fuera publicada como un documento de carácter vinculante, aun cuando esto se exigiera en el Synodaleweg. «Aunque en principio una bendición sea posible, sigue siendo una bendición de segunda clase», señaló, añadiendo que espera que el documento adquiera su propio impulso, «lo que finalmente dejará claro que la enseñanza convencional ya no es aceptada y debe cambiarse».
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)