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lunes, 4 de octubre de 2021

AL NUEVO DIOS SACRIFICAN LOS FIELES DEL VERDADERO DIOS

Por Andrea Sartori para VISIONE TV, vía ACTA APOSTÁTICÆ SEDIS. Traducción propia.
   
 LOS GUARDIAS SUIZOS REBELDES, Y LOS OTROS SUBVERSIVOS DEL VATICANO
  
  
“Ácriter et fidéliter”, con valor y fidelidad: este es el lema de los Guardias Suizos que en 1506 se pusieron al servicio de Julio II para protegerlo. Los Guardias Suizos que en siglos protegieron al Papa de todos sus enemigos, desde los lansquenetes a los franceses napoleónicos, hoy se rebelan al Papa Francisco por causa del pasaporte sanitario obligatorio.
   
El Estado del Vaticano ha adoptado las mismas medidas del estado italiano en materia del pasaporte sanitario con una diferencia: la obligación de la vacuna para los funcionarios vaticanos comenzaba el 1 de octubre, aun antes de lo previsto en Italia.
  
La clamorosa noticia de las defecciones de los Guardias Suizos fue dada en forma opaca por las fuentes vaticanas que, en los titulares, hablan de una adecuación del cuerpo a las órdenes del Pontífice, cuando después en el artículo se reporta precisamente la noticia de las suspensiones y de las defecciones.
  
Pero ciertamente la cuestión no afecta solo no solo a la Guardia Suiza: el Papa habló también abiertamente de “cardenales antivacuna en el Vaticano” sin dar nombres. Por una alusión sarcástica y poco misericordiosa se entendió que uno de estos es el cardenal estadounidense Raymond Burke, pero no tenemos el nombre de los otros.
  
La cuestión de los Guardias Suizos que rechazan la vacuna y de Burke son solo la punta del iceberg de la división en el mundo católico sobre la cuestión de la pandemia, una división que es una de las marcas del pontificado en bancarrota de Bergoglio, un papa siempre más impopular entre los fieles.
  
El papa ahora habla más de la vacuna que de Jesús, como habla más de los migrantes que de Jesús (no se ha entendido aun cuando habla de Jesús) y habla precisamente de la vacunación como “acto de amor”, mientras la Iglesia ha aceptado medidas que para un católico son precisamente sacrílegas, como la comunión en la mano o el gel antibacterial en lugar del agua bendita.
  
Pero si la Conferencia Episcopal Italiana se desliza sobre la línea política cientificista del Papa, he aquí que el clero de base en muchos casos se rebela a estas directivas. Hemos tenido el caso de una monja que fue denunciada por el hermano médico. Tenemos al padre Fabio Filiputti, párroco de Latisana en Údine, que ha acusado a los médicos de violar el juramento hipocrático y ha dicho que ahora el primer mandamiento es “no tendrás otro dios fuera de la vacuna”: vacuna cual nuevo becerro de oro, el nuevo ídolo cientificista ante el cual arrodillarse.
  
Y al nuevo dios se sacrifican los servidores del Verdadero Dios: en Pistoya tenemos el caso del padre Juvenal Cishibanji Mapendano, que no podrá más celebrar el Sacrificio Eucarístico porque no está vacunado: se trata de una decisión inaudita y absolutamente anticristiana.
   
También está la cuestión de los fetos abortados presentes en las vacunas, particular que no se debe menospreciar: y de esto se dio cuenta el padre Francesco Collarile, párroco en la iglesia de Santa María la Mayor en Santo Arcángel Trimonte, de Benevento, que durante una homilía definió a las vacunas como “porquerías hechas con los abortos”. La valerosa prédica del padre Francesco va a tocar diversos puntos fundamentales para un creyente: “¿Pensáis que estos que están inventando las vacunas lo hacen por vuestro bien? ¿Y pensáis que después que os han inyectado esta porquería hecha también con los abortos no podéis morir más?”. Ante las viejas espantadas que se friegan histéricamente las manos con el gel antibacterial antes de recibir el Cuerpo de Cristo, el padre Francesco ha subrayado cómo este miedo acompañado de la desconfianza en Dios no salva y cómo en las vacunas están presentes líneas de fetos abortados y esto pone en contradicción al Papa con lo que ha dicho también recientemente, que el aborto es un homicidio.
    
Recordemos que Bergoglio ha dicho que el aborto es un homicidio justo después de haber ironizado cruelmente sobre la hospitalización del cardenal Burke, el cual no solo es un “antivacunas”, sino que es también el cardenal que ha negado la comunión a Joe Biden, el segundo presidente católico de los Estados Unidos de América después de JFK. El motivo está precisamente en el hecho que Biden es un abortista declarado y, en cuanto tal, excomunicado latæ senténtiæ. La Conferencia episcopal estadounidense de hecho ha apoyado a Burke, mientras el Papa presionó para que Biden no sea excomunicado. Incluso esta movida deja desconcertados a los católicos que ven un Papa “misericordioso” con un poderoso sobre una materia gravísima para un católico como el aborto, mientras se lo ve usar el guante de hierro con sacerdotes, obispos, cardenales y guardias suizos sobre una materia como la vacuna que no roza mínimamente la Fe. Cuando algún católico recuerda la misericordia de Jesús hacia los leprosos (o San Carlos Borromeo que iba a dar la comunión a los apestados sin protección) y los rayos de San Juan Bautista contra el poderoso Herodes por causa de un matrimonio ilícito.
  
Los tres guardias suizos dimitidos porque no se han vacunado, son solo la última muestra de un pontificado en bancarrota que en vez de renovar la Iglesia la ha llevado a la máxima confusión.
 

1 comentario:

  1. National Catholic Register ha sabido que hasta 30 guardias suizos se habían resistido a las vacunas obligatorias en Julio, pero la mayoría finalmente consintió, incluido el comandante de los Guardias, Coronel Christoph Graf. Él reaciamente recibió la vacuna hace solo unos pocos días después de ser “amenazado”, según varias fuentes dentro del cuerpo. National Catholic Register ha pedido al Vaticano si puede confirmar la acusación.

    […]

    Una fuente informada del Vaticano le dijo a National Catholic Register que desde la primavera, el Vaticano ha estado tratando de “adoctrinar y convencer” a los jóvenes guardias de que se vacunen, llevando a cabo en las barracas “seminarios” especiales dirigidos por la Dra. Tiziana Sansolini, una médica de la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano.

    Pero tal presión y compulsión parece ir en contra de una nota doctrinal emitida el pasado mes de Diciembre por la Congregación para la Doctrina de la Fe que decía que “la vacunación no es, por regla general, una obligación moral y que, por lo tanto, la vacunación debe ser voluntaria”.

    […]

    El Dr. Vito Del Deo, un médico que se desempeñó como médico en el Cuerpo de Élite del Regimiento de Artillería Alpina de Italia, se sintió decepcionado por el mandato impuesto a la fuerza armada papal.

    “La Guardia Suiza ha jurado servir y proteger el Vaticano y la vida del Papa de cualquier amenaza durante más de mil años”, dijo a National Catholic Register. “Ya es hora de que el Papa y todos los miembros y ciudadanos del Vaticano retribuyan su cuidado, respeto y lealtad en el mismo grado”.

    https://www.ncregister.com/news/3-swiss-guards-resign-commander-reportedly-threatened-as-vatican-enforces-vaccine

    “Adoctrinamiento” vacunal… Vaticano, además de secta (que de por sí lo es), SEGREGACIONISTA.

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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)