Traducción del artículo publicado por Michael Hoffman en ON THE CONTRARY.
“Los medios masivos manufacturan noticias falsas no solamente por comisión (trasmitiendo o imprimiendo mentiras), sino también por omisión (sembrando ignorancia y creando falsas impresiones al suprimir hechos noticiosos que el público tiene derecho a conocer)”. (Michael Hoffman)
Dos de los más egregios casos de este tipo de falsas noticias involucran al célebre “cotidiano de mayor tirada” del sionismo de izquierda, el New York Times, que ha rechazado informar que el profesor israelí Mordechai Kedar de la Universidad Bar-Ilan [1] y el Gran Rabino militar israelí Eyal Karim (también pronunciado “Qarim”) exhortan a violar mujeres árabes.
Mordechai Kedar y Eyal Moshe Karim
El NY Times considera indignos de ser informados los inconcebibles pronunciamientos del Rabino jefe y el profesor universitario israelí.
Las opiniones del rabino Karim y el profesor Kedar subvierten la narrativa de los medios mainstream, toda vez que destruyen radicalmente la imagen falsa que éstos han difundido de la religión rabínica como supremo pilar ético y humano de la civilización occidental.
Para proteger esta desinformación incesantemente propagada, el NYTimes suprime el hecho de que el llamado a la violación se deriva de la ley rabínica. El rabino Moisés Maimónides, la suprema autoridad jaláquica entre los asquenazíes, definió que un soldado judío puede violar una Yefas To’ar (יְפַת־ תֹּ֑אַר, mujer goy cautiva) cuando no esté luchando activamente en batalla (cf. Hilchos Melachim 8, 3).
Además, según el estudioso judaico Dov Solomon Zakheim (en Meorot vol. 6, número 1, pág. 5), “Es objeto de consenso de muchos decisores jaláquicos (jueces en ley rabínica) que las yefat to’ar pueden ser sujetos de relaciones sexuales no consentidas...”. El rabino jefe militar israelí coincide.
ESTE ES EL DESPRECIABLE LLAMADO DE EYAL KARIM, EL ACTUAL RABINO JEFE DEL EJÉRCITO ISRAELÍ, QUE EL NEW YORK TIMES NO REPORTARÁ:
“Las guerras de Israel […] son guerras mitzvá (bendecidas por Dios), las cuales difieren del resto de las guerras que las naciones (goyim) mueven entre sí. Puesto que, esencialmente, la guerra no es un asunto individual, sino que las naciones hacen la guerra como un todo, hay casos en que la personalidad individual es “borrada” para beneficio del grupo. Y viceversa: a veces arriesgas una gran unidad para salvar a un individuo, cuando es esencial para propósitos morales. Uno de los valores más importantes y críticos durante la guerra es mantener la capacidad de lucha del ejército […]
Como en la guerra la prohibición contra arriesgar tu vida se supera para beneficio de los demás, así también las prohibiciones contra la inmoralidad y relativas al kashrut (kosher). El vino tocado por gentiles, cuyo consumo es prohibido en tiempos de paz, es permitido en la guerra, para mantener el buen espíritu de los guerreros. Consumir alimentos prohibidos es permitido en la guerra (y algunos dicen, incluso cuando hay disponible comida kosher), para mantener la aptitud de los soldados, incluso aunque esté prohibido en tiempos de paz.
Así, la guerra remueve algunas de las prohibiciones sobre relaciones sexuales (גִּלּוּי עֲרָיוֹת, gilúi arayot), e incluso aunque fraternizar con una mujer gentil es un asunto muy serio, era permitido durante el tiempo de guerra (bajo términos específicos) fuera de lo que se entiende por las dificultades afrontadas por los soldados. Y puesto que el éxito completo en la guerra es nuestro objetivo, la Torá permite al individuo satisfacer las malas inclinaciones (יֵצֶר הַרַע, yetzer hará), bajo las condiciones mencionadas, con el propósito del éxito de la totalidad”.
Las palabras del rabino Karim serían ultrajantes incluso si no fuera el principal maestro y consejero espiritual del ejército, armada y fuerza aerea israelíes que mantienen en sus garras a la casi indefensa población cautiva de Palestina.
El ejercicio de este poder y autoridad por el Gran Rabino militar llamando a la violación de mujeres no judías, y que esta doctrina monstruosa sea ocultada tras un velo de silencio por el aclamado “cotidiano de mayor tirada” en los Estados Unidos, y por casi todos los medios del Establecimiento, es una grave acusación contra el periodismo corporativo en los Estados Unidos.
Nuestra indignación aumenta en vista del hecho de que el menor indicio de una ideología o praxis de violación en cualquier lugar de la vida estadounidense (en especial si proviene de un alto cargo gubernamental), incita (casi justamente) el horror y la protesta furiosa. Mientras, los activistas del Título IX (prohibición del discrimen por razón de sexo) y las feministas del Partido Demócrata han estado extrañamente indiferentes en relación a los millardos de dólares de los contribuyentes estadounidenses que son enviados a una nación que tiene como Gran Rabino militar a un malhechor que justifica el violar mujeres que no son judías.
NOTA
[1] Mientras el llamado de Kedar a la violación no apareció nunca en la sección de noticias del NY Times, o en ninguna sección de su edición estadounidense (que es la más ampliamente leída), exactamente una oración fue dedicada al apelo de Kedar a la violación en una columna editorial publicada solamente en ultramar, en el “International New York Times”. En contraste, en relación a una simple denuncia de violación en las preparatorias Hobart y William Smith del norte de Nueva York, el NY Times, que se considera un líder periodístico en su campaña contra la violación, publicó una gran exposición, comenzando por la portada de su edición estadounidense del 13 de Julio de 2014.
Cuando una violación es endilgada a un goyim, el NY Times está en la primera línea para reportarla.
Cuando la ley judaica y los líderes religiosos y seglares israelíes son implicados en la institucionalización de la violación en la sociedad y el ejército israelí, el New York Times es culpable por perpetrar falsas noticias omitiendo reportar esos hechos; y por tanto, escudando la reputación de la religión rabínica y sus exponentes.
Los medios neocones de la derecha sionista y los republicanos “conservadores” en los Estados Unidos son igualmente culpables por haber suprimido desgraciadamente estas verdades por el mismo motivo manipulador: negarle al pueblo estadounidense noticias factuales sobre el judaísmo ortodoxo, el aparato militar israelí y la sociedad israelí como un todo.
No es de extrañar que no tengan mayor difusión esos y similares casos. Los grandes medios, sea de izquierda, centro o derecha, son judíos en una forma u otra.
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