Capítulo VI: "Aposentos del Amor Santo", del libro "María Arca de la Salvación", que fue dictado al vidente Agustín del Divino Corazón
Aposentos del Amor Santo
Preparación para todos los días
Noviembre 15/08
María Santísima dice:
Hijitos míos: No os importe el que no podáis verme con vuestros ojos físicos, basta que me sintáis en vuestro corazón, corazón que perfumaré con olor a rosas. Rosas cultivadas en el vergel florecido de mi Inmaculado Corazón. Rosas que podréis aspirar sus profusos aromas, aromas que son señal de mi verdadera presencia en medio de vosotros. Porque cuando un alma ora, pidiendo para sí misma y para otras, yo desciendo del cielo y le arropo cariñosamente con la orla de mi Sagrado Manto.
Así es, pues, mis pequeños, que debéis abrir el libro de vuestro corazón para que toméis atenta nota de todo lo que estoy por deciros, porque son enseñanzas de incalculable valor. Apreciadlas y apetecedlas más que al oro y a la plata porque aquí en este Aposento del Amor Santo conoceréis lo que es la verdadera vida. Vida que será transformada, renovada porque un alma que haya tenido el privilegio de conocer mis Lecciones de Amor no volverá a ser la misma, ya que su conciencia y su corazón serán salpicados de mi Pureza Virginal; pureza que limpiará la suciedad de su corazón tornándolo diáfano y cristalino como el agua. Su alma recibirá el brillo como el de una estrella y su espíritu volará radiante hacia el cielo porque puso en práctica mis enseñanzas, no las guardó como un trebejo viejo sino que meditaba en ellas día y noche hasta esculpirlas con letras imborrables en su corazón.
-Meditar el día correspondiente.
-Terminar con las Letanías y Consagración al Inmaculado Corazón
Primer día (1)
Mi oración predilecta: El Santo Rosario
El alma a su Inmaculada Reina:
Heme aquí Madre celestial, necesitada de vuestro cariño.
Sin Vos soy como barco a la deriva a punto de naufragar.
Sin Vos soy como arco iris de colores desteñidos, sombríos.
Sin Vos mi corazón padece de frío y soledad porque los rayos del sol no me calientan tan fuertemente como la llama del Amor Santo de vuestro Inmaculado Corazón.
Soberana Reina, venid y reinad en mi corazón. Tomad trono en él y haced de mí vuestro súbdito, súbdito que gaste su vida en amaros. Súbdito que os escucha atentamente para crecer en santidad. Súbdito que muera al mundo y nazca al cielo. Súbdito que forme parte de vuestro Ejército Victorioso. Súbdito que tome en sus manos el arma con el que batallará en este final de los tiempos. Arma poderosa que aniquilará todo poder maléfico. Arma que azotará y encadenará a satanás en estos tiempos difíciles de la tribulación.
Mi bella Señora sé que esa arma letal es el Santo Rosario, concédeme la gracia de regalaros diariamente ramos de rosas de distintos colores; tomadlas en vuestras purísimas manos y enajenad mi corazón con vuestro celestial aroma.
Cómo quisiera responderos ante vuestro gran amor que sentís por mí; estrechadme, Madre mía, en vuestro regazo maternal, estoy ávido de vuestro abrazo de vuestros susurros de amor.
Alentadme a caminar siempre de vuestro lado, para que no perdáis vuestra mirada en mí, arropadme con el suave oleaje de vuestra presencia y haced que os ame con amor frenesí, porque amándoos a vos también amo a vuestro adorable Hijo.
Lección de Amor de la Reina del Cielo:
Hijo querido: no sabéis cuanto había esperado este momento, deseaba escuchar de vuestros labios vuestra dulce queja.
No temáis que no os dejaré solo, en mi Corazón Inmaculado hay un espaciecito de amor. Si queréis, venid a habitarlo, en Mí hallaréis calidez, os abrasaré con las llamas de mi Amor Santo y haré que exudéis lágrimas de amor por mí. En Mí, vuestro corazón sentirá el cariño de madre porque os amo. Aún, no sabéis qué tanto he llorado; me causasteis grandes preocupaciones porque os hablaba y no respondíais a mi voz. Sé que el mundo os tenía sordo, os había arrebatado de mis sagradas manos; pero no penséis más en esto, no os quiero entristecer por ningún motivo, al contrario os alegraré porque habéis encontrado el camino, os habéis subido al Arca de mi Inmaculado Corazón. Aquí no os anegaréis ya que soy Yo, vuestra Madre, quien toma los remos para navegar mar adentro y presentaros a Jesús.
Niño amado, haced de vuestra oración salmodia de Ángeles y cantad al unísono con la Iglesia Triunfante mi oración predilecta: El Santo Rosario. Cada Ave María es capullo que se convierte en rosa, rosa que planto en el Jardín de mi Corazón y os la devuelvo en gracias.
No os adormiléis, despertad. Abrid bien vuestros ojos y vuestro corazón y rezad diariamente la Corona completa del Santo Rosario. Corona de Rosas que Yo misma os ceñiré en vuestras cabecitas el día en que os durmáis eternamente al mundo y despertéis a la gloria.
Niñito querido, sostened siempre en vuestras manos la Corona de Rosas y el crucifijo como señal de fidelidad al Amor Santo y Divino.
Letanías al Inmaculado Corazón de María
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios. Ten misericordia de nosotros.
Santa María, Corazón Inmaculado de María. Ruega por nosotros.
Corazón de María, lleno de gracia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vaso del amor más puro. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consagrado íntegro a Dios. Ruega por nosotros.
Corazón de María, preservado de todo pecado. Ruega por nosotros.
Corazón de María, morada de la Santísima Trinidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, delicia del Padre en la Creación. Ruega por nosotros.
Corazón de María, instrumento del Hijo en la Redención. Ruega por nosotros.
Corazón de María, la esposa del Espíritu Santo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abismo y prodigio de humildad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, medianero de todas las gracias. Ruega por nosotros.
Corazón de María, latiendo al unísono con el Corazón de Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, gozando siempre de la visión beatífica. Ruega por nosotros.
Corazón de María, holocausto del amor divino. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abogado ante la justicia divina. Ruega por nosotros.
Corazón de María, traspasado de una espada. Ruega por nosotros.
Corazón de María, coronado de espinas por nuestros pecados. Ruega por nosotros.
Corazón de María, agonizando en la Pasión de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, exultando en la resurrección de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, triunfando eternamente con Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, fortaleza de los cristianos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, refugio de los perseguidos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, esperanza de los pecadores. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consuelo de los moribundos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, alivio de los que sufren. Ruega por nosotros.Corazón de María, lazo de unión con Cristo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, camino seguro al Cielo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, prenda de paz y santidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vencedora de las herejías. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Reina de Cielos y Tierra. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Madre de Dios y de la Iglesia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, que por fin triunfarás. Ruega por nosotros.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Ten misericordia de nosotros.
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oremos:
Tú que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre conformes a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos. Por Cristo tu Hijo, Nuestro Señor. Amén.
Consagración al Inmaculado Corazón de María
Inmaculado Corazón de María os consagro mis pensamientos para que por medio de ellos os honre por ser Corredentora y Madre del Redentor.
Inmaculado Corazón de María os consagro mis ojos, ojos que han de extasiarse ante vuestra singular belleza porque sois modelo de toda virtud.
Inmaculado Corazón de María os consagro mis oídos, oídos que han de abrirse a vuestra dulce voz, voz que ha de sosegar mi espíritu y aquietar mi alma.
Inmaculado Corazón de María os consagro mi boca, boca que han de pronunciar susurros de amor porque sois intercesora perenne ante vuestro amadísimo Hijo Jesús.
Inmaculado Corazón de María os consagro mi corazón, corazón que ha de encenderse en la llama de vuestro Amor Santo, llama que quemará toda imperfección y todo pecado.
Inmaculado Corazón de María os consagro mis manos, manos que han de levantarse al cielo porque sois mi Madre, Madre que ha de presentarme ante su Hijo Jesús el día que exhale mi último suspiro.
Inmaculado Corazón de María os consagro mis pies, pies que ha de seguiros porque sois puerta del cielo.
Inmaculado Corazón de María os consagro mi ser, ser que ha de refugiarse en Vos porque sois Arca de Salvación. Amén.