Patriarca
santísimo, patrón y abogado mío, glorioso San José; pues el
Todopoderoso os elevó a ser honra de su santísimo Nombre, y os hizo
patrono de la militante Iglesia, y depositó en Vos el tesoro de los
divinos dones, os pido el patrocinio de la Iglesia santa con su suprema cabeza el romano Pontífice,
la paz entre los príncipes cristianos, extirpación de las herejías,
alivio de las almas del Purgatorio, y que salgan de la culpa los
miserables que están en ella, para que todos logremos los tesoros de la
gracia y de la gloria. Y pues el Todopoderoso os constituyó señor de su
casa, y cabeza de la Sacra Familia, y con este honroso título os llamaba
la Reina de los ángeles; os pido, que pues me constituyo siervo humilde
de vuestra casa, y vuestro dichoso esclavo, me miréis como tal, para
que por vuestros méritos y patrocinio consiga la gracia de ser admitido
en la habitación y eterna casa de la gloria, en donde tenéis asiento
junto al mismo Dios después de la Virgen, vuestra purísima Esposa; y
pues en gracia y en dignidad excedeis a todos los Santos y Ángeles, os
pido que desde ese eminente solio cuideis de mí, para que imitando ahora
vuestras virtudes, logre después la felicidad de veros en ese elevado
trono de la gloria. Y pues entre todos los patronos sois el más pronto y
eficaz para ampararnos, y vuestro patrocinio es universal; os pido que
pues soy vuestro humilde esclavo, no permitáis se borre de mi alma esta
honorífica marca, para que viéndome señalado con ella el dragon
infernal, que como león furioso quiere tragarme, me deje libre; encended
mi tibia devoción en una ardiente caridad, para que siempre ame a
Jesús, a María, y a Vos, José mío, para que después de esta vida esté
con Vos en la otra. Os pido, José santísimo, que recibáis bajo de
vuestra protección a todos los presentes, y que esté en ella siempre
este pueblo, este reino y el mundo todo: echad vuestra bendición sobre
toda la tierra, para que dé y conserve sus frutos, y para que estando en
su estabilidad jamás experimentemos los estragos de sus temblores, del
hambre, ni de la peste, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén.
Padre Dr. PEDRO MONTAÑA. Oficio Parvo del glorioso Patriarca San José, seguido de una devoción a su Corazón Castísimo.
Barcelona, Imprenta de los herederos de la viuda Pla, año 1856, págs.
31-32. Imprimátur de Mons. Ramón de Ezenarro, Provisor y Vicario General
del Obispado de Barcelona, 10 de Diciembre de 1855.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)