Traducción del artículo publicado en STILUM CURIÆ.
Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiæ, Vitantonio Marasciulo, director de la revista Il Borgo di Monopoli, nos ofrece esta reflexión sobre la pandemia y sobre sus consecuencias y sus aspectos más deformantes. Buena lectura.
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Covid 19: LAS VERDADES ESCONDIDAS
Covid-19. Había una vez una narrativa incómoda, que relatarla fatiga. Se cuenta que la pandemia tomó al mundo en enero de 2020. En China mucho antes. Explotó virulenta con miles de víctimas en Bérgamo, en Alzano Lombardo y en Nembro y en la Lombardía y de aquí en todas las regiones de Italia. Camiones militares desfilaban por las calles como una marcha fúnebre. Llevaban al cementerio víctimas inocentes al altar del plan de emergencia pandémico. Se cuenta que El gato y la zorra: Giuseppe Conte, Domenico Arcuri y Roberto Speranza, un buen día se encontraron a su pesar, en una tormenta.
Pero más que tormenta, las previsiones eran conocidas. Hablaban de un virus que había llegado en forma de pandemia. Nacía en oriente, en el país del Dragón Rojo. Desde allí venía de visita el sol negro de inquietud para el mundo. Se daba a luz el hijo del mal, no en la “gruta” del mercado de pescados de Wuhán, sino en salas de laboratorios mal equipadas en función de guerra bacteriológica.
En Wuhán, el Covid-19, más que solo, nacía gemelo con el reforzante del virus VIh y de quizá algún otro veneno. La gota ocasión de oscuras tramas hace titular. En la cuna del poder oculto se apuraban los tiburones. Sus nombres eran conocidos: George Soros, Bill Gates, Rockfeller, Klaus Schwab, Rothschild, Mark Zuckerberg, Bloomberg. Organismos comos la ONU, Foro Económico Mundial (FEM), OMS, Agencia Italiana de Fármacos, Agencia Europea del Medicamento, el Big Pharma, la Big Finanza y la Big Política. Eran masones que desde lo alto de la organización monstruosa dirigían el mundo. Mechas, barqueros de la humanidad al país de las hadas, a un nuevo orden Mundial. Padres del Covid-19 con la atómica en la cabeza, de un virus más letal: tomar el control total de todo el país a fin de obtener el dominio de la tierra. ¡Oh Virgen, sálvanos!
La Italia de Arlequín y de la ideología progresista, con el mismo sentir con la ideología masónica, de súbito vestía de Caperucita Roja. La mejor de las presas en occidente. La.impostura comenzó. Los fantoches tomaron vida, más refinados que ayer.
Se cuenta que para recitar el rol de obediencia a los poderes fuertes salieron al campo: Conte, Speranza y Arcuri. Los tres “Bravos” de manzoniana memoria pagados por los Don Rodrigo de la oligarquía mundial, pronto revelaron cómicos, “que la situación estaba bajo control”. Y hábiles para ocultar un embrollo: de la ausencia de un plan de emergencia pandémica actualizada.
Los talentos de los tres eran soterrados. Se hallaron ejecutores inconscientes o conscientes (?) del precepto masónico: liberar al planeta de la sobrepoblación y dar ejecución al plan criminal de quitar del medio a tantas más personas, ancianos sobre todo.
Inconscientes o conscientes (?) Se hicieron cómplices del registro sanitario para uso y consumo de los dictadores. El árboo del campo de los milagros llevaba los frutos del engaño, no monedas de oro, sino monedas sucias, ríos de dinero invadían bajo el bosque de la política, la salud, la información y los organismos estratégicos. Hubo también el dejar pasar de las embarcaciones ONG viajeras bajo la bandera de Soros, el padre de la nueva Europa, al verbo del credo de mestizarla y quitarle las raíces cristianas de San Benito. Qué alegría pertenecer a un nuevo reino del nuevo orden mundiale y de un hombre nuevo sin Cristo.
En la escena de la comicidad entraba el caballo de Troya del poema de Homero. Se cuenta que fueron tantos los caballos de Troya, presentes en el absurdo y en la confusión de las decisiones políticas, de la enfatización de la pandemia, de los protocolos sanitarios inidóneos, de la verdad sucia del número de los muertos, manipulados e interpretados más al uso de los intereses privados… Y así la Italia del poder político se hizo decididamemte bifronte: servir primero a mammóna, después al hombre. Al final se hizo tri–fronte en la variabilidad continua de los tres colores semafóricos: tú sí, tú no. Tu región sí, tu región no. Tú abierto, tú cerrado.
Cuán delicioso era el menú de las contradicciomes. Leámoslo:
SÍ a las iglesias abiertas. NO a las procesiones.
SÍ al desplazamiento fuera de las naciones. NO entre las regiones.
SÍ a la apertura de restaurantes y bares en las terminales. NO a los restaurantes y bares en la ciudad.
SÍ a la superliga de fútbol de los poderes fuertes, nueva criatura, en el momento suspendida, de matriz masónica globalista y quién sabe cuántas otras nacerán en otros ámbitos.
SÍ al aplanamiento de la información. NO a la información alternativa, de héroes de las verdades escondidas.
SÍ a los medios públicos extrallenos. NO al uso de los medios privados para ampliar el servicio y debilitar el riesgo.
SÍ al cierre de los hospitales, decididamente programado para procurar más dificultades y otros muertos entre los que menos tienen y entre los más frágiles, para un planeta más vivible y menos sobrepoblado, para uso y consumo de los masones globalistas. Y SÍ a la sanidad por pago.
SÍ a la pandemia de las ansias, depresiones, pánico, inseguridades, soledades, de los sin trabajo, precio que pagar al moloc de la oligarquía del hombre nuevo siempre más presionado con sufrimientos y pruebas.
SÍ a la iglesia de los ricos en salsa modernista. NO a la Iglesia pobre de Cristo. (ver art. págs 15 – 16 y 2 – 9).
SÍ al médico de base reducido a burócrata de las recetas médicas. NO al reforzamiento de las redes de medicina de base y su innovación a la luz de los cambios de las necesidades sanitaras y de los futuros riesgos pandémicos. NO a la implementación de la red de las USCA (Unidades Especiales de Continuidad Asistencial) para la asistencia a domicilio de los pacientes de Covid-19.
NO a la apertura de los mercados y del comercio en el exterior. NO a los estudios científicos que el virus en el exterior tiene un riesgo reducido de contagio.
NO a los estadios con público. SÍ a las iglesias con públicos y los mercados extrallenos.
NO a la terapia preventiva: antiinflamatorios, antibióticos, antimaláricos, plasma hiperinmune, terapia monoclonal y policlonal y otras más. Voilà, y he aquí despachados, cuando los daños se han hecho: producir más muertos posibles en el altar de la oligarquía criminal más sanguinaria de la historia, más que Hitler y Stalin juntos y en obsequio “del reinicio del perverso plan de un planeta más ligero demográficamente”: son las palabras del FEM de Davos, Klaus Schwab. SÍ al paracetamol y esperar con vigilancia. Qué estúpida decisión, el precio pagado fue altísimo.
Qué indigestión. Se cuenta que las imposturas funcionaban, la previa funcionaba, las marionetas funcionaban. La confusión funcionaba. Pero la Italia acababa en mutación. Llegó a tiempo el Rey vacuna, ancla de salvación, mas con las libertades y las verdades destrozadas.
Nace la pregunta: ¿cuánto más tiempo se deberá llevar la mascarilla en la cara? ¡Madre Santa, acuérdate de nosotros!
Vitantonio Marasciulo
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