Traducción de los Comentarios de TRADITIO.
La Iglesia Conciliar desechó de una vez por todas la “Forma Extraordinaria”, esto es, la Nueva Misa Latina de 1962.
La
noción, fraguada en 2007 por Benedicto XVI Ratzinger, contradecía 2.000
años de doctrina litúrgica católica; su propósito fue pavimentar el
camino a la totalmente protestante-masónico-pagana Nueva Misa de 1969.
Los
verdaderos Católicos asisten a la Misa Latina y Sacramentos totalmente
tradicionales (1950) celebrados en iglesias, capillas y oratorios
alrededor del mundo independientes de la Antiiglesia.
El
31 de Marzo de 2022, Francisco Bergoglio en la versión revisada de la
Constitución Apostólica “Prædicáte Evangélium” del 19 de Marzo, ha
desechado oficial y finalmente la denominada “Forma Extraordinaria”,
esto es, la Nueva Misa Latina de 1962.
El término “Forma Extraordinaria” fue una fabricación completa por Benedicto XVI Ratzinger en su “Summórum Pontíficum” de 2007, solo más falsía por parte de la Iglesia Novusordiana, planeada para pavimentar el camino a la totalmente protestante-masónico-pagana Nueva Misa de 1969. La distinción “Ordinaria”/“Extraordinaria” no es católica y nunca antes había sido usada en la Iglesia Católica.
En la verdadera Iglesia Católica, una Misa es una Misa. Benedicto XVI Ratzinger violó 2.000 años de doctrina litúrgica católica para tramar la noción anticatólicade
“formas” diferentes del rito romano. La fabricación ratzingeriana duró
solo quince años, durante el cual numerosas editoriales conciliares se
hicieron ricas reimprimiendo libros de 1962 con un nuevo título y
portada: “Forma Extraordinaria”. Ahora esta falsía “Extraordinaria” ha
sido expuesta y desechada al olvido, donde esta pertenece.
Católicos tradicionales, incluso ahora los
verdaderos Católicos están confirmados en su desición de arrojar a la
Iglesia Novusordiana como una iglesia que no es la Iglesia Católica, y
buscar asistir a la Misa Latina y Sacramentos
totalmente tradicionales (1950) celebrados en iglesias, capillas y
oratorios alrededor del mundo independientes de la Antiiglesia.
2.º LA SUPRIMIDA “FORMA EXTRAORDINARIA” FUE UN MAL NOMBRE Y UN FRAUDE (Petrus Romanus, corresponsal de TRADITIO en Roma).
La
denominada “Forma Extraordinaria” en la forma de la Nueva Misa Latina
de 1962, frecuentemente luce más como la falsa Misa novusordiana de 1969
que la Misa Latina Tradicional de 1950.
La
“Misa Extraordinaria” fue deliberadamente planeada por el presbítero
francmasón Aníbal Bugnini para mover más fácilmente a los católicos
pre-1962 en la inválida (falsa) Nueva Misa de 1962.
La “Misa Extraordinaria” ya era la mitad del camino hacia la Misa Novusordiana en su plenitud.
La denominada “Forma Extraordinaria” (Nueva Misa Latina de 1962)
fue siempre un mal nombre y un fraude. No es verdad que sea una forma
del Rito Romano; en su lugar, es extaña a tal Rito. El problema de
Benedicto XVI Ratzinger fue que él quiso, por una parte, afirmar que la
seminovusordiana Misa de 1962 y la totalmente novusordiana Misa de 1969
eran realidades diferentes en derecho y, por la otra, que no eran Ritos
de Misa separados. Porque, si son Ritos diferentes de Misa, entonces
habría una división litúrgica justo en el centro de la Iglesia, división
en la misma lex orándi de la Iglesia. Esta división implica
también división doctrinal. Implicaría también que la Sede de Roma era
un monstruo bicéfalo.
La verdad es que
solo puede haber un Rito litúrgico que sea propio para cualquier
diócesis determinada, incluyendo la Sede de Roma, porque una diócesis es
una porción del pueblo santo de Dios, y pr tanto, debe estar unido en
su ley de oración. Otros Ritos pueden ser permitidos por vía de
excepción, pero dos Ritos no pueden ser propios para una sede. Por ende,
en la Archidiócesis de Milán, el Rito Ambrosiano es el Rito litúrgico
propio. En últimas, el Rito Romano es permitido en algunas parroquias de
allí por vía de excepción. La razón por la que un solo Rito puede ser
propio para una diócesis es inmemorial y ordinario. No tiene precedentes
hacer que dos Ritos diferentes sean propios para una sede. Por ejemplo,
el Rito Bizantino y el Rito Romano no pueden ambos ser propios para la
Archidiócesis de Chicago o para la Diócesis bizantina de Passaic –para
hablar aquí de los Ritos, diócesis, etc., como eran antes del
Anticoncilio Vaticano II (1962-1965)–.
Ratzinger admitió que el Rito Tradicional nunca fue abrogado o suprimido jurídicamente. Antes de 1970, fue incuestionablemente el
Rito de Misa para la Iglesia Latina. Porque su estátus nunca fue
acabado por ningún instrumento canónico adecuado (ni podía serlo, como
protegido por derecho de costumbre inmemorial), permanece la única y
sola Misa propia de la Sede de Roma y la mayoría de las diócesis de la
Iglesia Latina (en realidad de todas excepto dos de ellas, como que las
Misas Bracarense y Lionesa son solo Usos litúrgicos; esto es, son
pequeñas variantes).
Se sigue lógicamente que el “Rito”
del Nuevo Orden, que propiamente no puede ser llamado un Rito, es
completamente ilegítimo. Como concluyó justamente el Arzobispo Lefebvre,
es un rito bastardo. Si es Ilegítimo, debe ser ilícito, y si es
ilícito, nadie puede ser requerido por ley a asistirlo (la cuestión de
la validez es separada; por supuesto el “Rito” Novus Ordo es inválido y privado de toda gracia Sacramental, tal como una “Misa” luterana).
La
Nueva Misa Latina de 1962 (que muy ciertamente no es la Misa Latina
Tradicional) es una forma corrupta, o corrompida, de la Misa Romana,
porque el designio de sus forjadores fue preparar el camino para la
revolucionaria Nueva Misa de 1969, de la cual la versión de 1962 ya
llevaba medio camino para lograrlo. Por ende, la Misa de 1962 debe ser
despreciada en favor de la Misa Latina Tradicional del Rito Romano
(1950). Cualquier compromiso con la Misa seminovusordiana 1962 o la Misa
totalmente Novusordiana de 1969 es un compromiso con la misma
revolución que busca destruir la Fe Católica.
Si
estás en un tira y afloja, no debes meramente estar en tu terreno. No,
debes tirar tan duro como puedas en la dirección contraria. De ahí que
es insuficiente e incluso contraproducente meramente avanzar la Misa de
1962. No, es necesario alejarse de la revolución abrazando la Misa como
era el 1 de Enero de 1950, antes que los Propios de la Fiesta de la
Asunción fueron cambiados por el presbítero francmasón Aníbal Bugnini
para empezar su nefasto programa de demolición.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)