Novena dispuesta por el Dr. D. Sebastián Pérez, Canónigo
Penitenciario de esta Santa Iglesia Primada, y publicada en Toledo por la imprenta de José de Cea en 1861.
NOVENA
A LA VIRGEN
DE LA ESPERANZA,
QUE SE VENERA
EN LA PARROQUIA MOZÁRABE DE SAN LUCAS
DE LA CIUDAD DE TOLEDO
Puesto en presencia de Dios, y ante
la imagen de María, hecha la señal de
la cruz, se dirá el Acto de contrición
siguiente:
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Omnipotente y sempiterno Dios, mi
Criador, mi Redentor, mi Salvador,
porque sois suma bondad y grandeza infinita, os amo sobre todas las
cosas con toda mi alma, con todo mi
corazón y con todos mis sentidos.
Por tanto, humildemente postrado
ante vuestro divino acatamiento, os
pido, Señor y Dios mío, me perdonéis todas las culpas y pecados que he cometido en toda mi vida: os
prometo con todas. mis fuerzas enmendarme y nunca mas ofenderos.
Os pido, Señor, por los méritos de
vuestra Santísima Madre, Señora
nuestra, la inmaculada María, os
compadezcáis de esta pobre criatura, y me deis vuestra gracia, en la que quiero vivir y morir. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Oh purísima Virgen María, Madre nuestra amantísima, postrados
humildemente a vuestras plantas os
reconocemos y. confesamos por Madre de Dios y Emperatriz de cielos
y tierra: os aclamamos inmaculada
desde el primer instante de vuestra
animación. Por tan singulares privilegios fuisteis la esperanza de los Patriarcas, la gloria de los Profetas, el honor de los Apóstoles, la fortaleza de los Mártires, la alegría
de los Confesores, la corona de las Vírgenes. Vos sois la fuente sellada de donde salen los caudalosos ríos de las misericordias de Dios. Vos
sois el auxilio de los cristianos, la salud de los enfermos, la abogada
de los pecadores y la esperanza de la Iglesia. Dignaos, pues, socorrer
a los necesitados, animar a los pusilánimes, fortalecer a los flacos, rogar por el pueblo católico, pedir
por el clero e interceder por las mujeres devotas. Experimenten
vuestra benéfica protección todos
los hombres: todos os amen, os sirvan y se regocijen de vuestra gloria y privilegios. Alcanzadnos de Vuestro divino Hijo nuestro Señor Jesucristo los auxilios y gracias necesarias para que os imitemos en el
amor y deseos de la mayor honra y
gloria de Dios y salvación de las
almas, que es lo que en esta santa
novena nos proponemos por vuestra
poderosa mediación. Amén.
DÍA PRIMERO – 9 DE DICIEMBRE
ORACIÓN
Dios te salve, Reina del cielo,
Dios te salve: llenos de júbilo y esperanza entonamos esta salutación.
Los Ángeles y la Iglesia os la
dirigen: en esta confianza también
nosotros, humildes siervos vuestros,
nos regocijamos en repetirla, y postrados a vuestras plantas os ofrecemos con nuestros respetos las mas
fervientes oraciones. Os saludamos
como nuestra Reina; pero también
Os invocamos como Madre de misericordia. Salve, Regína Mater, misericórdiæ. Como Reina, todo lo podéis,
como Madre de misericordia, tenéis
voluntad de servirnos, y de vuestra
bondad poderosa todo lo esperamos.
Al invocaros como Reina, imploramos vuestra ternura y piedad, a fin
de que nos alcancéis de nuestro Señor Jesucristo el perdón de nuestros
pecados y la gracia perseverante de
amarle tanto cuanto vos sabéis desea ser amado. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta
el corazón a Dios y se le pide lo que a
cada uno convenga.
CONCLUSIÓN
Reina del cielo y Madre de misericordia, nuevamente os suplicamos nos alcancéis de vuestro Santísimo Hijo la gracia de amarle y
amaros fervorosa y constantemente, de tal manera, que nuestros pensamientos, obras y palabras sean
siempre dirigidas a la mayor honra
de Dios, que vive y reina por los
siglos de los siglos. Amén.
GOZOS
Salve Reina poderosa,
Dulce, benigna y clemente,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
Desde tiempo inmemorial
Toledo te veneró,
Solemnes cultos te dio
Con devoción especial.
Con amor no desigual
Hoy repite en voz gozosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
Cuando impíos africanos
Dominaron este suelo,
Tú eras, Virgen, el consuelo
De los nobles toledanos.
A ti tendían sus manos,
Clamando con voz llorosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
Entonando esta alabanza
Y en aquella opresión dura,
Tú eras, Virgen, su dulzura,
Tú eras Virgen, su Esperanza.
Exhalaba su confianza
En esta voz fervorosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
La media luna arrojó
Con tu protección Toledo,
Y la fe de Recaredo
Sola y brillante lució:
En sus templos resonó
Esta música armoniosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
Con prodigio singular
Bajan ángeles del cielo,
Y llenos de santo celo
Himnos se oyen entonar.
Salve, dice su cantar,
Salve Reina poderosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
Desde entonces, Virgen pía,
Las salves se multiplican,
Por todas partes publican
La angelical melodía:
Todos claman a porfía,
A la imagen milagrosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
Tú curas la enfermedad
Y males sin cuento evitas,
A los muertos resucitas
Y ahuyentas la tempestad.
Al que queda en la orfandad
Tú eres Madre cariñosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
Del toledano en el mar,
Del toledano en la tierra,
Del toledano en la guerra
Eres ángel tutelar:
A todos puedes salvar
Si gritan con voz penosa,
Salve Reina diligente,
Salve Madre bondadosa.
℣. Cielos, enviad rocío de lo alto y las nubes lluevan al Justo.
℟. Abrase la tierra y brote al Salvador.
ORACIÓN
Oh Dios, que quisisteis por el anuncio del Ángel que vuestro Verbo se hiciera carne en el seno de la bienaventurada Virgen María, concedednos os suplicamos, que cuantos la creemos verdaderamente como Madre de Dios, podamos ser socorridos por su intercesión ante Vos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 10 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh Virgen María, bondadosa
Madre de misericordia!, si en el
árido desierto de esta miserable vida la esperanza de los bienes invisibles nos sostiene, es porque vos, Virgen Santa, sois nuestro consuelo, nuestra vida, nuestra dulzura,
nuestra esperanza: vita, dulcédo, spes nostra, Salve. Vos sois el asilo de los pobres, el refugio de los desgraciados, la abogada de los pecadores. Si la indigencia nos oprime,
a vos recurriremos, y vos nos ayudareis a soportarla. Si la adversidad
nos aflige, os invocaremos, y nos
ayudareis a santificarla. Nuestros
padres esperaron en vos, y jamás
fueron confundidos: tampoco a nosotros nos abandonaréis, porque vos
sois nuestra vida, nuestra dulzura,
nuestra esperanza. Y pues sois la
dispensadora de las gracias del Altísimo, concedednos las que necesitamos para sufrir las adversidades,
servir y amar a Dios hasta la muerte. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA TERCERO – 11 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh venturosa Madre de Dios!,
que elevada sobre los coros de los
querubines, ocupáis el lugar mas
próximo a la Beatísima Trinidad,
y sois el canal de todas las gracias
que emanan de su augusto Trono:
miradnos, Señora, con ojos de piedad en las tribulaciones que circundan a los desterrados hijos de Eva:
hacia vos extendemos nuestras manos suplicantes, y en nuestros males
y aflicciones a vos suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas: Ad te suspirámus, geméntes et flentes, in hac lacrimárum
valle. Herederos de una Madre que
nos perdió, nuestros males son excesivos. Pero vos sois Madre de un
Dios, que nos ha salvado por sí
mismo, y quiere salvarnos por vuestra intercesión. Escuchad, pues,
benigna nuestros gemidos: enjugad
nuestras lágrimas: derramad sobre
nuestras almas vuestras copiosas
bendiciones, a fin de que con vuestra protección, suframos con resignación los castigos que merecen
nuestras culpas, y consigamos la
vida eterna. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 12 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh privilegiada criatura, inmaculada María, Hija, Madre y Esposa del Altísimo! Llenos de confianza en vuestras maternales entrañas, a vos en nuestras penalidades y aflicciones acudimos. ¿Y a quién hemos de acudir sino a vos, ilustre Virgen? Tenemos, es verdad, un poderoso Medianero en el Cielo; pero también es nuestro Juez: servidnos, pues, de abogada para con Él. Como hijos que se sienten culpables para con su Padre, recurrimos a vos, que sois nuestra tierna Madre: Eja ergo advocáta nostra: Hablad, pues, y defended nuestra causa: acordaos que sois Madre de un Dios que se dignó hacerse hombre como nosotros: presentadle vuestros méritos y nuestro sincero arrepentimiento, para que por vos se digne perdonarnos las ofensas que le hayamos hecho, y concedernos la gracia de publicar siempre sus eternas misericordias.. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 13 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh Madre amantísima de nuestro Señor Jesucristo, y abogada nuestra! Ingratos y rebeldes hemos injuriado a nuestro Dios: volved hacia Él vuestros ojos misericordiosos, intercediendo por los pobres pecadores; volvedlos después hacia nosotros: Óculos tuos ad nos convérte. Volved hacia nosotros vuestros ojos misericordiosos para considerar nuestras miserias; volvedlos hacia vuestro Santísimo Hijo para representárselas; volved hacia nosotros vuestros ojos misericordiosos para compadecernos; volvedlos a vuestro Santísimo Hijo para interesarlo a favor nuestro. Pues os concede todo lo que le rogáis, rogadle, Madre nuestra, que haga descender un destello de su ardentísima caridad sobre estos fríos corazones, para que los derrita y abrase en su divino amor, y que así persevere por toda la vida para llegar algún día a gozarle en vuestra compañía eternamente. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 14 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh Madre del amor hermoso y de la santa esperanza, abismo de piedades y océano de bondad!; frecuentemente habéis sido nuestro consuelo en las calamidades temporales; pero siempre os pedimos con preferencia los bienes espirituales: Conducidnos después de este destierro al término venturoso de nuestro viaje: haced que veamos a vuestro divino Hijo, al que vos no cesáis de contemplar en la gloria: Et Jesum, benedíctum fructum ventris tui, nobis post hoc exílium osténde. Madre nuestra amantísima, ni riquezas, ni honores, ni prosperidades terrenales Os pedimos; nuestras fervientes oraciones se dirigen a que nos consigáis el don de la verdadera sabiduría, la ciencia de la salvación: que iluminéis nuestro entendimiento para conocer el bien, y fortalezcáis nuestra voluntad para obrarlo: que amemos a Jesucristo en esta vida, y después le veamos en la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 15 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh María, Virgen purísima, bendita sois entre todas las mujeres! Santísima sois entre todos los Santos: los bienaventurados del Cielo, los desterrados hijos de Eva cantan sin cesar vuestras alabanzas; entre vuestras grandezas celebran la amable clemencia, la dulzura, la, misericordia que os caracteriza: ¡O clemens, o pia, o dulcis Virgo María! Ahora y siempre lo hemos experimentado: y llenos de gratitud todos a porfía, entonamos, Salve, oh clemente, salve, oh pía, salve, oh dulce Virgen María; estas alabanzas son la prueba de los vivísimos deseos que tenemos de que os sirvan de obsequio; y si el que mas os agrada es un verdadero arrepentimiento de muestras culpas y un profundo dolor de haberlas cometido, con un propósito firme de nunca mas pecar, os lo ofrecemos: y prometemos hacer, ¡oh dulce Virgen María!, que en nosotros sea eficaz esta santa resolución, y que en ella perseveremos hasta la muerte. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 16 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh clemente Virgen Maria!, que
tan ardientemente deseáis nuestra
salvación, ¿qué haremos, Madre
purísima, para cooperar dignamente a tan gran bondad? Llorar con profunda amargura nuestros extravíos
y delitos, nos parece poco. Querer
morir mil veces antes que ofender
a vuestro Hijo, no lo consideramos
suficiente. Orar humildemente al Dios de las misericordias, suplicando el perdón de tantas ofensas, corto se nos representa este obsequio.
¿Qué deberemos, pues, hacer? A
vuestra bondad apelamos, Madre
nuestra; vuestras oraciones imploramos; rogad, pues, por nosotros,
pobres pecadores; vos sois nuestra
esperanza; rogad, pues, por nosotros; vos sois nuestra Madre, rogad, pues, por nosotros; vuestras
oraciones siempre fueron escuchadas; rogad, pues, por nosotros;
vuestra oración es omnipotente; rogad, pues, por nosotros, para que
seamos dignos de las promesas de
Jesucristo. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 17 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh soberana Reina de los cielos,
Madre universal de todo el género
humano! Llegó, Madre nuestra, el
día mas hermoso, la hora mas bella, el momento mas oportuno y el
instante mas precioso de verse cumplidos los ardientes deseos que animaban a vuestros fieles esclavos de
consagraros un solemne novenario:
al terminar estos cultos, os renuevan
todos sus votos y os ofrecen sus corazones para que toméis posesión de
ellos. Preparadlos; purificadlos; santificadlos, y haced que de áridos desiertos que son, se conviertan en
amenos y deliciosos jardines de todas las virtudes; a este fin aborrecemos nuestras culpas, las deseamos
borrar y espiar, y os prometemos
para ello no omitir diligencia alguna.
Por última gracia os pedimos,
Virgen purísima, que visitéis siempre esta viña que vuestra diestra ha
plantado; que jamás se interrumpan
los cultos que en esta basílica se os
tributan; que siempre seáis la Virgen de la Esperanza de Toledo; que
las generaciones que se vayan sucediendo no dejen pasar un sábado
sin cantar en vuestra alabanza la
deliciosa Salve, a fin de que reunidos todos en el Cielo podamos cantarla por eternidades de eternidades. Amén.
Aquí se recoge el espíritu, se levanta el corazón a Dios y se le pide lo que a cada uno convenga. La Conclusión y los Gozos se dirán todos los días.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)