Manda a los ricos de este mundo que sean caritativos y benéficos, que se hagan ricos en buenas obras
y que den limosna de corazón. (1 Timoteo 6, 17-19).
Nuestra Señora de las Nieves
Juan, patricio romano, como careciese de hijos, decidió, con su mujer, consagrar sus bienes a la Santísima Virgen. Durante un buen tiempo le rogaron que les hiciese conocer qué empleo habrían de dar a sus riquezas. La Santísima Virgen se les apareció y les ordenó construir una iglesia en el lugar que, al día siguiente, encontrasen cubierto de nieve. El Papa Liberio tuvo la misma revelación, y, en pleno verano, se encontró una parte del monte Esquilino cubierto de nieve. Se edificó allí una iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora de las Nieves o basílica Liberiana, hoy Santa María la Mayor. En el siglo VII fue en ella depositado el Pesebre de Belén.
Santa María la Mayor, es una de las cuatro
basílicas mayores de Roma. Las otras tres son: San Pedro del Vaticano,
San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán. La basílica de Santa María la
Mayor parece ser que fue la primera iglesia que se levantó en Roma en
honor de María y podemos decir, lo mismo que se afirma de San Juan de
Letrán en un sentido más general, que es la iglesia madre de todas
cuantas en el mundo están dedicadas a la excelsa Madre de Dios. Por
esto, y por ser una de las iglesias más suntuosas de Roma, mereció el
título de la Mayor. Así se la distinguía de las otras sesenta iglesias
que tenía la Ciudad Eterna dedicadas a Nuestra Señora.
Al lado de la basílica surge una gruta estrecha,
obscura y recogida como la de Belén. Allí irán los papas a celebrar la
misa del gallo todas las Nochebuenas, y para que la piedad se hiciese
más viva se enseñaban los maderos del pesebre en el cual había nacido el
Hijo de Dios y trozos de adobes y piedras que los peregrinos habían
traído de Tierra Santa.
Esta
gruta llega a ser uno de los lugares más venerados de la Ciudad Eterna.
Los Romanos Pontífices la distinguen con sus privilegios. Gregorio III
(731-741) puso allí una imagen, de oro y gemas que representaba a la
Madre de Dios abrazando a su Hijo. Adriano I (762-795) cubrió el altar
con láminas de oro, y León III (795-816) adornó las paredes con velos
blancos y tablas de plata acendrada que pesaban ciento veintiocho
libras.
Son
muchas las gracias que la Santísima Virgen ha concedido a sus devotos en
este santo templo. Aquí organizó San Gregorio Magno unas solemnes
rogativas con motivo de una terrible peste que asolaba la ciudad.
El
año 653 ocurrió en esta iglesia un hecho milagroso. Celebraba misa el
Papa San Martín cuando, al querer matarle o prenderle por orden del
emperador Constante, el exarca de Ravena, Olimpo, quedó repentinamente
ciego e imposibilitado.
Basten
estos hechos para demostrar el gran aprecio que los Sumos Pontífices han
tenido para con este templo a través de la historia.
Hoy
mismo sigue siendo Santa María la Mayor una de las cuatro basílicas
patriarcales de Roma cuya visita es necesaria para ganar el jubileo del
año santo. De esta forma la Virgen de las Nieves sigue recibiendo el
tributo de amor de innumerables peregrinos de todo el orbe católico.
Actualmente
es una de las iglesias más ricas y bellas de la ciudad de Roma.
Conserva muy bien su carácter de basílica antigua. Tiene por base la
forma rectangular, dividida por columnas que forman tres naves, techo
artesonado, atrio y ábside.
El
interior de la basílica es solemne y armonioso. Las tres naves aparecen
divididas por columnas jónicas. Contiene notables monumentos y tumbas
de los papas.
Tiene dos
fachadas: la que mira al Esquilino, que es la posterior, y la que mira a
la plaza que lleva el nombre de Santa María la Mayor. Esta, que es la
principal, data del siglo VIII, y la posterior del XVII. El campanario,
románico, es el más alto de Roma. Fue construido el año 1377.
Sobre
el altar mayor hay una imagen de María del siglo XIII, atribuida a San
Lucas, y en la nave se halla el monumento a la Reina de la Paz, erigido
por Benedicto XV al terminar la primera guerra mundial. Su cielo raso
está dorado con el primer oro que Colón trajo de América. En la plaza de
Santa María la Mayor se yergue una columna estriada de más de catorce
metros de altura. En la plaza del Esquilino se alza un obelisco
procedente del mausoleo de Augusto.
MEDITACIÓN SOBRE EL BUEN USO DE LAS RIQUEZAS
I. Si Dios te ha dado riquezas, debes hacer buen uso de ellas. Él te permite que emplees una parte para tu sostén, según tu condición, y conforme con las reglas del Evangelio. No las malgastes, pues, en locuras; no las emplees en satisfacer tu vanidad, en alimentar tu lujo, en procurarte criminales placeres. Sería oponerse al fin que se propuso Dios al concedértelas.
II. Dios quiere que emplees parte de tus riquezas en el decoro de sus templos y en el alivio de los pobres. ¿Qué mejor uso podrías hacer de ellas, sobre todo si no tienes hijos? Y si los tienes, ¿no es justo, acaso, que destines parte de tus bienes, adquiridos con tanto trabajo, en el alivio de tu propia alma, redimiendo tus pecados mediante tus limosnas? ¡Extraña ceguera! Fatigase la gente por dejar muchos bienes sobre la tierra, y no piensa en hacer que sus riquezas den frutos para la eternidad!
III. El apego que se tiene a los bienes de la tierra es la causa del mal uso que de ellos se hace. Será preciso dejarlos el día menos pensado, ¿por qué, pues, te condenas y te haces desgraciado aun en este mundo, para que aprovechen herederos ingratos que impacientemente esperan tu muerte? Se alegrarán ellos, mientras ardas tú por haberlos enriquecido; y si estás en el purgatorio, preferirán dejarte allí antes de sacrificar, para alivio de tu alma, la más mínima parte de las riquezas que tan locamente les abandonaste.
La devoción a la Santísima Virgen María. Orad por las Congregaciones de María.
ORACIÓN (De la Misa Común de Santa María)
Dignaos, Señor, concedemos la salud del alma y del cuerpo; y acordadnos, por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, que seamos librados de los males de la vida presente y que gocemos en el cielo de la eterna felicidad. Por J. C. N. S. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.
Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.
+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)