Vexílla Regis

Vexílla Regis
MIENTRAS EL MUNDO GIRA, LA CRUZ PERMANECE

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER
NO AL ABORTO. ELLOS NO TIENEN LA CULPA DE QUE NO LUCHASTEIS CONTRA VUESTRA CONCUPISCENCIA

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN
No hay forma de vivir sin Dios.

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

lunes, 29 de enero de 2024

PROTESTACIÓN DE RESOLVERSE A SEGUIR LA VOLUNTAD DE DIOS


Yo N. N., puesto y constituido en la presencia de Dios eterno y de toda la corte celestial, habiendo considerado la inmensa misericordia de su divina bondad para conmigo, indigna y despreciable criatura, a quien ha criado de la nada, conservado, mantenido, librado de tantos peligros y colmado de tantos beneficios; pero sobre todo, habiendo considerado la incomprensible dulzura y clemencia con que este Dios de bondad, estando yo viviendo entre iniquidades, me ha sufrido benignamente, me ha llamado y animado a la enmienda tantas veces con indecible amor, y con tanta paciencia me ha esperado a penitencia y arrepentimiento hasta este año, que es el… de mi edad, por más que con ingratitudes, dilaciones e infidelidades le he ofendido tan descaradamente, dilatando la conversión y despreciando sus gracias, después de haber considerado también que el día que recibí el santo Bautismo fui consagrado y dedicado dichosa y santamente a mi Dios, para ser hijo suyo, y que contra esta profesión que se hizo entonces en mi nombre, he profanado y violado infeliz y detestablemente mi alma tantas veces, aplicándola y empleándola contra la divina Majestad: volviendo ya en mí, postrado de corazon y de espíritu ante el trono de la divina justicia, me reconozco, protesto y confieso legítimamente acusado y convencidi del crímen de lesa majestad divina, y reo de la muerte y Pasión de Jesucristo en fuerza de los pecados que he cometido, por los cuales murió el Señor y sufrió el tormento de la cruz: así que por tanto soy merecedor de ser para siempre perdido y condenado.
  
Pero volviéndome al trono de la infinita misericordia de este mismo Dios eterno, después de haber detestado de todo corazón y con todas mis fuerzas las iniquidades de mi vida pasada, pido e imploro humildemente gracia, perdón y merced con absolución entera de mi delito, en virtud de la muerte y Pasión de este mismo Señor y Redentor de mi alma: apoyada en la cual como en el único fundamento de mi esperanza, confieso otra vez y renuevo la sagrada profesión de fidelidad hecha por mí a Dios en el Bautismo, renunciando al demonio, al mundo y a la carne, detestando sus depravadas sugestiones, vanidades y concupiscencias por todo el tiempo de mi vida presente y por toda la eternidad: y volviéndome a mi benignísimo y piadosísimo Dios, deseo, propongo, determino y resuelvo irrevocablemente servirle y amarle eternamente, dándole, dedicándole y consagrándole a este fin mi entendimiento con todas sus facultades, mi alma con todas sus potencias, mi corazón con todos sus afectos, mi cuerpo con todos sus sentidos, protestando para siempre no abusar más de parte alguna de mi ser contra su divina voluntad y Majestad soberana, a la cual en espíritu me ofrezco en sacrificio y víctima para ser siempre su leal, obediente y fiel criatura, sin querer jamás retractarme a arrepentirme. Pero si acaso, ¡ay de mí!, por sugestión del enemigo o por alguna flaqueza humana acaeciese contravenir en algo a esta mi resolución y consagracion, protesto y propongo desde ahora con la gracia del Espíritu Santo levantarme al instante que lo conozca, convirtiéndome otra vez a la misericordia divina sin tardanza ni dilación alguna.
   
Esta es mi voluntad, mi intención y mi resolución inviolable e irrevocable, la cual confieso y conformo sin reserva ni excepció  en la misma presencia sagrada de mi Dios, a vista de la Iglesia triunfante, a la faz de la Iglesia militante mi madre, que oye esta mi declaración en persona del que como ministro suyo me escucha en este acto. ¡Plégueos, Dios mío, eterno, omnipotente y bueno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, confirmar en mí esta resolución, y aceptar este mi sacrificio cordial e interior en olor de suavidad! Y pues habéis querido darme la inspiración y voluntad de hacerle, dadme también la fuerza y gracia necesaria para perfeccionarla. ¡Oh Dios mío! Vos sois mi Dios, Dios de mi corazón, Dios de mi alma, Dios de mi espíritu: por tal os reconozco ahora y por todos los siglos de los siglos. Viva Jesús.
   
SAN FRANCISCO DE SALESLa Filotea, o Introducción a la vida devota, primera parte, cap. XX (P. Pedro de Silva, traductor). Barcelona, Librería Religiosa 1877, págs. 78-81.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.

Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.

+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)