Señor Jesucristo, que os complacéis en hacer brillar vuestro poder perdonando a los pecadores, y que habéis dicho: "Rogad por los que os persiguen y calumnian", os imploramos que apliquéis la clemencia de vuestro Sacratísimo Corazón con las almas creadas a la imagen de Dios que, miserablemente engañadas por las seducciones de la francmasonería se precipitan por el camino de la perdición eterna.
No permitáis, os lo pedimos, que la Iglesia, vuestra santa Esposa, sea oprimida, y, aplacado por la intercesión de la Santísima Virgen María, vuestra Madre, y por las oraciones de los justos, gracias a vuestra infinita misericordia dignáos olvidar su perversidad, y haced, que, vueltos hacia Vos, se arrepientan, hagan penitencia, y obtengan la gloria eterna. Vos, que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.
Esta plegaria, tiene el imprimatur del Cardenal Richard, arzobispo de París, fechado el 2 de julio de 1896 y de V. Dupin, vicario general, fechado el 1º de mayo de 1934.
El 11 de agosto de 1898, el Papa León XIII la enriqueció con 100 días de indulgencia.
El 11 de agosto de 1898, el Papa León XIII la enriqueció con 100 días de indulgencia.
Un milagro sería la conversión de los masones al cristianismo.
ResponderEliminarPor cierto, quería pedirte disculpas si te has sentido ofendido por mis palabras acerca de la monarquía, pero como nacionalsindicalista es lo que pienso y no puedo cambiarlo, de la misma manera que tu no vas a dejar de ser carlista de la noche a la mañana.
Tenemos diferentes concepciones de ver y vivir la vida, pero la misma forma de amar a España.
No te aflijas, no me ofende el nacionalsindicalismo, al contrario, lo veo también como una opción válida de gobierno para nuestra Nación.
ResponderEliminarAhora no es tiempo de pelearnos por ideologías, sino de combatir juntos contra la revolución. Durante la Cruzada, la Falange y los carlistas luchaban bajo una sola bandera: la rojigualda.
España Una, Grande y Libre.