Toamdo de INFOVATICANA.
Ayer por la tarde, durante la 13ª Congregación General de la 
Asamblea Especial del Sínodo de la Amazonía, los informes de los 12 
círculos menores se presentaron en el Aula. Publicamos a continuación 
las 12 relaciones de los círculos menores, ofrecidos por la Oficina de 
Prensa de la Santa Sede.
Circolo Español “A”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. José L. AZUAJE AYALA
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Carlos AGUIAR RETES
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Carlos AGUIAR RETES
La Relación del Circulo Hispanicus “A”, moderada por S. Em. Cardenal Carlos Aguiar Retes, consideró los siguientes temas:
1. Ecología integral y conversión ecológica
Como 
Cristianos, debemos preocuparnos por la creación, porque según el relato
 del Génesis, la creación es un acto querido por Drito ios, los distintos 
relatos de las Escrituras lo ratifican, y, el Apóstol Pablo dice que la 
creación sigue sufriendo dolores de parto hasta que venga la 
manifestación gloriosa de Cristo. Esta consideración del Apóstol habla 
de la interconexión, que como en la amazonia, se percibe una gran 
armonía, entre el agua, la tierra, la flora, el aire, el sol, la fauna, 
los seres humanos, que se ve distorsionada y amenazada por la ambición 
del hombre que pone el capital sobre el valor máximo de la creación.
Se constata una vez más que estamos en emergencia ante la crisis 
ecológica, que a su vez es fruto de la crisis antropológica, el ser 
humano desordena lo creado provocando la crisis que involucra a toda la 
creación.
La propuesta es una conversión ecológica integral que atienda al ser 
humano y a la naturaleza, que sepa distinguir entre el uso y el abuso de
 las cosas. Esta conversión pasa por dos momentos: 1. Haber asumido la 
conversión personal, que parte del encuentro con Jesucristo, y que 
abarca la estructura personal, social y eclesial; y, 2. La conversión 
pastoral a la luz de Jesús buen Pastor que da la vida por todos y nos 
invita a asumir actitudes nuevas en este mundo, asumiendo su 
responsabilidad y compromiso, porque cualquier acción repercute para 
bien o en detrimento de la vida propia, de los demás, y la creación 
entera, ya que todo está conectado.
La conversión ecológica, lleva a la Iglesia asumir su rol profético, 
denunciando la violación de los derechos humanos de las comunidades 
indígenas y la destrucción del territorio amazónico por el extractivismo
 y otras malas practicas que vulneran los derechos de los pueblos y la 
naturaleza.
Se propone que los nueve países de la Panamazonía, busquen nexos 
eficaces para estar más conectados y que desde el Sínodo se proponga la 
realización de LA SEMANA DE LA CREACION, para crear una verdadera 
conciencia de conversión ecológica en todos.
2. Formación de la comunidad de discípulos
La 
misión de la Iglesia es hacer discípulos de Jesucristo, cf. Mt 28,16-20.
 En la Amazonia, hay que construir una Iglesia de discípulos con rostro 
Amazónico, con una formación que parta desde los principios y valores de
 los pueblos y culturas allí presentes. No se puede llegar con planes 
pre confeccionados, se tiene que asumir sus valores: como la comunidad, 
la familia, la espiritualidad, la comunión de bienes, el respeto a la 
Casa común. No se puede separar la formación de la familia, es el lugar 
donde se forma el valor de la vida, del bien común. la familia es el 
lugar para la conversión ecológica.
En el ámbito amazónico, debe existir una formación que parta desde su
 realidad, cualquier plan de formación de los discípulos misioneros 
deben partir desde la antropología cultural de la Amazonía, para 
adentrarse luego en el ámbito bíblico y pedagógico pastoral. En la 
formación no se puede ir con una actitud de conquista, sino desde una 
perspectiva sinodal, de diálogo y escucha, de discernimiento y toma de 
decisiones.
La familia y los jóvenes deben ser ámbitos prioritarios para los 
procesos formativos, respetando el modo propio de organización 
comunitaria, dado que muchas políticas públicas afectan a la identidad 
familiar y colectiva. También la formación debe generar espacios de 
interacción con la sabiduría de los pueblos indígenas, ribereños y 
quilombos que viven en las ciudades, para que no pierdan su identidad y 
logren su integración y espacios de vida.
Se propone que se tenga una formación integral para todos los agentes
 de pastoral que sirven en la amazonia y para las Vocaciones 
sacerdotales, se propone la creación de seminarios indígenas, que no 
sean internados, sino una casa abierta a la cultura y cosmovisión de la 
región, se propone que la formación ministerial se haga en el mismo 
territorio, impulsando tareas y quehaceres desde la perspectiva local 
con sentido misionero.
La aplicación de la Ratio fundamentalis, debe profundizar 
más el sentido misionero, durante el año pastoral, los Seminaristas de 
la región, puedan entrar en contacto directo con los pueblos de la 
amazonia, para lograr una conciencia misionera en los candidatos, porque
 la formación no debe formar para el pasado sino para lo que se nos 
viene.
3. El papel de la mujer en la vida de la Iglesia
La
 Iglesia proclama la dignidad e igualdad entre el hombre y la mujer, a 
pesar de esto todavía se ven discriminaciones del mundo femenino, 
reflejado en los espacios de toma de decisiones y en la 
representatividad dentro de la Iglesia. En el mundo indígena, la mujer 
es la que trabaja en múltiples facetas, es la que transmite la fe. Es 
muy eficiente la participación de la mujer en la Iglesia y la amazonia, 
es una presencia testimonial y responsable en la promoción humana.
Se hace necesario que en una Iglesia Sinodal la mujer asuma 
responsabilidades pastorales y de dirección, debe haber un 
reconocimiento de la mujer en la Iglesia a través de la ministerialidad;
 por ello se propone que se realice un Sínodo dedicado a la identidad y 
servicio de la mujer en la Iglesia donde las mujeres tengan voz y voto.
4. Los jóvenes
Una preocupación especial del 
Sínodo está en los jóvenes, sobre todo los indígenas, que haciendo uso 
del mundo digital, encuentran posibilidades atractivas que los 
desarraiga de sus territorios. El mundo digital les conecta con lo 
conocido y desconocido. Es un nuevo reto de la Iglesia en la Amazonia 
Los mismos pueblos amazónicos están sufriendo por la perdida de 
identidad de sus jóvenes que buscan un mejor futuro mas allá de su 
cultura.
Otro reto eclesial es ayudar a mantener la identidad cultural sobre 
todo de aquellos jóvenes que salen a las grandes ciudades, ya sea por 
estudio o trabajo. Es necesario acompañar procesos de transmisión y 
aceptación de la herencia cultural y lingüística en las familias, para 
superar las dificultades en la comunicación intergeneracional. Pensando 
en el bienestar de los jóvenes, se debe trabajar en su acompañamiento. 
La Iglesia debe estar presente en el mundo digital, pero sin prescindir 
el acompañamiento personal.
5. Vida consagrada
Se debe hacer un 
reconocimiento por la gran tarea misionera que ha realizado la vida 
consagrada en la Amazonia, ciertamente su misión ha sido grande. Hoy por
 la crisis vocacional, la presencia de la vida consagrada ha disminuido,
 pero quienes están cumplen una misión eclesial muy intensa, con la 
opción por los más pobres. Hoy ante la disminución de vocaciones, muchas
 congregaciones han salido de la Amazonia y se han concentrado en las 
ciudades, lo que lleva a ver no solo una disminución numérica de la vida
 consagrada, sino también del significado y la acción misionera y el rol
 profético que siempre ha marcado a la vida consagrada.
Se pide una renovación de la vida religiosa, que, desde la CLAR, se 
impulse un nuevo ardor, con nuevos modos, presencias y valorando las ya 
existentes, en especial la vida contemplativa.
6. Vicariatos Apostólicos
La mayoría de 
Vicariatos Apostólicos fueron confiados a diversas Ordenes y 
Congregaciones religiosas, para que sostengan con personal y apoyo 
económico. La realidad ha cambiado, la disminución de las vocaciones en 
la vida religiosa ha cambiado el panorama y la presencia en los 
Vicariatos es poca. Se propone que se revise el ius comissionis, y
 que sean adoptados o asumidos por alguna Diócesis. Las Conferencias 
Episcopales, pueden asumir como una tarea misionera de la Iglesia.
Otra propuesta es revisar los límites de las jurisdicciones, para 
reducir sus territorios y hacer más efectiva la atención pastoral en las
 comunidades.
7. Defensa de los derechos
La Iglesia, por su 
dimensión profética, está llamada a anunciar y denunciar las realidades 
de la Amazonia, en cuanto a los derechos de los pueblos y de la 
naturaleza. Ante las grandes amenazas que sufre el territorio y los 
pueblos, la voz de la Iglesia es importante, tiene que hablar en forma 
colegial, no de manera personal, para que tenga fuerza y eco ante los 
organismos gubernamentales.
Se propone la conformación de un organismo eclesial Panamazonico y un
 observatorio en defensa de los derechos humanos, para que la Iglesia 
que incide en algunos foros del mundo pueda llevar la voz de la Amazonia
 en defensa de los territorios y los pueblos. La Iglesia tiene la tarea 
de acompañar y proteger la vida de los defensores de los derechos 
humanos, que muchas veces son criminalizados por los poderes públicos.
Se propone continuar con los procesos de beatificación de los mártires de Amazonia.
8. Diálogo con la cultura
El Concilio Vaticano II, en la Evangelii Nuntiandi 19,
 dice que la cultura está en el corazón tanto de la persona como de los 
pueblos, los valores de juico, valores determinantes, líneas de 
pensamiento, fuentes inspiradoras y modelos de vida. Las distintas 
expresiones de los pueblos, deben manifestar su identidad, hoy se corre 
el riesgo de folclorizar la cultura. Los ritos, música, danza, son 
expresiones del pueblo, que no pueden estar a parte de su identidad, 
porque son expresión de sus sentimientos y espiritualidad. Hoy con la 
globalización e influencia de los medios, se siente que la identidad 
cultural, sobre todo en la generación de los jóvenes, está amenazada, 
desde ahí el llamado a crear una Iglesia con rostro amazónico, es decir 
con identidad propia, desde la realidad cultural de los pueblos.
En la Liturgia y la religiosidad popular, se manifiesta la expresión 
cultural del pueblo que iluminan la vida y la fe de las culturas. Hay 
que cuidar y discernir para purificar lo que va en contra del Evangelio y
 de los valores de la misma comunidad. La religiosidad en el mundo 
indígena debe favorecer aquellas expresiones que sean manifestación del 
misterio de Dios y demuestren el buen vivir y el bien hacer en las 
comunidades y pueblos.
9. Los ambientes de la Amazonia
El ambiente Educativo – formativo
En algunas realidades, 
el estado no ayuda a los procesos educativos llevados por la Iglesia en 
la Amazonia, mas bien, se obstaculiza, pero la Iglesia no puede 
renunciar a su misión de educadora de los pueblos. En la Amazonia, la 
Iglesia ha estado presente en la educación desde el inicio, porque es la
 base fundamental para que los pueblos no pierdan su identidad. La 
educación es la respuesta al sostenimiento de la cultura e identidad de 
los pueblos y también genera la formación para una ecología integral.
Se propone la creación de una red de Instituciones educativas de la 
Amazonia, que ayuden a buscar nuevos caminos en orden a una ecología 
integral, aprovechando los recursos que tienen en cada lugar y buscando 
acciones conjuntas que promuevan el cuidado de la casa común.
La educación bilingüe, llevada por los propios habitantes de las 
comunidades ayudará a su crecimiento, a través de una educación integral
 y de calidad que sea generadora de oportunidades de trabajo.
Un llamado a las universidades para que lideren procesos educativos 
que ayuden a implementar programas que impulsen nuevos caminos para la 
educación de una ecología integral.
El ambiente de salud
Que los pueblos puedan compartir los
 saberes ancestrales de la medicina alternativa y generar un intercambio
 de conocimientos entre los pueblos originarios para crecer en el buen 
vivir. Dar a conocer el valor de las plantas medicinales de los 
territorios amazónicos, con la ayuda de la educación para que se cuide y
 promueva el conocimiento de la medicina alternativa y no se vea 
explotada o patentada por personas malintencionadas.
Pueblos en aislamiento voluntario
Son pueblos que 
decidieron tomar esta opción de vida, necesitan la defensa de sus 
territorios, porque cada vez son mas desplazados por la presión de las 
autoridades civiles que les limita y les quita sus territorios, es una 
gran injusticia que debe ser comunicada para generar el respeto de estos
 pueblos.
La Politica
Lo importante de la formación política para 
darle profundidad a la formación y al acompañamiento que realiza la 
Iglesia en las comunidades, se busca formar no solo un líder, sino un 
grupo de trabajo que se ayude, se acompañen, se defiendan y no caigan en
 los males de la política como la corrupción. Que la escuela de lideres 
promueva la alternabilidad generacional, para que haya continuidad en 
los proyectos que busquen el bien común.
10. Comunicar los rostros amazónicos.
Hay que 
discernir si en la amazonia existe solo un rostro amazónico o cambiar la
 expresión a rostros de la Amazonia, a través de la cual se exprese la 
identidad de las poblaciones que viven en un territorio concreto. Este 
rostro-rostros es inculturado y misionero, acompañado por la Iglesia que
 evangeliza y abre caminos para los procesos de vida evangélicos de los 
pueblos. Es un rostro con un renovado sentido de la misión, profético y 
samaritano, abierto al dialogo, intercultural e interreligioso.
La Iglesia Amazónica con identidad propia sale al encuentro de los demás pueblos y culturas y pide ser espetada y reconocida
[01661-ES.01] [Texto original: Español]
Circolo Español “B”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Francisco J. MÚNERA CORREA, I.M.C.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Edmundo P. VALENZUELA MELLID, S.D.B.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Edmundo P. VALENZUELA MELLID, S.D.B.
Dos momentos muy significativos de comunión y participación en clave 
sinodal fueron los que vivimos como Círculo Menor. El primero fue 
iniciando los trabajos el día jueves 10 de octubre. Allí, todos los 
participantes pusimos en la mesa nuestras expectativas, preocupaciones y
 esperanzas con el corazón y la mente anclados en los clamores de 
nuestras respectivas comunidades eclesiales y en las respuestas de esta 
Asamblea Sinodal. El segundo momento, lo vivimos retomando los trabajos 
de los Círculos, el día miércoles 16. Este fue un momento de fuerte 
cuestionamiento en que dejamos que resonara dentro de nosotros el 
llamado del Papa Francisco a toda la Asamblea sinodal a ubicarnos más 
allá de nuestras perspectivas todavía muy de cálculo humano y ponernos 
más en la lógica del “desbordarse” de Dios hacia nosotros en amor, 
gratuidad y misericordia para abarcar con esta otra mirada la obra que 
el Señor nos pide como Iglesia que a la vez se hace “presencia viva” y 
camina “itinerante” en la Amazonía.
Durante los trabajos de los Círculos Menores, nuestro círculo afrontó
 y profundizó en tres grandes temas concernientes con la Vida y acción 
evangelizadora de la Iglesia en la Amazonía, a saber: 1) La 
Ministerialidad; 2) la defensa de la vida y los derechos humanos y 3) La
 acción de la Iglesia en el cuidado de la “casa común”.
1. UNA NUEVA MINISTERIALIDAD PARA LA IGLESIA EN LA AMAZONÍA
Para 
abordar este tema se partió de una mirada a la realidad de la Iglesia en
 la Amazonía a través del diagnóstico ofrecido por la Red Eclesial 
Panamazónica (REPAM), referido a la presencia y ausencia de los 
diferentes ministerios laicales y ordenados en las jurisdicciones de 
nuestros países: Esto nos permitió tomar mayor conciencia de la inmensa 
necesidad de fortalecer esta dimensión esencial para una Iglesia con 
rostro propio amazónico e indígena.
1.1. La institución de nuevos ministerios laicales
Nuestro Círculo
 ve muy necesario el fortalecimiento de los ministerios laicales a 
partir de la implementación de los ministerios instituidos del Lectorado
 y el Acolitado prevista ya en el Motu Propio “Ministeriam Quaedam” 
(1971), pero ampliando su aplicación no sólo a los varones sino también a
 las mujeres. Es importante, además, que se perfile una ministerialidad 
diversificada para la Iglesia en la Amazonía que tenga en cuenta 
aquellos ministerios que miran al cuidado y crecimiento de la vida al 
interior de la comunidad, entre los que sobresalen el ministerio del 
animador, coordinador y guía de la comunidad y el ministerio del 
catequista. Luego, según las necesidades locales aparecen una variedad 
enorme de servicios que también podrán ser instituidos, previo 
discernimiento dentro de la comunidad eclesial.
En relación con la acción evangelizadora hacia la sociedad en la 
Amazonía se ve muy conveniente establecer e instituir ministerios que 
miren a los distintos ámbitos de la acción misionera de la Iglesia 
tales, como el arte, la cultura, la salud, la política, la educación, el
 medioambiente y otros. En esta perspectiva se ven muy oportuno y 
necesarios el ministerio del cuidado de la casa común, el ministerio de 
la acogida y la hospitalidad que ayude a asumir y acompañar la situación
 de los migrantes y el ministerio que mira a la realidad de las 
comunicaciones sociales y las nuevas tecnologías. No se debe perder de 
vista que todos estos ministerios laicales están en la lógica del 
servicio y la gratuidad y han de estar plenamente integrados en las 
dinámicas culturales de sus propias comunidades, ya sean indígenas, 
campesinas o urbanas de nuestra Amazonía. Su institución debe ser 
formalizada en el rito, previa la formación conveniente y el sucesivo 
acompañamiento.
1.2. El Ministerio del Diaconado Permanente
En la reflexión en 
torno al Diaconado permanente, este Círculo invita a acoger y continuar 
aplicando las luces del Vaticano II en Lumen Gentium y a desarrollarlas 
según las orientaciones del Documento “Ad gentes” para una mayor 
inculturación de este ministerio en la Amazonía. Se propone, igualmente,
 que se destaque su vinculación directa con el ministerio del Obispo 
para abrir más su actuar hacia los pobres y las periferias misioneras. 
Su promoción, formación y acompañamiento sea realizado por medio de las 
Provincias eclesiásticas contando, además, con el apoyo por parte del 
CELAM y de la REPAM para configurar un organismo eclesial que consolide 
la tarea de su inculturación en la Amazonía.
1.3. Sobre la posibilidad de plantear la cuestión del Diaconado para las mujeres en la Iglesia
Acogiendo,
 y en sintonía, con varios pareceres expresados en el Aula Sinodal, este
 Círculo alienta para que se siga estudiando este asunto mirando más a 
sus posibilidades futuras que a su historia pasada. Además, se reconoce 
que muchas funciones propias de este ministerio son realizadas por las 
mujeres en la Amazonía, siendo ellas quienes sostienen en tantos lugares
 la presencia permanente de la Iglesia y alimentan los procesos de la 
fe.
1.4. La Formación Presbiteral
Este tema fue ampliamente 
considerado en el Círculo Menor, dada la importancia que reviste para el
 presente y el futuro de las comunidades eclesiales de la Amazonía el 
poder contar con suficientes y calificados Presbíteros con un perfil 
propio que aporte a los nuevos caminos que se necesitan en el 
Territorio. Por tal motivo, se apunta a una formación fundamentada en 
procesos personalizados y comunitarios de iniciación cristiana y de 
conversión permanente, confrontada con la inculturación y la 
interculturalidad y con una óptica altamente comunitaria y misionera. 
Todo ello implica una cuidadosa adaptación de la “Ratio Fundamentalis” y
 de la “Ratio Studiorum” a las condiciones de la Amazonía y de la 
reflexión de la Teología indígena, además de una cuidadosa selección y 
preparación de los formadores que comprendan afectivamente el territorio
 y sus dinámicas.
A la base de todo esto ha de estar una fuerte opción por la pastoral 
juvenil y vocacional en nuestras respectivas Iglesias particulares. No 
olvidar que son los jóvenes evangelizados los que le dan un rostro joven
 a la Iglesia. A nivel de propuestas más concretas se subraya la 
posibilidad de crear un seminario indígena para la Amazonía.
1.5. Acerca de la Ordenación sacerdotal de varones casados en la Amazonía
El
 planteamiento de este asunto ha sido visto por el Círculo menor en la 
óptica de escuchar y discernir la voz del Espíritu que nos invita a 
acoger el clamor de nuestras comunidades y a mirar con compasión la 
manera en que se podría dar una respuesta acertada para que la vida 
sacramental vinculada a la presidencia de la comunidad por el Sacramento
 del Orden fluya para el crecimiento cristiano personal, comunitario y 
misionero del Pueblo de Dios de nuestra Amazonía. La propuesta va 
encaminada a pedir al Santo Padre la posibilidad de conferir el 
Presbiterado a varones casados para la Amazonía, a modo excepcional, 
bajo circunstancias específicas y para algunos pueblos determinados, 
estableciendo claramente las razones que lo justifican. No se trataría 
de ningún modo de presbíteros de segunda categoría. Es de tener en 
cuenta que son muchas las voces que insisten para que este tema sea 
decidido para la Amazonía en la Actual Asamblea Sinodal. Otras voces, en
 cambio, piensan que debería ser estudiado y definido en una Asamblea 
Sinodal específica.
1.6. La Pastoral de la “itinerancia” en la Amazonía
El Círculo 
menor propone reconocer el valor significativo, complementario e 
interdisciplinar que tiene esta Pastoral de la “itinerancia” sirviendo 
las diversas fronteras geográficas y culturales de nuestra Amazonía y ve
 en esta experiencia un referente muy valioso que pone al lado de la 
presencia e inserción un estilo de vida y una espiritualidad del camino,
 de la visitación y de la no instalación cómoda. Estas experiencias, que
 están siendo acompañadas por la Conferencia Latinoamericana de 
Religiosos (CLAR), han de seguir promoviéndose en mayor articulación con
 las distintas jurisdicciones eclesiásticas.
2. LA ACCIÓN DE LA IGLESIA EN LA DEFENSA DE LA VIDA Y LOS DERECHOS HUMANOS
Un
 primer aspecto a ser considerado es que todas las pastorales presentes 
en nuestros planes de Evangelización han de estar en función de la vida y
 la vida en abundancia en Cristo, como lo proclama el Documento de 
Aparecida acogiendo las urgencias y los llamados fundamentales de la 
Amazonia.
A partir del reconocimiento de la fragilidad de la Amazonía y también
 la de la Iglesia que allí vive, se pide fortalecer la comunión y la 
solidaridad a todos los niveles, valorando las experiencias de 
integración de iglesias fronterizas, tanto en cada país como en los 
limítrofes; aprovechar y fortalecer el Observatorio de Realidad del 
CELAM al servicio de los países de la Amazonía; afrontar conjuntamente 
el desafío de las migraciones con una debida pastoral de la acogida y la
 hospitalidad.
Un “mapeo” actualizado y el conocimiento de los estándares 
internacionales exigidos a nuestros gobiernos son dos instrumentos 
permanentes para la defensa y la promoción de la vida y el territorio. 
Con estos dos instrumentos, la Iglesia, a través de las comisiones de 
Justicia, paz y cuidado de la creación y de las Conferencias 
Episcopales, puede llevar a cabo una exigibilidad permanente ante las 
instancias internacionales, siempre en la defensa de la vida de los más 
débiles y del territorio.
Las violencias de todo tipo y, en especial hacia la mujer y la 
hermana “madre tierra”, requieren una atención especial. Ha surgido la 
inquietud sobre una posible relación entre la violencia contra la mujer y
 la violencia contra la tierra. Todas demandan una mayor denuncia 
profética de parte de la Iglesia y una mayor protección y solidaridad a 
través de la cultura del diálogo y el encuentro, favorecida por la 
espiritualidad y pedagogía de la paz y la reconciliación para la 
resolución de conflictos que permita generar espacios de respeto y no 
violencia a nivel de la familia, de las instituciones educativas, de los
 ambientes laborales y otros.
3. ACCIÓN DE LA IGLESIA EN EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN
Se hace 
imperativo en nuestras Iglesias particulares la profundización, 
adaptación e implementación de la propuesta programática de la “Laudato 
Si” en el capítulo V para el tema de incidencia y en el capítulo VI para
 la educación y la espiritualidad.
En consonancia con IL 56 consideramos fundamental promover todas las 
acciones que nos lleven a sensibilizarnos, a tomar conciencia y a 
comprometernos con el cuidado de la casa común. Esto debe ser sostenido 
por una espiritualidad que nos fortalezca en el llamado a escuchar, 
contemplar y anunciar.
De ahí la insistencia en propuestas que lleven efectivamente a un 
cambio de paradigma en nuestra relación con los hermanos, sobre todo los
 pobres y la hermana tierra: “Escuchar el clamor de los pobres y de la 
tierra”.
Dentro de las acciones propuestas queremos resaltar, primero que 
todo, el decidir para toda la Iglesia y como fruto maduro del Sínodo de 
la Amazonía una opción preferencial por el cuidado y protección de la 
Casa común y valorar las figuras inspiradoras de San Francisco de Asís, y
 de nuestros misioneros y mártires de la Amazonía. Otras propuestas 
tienen que ver con la implementación de la cátedra de “Ecología 
integral”; la integración de los saberes tradicionales de los pueblos 
indígenas ancestrales en salud, alimentación y otros); el rescate de los
 distintos rituales, símbolos y modos celebrativos de las comunidades 
indígenas (Cf. IL 126,); establecer diálogos con el ámbito de la 
economía para favorecer y fortalecer todas las prácticas sostenibles y 
amigables con el cuidado de la casa común; revisar, además, los hábitos 
de cultivos de nuestros campesinos y colonos andinos para integrarlos 
dentro de las buenas prácticas de las “chacras indígenas” en una visión 
más integral; incentivar todas las acciones de reparación significativas
 y alternativas que nos lleven a la protección de la casa común y 
promover una pastoral juvenil ecológica que lleve a los niños y jóvenes a
 conocer sus tradiciones y amar y cuidar la tierra.
[01662-ES.01] [Texto original: Español]
Circolo Español C
Relatore: Rev. P. Roberto JARAMILLO, S.I.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Jonny E. REYES SEQUERA, S.D.B.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Jonny E. REYES SEQUERA, S.D.B.
1. ASUNTOS AMBIENTALES, DESARROLLO Y CAMBIO CLIMÁTICO
La
 experiencia creatural nos remite necesariamente a El Creador como 
fuente y culmen de todos los dones. Hechos de tierra (humus – homo / 
Adamáh – Adam) estamos interconectados en ella con todas las demás 
creaturas; responsables del cuidado de este jardín (génesis) descubrimos
 que el pecado se instala precisamente cuando esa relación se pervierte 
tornándose autorreferencial y antropocéntrica.
En la Amazonia la degradación de la casa común es evidente y amenaza 
todas las formas de vida. Los problemas de la destrucción de medio 
ambiente no son producto sólo de la codicia internacional, sino también 
de la acción de gobiernos y dirigentes que, guiados por fuertes 
intereses económicos expolian los territorios amazónicos desconociendo 
los derechos de sus habitantes originales y tradicionales. Esa 
corrupción llega – en ocasiones – hasta las comunidades regionales y 
locales, sean ellas urbanas, campesinas o indígenas, bajo la expectativa
 de beneficios abundantes, fáciles y rápidos.
La inmensa riqueza de la amazonia hace más gritante la creciente 
miseria de los empobrecidos. Si la Iglesia no levanta la voz será omisa 
ante este pecado (ecocidio). Talvez no podamos ahora derrotar 
el modelo desarrollista que impera, pero sí tenemos la necesidad de 
tener y dejar claro el: ¿dónde nos ubicamos?, ¿al lado de quién 
estamos?, ¿qué perspectiva asuminos?
No somos especialista en técnicas o en análisis científico, pero si 
somos y debemos ser cada vez más especialistas en humanidad porque 
sentimos, conocemos y compartimos los problemas desafíos de los pobres, y
 colaboramos en la búsqueda de alternativas. No somos científicos sino 
pastores y profetas. Y nuestro papel también es denunciar lo que no está
 funcionando.
2. DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LOS PUEBLOS: TERRITORIO, CULTURA
El
 interés por la promoción y respeto de todos los derechos humanos para 
todos no es facultativo de nuestra fe. El ser humano, siendo parte de la
 creación, es la obra más acabada de El Creador y en él toda la creación
 (la economía, las formas sociales, no menos que el arte, la religión, 
etc.) encuentra su sentido y su dirección.
En todos los países amazónicos hay leyes que reconocen los derechos 
de los pueblos indígenas, pero en la práctica estas leyes no se cumplen.
 Las violaciones de los DDHH están estrechamente unidas a la dinámica de
 las formas de violencia y explotación que sufren los pueblos, 
particularmente los pueblos indígenas, quilombolas y pobres. No pocos 
hermanos y hermanas, muchos de ellos miembros de nuestras iglesias, han 
dado la vida martirialmente en su defensa.
Cuando hablamos de derechos estamos interconectando derechos humanos,
 derechos indígenas, derechos ambientales y derechos territoriales. 
Queremos por eso afirmar -en el contexto de este sínodo- y reconociendo 
la diversidad cultural y las tradiciones de los pueblos, el derecho 
inviolable a la vida de todos los seres humanos desde su concepción 
hasta la muerte natural, pasando por otros derechos generalmente 
desconocidos como: el de las mujeres, los jóvenes, los niños, los 
trabajadores, los enfermos, los discapacitados, los grupos minoritarios 
sin distinción de credo, color, cultura, orientación sexual, política o 
social, entre otros.
3. MIGRACIONES Y RESPUESTAS PASTORALES
Existen 
diferentes tipos de movilidad en el territorio amazónico: una movilidad 
tradicional de los pueblos originales (según territorios, alianzas, 
estaciones, etc.) y otra que responde a condiciones exógenas, 
generalmente ligadas a violencias de origen que motivan el 
desplazamiento.
La migración forzada, dado su incremento y volumen actual, es un 
inédito reto político, social y eclesial. Hay elementos positivos por el
 contacto intercultural y el aporte de los migrantes en las sociedades 
de acogida, y por la generosidad con que muchas comunidades eclesiales y
 otras organizaciones han recibido a estos hermanos y poblaciones 
migrantes. Pero al mismo tiempo hay historias desgarradoras de pecado, 
de excusión, de abuso, de sufrimiento, de humillación y de muerte.
Destaque especial en esta realidad lo tienen, actualmente, el éxodo 
venezolano y la realidad de los jóvenes impelidos a migrar atraídos por 
el “encanto engañoso” de la urbanización y sus medios de propaganda. 
Muchos de ellos son atrapados por el narcotráfico y el crimen 
organizado, y ven sistemáticamente irrespetados derechos humanos. Las 
poblaciones indígenas, las mujeres y los niños sufren las peores y más 
desgarradoras experiencias de abuso.
Es muy importante tener una pedagogía de la prevención para con las 
comunidades indígenas aisladas, que en la práctica se transforma en una 
política de defensa de sus territorios y derechos originales; son los 
más vulnerables, y sus territorios son objetos privilegiados de la 
codicia del mercado y los poderosos (mineras, petroleras, laboratorios 
internacionales, madereros, etc.)
4. EVANGELIZACIÓN INCULTURADA: ROSTRO Y CORAZÓN AMAZÓNICO
La
 Iglesia en la Amazonia tiene historias de luces y de sombras. 
Agradecemos la labor de muchos misioneros y misioneras que han dado su 
vida (tantas veces silenciosamente) compartiendo las condiciones y 
preocupaciones de los pueblos indígenas y pobres de la región.
Reconocemos también que en otras ocasiones la acción de la iglesia no
 ha estado a la altura del desafío del diálogo que genera una verdadera 
inculturación de la Buena Noticia, y que este desafío hoy nos cuesta más
 porque cuestiona directamente nuestra manera de proceder ordinariamente
 en las tradiciones pastorales y organizativas que nos dan seguridad.
Es necesario también reconocer que hoy en la Amazonia hay pueblos que
 han sido evangelizados por otras iglesias, y otros que no han sido 
evangelizados y / o que permanecen en legítimo aislamiento voluntario. 
Todos ellos sin distinción de credo, reclaman de nuestra iglesia 
católica que sepa caminar con ellos, que sepa ser una “iglesia en 
salida”, como un “hospital de campaña” que cure sus heridas y que, como 
el buen samaritano, sea ante todo una iglesia testimonial: “nosotros
 no les pedimos que vinieran; nunca nos pidieron permiso para entrar. 
Sin embargo, los recibimos como hermanos y los invitamos a ser nuestros 
aliados” (Anitalia Pijachi).
Las Comunidades Eclesiales de Base siguen siendo una referencia 
importante en la caminada evangelizadora e inculturada de la iglesia. 
Fueron y siguen siendo la gran intuición teológico pastoral de 
latinoamericana. Con facilidad y frecuencia -por malas experiencia de 
excesiva politización, mala comunicación y falta de acompañamiento – se 
ha opacado y olvidado su presencia y aporte.
Uno de los principales instrumentos de la historia de la 
evangelización en la iglesia ha sido el trabajo en las escuelas. También
 las acciones educativas se ven hoy cuestionadas por la necesidad de 
inculturarse y son desafiadas a buscar metodologías y contenidos 
adecuados a los pueblos con los cuales se quiere ejercer el ministerio 
de la enseñanza. Para ello el primer paso es el conocimiento profundo y 
cordial de sus lenguajes y sus lenguas, sus creencias y sus 
aspiraciones, sus necesidades y sus urgencias. Y lo que es dicho para la
 acción educativa vale igualmente para todo el trabajo de la iglesia y 
particularmente el de la liturgia y la catequesis.
5. NECESIDADES ECLESIALES Y NUEVOS MINISTERIOS
Nuestras
 comunidades eclesiales son abundantemente bendecidas por la multiforme 
acción del Espíritu Santo que suscita en ellas mujeres y hombres que se 
ofrecen con generosidad en el servicio a los enfermos, la oración común,
 la instrucción de los niños y la atención a los pobres, el cuidado de 
la salud, el anuncio explícito de la palabra de Dios, entre otros muchos
 ministerios. La ministerialidad laical ha de ser reconocida como un don
 del Espíritu, acogida mediante el discernimiento de la propia persona y
 de la comunidad, y confirmada y acompañada por los responsables de la 
comunidad.
Una iglesia profética parte del reconocimiento de la igualdad 
fundamental en derechos, condiciones, y deberes respecto de todos los 
seres humanos. Es importante que los servicios que encargados a las 
mujeres no las mantengan lejos de las instancias donde se toman 
decisiones en la Iglesia, pues es allí donde lo que predicamos se hace 
realidad. Dada la tradición de la Iglesia, es posible reconocer a las 
mujeres el acceso a los ministerios instituidos del lectorado y del 
acolitado, así como al diaconado permanente.
Constatamos también que muchas de las comunidades eclesiales del 
territorio Amazónico tienen enormes dificultades para acceder a la 
Eucaristía. Sin embargo, el Espíritu Santo continúa actuando en el seno 
de esas comunidades y distribuyendo dones y carismas, de tal manera que 
también se encuentran allí hombres casados de buena reputación, 
responsables, ejemplo de virtudes ciudadanas y buenos líderes 
comunitarios, que sienten el llamado a servir al pueblo de Dios como 
instrumentos de la santificación del pueblo de Dios. Será importante 
discernir, mediante la consulta al pueblo de Dios y el discernimiento 
del ordinario del lugar la conveniencia de que esas personas prepararse 
adecuadamente y posteriormente elegidas para el servicio presbiteral. No
 se trata de un sacerdocio de 3º o 4º grado, ni de un simple recurso 
funcional para la celebración de la eucaristía sino de verdaderas 
vocaciones (llamados) sacerdotales.
Desde la realidad de las iglesias amazónica dirigimos, finalmente, un
 llamado urgente a todas las iglesias del mundo, y muy particularmente a
 las iglesias de los países que componen la cuenca del río Amazonas para
 que vuelvan sus ojos y sus corazones hacia la Amazonia y se solidaricen
 con las urgencias de esta región. Su solidaridad se ha de manifestar 
principalmente con la acción misionera de laicos, sacerdotes, religiosos
 y religiosas dispuestos a inculturarse y servir a las iglesias 
amazónicas, pero también con el compartir de recursos materiales u otros
 que vengan a reforzar las capacidades de servicio de los vicariatos y 
diócesis que servimos.
[01663-ES.01] [Texto original: Español]
Circolo Español “D”
Relatore: Rev.do P. Alfredo FERRO MEDINA, S.I.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Omar de Jesús MEJÍA GIRALDO
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Omar de Jesús MEJÍA GIRALDO
Introducción
No podemos perder la perspectiva y 
el horizonte de los NUEVOS CAMINOS que debemos transitar como Iglesia y a
 los que nos llama el SINODO. Más allá de los deseos, es necesario 
concretar las propuestas y definir, cuáles deberían ser esos nuevos 
caminos que deben surgir, desde una profunda conversión, donde podamos 
“corazonar” o escuchar el corazón (tener coraje para enfrentar la 
realidad y apostar por la vida en la Amazonia). Queremos focalizar 
algunos núcleos centrales de reflexión y profundización.
1. REALIDAD AMAZONICA AMENAZADA EN SUS TERRITORIOS Y PUEBLOS
El
 territorio Pan-amazónico y sus pueblos viven una permanente amenaza 
debido al modelo desarrollista y depredador, que se impone. Diversos 
megaproyectos están en curso, se ejerce violencia sobre los pueblos, los
 estados implementan políticas de concesión de los territorios y el 
narcotráfico, entre otros males, produce efectos nefastos en nuestra 
sociedad. Todo lo anterior, nos lleva a proponer la creación de un 
OBSERVATORIO sobre la violación de los DDHH, haciendo una alianza 
productiva entre la REPAM, el CIDH, los Episcopados nacionales, las 
Iglesias locales, las Universidades Católicas y otros actores no 
eclesiales en el continente e incrementar los acuerdos o convenios de la
 Santa Sede con organismos internacionales.
Son diversos los desafíos que tienen la Amazonia y para ello, como 
Iglesia tenemos que ser proféticos, tomar posición y crear alianzas, que
 nos permitan estar al lado de los más vulnerados. Es necesario, conocer
 a fondo lo que está pasando en nuestros territorios. Se requiere, por 
lo tanto, que cada Iglesia local o regional realice su propios 
diagnóstico y tenga una comprensión del territorio, para poder asumir 
una posición y tomar decisiones.
Debemos reconocer que aprendemos de los indígenas a cuidar el 
territorio, a preservarlo y a respetar la vida. Ponemos en evidencia la 
comprensión que tienen los pueblos indígenas de su territorio, diferente
 a una visión occidental y por ello una de nuestras labores como 
Iglesia, será la de hacer un llamado a los Estados a respetar y procurar
 que no prevalezca una visión del territorio sobre la otra.
2. IGLESIA MINISTERIAL DESDE UNA CONVERSION PASTORAL CENTRADO EN UNA ECOLOGIA INTEGRAL: CUIDADO DE LA CASA COMUN
Si
 evangelizar es hacer realidad una BUENA NOTICIA, nuestra acción 
pastoral debe tener como foco el territorio y la búsqueda o el 
reconocimiento del BUEN VIVIR, que son expresión del Reino de Dios. 
Tomemos conciencia que nuestra acción desde contextos, realidades y 
pueblos diferentes y variados (indígenas, campesinos, ribereños, 
afro-descendientes, colonos, urbanos) a quienes debemos reconocer, nos 
piden respuestas diversas. Nuestra apuesta, requiere dejarnos sorprender
 por lo nuevo, estar a la escucha de las personas y de la naturaleza con
 una mirada integral.
Tenemos urgencia de profundizar lo que significa una IGLESIA 
MINISTERIAL y servidora en clave sinodal, pasando de una “pastoral de 
visita” a una “pastoral de presencia” y donde existe la 
corresponsabilidad y el compromiso de un proceso evangelizador, desde 
una conversión permanente (Pastoral, Ecológica y Sinodal). Difícilmente 
tenemos comunidades cristianas. Lo que tenemos más bien, son asambleas 
litúrgicas. El trabajo pastoral se debe centrar por lo tanto en formar 
comunidades cristianas y desde allí, ver que ministerios se requieren 
para servir mejor a la comunidad. No quisiéramos servidores de los 
presbíteros, sino de la comunidad, evitando así mismo, clericalizar los 
laico-as.
Nos urge en esta perspectiva, conferir ministerios para hombres y 
mujeres de forma equitativa, a quien tenga la posibilidad, la madurez, 
la virtud y la formación adecuada y cuando se considere oportuno y por 
lo mismo, reconocer oficialmente servicios que ya se prestan o se 
podrían prestar, sean temporales o permanentes, como son: diáconos 
permanentes, reconciliadores, lectores, delegados de la palabra, 
traductores, catequistas, animadores de la comunidad, encargados de la 
caridad, ministros de la comunión, exorcista-sanador, narradores, 
cuidador de la casa común y muchos otros, que según los contextos o las 
necesidades se requieran en función de la misión. Hacemos una mención 
espacial al reconocimiento de las mujeres que de hecho ya prestan un 
servicio invaluable. De hecho, ya hay experiencias de Iglesias 
ministeriales que es necesario conocer, que podríamos evaluar y aprender
 de ellas, las cuales nos señalan un posible camino. Y en este sentido, 
afirmando, que el celibato es un don para la Iglesia, se pide que desde 
las comunidades, se promueva la ordenación presbiteral de personas 
virtuosas, presentadas por sus mismas comunidades y respetadas por la 
misma.
Tenemos también el reto de promover y vivir una liturgia inculturada,
 como experiencia viva de la fe con signos y símbolos propios, 
garantizando el derecho que tiene cada bautizado-a a celebrar de forma 
plena, consciente y activa. Debemos más aun, preguntarnos, qué significa
 celebrar la eucaristía, particularmente en algunas comunidades y cómo 
lograr, que muchas de ellas, que no pueden celebrarla lo puedan hacer, 
sabiendo que tienen el derecho a ella.
3. OPCION PREFERENCIAL POR Y CON LOS INDIGENAS CON UNA PASTORAL PROPIA, RENOVADA, INCULTURADA Y EN DIALOGO INTERCULTURAL
Los
 gritos de los pueblos indígenas nos interpelan. Ante ellos no podemos 
callar y es necesario actuar. Debemos tener presente de manera 
particular la defensa y las luchas de estos pueblos por sus derechos, 
por el territorio y su demarcación y en la defensa de su modo propio de 
vida, de su cultura y su entorno, sin olvidar la realidad de los pueblos
 en aislamiento voluntario.
En estos contextos, como Iglesia, es necesaria una opción 
preferencial por lo indígenas, donde asumamos una PASTORAL INDIGENA 
renovada, que escuche, dialogue, esté encarnada y se viva en lo posible 
como presencia permanente, sin por ello, idealizar las comunidades y 
pueblos indígenas. Surge un desafío apremiante de una pastoral indígena 
en la realidad urbana.
Este desafío de gran importancia para la Iglesia, nos convida a 
acompañar a los pueblos indígenas creando equipos itinerantes que 
colaboren y aporten en garantizar los plenos derechos de estos pueblos y
 particularmente de aquellos que están en aislamiento voluntario, a su 
autodeterminación, a la defensa de sus tierras y a decidir el tipo de 
relación que desearían con terceros. Así mismo, requerimos consolidar 
una Teología India y ritos amazónicos, es decir, una teología y una 
liturgia con rostro indígena, a partir de las espiritualidades de los 
pueblos originarios y de sus experiencias religiosas y místicas.
Dialogo intercultural e inculturación no son términos excluyentes. 
Inculturación, encarnación, inserción u opción preferencial, no 
significa hacernos iguales a ellos, ni creer que ellos van a ser como 
nosotros. Cuando hablamos de la inculturación, no se trata tan sólo de 
aprender una lengua o de traducir unos textos, sino de comprender la 
vida de los pueblos y comenzar un dialogo o un poli-dialogo sincero y 
respetuoso, intercultural e interreligioso, haciendo énfasis en la 
interculturalidad como principio de acción, en el que estemos dispuestos
 a aprender de ellos y donde nos enriquecemos mutuamente.
4. UNA EDUCACION Y FORMACION PROPIA PARA LA AMAZONIA
En
 relación a la educación y formación debemos hacer propuestas 
alternativas, con responsabilidad social y cuidado ambiental, desde el 
conocimiento de familias y comunidades, con el fin de transmitir el 
saber tradicional, articulándolo la educación tradicional con la escuela
 institucionaliza, además de propuestas interculturales y bilingües, sea
 en la educación básica o superior.
Debemos desarrollar procesos de formación integral y permanente. 
Somos conscientes, que estos procesos de formación son lentos, nos 
exigen acompañamiento, revisión y cambios o transformaciones múltiples. 
Idealmente, deberían ser ellas y ellos mismos como pueblos, los más 
indicados para ser los formadores, desde las comunidades y desde la 
realidad que viven y a la que deben responder.
Nos preocupa particularmente la formación de los seminaristas, 
presbíteros y miembros de las comunidades religiosas, la cual debe ser 
permanente y una respuesta a las urgencias y desafíos que presenta la 
realidad de los territorios y de las mismas comunidades. Creemos que es 
necesario que los presbíteros crezcan en formación misionera, se 
transformen los seminarios en general o bien se constituyan seminarios 
indígenas, que respondan a la realidad amazónica, se creen institutos 
seglares de formación para los que quieren ser misioneros en la 
Amazonia, sin ser consagrados u ordenados y que se le dé un tratamiento 
equitativo tanto a las diócesis como a los vicariatos.
5. MIGRACIONES, REALIDAD Y PROBLEMÁTICA URBANA
Debemos
 ser conscientes de los diversos tipos de migraciones existentes en la 
Amazonia y hacia la Amazonia y las causas o factores de la misma, como 
también lo que podríamos denominar los desplazados forzados, debido 
fundamentalmente a conflictos de diverso tipo presentes en el 
territorio.
Como consecuencia de estas migraciones particularmente de los pueblos
 indígenas, tenemos la desintegración familiar, la pérdida de la 
identidad cultural, la marginación social, el rechazo por parte de la 
gente de las ciudades, donde llegan como extraños, son explotados, caen 
en estructuras violentas y criminales, en la prostitución, etc.
Tanto los territorios indígenas y rurales, como las ciudades, sufren 
una presión permanente a la que debemos estar atentos y dispuestos a 
actuar como Iglesia en conjunto, particularmente en las fronteras, 
definiendo el tipo de servicio que podemos prestar. Para ello, debemos 
entrar en diálogo con los gobiernos locales (gobernaciones, alcaldías, 
etc.), estudiar y proponer proyectos que tiendan a satisfacer las 
necesidades primarias de las comunidades.
Dicha realidad diversa, que no hemos atendido suficientemente, nos 
reta a dar una respuesta desde nuestras estructuras pastorales, con el 
fin de acompañar aquellos más vulnerables, con una pastoral adecuada a 
las circunstancias.
6. ESTRUCTURA ECLESIASTICA Y RUPTURA DE FRONTERAS
Debemos
 plantearnos la manera como nos hemos estructurado desde las parroquias,
 las Iglesias locales, nacionales, fronterizas y a nivel Pan-amazónico, 
donde difícilmente nos articulamos o creamos espacios sinodales. Es 
necesario por lo tanto, constituirnos como Iglesia en salida, que sea 
capaz de romper fronteras y crear redes de apoyo, solidaridad y acciones
 eclesiales comunes.
Pongamos las conferencias episcopales en horizonte amazónico y 
avancemos en provincias eclesiásticas amazónicas a nivel nacional. 
Proponemos un CONSEJO ECLESIAL DE LA IGLESIA PANAMAZONICA, que sea una 
estructura eclesial Pan-amazónica ligada al CELAM, que sea leve en 
alianza con la REPAM, que entre otras cosas, puede prestar un servicio 
ejecutivo, las Conferencias episcopales de los países amazónicos, las 
CARITAS, la CLAR y las Iglesias locales.
[01664-ES.01] [Texto original: Español]
Circolo Español “E”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. José J. TRAVIESO MARTÍN, C.M.F.
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Óscar A. RODRÍGUEZ MARADIAGA, S.D.B.
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Óscar A. RODRÍGUEZ MARADIAGA, S.D.B.
En el proceso sinodal se escuchó intensamente “el clamor de la tierra
 y de los pobres” (IL 4) al recoger la problemática ecológica y pastoral
 en la Amazonía. Esta escucha “de una Iglesia llamada a ser cada vez más
 sinodal” (IL 5) ha puesto a la Iglesia “en contacto con la realidad 
contrastante de una Amazonía llena de vida y sabiduría” (IL 5) y a la 
vez profundamente herida por “la deforestación y la destrucción 
extractivista” (IL 5). En el ver-escuchar atento de esta realidad la 
Iglesia percibió su llamado a ser cada vez más una Iglesia “samaritana y
 profética” (IL 5) mediante una “conversión pastoral (Exhortación 
Apostólica Evangelii Gaudium” (IL 5), una “conversión ecológica” (Encíclica Laudato si)y una “conversión a la sinodalidad eclesial” (Constitución Apostólica Episcopalis Communio”
 (IL 5). Ella acoge y vive este llamado en el “territorio amazónico 
donde no existen partes que puedan subsistir por sí solas y solo 
externamente relacionadas, sino más bien hay dimensiones que 
constitutivamente existen en relación, formando un todo vital. De allí 
que el territorio amazónico ofrezca una vital enseñanza para comprender 
integralmente nuestras relaciones con los demás, con la naturaleza, y 
con Dios (cf. LS 66)” (IL 21).
Por lo dicho:
1. Es necesario contemplar el inmenso conjunto de 
formas de vida en el planeta interrelacionadas todas entre sí, de manera
 que practiquemos una ecología integral y un modelo de economía 
solidaria, autosustentable, enraizada en el buen vivir amazónico, con 
formas de producción y consumo que mantienen la selva en pie 
conservándola y enriqueciéndola. Vale la pena proponer su modelo de 
agro-ecología bio-productiva y orgánica, beneficioso para comunidades 
indígenas y muchos pequeños productores, con menor impacto ecológico y 
mayor beneficio social.
2. La espiritualidad es la vida y corazón de los pueblos amazónicos. 
Su territorio lo consideran sagrado porque ahí se vive el “buen vivir” 
que es armonía con uno mismo, con la creación, con los otros pueblos y 
con el Dios creador. En su cosmovisión están presentes los cuatro 
elementos vitales: fuego, aire, tierra y agua; para llegar a la vida en 
abundancia. Se sienten creaturas que experimentan al Dios creador, así 
como experimentan el grito de la tierra y de los pueblos crucificados y 
la fuerza, luz y esperanza de Jesús resucitado. Por tanto, hemos de 
conocer, valorar y respetar la espiritualidad de cada pueblo. Y aprender
 de esta espiritualidad para impulsar la Iglesia con rostro amazónico.
3. La Iglesia, aliada de los pueblos indígenas, campesinos y urbanos 
en la defensa de la vida, de sus territorios y de sus derechos al agua, 
al aire, a la educación desde su cultura, a la seguridad alimentaria, a 
la salud y a la consulta previa, informada y libre para la explotación 
extractiva de sus territorios (OIT, 169), sabe que estos derechos muchas
 veces no se respetan. Por ello, nos parece útil proponer la creación de
 un observatorio socio – pastoral panamazónico en coordinación con el 
CELAM, las comisiones de justicia y paz de las diócesis, la CLAR y la 
REPAM .
4. Con atención particular a los Pueblos indígenas en aislamiento 
voluntario (PIAV), es preciso respetar su derecho a vivir como pueblos 
libres en sus territorios, y que se controlen las intromisiones de 
madereros, cazadores y de empresas extractivas para garantizar su salud.
5. En la Amazonía la migración en busca de una vida mejor ha sido una
 constante histórica. Hoy está creciendo por causas socio-políticas, 
económicas y por degradación ambiental. Con respecto a los jóvenes, 
articular un trabajo en red entre las conferencias episcopales para 
ayudarles en la búsqueda de vivienda, trabajo, escolaridad, salud e 
integración en las comunidades cristianas y parroquias; ofreciéndoles 
también protección frente al peligro de las organizaciones criminales, y
 organizando para ellos una pastoral juvenil urbana de acogida 
integradora (IL 69).
6. Desde la opción preferencial no excluyente por los pueblos 
indígenas, siendo ellos uno de los grupos más vulnerables (Cf. Puebla), 
la Iglesia se compromete a promover decididamente una Educación 
Intercultural Bilingüe de calidad para estos pueblos. A la vez incentiva
 una alianza en red de las universidades especializadas en ciencias de 
la Amazonía y una educación superior intercultural para los pueblos 
indígenas.
7. La sinodalidad es una dimensión constitutiva de la Iglesia. No se 
puede ser Iglesia sin un auténtico elemento sinodal, es decir, sin 
reconocer el sensus fidei del pueblo de Dios. Éstas y otras 
tareas de servicio que está llamada a realizar la Iglesia para cumplir 
su misión requieren de todos nosotros cambios. Hemos hablado de la 
necesidad de una conversión esencial a la experiencia sinodal. Caminar juntos, proponer juntos y asumir juntos las responsabilidades, para superar el clericalismo y las imposiciones arbitrarias.
8. En cuanto a la misión de la mujer en la Iglesia se propone 
instaurar un ministerio oficial de la mujer en la Iglesia (cf. IL. 129 
a3), incentivando y favoreciendo participación en el liderazgo eclesial 
que no requiere el sacramento del orden; garantizándole también espacios
 cada vez más amplios y relevantes en el área formativa: teología, 
catequesis, liturgia y escuela de fe y política, mayor participación en 
la formación de los seminaristas (IL 129 c2). Retomar la reflexión 
teológica sobre el diaconado de la mujer en la perspectiva del Vaticano 
II (cf. LG 29, AG 16 IL 129 c2). Repensar la estructura ministerial de 
toda la Iglesia, gracias al estilo peculiar de las mujeres, de caminar 
con y para el pueblo. Valorar económicamente el trabajo eclesial de la 
mujer, garantizando así sus derechos y superando cualquier clase de 
estereotipo (IL 146 e).
9. Inculturación de la liturgia: conformar comisiones encargadas de 
preparar un rito amazónico, traducciones bíblicas en las lenguas 
nativas, así como favorecer y acompañar las expresiones de la piedad 
popular.
10. Promover una vida Consagrada evangélica y profética, 
intercongregacional, interinstitucional, con un sentido de disposición 
para estar donde nadie quiere estar y con quien nadie quiere estar.
11. Para que los frutos del sínodo pan-amazónico se hagan realidad, 
consideramos que es necesario constituir un organismo eclesial 
postsinodal, permanente y representativo de la Amazonía, adscrito al 
CELAM. Este organismo, con una estructura sencilla pero eficaz, será el 
cauce de los nuevos caminos de evangelización y ecología integral en la 
Amazonía y a su vez, el nexo que articule otras inicaitivas vinculadas a
 este fin. Tendrá como órgano ejecutivo la REPAM (Red Pan-amazónica).
[01665-ES.01] [Texto original: Español]
Circolo English/Français
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Emmanuel LAFONT
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Jean-Claude HOLLERICH, S.I.
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Jean-Claude HOLLERICH, S.I.
En primer lugar, quisiera presentarles un resumen de nuestro trabajo 
de la semana pasada. Lo hago siguiendo a las cinco dimensiones dadas por
 el Santo Padre: Pastoral, cultural, social, ecológica y espiritual.
A. DIMENSIÓN PASTORAL
1. Este Sínodo es regional, pero también universal
Lo
 que está sucediendo en la Amazonia también está sucediendo en la cuenca
 del Congo, en la India, en el extremo oriental de Asia, en todo el 
mundo.
Los países desarrollados se han enriquecido en gran medida gracias al
 colonialismo. Ignoran esto, y esperan continuar con su vida cómoda. La 
pregunta es: ¿cómo llevar la conversión a los antiguos colonizadores?
2. Lo más importante: responder a los gritos de los pueblos y de la tierra
Los
 amerindios, que a veces tienen malos recuerdos de la evangelización en 
el pasado, han llegado a comprender que hoy la Iglesia Católica puede 
ser uno de los mejores socios en su lucha por sus derechos y justicia.
Sin embargo, debemos tener cuidado de no hacer de la Iglesia una ONG 
al servicio exclusivo de la justicia social. Algunas personas confían en
 nosotros en lo que se refiere a la justicia, la educación, la salud y, 
sin embargo, van a las iglesias pentecostales para celebrar, escuchar la
 Palabra de Dios y hablar libremente de Dios. La Iglesia Católica es 
vista como ritualista y la palabra no circula. La espiritualidad se 
busca en otras partes.
3. Una Iglesia actual en vez de una Iglesia visitante
La
 petición fundamental del pueblo es un ministerio de presencia que no es
 un ministerio de clérigos. ¡Esto es un ministerio bautismal!
Los relatos evangélicos nos muestran que lo mismo le sucedió a Jesús. Las multitudes venían a él para ser sanadas y consoladas.
Las Iglesias africanas dan un ejemplo: muchos catequistas laicos 
sostienen sus comunidades, dirigen liturgias, enseñan catequesis, 
practican la caridad con los pobres. Su experiencia puede inspirarnos a 
formar laicos. No es una Iglesia clerical.
4. Una iglesia que da testimonio de cómo Jesús cambia nuestra vida
Los
 evangélicos proponen a los creyentes que pueden dar testimonio de una 
manera muy personal de cómo Jesús ha transformado su vida. Es un enfoque
 más positivo que el nuestro, que enfatiza tan a menudo nuestra 
pecaminosidad más que la salvación de Jesús.
Nos han contado la historia de dos aldeas en Tailandia: una, 
evangélica, donde la gente pasa todo el domingo en la iglesia, 
compartiendo la Biblia, discutiendo los asuntos de la aldea. En la aldea
 católica, la gente escucha al sacerdote, el único que habla, y luego 
regresa a sus casas. No hay nada de compartir. Iglesia clerical. Tenemos
 que aprender de los demás.
5. Acceso a la Eucaristía
Nuestras propuestas y 
reflexiones tienen lugar en el contexto histórico de las iglesias 
locales de las que venimos. Hablar de «escasez de sacerdotes» es 
específico de las Iglesias donde ha habido muchos sacerdotes en el 
pasado. Entonces la situación se vive como una crisis.
En otros lugares, como en África, el número de sacerdotes nunca ha 
sido suficiente para ofrecer misas todos los domingos. La Palabra es 
alimento también como a Eucaristía.
La palabra «sacerdote» tiene muchos significados. El que ofrece 
sacrificio, no necesita ser el jefe de la comunidad. No necesita ser 
párroco. La historia y la teología han unido demasiadas cosas: enseñar, 
santificar, gobernar…
Debemos aceptar que las diferentes situaciones requieren diferentes iniciativas.
Dios nos encuentra en la vida real.
B. DIMENSIÓN CULTURAL
1. Qué desarrollo?
Es el desarrollo integral. 
Porque, se dijo: «una economía como esta – la actual – mata a la gente y
 debemos enfatizar claramente que no podemos ir más lejos de esta 
manera».
Para algunos de nosotros, los indígenas tienen todo lo que necesitan.
 Son felices en su forma de vida, si su vida no se ve interferida por 
nuestro sistema económico.
Otros subrayan que toda cultura es un cuerpo vivo, que se transforma a
 lo largo de su historia y de los cambios, como el cambio climático, por
 ejemplo. Sostienen que todas las culturas deben adaptarse. Sin embargo,
 el ritmo del cambio puede ser diferente.
No podemos decidir por el pueblo. Sólo podemos acompañarlos.
2. En busca del “buen vivir”
Para encontrar 
nuevas formas de vida, necesitamos la sabiduría de los pueblos indígenas
 tanto como ellos nos necesitan para encontrar su futuro. Esto sólo 
puede hacerse si vivimos juntos. Nadie sobrevivirá solo.
La mejor manera de estar con ellos es aceptando ser acompañado por 
ellos. Seamos conscientes de que también nosotros hemos sido heridos; 
todos necesitamos ser sanados del pasado.
C. ASPECTO SOCIAL
1. La gente y la tierra sufren una violencia devastadora
La
 verdadera urgencia es la violencia: la gente está sufriendo por su 
vida, sus derechos, su tierra, su fe y por los poderosos depredadores de
 su riqueza.
Nosotros, los obispos de la Amazonia, estamos llamados a dar 
testimonio al mundo y a la Iglesia universal sobre el sufrimiento y los 
gritos del pueblo y de la tierra.
2. El compromiso de la Iglesia con los pueblos indígenas
En
 mil novecientos setenta y dos, San Pablo seis llamó a los obispos 
brasileños a estar del lado de las comunidades indígenas. Muchos han 
pagado el precio por ello. No es negociable. Nosotros también debemos 
hacerlo.
La Iglesia debe llegar a los gobiernos la súplica de los pueblos 
indígenas. Sin embargo, esta tarea es difícil a veces porque va en 
contra de los sentimientos populistas de las comunidades no amerindias.
D. DIMENSIÓN ECOLÓGICA
La Iglesia debe ser profética. Pero esto no es suficiente. Algunos 
dicen que necesitamos reunirnos con el gobierno, los industriales, las 
compañías mineras y petroleras. Otros dicen que hay que dar ejemplo de 
una forma de vida diferente, más respetuosa con la tierra y que hay que 
rechazar la «cultura de los residuos».
Debemos abordar las cuestiones más directamente. El clima aumentará 
durante los próximos veinte años. Para evitar un mayor aumento, debemos 
suprimir el CO2. ¿Cómo es posible? Lo haremos plantando cien mil 
millones de árboles. Somos dos mil quinientos millones de cristianos. 
¿Es imposible? Es muy práctico. ¿Por qué no lo pides?
La cultura occidental se ha vuelto tan individualista; estamos 
atrapados en el materialismo: ponernos a nosotros mismos primero, a 
nuestro país primero… Los países más ricos son también los que sufren la
 mayor tasa de suicidios. Nuestra riqueza no nos hace felices.
Estamos llamados a un estilo de vida mucho más sobrio, reducir nuestro consumo de carne roja.
E. DIMENSIÓN ESPIRITUAL
1. La dimensión espiritual de la Ecología Integral
No somos Greenpeace, somos la Iglesia. Nuestra tarea es llevar a Jesús el Salvador a la gente
La dimensión espiritual de la Ecología Integral podría basarse en 
cuatro principios, según el Patriarca Bartolomé de Constantinopla
– Tener una mirada sacramental sobre la creación como reflejo de Dios: cf. Sal ciento tres.
– Desarrollar un espíritu eucarístico que agradece a Dios por lo que nos ofrece: ver Mt once, veinticinco à veintisiete.
– para entrar en una ética ascética – una sobriedad de vida: ver Lucas cuatro, uno a trece
– Vivir en solidaridad y fraternidad con todos: ver Juan seis, uno a catorce
2. El ejemplo de Jesús
Debemos seguir los pasos 
Jesús, sumergiéndonos en este mundo que Dios nunca quiso que fuera como 
es. Por lo tanto, vino y partió de la realidad para salvarnos.
Lo hacemos al estar con la gente, escuchándolos, sanando sus heridas,
 expulsando demonios, dando testimonio del poder de salvación de Jesús, 
sembrando y compartiendo la Palabra de Vida.
San Francisco dijo: «Debemos evangelizar en todo momento, y si es necesario, con palabras».
Nuestra contribución a este Sínodo
Es con este 
intenso compartir, respetando nuestros diferentes puntos de vista sobre 
algunos temas que hemos preparado nuestras contribuciones.
Sentimos que estamos en un punto de inflexión profundo de nuestra 
historia. Una Iglesia sinodal es una Iglesia en la que ya no hay un 
centro del que provenga toda la verdad y que riegue el Cuerpo de manera 
uniformada. El único centro es Jesús. Somos iglesias hermanas, caminando
 juntas y dejando que el Espíritu Santo nos guíe a la verdad plena. 
Ninguna Iglesia nacional o continental puede decir de otra manera el 
camino a seguir. Debe ser sinodal en el sentido de escuchar a los demás y
 al Espíritu Santo.
Hemos preparado contribuciones que nos recuerdan que el pueblo 
amazónico tiene una gran expectativa sobre este Sínodo. No debemos 
defraudarles. A ellos les debemos entrar en la audacia prudente de Aquel
 que nos dice: «Olvida las cosas pasadas; no habites en el pasado. Mira,
 ¡estoy haciendo una cosa nueva!» (Isaías 43:18-19).
Hemos hecho aportes para que los Obispos amazónicos puedan continuar 
su camino sinodal de manera más regular y ejercer plenamente su misión y
 responsabilidad, estando cerca de su pueblo y dispuestos a tomar 
iniciativas audaces. ¡Son los sucesores de los Apóstoles!
Hemos hecho contribuciones para recordarnos que nosotros, los 
discípulos de Jesús, debemos ser los primeros en dar la espalda a este 
sistema económico malvado que dispone de miles de millones de seres 
humanos para crear bienes y riqueza para unos pocos.
Hemos hecho contribuciones para celebrar lo antes posible como beatos
 y santos a tantos hermanos y hermanas amerindios y otros que dieron su 
vida, en los últimos cincuenta años, en la Amazonia, para que el mal no 
prevalezca contra los hijos de Dios.
«Y vi las almas de los que habían sido decapitados por su testimonio 
sobre Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a
 su imagen y no habían recibido su marca en sus frentes ni en sus manos…
 La muerte segunda no tiene poder sobre ellos, pero serán sacerdotes de 
Dios y de Cristo y reinarán con él durante mil años». (Apocalipsis 
20:4…6).
¡Amén!
Circolo Italiano “A”
Relatore: Rev. P. Dario BOSSI, M.C.C.J.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Flavio GIOVENALE, S.D.B.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Flavio GIOVENALE, S.D.B.
La Iglesia tiene la misión de anunciar a Jesucristo en la Amazonía. Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios (EG 176). 
Por tanto, es deber de la Iglesia presentar la buena noticia de Jesús y su Reino en la Amazonía.
Cristo pianta la sua tenda in Amazzonia (cfr. Gv 1, 14). Il cammino 
della Chiesa parte da Cristo e dal battesimo; si fonda sul Vangelo per 
promuovere l’ecologia integrale, celebrando, servendo e proteggendo la 
vita, perché sia sempre e per tutti piena e abbondante.
«L’Eucaristia è un atto di amore cosmico. Sì, cosmico! Perché anche 
quando viene celebrata sul piccolo altare di una chiesa di campagna, 
l’Eucaristia è sempre celebrata, in certo senso,sull’altare del mondo. 
Essa unisce il cielo e la terra. Comprende e pervade tutto il creato» 
(San Giovanni Paolo II,Ecclesia de Eucharistia n.8). «Perciò 
l’Eucaristia è anche fonte di luce e di motivazione per le nostre 
preoccupazioni per l’ambiente, e ci orienta ad essere custodi di tutto 
il creato» (LS 236).
Sia lodato il Dio della vita per nostra sorella e madre Terra e per 
l’Amazzonia, la sua bellezza e fecondità! Sia lodato per il dono 
dell’acqua, per il servizio di regolazione del clima e delle piogge che 
questo bioma offre a buona parte del continente sudamericano, l’immensa 
ritenzione del CO2 nei suoi alberi, la sua bio e sociodiversità.
Basta alle violenze in Amazzonia!
Dall’Amazzonia,
 però, si innalza a Dio un grido che ci sgomenta. La Chiesa invoca: 
Basta alle molte violenze in Amazzonia! Si impegna, ancor più grazie a 
questo Sinodo, in appoggio e comunione con le vittime, perché non si 
sentano sole. La Chiesa, se sta dalla parte dei poveri, non si può 
sbagliare.
Anche molti giovani nel mondo si stanno schierando in difesa della 
Casa Comune: ci provocano e ci stimolano a camminare con loro e per 
loro.
Mai come oggi questi popoli indigeni, afrodiscendenti, pescatori, 
migranti e le altre comunità tradizionali in Amazzonia sono minacciati, a
 volte anche divisi ed indeboliti strategicamente dalla seduzione del 
denaro e del potere.
La Chiesa, accanto a loro, ne riafferma il diritto a terra, cultura, 
lingua, storia, identità e spiritualità propria. Difende il loro diritto
 al consenso previo, libero ed informato su progetti nei loro territori;
 una effettiva riparazione integrale delle violazioni già sofferte e la 
protezione ai leader criminalizzati a causa di denunce o resistenza.
Varie sono le emergenze di fronte alle quali non si può restare 
incerti: il disboscamento dell’Amazzonia, che sta giungendo al punto di 
inflessione, rischiando la “savanizzazione” della foresta; l’attacco ai 
popoli indigeni, alle comunità tradizionali e ai loro territori; la 
crisi climatica e l’urgenza di ridurre drasticamente il riscaldamento 
globale.
L’acqua è un diritto umano fondamentale, fonte di vita per tutto il 
ciclo naturale, elemento di integrazione di popoli e comunità 
panamazzoniche. Ma è una risorsa limitata e vulnerabile; la sua 
privatizzazione o contaminazione pregiudica immediatamente la vita delle
 comunità, specialmente i più poveri.
Lo sfruttamento predatorio delle risorse naturali divora il bioma 
amazzonico. Eppure è il modello prioritario delle politiche economiche 
di oggi, controllato dai gruppi finanziari che concentrano la maggior 
parte del denaro del mondo, favorendo sempre più il guadagno di pochi a 
scapito della vita della maggior parte della gente.
Ci preoccupa la violenza inflitta alle donne e ai minori in 
Amazzonia: sono loro che soffrono di più, a causa della cultura 
machista, di comportamenti autoritari ed anche del clericalismo, degli 
abusi e della tratta. È importante investire il nostro impegno pastorale
 in difesa e promozione della famiglia.
Esistono forme di economia alternativa, che valorizzano la foresta 
“in piedi” e i suoi beni. È necessario sostenere proposte di educazione 
integrale, ricerche specifiche sulla vocazione economica delle diverse 
regioni amazzoniche, politiche pubbliche di promozione all’economia 
solidale e cooperativa, iniziative di produzione locale e autogestita, 
il protagonismo delle piccole comunità, microcredito e formazione 
tecnica locale.
Molti giovani stanno lasciando i villaggi e le regioni dell’interno 
per integrarsi nel mondo urbano. Questo meticciato etnico e culturale 
arricchisce la società grazie al pluralismo culturale e può sviluppare 
cambiamenti positivi. Però, lo sradicamento dai vincoli territoriali e 
ancestrali può provocare la perdita della tradizione, della ritualità e 
celebrazione. In particolare, occorre che le parrocchie organizzino e 
sviluppino una pastorale dei popoli indigeni urbani, frequentemente 
esclusi e disprezzati.
La Chiesa casa comune
La Chiesa stessa è
 una vera e propria casa comune, che può ancora crescere nell’unità, 
affinché tutti i popoli, tribù, lingue e nazioni si trovino alla 
presenza del Padre (Ap 7,9).
Il Sinodo dell’Amazzonia ripropone la sfida della cattolicità della 
Chiesa e della sua pluralità costitutiva, in cui «le singole parti 
apportano i propri doni alle altre parti e a tutta la Chiesa, e tutte si
 accrescono per uno scambio mutuo universale e uno sforzo comune verso 
l’unità» (LG 13).
In questo senso, è molto fecondo l’incontro tra la Chiesa inviata ai 
popoli amazzonici e quella che progressivamente nasce tra di essi, con 
volto proprio. Dobbiamo distinguere tra Chiesa “indigenista”, che 
considera gli indigeni come destinatari passini di pastorale, e Chiesa 
“indigena”, che li comprende come protagonisti della propria esperienza 
di fede. Bisogna decisamente puntare a una Chiesa indigena, secondo il 
principio “Salvare l’Amazzonia con l’Amazzonia”. Il Vangelo di Cristo 
rinnova continuamente la vita e la cultura, la purifica ed eleva, la 
feconda dall’interno, fortifica, completa e restaura in Cristo le 
qualità spirituali e le doti di ciascun popolo (cfr GS 58).
Riconosciamo con gratitudine che i missionari e le missionarie si 
sono inseriti in profondità nella cultura e cosmovisione dei popoli e 
comunità a cui sono inviati. Continua ad essere una sfida oggi più che 
mai necessaria, vivendo tutti in una cultura individualista che non 
favorisce la sobrietà ed il sacrificio.
Le comunità locali crescono nella fede e celebrano il mistero di 
Cristo nella loro pluralità culturale (AG 22). Si possono valorizzare 
simboli e gesti delle culture locali nella liturgia della Chiesa in 
Amazzonia, conservando l’unità sostanziale del rito romano, giacché «la 
Chiesa non vuole imporre una rigida uniformità in ciò che non affetta la
 fede o il bene di tutta la comunità, pure nella liturgia» (SC 37).
In ascolto e rispetto delle voci della fase sinodale di consulta, 
accogliamo con zelo apostolico il loro desiderio di celebrare la santa 
Eucaristia in modo frequente e, possibilmente, stabile, come diritto 
irrinunciabile dei fedeli laici (CIC 213). Molte chiese in Amazzonia 
vivono ancora una fede basata unicamente sulla Scrittura e sulla pietà 
popolare. Occorre studiare i modi pastoralmente più efficaci per 
rispondere a questo appello insistente.
Alcuni padri sinodali chiedono che in comunità cristiane con un 
cammino di fede consolidato siano ordinate persone mature, rispettate e 
riconosciute, di preferenza indigene, celibi o con una famiglia 
costituita e stabile, a fine di assicurare i Sacramenti che garantiscono
 e sostengono la vita cristiana.
Il Diritto Canonico permette che si richieda alla Santa Sede la 
dispensa dall’impedimentoal Sacramento dell’Ordine di un uomo 
legittimamente e validamente coniugato (CIC 1047 § 2,3).
Il Diaconato permanente, ristabilito dal Vaticano II, mostra che è 
possibile assumere con efficacia un impegno pastorale, sacramentale e 
familiare nella Chiesa. La maggior parte delle chiese di rito orientale 
che sono parte della Chiesa Cattolica conservano il clero sposato (PO 
16). Questa proposta si fonda sulla sacra Scrittura, nelle lettere 
apostoliche (1 Tim 3:2-3,12; Tt 1:5-6).
Altri padri sinodali considerano che la proposta concerne tutti i 
continenti, potrebbe ridurre il valore del celibato, o far perdere lo 
slancio missionario a servizio delle comunità più distanti. Ritengono 
che, in virtù del principio teologico di sinodalità, il tema dovrebbe 
essere sottoposto all’opinione di tutta la Chiesa e suggeriscono, 
pertanto, un Sinodo universale a riguardo.
Tutti riconoscono che il celibato nella Chiesa è un dono ed un tesoro
 (PO 16, OT 10). Fa parte della novità cristiana e va proposto anche 
alle popolazioni amazzoniche.
Occorre mantenere vivo lo slancio missionario e lo zelo nella 
promozione vocazionale, coltivare una cultura vocazionale, senza 
rassegnarsi, con insistenza e organizzazione. In coerenza con il 
richiamo “America Latina, evangelizza te stessa!”, facciamo appello alle
 Conferenze Episcopali del continente perché rafforzino progetti di 
cooperazione e comunione tra chiese ed inviino nuovi missionari in 
Amazzonia, anche tra coloro che attualmente esercitano il servizio 
sacerdotale nel nord del mondo.
La formazione al ministero ordinato, intesa a configurare il 
sacerdote a Cristo, deve essere una scuola comunitaria di fraternità, 
esperienziale, spirituale, pastorale e dottrinale, a contatto con la 
realtà della gente, in sintonia con la cultura e religiosità locale, 
vicina ai poveri, fondata sulla prospettiva dell’ecologia integrale e 
uno stile sinodale di autorità, che valorizzi e stimoli la 
partecipazione nella vita comunitaria.
Il tessuto della chiesa locale, anche in Amazzonia, è garantito dalle
 piccole comunità ecclesiali missionarie, che coltivano la fede, 
ascoltano la Parola e celebrano insieme, vicine alla storia della gente.
 È la chiesa di donne e uomini battezzati, che dobbiamo consolidare 
promuovendo la ministerialità e soprattutto la consapevolezza della 
dignità battesimale.
Proponiamo che (a) si conferisca il ministero del lettorato e 
accolitato anche a donne, religiose o laiche, adeguatamente formate e 
preparate; (b) secondo il motu proprio di Papa Paulo VI Ministeria Quaedam,
 le Conferenze Episcopali dell’Amazzonia chiedano alla Santa Sede di 
creare un nuovo ministero istituito, di coordinatrici / coordinatori di 
comunità.
Il vescovo locale potrà costituire questi ministri in rappresentanza 
della comunità cristiana, possibilmente a servizio rotativo e 
organizzato in equipe ministeriali, per evitare personalismi (CIC 517 § 
2). La persona responsabile della comunità potrà essere riconosciuta 
anche a livello civile locale come rappresentante della comunità 
cristiana.
[01655-IT.01] [Testo originale: Italiano]
Circolo Italiano “B”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Filippo SANTORO
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Luis F. LADARIA FERRER, S.I.
Moderatore: Sua Em.za Rev.ma Card. Luis F. LADARIA FERRER, S.I.
Il circolo minore italiano B, vede in questo Sinodo un dono prezioso 
dello Spirito per l’Amazzonia e per tutta la Chiesa sia sotto l’aspetto 
ecclesiale sia per l’ineludibile compito della Cura della Casa comune. 
Nell’aspetto ecclesiale, riprendendo il cammino di attuazione del 
Vaticano II che si è sviluppato dalle conferenze dell’Episcopato 
latinoamericano sino alla Evangelii Gaudium, nella Cura della Casa comune seguendo lo sviluppo dell’insegnamento sociale della Chiesa sino alla Laudato Si’. In questa direzione, proponiamo tre passi prima della presentazione sintetica della riflessione del circolo italico B.
1. Innanzitutto i nuovi cammini sono possibili a partire da una 
rinnovata esperienza della Chiesa che, in ascolto dei popoli 
dell’Amazzonia e delle loro culture, offra la testimonianza di una fede 
viva che rinnovi la profezia, sviluppi un nuovo cammino sinodale e 
comunichi un’ardente passione missionaria.
2. La bellezza ferita e deformata dell’Amazzonia è un grido per tutto
 il pianeta perché’ si attui una vera conversione culturale promossa 
dalla “ecologia integrale” di papa Francesco sino a creare progetti eco e
 sociosostenibili e “nuovi stili di vita”. Questo è ancora più urgente 
per non tradire la speranza e il futuro dei nostri giovani.
3. In terzo luogo si avanza la proposta di intraprendere la via di un
 proprio “Rito amazzonico” che permetta di sviluppare sotto l’aspetto 
spirituale, teologico, liturgico e disciplinare la ricchezza singolare 
della Chiesa cattolica in Amazzonia.
Passando alla riflessione del gruppo si e’ sottolineata l’importanza 
dell’intervento iniziale di Papa Francesco al Sinodo, quando affermava: 
“La dimensione pastorale, è quella essenziale, quella che comprende 
tutto. Noi la affrontiamo con cuore cristiano e guardiamo alla realtà 
dell’Amazzonia con occhi di discepolo”.
In questa prospettiva il circolo ha approfondito la prima parte “La 
voce dell’Amazzonia” ascoltando l’esperienza diretta dei padri sinodali e
 degli uditori, vescovi e sacerdoti, missionari in Amazzonia e presenti 
nel gruppo. È emersa una ricchezza che abbraccia vari aspetti naturali 
tra i quali l’acqua che è fonte di vita e di rapporti tra i popoli nelle
 loro espressioni culturali e spirituali. Si è sottolineato che tale 
vita è minacciata dalla distruzione e dallo sfruttamento ambientale, dal
 genocidio, dall’ecocidio e dalla biopirateria. Ciò accade quando i beni
 del territorio, per esempio le erbe medicinali, sono portate nel mondo 
dopo aver rubato il brevetto alle terre e ai popoli indigeni. In questa 
situazione i più feriti sono i giovani, particolarmente le ragazze, 
nella prostituzione e nelle tratte, nello sfruttamento sessuale, ma 
anche i giovani indigeni che vanno nelle città sono sedotti dalla 
tecnologia e dalla globalizzazione: attratti da uno stile di vita che 
mira a distruggere le loro origini.
Insieme a questi rilievi si è osservato che se si vuol passare 
dall’analisi alle proposte è necessario che il “buon vivere” amazzonico 
si incontri con l’esperienza delle beatitudini: solo dall’incontro con 
la Parola di Dio il “buon vivere” raggiunge la sua realizzazione, 
valorizzando così i “semina verbi” presenti nelle varie culture. La 
direzione in cui tale valorizzazione va compiuta si trova nella Laudato si’, dove è presentata sia una “Teologia della Creazione” come una “Teologia della Redenzione”.
Questo conduce alla costruzione di uno stile di vita in cui si può 
ristabilire un rapporto positivo e non predatorio tra uomo e natura. La 
cosmovisione amazzonica ha tanto da insegnare al mondo occidentale 
dominato dalla tecnologia, molto spesso al servizio della “idolatria del
 denaro”. Dall’altro canto l’annuncio del Vangelo e l’originalità della 
vittoria di Cristo sulla morte, nel rispetto della cultura dei popoli è 
un elemento essenziale anche per la cosmovisione amazzonica.
L’annuncio esplicito della risurrezione di Cristo, dopo tempi 
adeguati di vicinanza e di condivisione della vita, senza alcuna forma 
di proselitismo, è una grande ricchezza per i popoli dell’Amazzonia.
Si è anche osservato che l’Amazzonia sta vivendo un Kairos, 
un tempo di grazia, che ha un particolare rilievo in questo sinodo. I 
popoli amazzonici ci insegnano molto perché essi da mille anni si sono 
presi cura della loro terra, dell’acqua, della foresta e sono riusciti a
 preservarle fino ad oggi. In questa sfida dobbiamo valorizzare il 
significato della memoria che nei popoli indigeni ha un grande valore 
nell’esperienza personale, sociale e della trasmissione della cultura e 
della fede. Questo è possibile attraverso il dialogo interculturale e 
intergenerazionale, permettendo l’incontro tra un “io” e un “tu”. Il 
dialogo è possibile a partire dalla inseauribilità del Mistero che si 
comunica nella vita di questi popoli e che costituisce un metodo fondato
 nel rispetto per la libertà dell’altro valorizzando i “semina verbi” 
presenti nelle varie culture.
Ciò non è sempre accaduto, lo dimostrano la violenza prodotta 
dell’estrattivismo agricolo, pluviale e umano in genere. In questo campo
 dominano impuniti i trafficanti internazionali e i distruttori della 
biodiversità amazzonica avendo in vista solamente la massimizzazione del
 profitto. Da quanto detto deriva il “debito ecologico” (LS 51), 
dilagante nel mondo e che ha in Amazzonia effetti efferati. Uno di 
questi è legato al fenomeno delle migrazioni che accade nella ricerca di
 un tetto, di una terra, di un lavoro. Le promesse, normalmente, non si 
realizzano e risultano destabilizzate le famiglie. Le nostre diocesi di 
frontiera svolgono un’azione molto positiva ed importante tra i migranti
 che però deve articolarsi e svilupparsi sempre più.
L’urbanizzazione che sembra sociologicamente ed economicamente un 
fenomeno mondiale irreversibile è stata definita da noi come 
“estrattivismo umano”. È necessario quindi sviluppare una pastorale 
urbana che raccolga le sfide della globalizzazione e della cultura 
tecnologica. Allo stesso tempo non deve essere dimenticata una pastorale
 rurale perché non ci siano cristiani di serie B.
Fa specie che l’IL non parli di “favelas” e di “periferie”, che 
costituiscono una caratteristica nelle medie e grandi città 
dell’Amazzonia come di tutta l’America Latina. di una presenza attiva in
 “favelas” e nell’intera società.
Sul tema dell’educazione la Chiesa ha svolto un ruolo di promozione 
nelle culture che ha incontrato e di fronte ad esse è necessario essere 
in ascolto come discepoli prima di essere maestri. In questo contesto si
 è anche riflettuto sulla formazione nei seminari dell’Amazzonia in cui i
 seminaristi indigeni non riescono a seguire il ritmo accademico non per
 mancanza di intelligenza ma per un modo differente di pensare.
L’azione della Chiesa è innanzitutto educativa, mira a formare una 
mentalità in cui l’economia si sviluppa tentando presente la 
sostenibilità ambientale e sociale. Non è possibile creare valore 
economico attraverso la distruzione della natura e delle materie prime. 
Occorre educare non in forma astratta ma in vista del cambiamento degli 
stili di vita. Così la soddisfazione delle persone non sarà nel consumo 
ma in una realizzazione, in una armonia che è proposta dallo sguardo 
contemplativo della Laudato Si’.
È poi parsa opportuna una riflessione della Chiesa in Amazzonia 
anzitutto sulle cause della drastica diminuzione dei cattolici per causa
 dell’azione dei movimenti neo pentecostali ed evangelicali. Questi 
crescono perché rispondono al bisogno di guarigione, di prossimità e di 
Salvezza al di là dei loro molto discutibili interessi economici e 
politici. Oltre ad esprimere la nostra preoccupazione per la crescita di
 queste nuove denominazioni religiose siamo provocati a passare da 
un’immagine ancora troppo istituzionale della Chiesa ad una Chiesa in 
uscita che ascolta, e che crea comunità che gioiscono e festeggiano la 
bellezza del Vangelo. È necessario che come Chiesa si sviluppi la 
conoscenza della Bibbia moltiplicando le traduzioni nelle lingue locali.
 Ciò permetterà un dialogo interreligioso ed ecumenico.
Inoltre alcuni esprimono perplessità circa la mancanza di riflessione
 sulle cause che hanno portato alla proposta di superare in qualche 
forma il celibato sacerdotale come espresso dal Concilio Vaticano II (PO
 16) e dal magistero successivo.
In questo contesto ha tutto il suo valore il tema dell’inculturazione
 della fede ampiamente sviluppato nel nostro circolo. Proprio a partire 
da questo tema è stata presentata la proposta di un “Rito amazzonico”.
Nella Chiesa cattolica esistono circa 23 Riti differenti, segno 
evidente di una tradizione che fin dai primi secoli ha cercato di 
inculturare i contenuti della fede e la loro celebrazione attraverso un 
linguaggio che fosse il più possibile coerente con il Mistero da 
esprimere. Tutte queste tradizioni hanno avuto origine in funzione della
 missione della Chiesa (cfr CCC 1200-1206). L’Amazzonia con le sue 
differenti culture e tradizioni si è già aperta alla fede e sta vivendo 
un significativo processo teso a salvaguardare le espressioni di 
identità e appartenenza che le sono proprie.
È necessario che la Chiesa riconosca questo peculiare momento 
storico, e nella sua instancabile opera di evangelizzazione si adoperi 
perché il processo di inculturazione della fede si esprima con le forme 
più coerenti per essere anche celebrato e vissuto secondo i linguaggi 
propri delle popolazioni amazzoniche.
Pertanto, si chiede che il Sinodo faccia propria l’istanza secondo la
 quale i popoli dell’Amazzonia possano intraprendere la nuova via di un 
proprio “Rito Amazónico” con cui esprimere il patrimonio liturgico, teologico, disciplinare e spirituale che le appartiene, con particolare riferimento a quanto la Lumen Gentium afferma
 per le Chiese Orientali (cfr LG 23). Questo arricchisce l’opera di 
evangelizzazione esprimendo la fede secondo le peculiarità di una 
propria cultura.
[01656-IT.01] [Testo originale: Italiano]
Circolo Português “A”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Neri J. TONDELLO
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons Jesús M. CIZAURRE BERDONCES, O.A.R.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons Jesús M. CIZAURRE BERDONCES, O.A.R.
1. Igreja sinodal: novos caminhos para a missão.
O caminho sinodal
 para a Amazônia nos mostrou que o processo abriu a perspectiva de uma 
eclesiologia diferente, mais batismal e colegial, diferente da Igreja 
clerical. A Igreja com rosto amazônico acentua ”na corresponsabilidade e
 na participação de todo o Povo de Deus participa na vida e na missão da
 Igreja”. Urge a criação de novos espaços de escuta, de discernimento e 
participação no exercício da sinodalidade no ser e no agir da Igreja. 
Por isso propomos: manter o serviço da REPAM. Criar um organismo 
Episcopal representativo das Igrejas Locais da Região panamazônica, 
adstrito ao Conselho Episcopal Latino-americano (CELAM).
2. Ministérios ordenados instituídos no que tange a celebração da 
Palavra de Deus e Sacramentos, com realce a Eucaristia, se fazem 
necessários e urgentes. O Sínodo da Amazônia, o Kairós de Deus, é 
ocasião oportuna para a Igreja se reconciliar com a Amazônia diante da 
dívida que ela acumulou durante longos anos de colonização. Diante da 
necessidade de uma Igreja permanente para além da visita, entendemos que
 é necessário multiplicar nossa presença de Igreja na Amazônia, com 
novos ministérios. Além dos ministérios de leitor, acólito, Diácono 
permanente, ministério da Palavra, ministério do batismo, entre outros, 
pedimos santo Padre, que admita para a região Pan Amazônica, homens ao 
ministério presbiteral, e mulheres ao diaconato, de preferência 
indígenas, respeitados/as e reconhecidos/as por sua comunidade, mesmo 
que já tenham uma família constituída e estável, com a finalidade de 
assegurar os Sacramentos que acompanham e sustentam a vida cristã da 
comunidade (IL 102,2). Desta forma, daremos rosto feminino e rosto 
materno à Igreja.
3. Uma Igreja com rosto amazônico e missionário para os leigos, 
religiosos, Diáconos, padres e bispos, diz respeito a uma formação 
inculturada na Amazônia. O protagonismo da Igreja na Amazônia, não pode 
mais importar modelos. Precisa construir o rosto próprio com formação 
ampla e integral, a partir da espiritualidade ecológica, Bíblica, 
comunitária e eclesial, em vista de uma conversão pastoral, sinodal, e 
conversão ecológica. Diante disso, propomos uma formação que seja 
planejada, não de improviso contando com equipes de formadores incluindo
 mulheres. Uma equipe competente auxiliada com a pastoral vocacional 
buscando servidores da própria região: autóctones, indígenas, 
ribeirinhos, quilombolas e outros. Propomos também o compromisso de 
fazer formação permanente e insistir no espírito missionário e espírito 
de pobreza.
4. A Igreja na Amazônia é formada por muitas comunidades. Muitas 
vezes muito distantes. As comunidades de base são autênticos espaços de 
educação da fé comprometida com a vida e a transformação da sociedade 
tendo como centralidade a pessoa de Jesus Cristo: “caminho, verdade e 
vida, vida em abundância para todos”. Na comunidade aprendemos a 
respeitar as diferenças. Conhecemos os movimentos sociais e neles nos 
envolvemos em prol da justiça e da paz pela prática da caridade. Elas 
são fruto desde o nascimento da Igreja, apoiadas pelo Concílio Vaticano 
II, incentivadas por Medellín e Puebla. Elas significam um novo 
Pentecostes. As comunidades de base nos ajudam a superar a pastoral de 
“desobriga”. Queremos insistir na dimensão missionária das comunidades. 
Igreja em saída e em estado permanente de missão, assim as comunidades 
mantém na cidade um diálogo com os conselhos públicos de segurança, de 
assistência social, conselho da criança e do adolescente, conselho de 
educação.
5. A migração na cidade e o refúgio de tantos irmãos e irmãs 
solicitam uma pastoral urbana de acolhida, de proteção, de promoção e de
 integração no caminho da dignidade humana. Deus habita a cidade. 
Propomos articular com as agências internacionais para combater o 
tráfico de pessoas e drogas.
6. Um dos pontos mais nevrálgicos na região Panamazônica é a presença
 da violência. Em todas as partes enfrentamos este flagelo. Feminicídio 
em casa, a violência institucionalizada e omissão do Estado. A violência
 nos presídios e nas escolas. Abuso e exploração sexual. Violação dos 
direitos dos povos originários. Assassinato dos defensores dos 
territórios. Narcotráfico e narconegócio. Extermínio da população 
juvenil. Tráfico de pessoas. Presídios superlotados com frequentes 
massacres. Ameaças constantes sobre os que defendem a verdade, a justiça
 sobre os direitos à terra. Diante desta realidade de sangue, a Igreja 
propõe incentivar as denúncias dando suporte às mulheres. Criar e 
acompanhar políticas públicas. Propomos a criação de um observatório de 
Direitos Humanos no território pana-amazônico, ou comissão de Justiça e 
paz. Comitês diocesanos de Direitos Humanos.
7. Os povos originários na Amazônia pagam com a própria vida, o preço
 mais alto, porque não assistidos, não protegidos em seus territórios. A
 Amazônia é o que restou como sobrevivência. É preciso, contudo que 
sejam apoiados em sua organização para garantir seu direito de 
permanecer na terra, da qual são os legítimos herdeiros. Propomos para 
isso: conhecer os direitos garantidos pela constituição de 1988, bem 
como a Convenção 169 da Organização Internacional do Trabalho onde 
garante o direito de consulta e participação dos povos originários, 
indígenas, afrodescendentes, ribeirinhos e camponeses e atingidos por 
barragens.
8. Na Amazônia gozamos de uma biodiversidade ecológica, 
intercultural, religiosa e espiritual. Sabemos que o diálogo é a ponte 
para a construção da paz e do “bem viver”. Diante das diferenças 
propomos um diálogo ecumênico e inter-religioso. “Não haverá paz no 
mundo se não houver paz entre as religiões” (Hans Kung). Propomos dois 
colóquios entre os teólogos da RELEP (Red Latino-americana de Estudios 
Pentecostales) e os teólogos católicos. Um na Amazônia e outro em Roma. 
Esses dois encontros, como primeiro passo, serão fundamentais para o 
aprofundamento do diálogo e unidade em relação a questões comuns: Cristo
 Jesus, fundamento de nossa fé, bem como a defesa da “Casa Comum”, da 
Ecologia Integral, da vida e da luta pelas garantias dos direitos 
humanos, na floresta, no campo e na cidade. Ainda neste ponto 
acrescentamos o diálogo inter-institucional entre Igreja e Poder 
Público, com a comunidade política, com os órgãos de tutela da casa 
comum, do território e dos povos originários.
9. A Ecologia Integral e a cosmovisão indígena vivem o estado de 
alerta. O risco de extinção dos povos da Amazônia juntamente com a casa 
comum, nunca foi tão visível como agora, (Papa Francisco em Puerto 
Maldonado, janeiro de 2018, Peru). Pior situação ainda se encontra a 
realidade dos isolados. A ecologia integral começa com a defesa e 
garantia do território para assegurar a vida dos povos originários. 
Propomos um modelo de desenvolvimento alternativo com qualidade de vida 
através de cursos de agroecologia. Desenvolvimento de projetos 
sustentáveis, através de cursos que leve ao conhecimento dos 
segredos/sagrados da natureza através de escolas de formação em técnicas
 agrícolas. Propomos desenvolver projetos de reflorestamento – floresta 
em pé. Propomos projetos alternativos aos megaprojetos, por exemplo: aos
 projetos de PCHs (Pequenas Centrais hidreletricas) propomos instalar 
projetos de energia solar. Projetos de extrativismo sustentável. 
Fortalecer a organização dos Pescadores. Apoiar projetos de reciclagem 
de lixo. Ecoturismo. Incentivar e acompanhar associações como forma de 
organização da população. Monitorar os garimpos ilegais na Amazônia. 
Criar legislação que contemple a natureza como sujeito de direitos.
10. O povo da Amazônia é um povo religioso. A piedade popular. A 
espiritualidade e sabedoria dos ancestrais e a mariologia trazem uma 
manifestação própria em sua vida de fé. Para isso pedimos um rito 
amazônico com patrimônio teológico, disciplinar e espiritual que 
expresse ao mesmo tempo a universalidade e catolicidade da Igreja, na 
Amazônia. Respeitar os ritos de cada povo. Bem como resgate de suas 
lideranças religiosas, (os pajés, os Xamãs).
11. A educação é o caminho para uma sociedade capaz de “bem viver em 
sobriedade feliz”. Somente uma educação inculturada com elementos dos 
povos pode favorecer o protagonismo da região. Propomos, desta maneira, a
 criação de escolas e universidade indígenas com linguística própria. 
Traduzir a Bíblia e catecismo de IVC. Vamos investir na Educação a 
distância. Abrir espaços para a escuta dos jovens e preparar pessoas 
para acompanhar os jovens. Fazer opção pelos jovens.
12. A partir do Concílio vaticano II, a Igreja fez uma opção 
preferencial pelos pobres e a Igreja da América Latina confirmou esta 
opção em Medellin, em Puebla, Santo Domingo e Aparecida. Cuidar do nosso
 lar comum significa cuidar dos seres humanos. “Quão inseparável é o 
vínculo entre preocupação com a natureza, justiça para os pobres, 
compromisso com a sociedade e paz interior” (Papa Francisco, LS, 68). 
“No pobre, Jesus bate a porta do nosso coração e, sedento, pede-nos 
amor, a omissão é o maior pecado contra os pobres (Papa Francisco 
Homilia do Primeiro dia Mundial dos pobres). Perder os pobres é perder a
 Jesus. Por isso, propomos uma Igreja pobre, com os pobres, para os 
pobres. Igreja solidária e Igreja irmã.
13. Na Amazônia, muitos missionários e missionárias deram sua vida 
pela causa do evangelho. Encarnaram-se na realidade. Viveram a 
espiritualidade do Bom Samaritano. Não se acovardaram diante do 
sofrimento e diante da morte do inocente. Diante dos conflitos por causa
 da terra não fugiram. Não aceitaram a morte de Cristo na vida do pobre.
 Foram agentes de mística capaz de profecia e coragem. Muitos tombaram 
porque não viveram a cultura da religião sem compromisso com a 
transformação da sociedade. Também não aceitaram rezar diante dos pobres
 sendo mortos sobre o altar do sacrifício. São os mártires de ontem e de
 hoje. Diante de Jesus mártir, diante dos mártires, homens e mulheres, 
propomos o pacto na luta pela verdade, pela organização dos povos e pela
 defesa direitos com ardor missionário.
14. No rosto humano de Jesus, em Nazaré, Deus se auto-comunica como 
desígnio total de amor com a razão única de salvar a humanidade inteira 
mediante a pre-disponibilidade da pessoa de boa vontade através do 
processo de conversão. Propomos utilizar as redes sociais de comunicação
 web rádio, web tv e rádios para divulgar as conclusões deste Sínodo. 
Fomentem a espiritualidade do encontro entre todos os rostos da 
Amazônia. Divulguem o que acontece na Amazônia principalmente o que diz 
respeito ao que o projeto destrói a biodiversidade. Anunciem os valores 
dos povos originários que contribuem com a civilização do amor. Abrir 
espaços para os indígenas nos MCS. Em tempos fakenews dar a conhecer ao mundo a verdade da Amazônia.
[01657-PO.01] [Texto original: Português]
Circolo Português “B”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Evaristo P. SPENGLER, O.F.M.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Pedro BRITO GUIMARÂES
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Pedro BRITO GUIMARÂES
Nosso grupo aprofundou e apresentou propostas em três dimensões: 1) 
Ecologia Integral e defesa da casa Comum, 2) Povos indígenas e 
comunidades tradicionais; 3) Eclesial.
I ECOLOGIA INTEGRAL DEFESA DA CASA COMUM:
O 
Sínodo para a Amazônia acontece em um momento de grande urgência 
climática e de uma profunda crise socioambiental. É indispensável uma 
conversão ecológica para uma vida sobria, que implica mudanças de 
mentalidade, de estilo de vida, nos modos de produção, práticas de 
acumulação, consumo e desperdício. Já sabemos que “mais tarde, será 
tarde demais”!
Diante disto, propomos iniciativas ad intra e ad extra.
Ad Intra:
1. Inserir o tema da Ecologia Integral nas diretrizes das Conferências Episcopais, planos pastorais das dioceses e prelazias e programas paroquiais.
2. Incluir na Teologia Moral o respeito pela Casa Comum e os pecados ecológicos revendo os manuais e os rituais do sacramento da Penitência.
3. Desenvolver um grande ‘movimento de educação e conscientização ecológico de base formando agentes de pastoral em todos os níveis.
4. Instituir o Ministério do cuidado da Casa Comum nas comunidades da Amazônia.
1. Inserir o tema da Ecologia Integral nas diretrizes das Conferências Episcopais, planos pastorais das dioceses e prelazias e programas paroquiais.
2. Incluir na Teologia Moral o respeito pela Casa Comum e os pecados ecológicos revendo os manuais e os rituais do sacramento da Penitência.
3. Desenvolver um grande ‘movimento de educação e conscientização ecológico de base formando agentes de pastoral em todos os níveis.
4. Instituir o Ministério do cuidado da Casa Comum nas comunidades da Amazônia.
Ad extra:
A Igreja se posiciona claramente na defesa do 
bioma Amazônico contra a visão colonialista e mercantilista e declara a 
Amazônia como Santuário Intangível e Imemorial da Casa Comum. Isto 
implica em incidir:
1. Na defesa dos territórios dos povos tradicionais amazônicos, em 
especial indígenas e afrodescendentes, bem como as unidades e áreas de 
conservação;
2. Para que se aplique nesses territórios uma longa 
moratória das atividades extrativistas predatórias, petroleiras e 
mineradoras, bem como de pecuária extensiva e monocultura, que destroem 
florestas e rios;
3. Para assegurar o direito à consulta livre, 
prévia e informada das populações para todas as atividades propostas 
para esses territórios, tal como define o artigo 169 da OIT;
4. Nas 
relações internacionais, nas políticas públicas nacionais e locais para 
que os governos façam opções de desenvolvimento com base em um modelo de
 sustentabilidade socioambiental.
II – POVOS INDÍGENAS E COMUNIDADES TRADICIONAIS
Apresentamos
 nossa contribuição em relação aos Povos Indígenas e comunidades 
tradicionais. Também tratamos da Inculturação e interculturalidade na 
Missão da Igreja na Panamazônia.
II.1. Defesa dos direitos de territórios
Diante 
da “avidez dos grandes projetos econômicos” (Papa Francisco) pelos 
territórios indígenas que geramecocídios, genocídios e etnocídios,como 
também ao assassinato e criminalização de líderes sociais, é missão da 
Igreja defender e lutar pelademarcação e proteção das terras indígenas e
 dos afrodescendentes e pelos direitos das outras comunidades 
tradicionais, como advertiuSão João Paulo II em Cuiabá (1991): “A 
Igreja, queridos irmãos índios, tem estado e continuará a estar sempre 
ao seu lado para defender a dignidade de seres humanos, seu direito a 
ter uma vida própria e tranquila, no respeito aos valores das suas 
tradições, costumes e culturas.”
II.2. Inculturação e interculturalidade
A 
Amazônia se caracteriza por uma multiplicidade de povos e culturas. Deus
 se manifesta em todas elas bem como na Criação inteira. Ao se encarnar 
em Jesus Cristo, assumiu uma determinada cultura e por seu Espírito, 
segue revelando-se nos diferentes povos. A Igreja dos discípulos se 
coloca a serviço desta história de Salvação deparando-se com as 
teologias índias. Sente-se interpelada no desafio da inculturação e da 
interculturalidade. Por isso, fazemos as seguintes indicaçoes:
Os agentes de pastoral e missionários evangelizem no diálogo e no 
respeito as expressoes espirituais autoctones, através de uma presença 
contínua, da aprendizagem dos idiomas indígenas, da valorizaçao dos 
conhecimentos tradicionais tendo como resultado o enriquecimento mútuo.
Na evangelização a partir das culturas, valorize as teologias índias e
 se empenhe em traduzir as Escrituras, adequar os rituais cristãos, 
assumir rituais dos povos e empreenda processos de iniciação à vida 
cristã e elaboraçao de uma liturgia proprios.
III – ECLESIAL
Nessa dimensão abordamos diversos aspectos.
III.1. Formação Presbiteral
“Eu vos darei 
pastores” (Jr 3,15). Precisamos de presbíteros, à imagem do Bom Pastor, 
chamados a serem homens de misericórdia, compaixão, próximos ao seu 
povo, servidores de todos, particularmente dos que sofrem grandes 
necessidades; que se nutrem da Palavra de Deus, da Eucaristia e da 
oração; de presbíteros-missionários: movidos pela caridade pastoral (cf.
 CELAM Doc. Ap. 198,199).
Em vista da concretização desse horizonte fazemos as seguintes 
propostas: assegurar um plano de formaçao presbiteral (celibatario e 
Viri Probati); cuidar da sólida formação humana nos seminários; garantir
 a alternancia da formaçao academica e pastoral; assegurar um sóbrio 
estilo de vida no ambiente formativo; promover a formação de formadores 
inculturados (cf. DPV,66; SD 84); abrir os seminários para a interação 
com os jovens, afim de que sejam ambientes de forte animação juvenil e 
irradiação vocacional; estimular a corresponsabilidade para com a 
formação; promover nos seminários a cultura da ecologia integral, e a 
ecoteologia.
III.2. Missão e formação do laicato
E impensável 
hoje uma Igreja de comunhão, participação e missão que não inclua cada 
vez mais os leigos e as leigas, maioria absoluta do povo de Deus, nas 
decisões e nos compromissos a serem assumidos por todos, valorizando o 
seu papel profético e inovador.
A formação laical deve incluir: a pessoa e a prática de Jesus Cristo;
 a missionariedade e a relação Igreja-mundo-Reino; a Doutrina Social da 
Igreja; a dimensão comunitária; a opção pelos pobres; a educação para a 
justiça e a paz; o cuidado com a Casa Comum; a relação fé e política; a 
antropologia crista; especialmente o relacionamento humano, a 
sexualidade e a afetividade.
Por isso, propomos:
1) Resgatar a espiritualidade laical, a partir da vivência do 
batismo, que valorize o amor conjugal e familiar, o trabalho, o 
empreendedorismo, a honestidade e a competência profissional;
2) 
Capacitar para o exercício da caridade, na atuação em políticas 
públicas, nos movimentos sociais e na ocupação de cargos políticos, 
inspirados no Evangelho;
3) Educar para a gratuidade, o voluntariado no serviço à Igreja e na sociedade, a partir da iniciação à vida crista;
III.3. Ministérios
Foi considerada como necessária para a PAnamazonia a ordenação dos viri probati.
Os
 homens casados candidatos à ordenação, após um fecundo diaconato devem 
responder aos seguintes critérios, entre outros: vida de oração e amor à
 Palavra de Deus e à Igreja; vida eucarística que se reflete numa vida 
de doação e de serviço; vivência comunitária; espírito missionário.
Na implementação da ordenação de viri probati apresentamos dois caminhos para a região Panamazônia:
1) Delegar às Conferências Episcopais presentes na Panamazônia a implantação desse ministério;
2) Confiar aos bispos a realização da experiência.
III.4. Diaconato para as mulheres:
Dada a 
presença decisiva de mulheres na História da Salvação, como Maria e na 
Missão da Igreja, de Santas, doutoras e conselheiras de Papas; dado que a
 presença das mulheres é decisiva na vida e na missão da Igreja na 
Amazônia e que o Concílio Vaticano II restaurou o Diaconato Permanente 
para homens –porque é bom e útil para a Igreja– julgamos que esse 
mesmo argumento é válido para criar o Diaconato para as mulheres na 
Igreja na Amazônia.
III.5. Sustentabilidade e reorganização da Igreja na Amazônia
A
 maioria das Dioceses e Prelazias da Amazônia têm extensos territórios, 
poucos ministros ordenados e escassez de recursos financeiros, passando 
por dificuldades para sustentar a missão. O “custo amazônico” repercute 
seriamente sobre a evangelização. Diante desta realidade, visando uma 
Igreja presente, solidária e samaritana, propomos:
1) Redimensionar as extensas áreas geográficas das Dioceses e Prelazias.
2) Criar um Fundo Amazônico para a Sustentabilidade da Evangelização.
3)
 Sensibilizar e estimular agências internacionais de cooperação 
católica, para que apoiem além dos projetos sociais, atividades de 
evangelização.
III.6. Cooperação missionária
As Igrejas Locais 
na Panamazônia sentem a necessidade de intensificar e diversificar as 
formas de cooperação missionária, com novas modalidades de intercâmbio 
eclesial.
Por isso recomendamos:
1) Incrementar o Projeto de Igrejas Irmãs 
onde este já existe, e criá-lo nas conferências em que não existe, 
promovendo partilha entre dioceses com mais recursos e as mais pobres.
2)
 Confirmar e incentivar as iniciativas de inserção missionária, 
itinerante e popular da vida consagrada na Amazônia e estimular os 
projetos de “uma vida consagrada alternativa e profética, 
intercongregacional, interinstitucional, com o sentido de disposição 
para estar onde ninguém quer estar e com quantos ninguém quer estar” (IL
 129 d1);
3) A mística cristã promove a partilha e a solidariedade e 
conhecendo a riqueza da experiência de inúmeras entidades que incentivam
 o serviço humanitário, incentivar o voluntariado de leigos e 
profissionais nas Dioceses e entidades católicas.
4) Dado que a 
Panamazônia se constitui cada vez mais em um território perpassado por 
fluxos globais de migração interna e internacional, como também de 
tráfico humano, narcotráfico e a circularidade dos povos indígenas, 
propõe-se reforçar a “ação pastoral conjunta entre as Igrejas 
fronteiriças para enfrentar os problemas comuns”, e incentivar a 
articulação do trabalho em rede em todo o território panamazônico e além
 de suas fronteiras.
III.7. Desafios da cidade e Pastoral Urbana
Hoje,
 80% da população da Amazônia encontra-se nas cidades. A questão da 
urbanização não inclui apenas o deslocamento espacial e o crescimento 
das cidades, mas também a transmissão de um estilo de vida configurado 
pela metrópole. Este modelo se estende ao mundo rural, modificando 
hábitos, costumes e formas tradicionais de viver.
Na Amazônia, os rios foram fatores determinantes para a formação de 
muitas cidades, enquanto outras estão nas fronteiras agrícolas, com 
bairros específicos de migrantes. Algumas cresceram rapidamente devido 
aos megaprojetos e quando esses projetos terminam, muitos migram para 
outros lugares ou passam necessidades. Há uma grande mobilidade de 
indivíduos e famílias indígenas em direção a centros urbanos.
Por isso propomos:
a. Promover uma pastoral específica dos indígenas que vivem na cidade, na qual eles mesmos sejam protagonistas.
b.
 Instituir o Ministério da Acolhida nas comunidades urbanas da Amazônia 
para a solidariedade fraterna com migrantes, refugiados, população em 
situação de rua e pessoas que saíram das áreas rurais para tratamento de
 saúde.
c. Sensibilizar a comunidade a respeito das lutas sociais, 
apoiando os distintos movimentos sociais na promoção de uma cidadania e 
uma cultura ecológica e na defesa dos direitos humanos.
d. Promover 
encontros com ministros e teólogos das comunidades cristãs e teóricos 
das ciências humanas para fomentar a reflexão e ações comuns.
CONCLUSÃO: Diante do exposto e do trabalho realizado até aqui pelo 
Sínodo, percebemos a necessidade de trilhar este caminho sinodal que 
estamos vivendo na Igreja.
Que essa caminhada continue a ser discernida e implementada por toda a Igreja à luz do Espírito.
[01658-PO.01] [Texto original: Português]
Circolo Português “C”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Vilsom BASSO, S.C.J.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. José B. DA SILVA
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. José B. DA SILVA
Caríssimo Papa Francisco
Caras irmãs e irmãos
Nosso Círculo Menor Língua Portuguesa C apresentou 25 contribuições para a redação do Documento Final.
NA DIMENSÃO PASTORAL MISSIONÁRIA, destacamos a necessidade de 
conversão pessoal e pastoral, de recuperar a centralidade da Palavra e 
da Eucaristia, de aprofundar o tema da ministerialidade e as várias 
possibilidades em relação ao diaconato, viri probati, mulheres, padres 
casados, do protagonismo dos leigos, com destaque para as mulheres. 
Ressaltamos que é importante dar maior acento à dimensão bíblica, 
missionária, pastoral e humana na formação dos novos sacerdotes. Tudo 
isto, para uma Igreja “em saída”.
Para uma Igreja com rosto amazônico é preciso caminhar por vocações 
autóctones, consagração de virgens e viúvas a nível diocesano, busca 
constante de autonomia de recursos humanos e financeiros. Se faz 
urgente, ainda, trabalhar o ecumenismo e diálogo inter-religioso, olhar 
com mais atenção ao pentecostalismo, à iniciação à vida cristã. Urge 
aprofundar o olhar sobre os desafios do mundo urbano, com atenção às 
famílias, à juventude, às comunidades eclesiais de base e da opção 
preferencial pelos pobres, ouvindo o grito da terra e o grito dos povos.
Um olhar especial para a juventude, por quem é preciso fazer opção 
preferencial, investindo tempo, pessoas e recursos financeiros. A Igreja
 deve ser casa acolhedora, que o jovem se sinta em casa, cuidando dos 
jovens nas tribos, nas periferias das cidades, para que os jovens sejam 
protagonistas e tenham oportunidades e esperança de um presente e futuro
 melhores, longe das drogas, das prisões e do suicídio.
NA DIMENSÃO SOCIAL tomamos consciência que a amazônia está ameaçada e
 ferida e que a Igreja deve estar a serviço da vida, defendendo a vida 
em todas as suas formas, pois este Sínodo se desenvolveu ao redor da 
vida.
A violência se apresenta com vários nomes: pelo tráfico de crianças e
 mulheres, de órgãos e drogas, ameaças e criminalização de lideranças. A
 saúde que está doente, falta educação, saneamento, políticas públicas 
básicas e essenciais. Os direitos dos povos indígens e da mãe terra são 
negados.
Por isso, defendemos a vida, os territórios, a demarcação e proteção dos povos indígenas, livres ou isolados.
A voz profética da Igreja, inspirada na Doutrina Social da Igreja, 
deve ecoar, no fortalecimento das Comissões de Justiça e Paz, de 
Comissões de Proteção à Vida, das pastorais sociais e apoio aos 
movimentos sociais. Na amazônia, fazer opção pelos pobres é fazer opção 
pelos povos da floresta. Não deixemos a profecia morrer.
NA DIMENSÃO ESPIRITUAL, decisiva para continuar a missão, destacamos:
A
 importância da mística da caminhada, a devoção popular, aprender com os
 povos da floresta, o contato com a natureza, o jardim amazônico, onde 
Deus caminha, se faz presente, e a busca de um estilo de vida simples, a
 sobriedade feliz.
As romarias da terra e da floresta, os mártires da caminha, as festas
 dos padroeiros e a devoção mariana alimentam nossa mística.
A leitura orante da bíblia, com subsídios simples e em linguagem 
amazônia, que une fé e vida, que dá conhecimeno da Palavra e fortalece a
 espiritualidade,
A busca da conversão ecológica, por um novo estilo de vida simples, 
despojado, sóbrio, que cuida, atencioso, sem desperdicio, que evita o 
descarte de coisas e de pessoas, que é generoso e se inspira em 
Francisco de Assis, do irmão sol, irmã lua, irmã água e na vida monacal 
do “quanto menos tanto mais”, expresso na Laudato Si, 222, a 
ecoespiritualidade.
A DIMENSÃO CULTURAL na Amazônia traz a inculturação, diálogo 
intercultural. Igreja com rosto amazônico se configura com identidade 
plural. É preciso superar os preconceitos étnicos, descolonizar 
mentalidades. Ver a riqueza e os desafios da cultura urbana, que está em
 todos os lugares.
Apoiamos os esforços para que as redes de comunicação católica 
coloquem Amazônia no centro de sua atenção, com programas regulares de 
divulgação de boas notícias e de denúncia de todo tipo de agressão à mãe
 terra, anunciando a verdade.
Ao mesmo tempo acreditamos na força das redes sociais, praça onde 
todos se encontram, para partilhar e compartilhar experiências de 
agroecologia e de cuidado da Amazônia.
A DIMENSÃO ECOLÓGICA é um caminho de conversão. Aprendemos 
cientificamente que a Amazônia não é o pulmão do mundo. O pulmão do 
mundo são os oceanos. Mas a Amazônia é muito importante.
A Amazônia é um órgão vital do planeta para o equilíbrio ambiental, 
pois acumula 20% do gás carbônio da natureza, grande bio-diversidade e 
os rios amazônicos detêm 16% da água doce da planeta.
Afirmamos que é preciso cuidar da casa comum, fortalecer as tamáticas
 dos biomas e da biodeversidade, dos direitos da terra, da temática da 
água e de um desenvolvimento sustentável.
Vemos como decisivo formar as novas gerações na consciência 
socio-ambienteal, e a Igreja ser promotora dessas atitudes na catequese,
 nas pastorais, nas escolas, nas comunidades.
Ser uma Igreja ecológica, com ações práticas, como eliminar o uso de 
copos plásticos e outros descatáveis, promover a coleta seletiva de 
lixo, ser testemunhas visíveis e críveis de conversão ecológica.
Aqui dizemos não ao desmatamento, não aos grandes projetos agressivos
 que destroem a floresta, não às monoculturas e aos agrotóxicos.
Dizemos sim ao desenvolvimento sustentável, sim à conversão ecológica, sim à ecologia integral.
Ao final dos fecundos encontros nos círculos menores, destacamos como
 principais interlocutores no território amazônico, na busca de novos 
caminhos para evangelização e no cuidado da casa comum: os povos 
indígenas, os quilombolas, os ribeirinhos, os pescadores, os movimentos 
sociais, as mulheres e as juventudes.
Destacamos também a importância de envolver neste processo as 
Conferências Episcopais, as dioceses e prelazias, outras Igrejas, 
Governos e pessoas de boa vontade.
Querido Papa Francisco
Os Rios da Amazônia transbordam, “tienen sus desbordes” e levam vida à floresta e aos povos da floresta.
Rezamos para que este Sínodo, este Rio Sinodal transborde, “tenga sus desbordes” em novos caminhos para a evangelização e por uma ecologia integral.
Que o Espírito nos guie, nos ajude, nos dê coragem, parresia e paz.
Muito obrigado.
[01659-PO.01] [Texto original: Português]
Circolo Português “D”
Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Wilmar SANTIN, O. Carm.
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Alberto TAVEIRA CORRÊA
Moderatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Alberto TAVEIRA CORRÊA
El grupo reflexionó sobre los temas siguientes: 1) Formación de los laicos y los misioneros; 2) Violencia contra los pueblos, personas y naturaleza; 3) 
Culturas amazónicas y evangelización; 4) Piedad popular; 5) Vida 
Consagrada en la Amazonía; 6) Juventud; y 7) Ministerios.
1. FORMACIÓN DE LOS LAICOS
Se constató la necesidad de dar una mayor formación para los laicos sobre la identidad católica. Sea kerigmática,
 bíblica, teológica y para una actuación en la sociedad con base en la Doctrina
 Social de la Iglesia. Merece destacar la formación para el entendimiento y
vivencia de los sacramentos, uno de los elementos básicos de la identidad católica. La formación debe ser integral y no sólo doctrinal, sino también que lleve a una experiencia de un encuentro con Jesucristo y a una mayor participación en la comunidad. Dése una formación humana, psicológica y afectiva para las personas heridas y frágiles, que sufrieron violencias de todos los tipos. Sea dada también formación para el ecumenismo y la 
interculturalidad.
2. FORMACIÓN DEL CLERO MISIONERO
La Iglesia conseguirá cumplir bien su misión formando bien a sus presbíteros. Por eso se recomienda que la fomación de los sacerdotes contenga una formación práctica y una experiencia directa de trabajos pastorales, además de los estudios académicos. Es necesario
 que todo seminarista haga una experiencia como catequista y
misionero. No se puede perder de vista que los padres son formados para
 la Iglesia y para el mundo, y no sólo para la diócesis o congregación. Todos los formandos para el sacerdocio deben hacer una experiencia de una Iglesia en salida, o sea, haciendo trabajos con el personal de calle y visitas de casa en casa, ir a las cárceles, hospitales, etc.
3. VIOLENCIA CONTRA LOS PUEBLOS
La violencia en la Amazonía es practicada contra las personas, pueblos, culturas y la naturaleza. Será útil la creación de un
Observatorio Internacional y Centros de Derechos buscando la demarcación, protección y derechos garantizados por la Constitución y el Convenio 169 de la OIT. La Iglesia invista en la formación de agentes de pastoral y liderazgos para capacitarlos para enfrentar los desafíos de las violaciones de los Derechos Humanos y de la naturaleza. También debe ser llamado el Estado para que realice 
políticas públicas en relación a los pueblos originarios. La defensa de los pueblos y de la naturaleza debe ser una acción eclesial y no apenas una pastoral. Por eso las pastorales sociales deben ser eclesiales y caminar dentro de la 
pastoral de conjunto y no paralelamente. Las cosas buenas que la Iglesia hace a través de las pastorales sociales deben ser más divulgadas.
4. VIOLENCIA CONTRA LAS PERSONAS
Con relación a la violencia contra las personas, es necesario que se dé voz y protección a los violentados. El tráfico
 de personas debe ser combatido y la Iglesia no puede quedar de brazos cruzados. Las parroquias creen espacios seguros para niños, adolescentes y
vulnerables. Exigir que sean respetados los Estatutos del Niño y el
Nascituro. Los católicos sean incentivados a participar en los Consejos 
Municipales. Sea asumido un trabajo de prevención junto a los niños y adolescentes del abuso sexual, tráfico de personas, narcotráfico y 
femicidio, Protección de los defensores de los derechos humanos y de la natureza.
5. CULTURAS
“O desaparecimento duma cultura pode ser tanto ou mais grave do que o desaparecimento duma espécie animal ou vegetal”
 (Laudato Sì 145). Esta es una exhortación para que se respete y se 
defienda todas las culturas, pero no se puede dejar de anunciar el evangelio [sic]. El Sermón de la Montaña es una propuesta insuperable, que debe ser presentada en todas las culturas. Sea combatido el Etnocidio porque mata la cultura y el espíritu. Por eso, despójese el misionero de toda 
mentalidad colonialista y respete las costumbres, ritos, creencias y hábitos
 de las personas de aquella cultura.
Naturaleza
La humanidad camina hacia el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derecho. La visión antropocéntrica utilitaria 
está superada, lo que quiere decir que los humanos no pueden más someter los recursos de la naturaleza a una exploración de la naturaleza ilimitada 
que ponen en riesgo a la propia humanidad.
El proyecto de vida de Dios nos solicita una relación con nosotros mismos, con los otros, con la creación y con Dios. Es fundamental promover la dignidad humana y el bien común de la sociedad y el cuidado ambiental (Laudato Sì 
137-142).
a) Proponiendo líneas de acción institucionales, que promuevan el respeto por el medio ambiente.
b)
 Proyectando programas de formación formal e informal sobre el cuidado de la
 Casa Común para sus agentes pastoraes y sus fieles, abiertos a toda la comunidad en “um esforço de formação das consciências da 
população” (LS, 214), basados en los caps. V y VI de la Encíclica Laudato 
Si’.
c) Denunciando la violación de los derechos humanos y la destrucción extractivista.
d) Creación del ministerio de los guardianes de la casa común.
6) PIEDAD POPULAR EN LA AMAZONÍA
Debido a la gran importancia de la piedad popular, se recomienda que:
a) Las manifestaciones con la cual el pueblo expresa su fe, mediante imágenes, símbolos, tradiciones, ritos y otros sacramentales sean apreciadas, 
acompañadas y promovidas;
b) Las fiestas patronales sean aprovechadas como momento privilegiado de evangelización y direccionadas para el misterio de Cristo;
c) Las devociones populares sean iluminadas con la Palabra de Dios;
d)
 “Deve ser dada uma catequese apropriada que acompanhe a fé já presente 
na religiosidade popular. Uma maneira concreta pode ser oferecer um 
processo de iniciação cristã … que nos leva a nos assemelhar cada vez 
mais a Jesus Cristo, provoque a apropriação progressiva de suas 
atitudes” (DAp, n. 300);
7) VIDA CONSAGRADA EN LA AMAZONÍA
Desde los primordios de la colonización de la Amazonía, la vida religiosa siempre tuvo un papel de destaque en la obra 
de la evangelización de los pueblos amazónicos. Fueron a los rincones más lejanos e inhóspitos. Millares de consagrados, con idealismo y empeño, 
gastaron sus energías y entusiasmo de juventud por la causa del Reino.
Los religiosos/as lleguen con el corazón desapegado y libre para que 
puedan insertarse en la realidad local con sus exigencias, como por 
ejemplo: aprender lenguas, prácticas religiosas y culturales.
Es de fundamental importancia que las Congregaciones Religiosas vuelvan a
fundar comunidades misioneras estables en las aldeas indígenas, 
destinando consagrados para que puedan insertarse por entero en la cultura y evangelizar con eficacia. Los religiosos y las religiosas deben dar 
su disponibilidad para compartir la vida local con corazón, cabeza y
 manos.
Los consagrados enriquezcan con el propio carisma la vida eclesial.
8) JUVENTUD
La juventud compone un gran parte de la población
amazónica y merece una atención especial por parte de la Iglesia. En primer
 lugar se recomendó aplicar las conclusiones del Sínodo de la Juventud. Pero también se constató que la Iglesia debe ir más al encuentro de la juventud en las escuelas e incluso de casa en casa. Ofrezcan las parroquias un acompañamiento a los jóvenes contando principalmente con laicos preparados para esto. Deben crear oratorios y centros juveniles de lazer y artísticos
 (teatro, música, danza, etc). Aprovéchense de los medios de comunicación y de las redes sociales. Dése énfasis a la pastoral juvenil, escolar y universitaria.
Migraciones y ciudades
La mayor parte de la población está en la ciudad. Por tanto, la pastoral urbana es un gran desafío. La Iglesia debe estar en estado permanente de acogida y anuncio. Incentivar la 
agricultura familiar, la etnoecología y generación de renta.
Exigir ante los poderes públicos que respondan a las necesidades de las 
políticas públicas urbanas, rural e indígena. Exigir que sea hecha la 
consulta previa y libre e informada junto a los pueblos antes de las obras y
proyectos que promueven agravantes impactos migratorios y socioambientales
debido al modelo económico.
Constituir equipos misioneros de manera coordenada para que puedan atender y acompañar a los migrantes en las áreas urbanas.
Además de la pastoral indigenista, fortalecer la pastoral indígena, e incentivar centros de salud indígenas.
Ministerios
Reafirmamos el valor del celibato y la 
necesidad de un mayor empeño en la pastoral vocacional. Consideramos 
esencial la valorización de los ministerios existentes y la institución de 
nuevos ministerios conforme a las necesidades.
La escucha realizada previamente al Sínodo manifestó el deseo de conferir la ordenación presbiteral a los viri probati, así como el ministerio de la diaconía para las mujeres. Esos dos puntos piden una posterior madurez y profundidad.
[01660-PO.01] [Texto original: Português]
JAJA
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=HBxgCxLYg5Y
Rabasco
LA PACHAMAMA VOLÓ ��