Alicia
Martínez (foto), de 57 años, originaria de Zacatecas (México) y residente en
Broomfield (Colorado), afirmó el 23 de febrero que su estatua de San
Miguel Arcángel había despedido un líquido rojo, poco antes del comienzo
de la operación militar rusa en Ucrania.
«No está llorando. Está sangrando por la frente. La sangre pasa alrededor de sus ojos. No entra en sus
ojos».
Su testimonio se hizo viral. Martínez, que trabaja en una tienda de
comestibles, dijo en el sitio web de Catholic News Agency (rama
angloparlante de ACI Prensa) que la experiencia fue “inexplicable”.
Luego
de subir el vídeo del supuesto “milagro” en su cuenta de Facebook,
Alicia recibió comentarios que decían que ella solo estaba buscando
dinero o fama, lo que la llevó a bajar el vídeo. Sin embargo, la noticia
llegó a la Archidiócesis de Denver, que envió el 12 de Marzo a tres
funcionarios de la Cancillería a su casa que investigaron el fenómeno.
Al llegar les dijeron que la estatua había sido “robada”, aunque no
había señales de robo. Sin embargo, Martínez facilitó a los funcionarios
unos bastoncillos de algodón que utilizó para limpiar el líquido.
El
24 de marzo, la Archidiócesis de Denver hizo público el resultado del
análisis químico Kastle-Meyer, que concluyó que la sustancia extraída de
los bastoncillos no era sangre humana ni animal, sino que era
comparable a un esmalte de uñas rojo común y corriente.
Católicos
tradicionales, recordemos que Nuestro Señor advirtió que en estos
últimos tiempos el diablo haría embustes para engañar a las almas: «Porque aparecerán falsos cristos y falsos profetas, y harán alarde de
grandes maravillas y prodigios; por manera que aun los escogidos (si
posible fuera) caerían en error» (San Mateo XXIV, 24/Versión de Mons.
Félix Torres Amat). Y hay que seguir el consejo de San Juan de la Cruz:
«Nuestro Señor… a través de su revelación pública [Sagrada Escritura y
Sagrada Tradición], ha dado todo lo que es necesario para la salvación….
[La ridiculez] es una marca de maquinación humana o diabólica. Apártate
de las visiones, apariciones y milagros tanto como puedas. Ten cuidado
con las visiones aún cuando sean auténticas».
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)