LATÍN
Antiphona: Ádjuva nos, Deus salutáris nostri, et propter glóriam nóminis tui líbera nos; et propítius esto peccátis nostris propter nomen tuum.
Psalmi LIII.
Deus, in nómine tuo salvum me fac: * et in virtúte tua júdica me.
Deus, exáudi oratiónem meam: * áuribus pércipe verba oris mei.
Quóniam aliéni insurrexérunt advérsum me, et fortes quæsiérunt ánimam meam: * et non proposuérunt Deum ante conspéctum suum.
Ecce enim Deus ádjuvat me: * et Dóminus suscéptor est ánimæ meæ.
Avérte mala inimícis meis: * et in veritáte tua dispérde illos.
Voluntárie sacrificábo tibi: et confitébor nómini tuo, Dómine, quóniam bonum est.
Quóniam ex omni tribulatióne eripuísti me: * et super inimícos meos despéxit óculus meus.
Glória Patri, et Fílio: * et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio, et nunc, et semper: * et in sǽcula sæculórum. Amen.
℣. Propter glóriam nóminis tui líbera nos.
℟. Et propítius esto peccátis nostris propter nomen tuum.
Antiphona: Ádjuva nos, Deus salutáris nostri, et propter glóriam nóminis tui líbera nos; et propítius esto peccátis nostris propter nomen tuum.
Psalmi LIII.
Deus, in nómine tuo salvum me fac: * et in virtúte tua júdica me.
Deus, exáudi oratiónem meam: * áuribus pércipe verba oris mei.
Quóniam aliéni insurrexérunt advérsum me, et fortes quæsiérunt ánimam meam: * et non proposuérunt Deum ante conspéctum suum.
Ecce enim Deus ádjuvat me: * et Dóminus suscéptor est ánimæ meæ.
Avérte mala inimícis meis: * et in veritáte tua dispérde illos.
Voluntárie sacrificábo tibi: et confitébor nómini tuo, Dómine, quóniam bonum est.
Quóniam ex omni tribulatióne eripuísti me: * et super inimícos meos despéxit óculus meus.
Glória Patri, et Fílio: * et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio, et nunc, et semper: * et in sǽcula sæculórum. Amen.
℣. Propter glóriam nóminis tui líbera nos.
℟. Et propítius esto peccátis nostris propter nomen tuum.
Orémus.
ORATIO
Preces pópuli tui, quǽsumus, Dómine, cleménter exáudi: ut qui juste pro peccátis nostris affligimur, pro glória nóminis tui misericórditer liberémur. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
Te ergo quǽsumus tuis fámulis subvéni, quos Pretióso Sánguine redemísti.
ORATIO
Preces pópuli tui, quǽsumus, Dómine, cleménter exáudi: ut qui juste pro peccátis nostris affligimur, pro glória nóminis tui misericórditer liberémur. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
Te ergo quǽsumus tuis fámulis subvéni, quos Pretióso Sánguine redemísti.
TRADUCCIÓN
Antífona: Ayúdanos, Dios salvador nuestro, y para gloria de tu Nombre líbranos, y por tu nombre sé propicio a nuestros pecados.
Salmo 53.
Salmo 53.
Dios, sálvame por tu nombre: * y júzgame según tu poder.
Dios oye mi oración: * y escucha las palabras de mi boca.
Porque extraños se levantaron contra mí, y poderosos procuraron quitar mi vida: * y no se propusieron a Dios delante de sí.
Dios oye mi oración: * y escucha las palabras de mi boca.
Porque extraños se levantaron contra mí, y poderosos procuraron quitar mi vida: * y no se propusieron a Dios delante de sí.
Mas he aquí que Dios me ayuda: * y el Señor es el protector de mi vida.
Vuelve los males contra mis enemigos: * y destrúyelos según tu verdad.
Te ofreceré voluntariamente sacrificios: * y alabaré tu nombre, Señor, porque es bueno.
Porque me sacaste de toda tribulación:* y miré con desprecio la ruina de mis enemigos.
Vuelve los males contra mis enemigos: * y destrúyelos según tu verdad.
Te ofreceré voluntariamente sacrificios: * y alabaré tu nombre, Señor, porque es bueno.
Porque me sacaste de toda tribulación:* y miré con desprecio la ruina de mis enemigos.
Gloria al Padre, y al Hijo: * y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, y ahora, y siempre: * y en los siglos de los siglos. Amén.
℣. Para gloria de tu Nombre líbranos.
℟. Y por tu nombre sé propicio a nuestros pecados.
Como era en el principio, y ahora, y siempre: * y en los siglos de los siglos. Amén.
℣. Para gloria de tu Nombre líbranos.
℟. Y por tu nombre sé propicio a nuestros pecados.
Oremos.
ORACIÓN (De la Domínica de Septuagésima)
ORACIÓN (De la Domínica de Septuagésima)
Te
rogamos, Señor, escuches clemente las súplicas de tu pueblo: a fin que
seamos liberados misericordiosamente de los pecados por los que
justamente estamos afligidos, para la gloria de tu nombre. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos, a quienes redimiste con tu Preciosa Sangre.
A
fin de que los fieles puedan con el mayor fervor dirigir sus humildes
súplicas a Dios, y por la invocación de su Santo Nombre puedan
misericordiosamente ser librados del azote de su divina Ira, como
también de cualquier otro problema, nuestro Santísimo Padre el Papa Pío
IX, mediante decreto dado el 8 de Noviembre de 1849, dado en Portici en
el Reino de Nápoles, concedió 100 días de Indulgencia cada vez que se
diga esta oración con devoción y corazón contrito.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)