DE PRELATURAS PERSONALES

En su informe de la Asamblea General del otoño, la Conferencia Episcopal Francesa manifiesta que: 

«dieron su concepto favorable para que el prelado de la Misión de Francia solicite ante el Dicasterio para los obispos la constitución de la Misión de Francia en una prelatura personal, sobre la base de la nueva Constitución Apostólica [“Prædicáte Evangélium”]».

La Prelatura Territorial de la Misión de Francia (también conocida como Prelatura Territorial de Pointigny) fue establecida el 24 de Julio de 1941 como parte de un proyecto para reevangelizar los medios obreros y rurales de Francia. El proyecto, inicialmente un seminario, fue erigido en Prelatura Territorial el 15 de Agosto de 1954 con la Constitución Omnium ecclesiarum sollicitudo, con territorio de la archidiócesis de Sens (aunque actualmente es parte de la provincia eclesiástica de Dijón).

   

Dirigida inicialmente por el cardenal Achille Liénart, la Misión de Francia ha estado envuelta en controversias teológicas y morales:

• Erigido el seminario interdiocesano en Lisieux, muchos de los sacerdotes egresados de allí se unieron al movimiento de los Curas Obreros, razón por la cual la Santa Sede en 1954 les prohibió adherir a tal movimiento.
• En línea con lo anterior, algunos de estos Curas Obreros se alinearon con el movimiento independentista argelino, particularmente con la creación del Comité de resistencia espiritual por los sacerdotes Jean Urvoas, Louis Augros, Joseph Kerlan, Pierre Mamet4, Bernard Boudouresques y Robert Davezies. Algunos de ellos se unieron a las milicias del Frente de Liberación Nacional, y cuando estos fueron arrestados por el gobierno de De Gaulle, la Misión de Francia dirigida por Liénart publicó una declaración en su favor.
• En 2008, con los cuarenta años de la publicación de “Humánæ Vitæ”, se unieron a una carta expresando reservas frente a ella, y demandando «una mayor confianza de los responsables de [su] Iglesia frente a las parejas».
• Y como no podía ser distinto, el abuso sexual ha tocado las puertas de la Misión de Francia: en 2019, el sacerdote-presbítero Jean-François Six, fundador del Servicio Incredulidad-Fe del Episcopado francés, de Derechos del Hombre Solidaridades y de la revista de diálogo masónico Brèche, fue denunciado por abusar sexualmente por cuatro décadas de varias mujeres que dirigía espiritualmente, por lo que se abrió una causa canónica que concluyó con la reducción al estado laico el 1 de Febrero de 2021 (sentencia ratificada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en Junio de 2022). Por otra parte, el sacerdote-presbítero Jacques Marin, que había sido director espiritual de la “Comunidad de las Bienaventuranzas” y de la extinta comunidad “Verbo de Vida” (ambas de tipo carismático), fue denunciado por una integrante de aquella por presuntamente abusar sexualmente de ella en 1989 usando como fachada la confesión. Marin, que había sido despojado del ministerio de la confesión en 2016, murió el 12 de Octubre de 2019 sin pagar por sus crímenes. 

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Infovaticana informó que en el vigésimo aniversario de la “canonización” de Escriba (10 de Noviembre de 2002), el Prelado de “La Obra”, Fernando Ocáriz Braña, convocó a Congreso General Extraordinario para estudiar la reforma de los Estatutos del Opus Dei, que tendrá lugar en el primer semestre de 2023.

  

Ordinariamente, el Congreso General se realiza cada ocho años con representantes opusinos de todos los países donde hacen presencia, para decidir nuevos planes de actividad pastoral y renovar los consejos (asesorías en el sector femenino) de La Obra.

  

Antes de este Congreso Extraordinario, Ocáriz convocó a todos los miembros a un proceso de escucha, en el cual le envíen propuestas para la modificación de los estatutos hasta el 20 de Diciembre, de cara al motu próprio bergogliano “Ad Charísma tuéndum”, que establece entre otras que el Opus Dei pase a estar bajo el Dicasterio para el Clero, y que su Prelado no será consagrado obispo ni podrá usar insignas episcopales.

  

Queda por ver qué figura jurídica emplearán los opusinos en el futuro, como quiera que varios vaticanistas consideran que la figura de Prelatura Personal que les otorgara Juan Pablo II Wojtyła  en su bula “Ut sit” no se ajusta a ellos (Escriba había solicitado a Juan XXIII bis Roncalli en 1962 que cambiaran su estátus jurídico de Pía Unión –Asociación de Fieles– a “Prelatura núllius” –prelatura territorial–, como los ordinariatos castrenses y la Misión de Francia, dependiendo de la Congregación para el Consistorio –hoy Dicasterio para los Obispos–), sino que deberían ser divididos entre una sociedad clerical (los “sacerdotes del Opus Dei” y la “Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz”) y los colaboradores laicos. Pero gracias a Bergoglio, la sacaron barata, porque Ocáriz le renunció al deseo de la mitra.

   

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Entre tanto, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X ve alejarse (mal que pesen los sueños de Bernard Fellay y su representante en la Tierra el padre Pagliarani) el ser erigida en Prelatura personal, que les había sido ofrecida en 2012 por Ratzinger y en 2016 por Bergoglio.