A las 11:00h (hora de México) de hoy, en la ciudad de Guadalajara 
(Jal.), el padre Merardo Loya Loya (foto, ya de pontifical) recibió la 
plenitud del sacerdocio ministerial al ser consagrado obispo por Mons. 
Juan José Squetino Schattenhofer, fundador y superior general de la 
Fundación San Vicente Ferrer, quien dio un sermón en el cual defiende su
 linaje episcopal (Mons. Squetino fue consagrado por Mons. José Franklin
 Urbina Aznar el 11 de Febrero de 1999, que desciende de Mons. Thuc por 
medio de Mons. Christian Marie Datessen -que fue consagrado sub conditióne
 por éste en Castelsarrasin de Francia el 25 de Septiembre de 1982, tras
 ser consagrado por el obispo veterocatólico André Maurice Alexandre 
Enos- y de Mons. Guy Jean Tau Johannes de Mamistra Olivares -perteneciente al linaje 
de Mons. Carlos Duarte Costa, fundador de la Iglesia Católica Apostólica 
Brasileña por medio de Mons. José Cunha-) y reitera la necesidad de asegurar la unidad de la Iglesia con la elección de un Papa válido.
La ceremonia (cuyo vídeo puede verse aquí) nos fue anticipada por fuentes confiables, como os lo habíamos comunicado el 16 de Diciembre del año anterior, no sin poca polémica, dado los antecedentes doctrinales del consagrante y algunas cuestiones de verdad sabida que no referiremos aquí.
Como es sabido, Mons. Squetino es actualmente impulsor del conclavismo, 
ideología teológica que plantea convocar un cónclave para elegir un 
sucesor legítimo al papa Pío XII en contraposición al usurpador 
Francisco Bergoglio, y acabar así con los más de sesenta años de Sede 
Apostólica Vacante en que está la Iglesia Católica. Pero el problema es 
que NO HAY COLEGIO CARDENALICIO (ni tampoco otro cuerpo electoral, hasta
 donde se sabe), el que hay es apóstata e inválido, y un nuevo 
reclamante del solio petrino sólo confundiría más a los débiles; aparte, con las condiciones fácticas actuales y desde
 el derecho canónico vigente (el Código Pío-Benedictino) ES IMPOSIBLE E 
IMPENSABLE HACER UN CONCILIO IMPERFECTO como lo fuera el Concilio de 
Constanza. Además, que sólo Jesucristo, Cabeza y Señor de la Iglesia 
Católica, es el único que puede eliminar a esta Apostasía, en la 
Parusía, cuando recupere su trono en la tierra, para que Él reine así 
como en el Cielo lo hace.
Solamente queda orar para que Mons. Merardo sea dócil al Espíritu Santo y
 adquiera el celo por la Sana Doctrina y la Espiritualidad Auténtica y 
la Disciplina Verdadera, de la cual debe ser maestro y defensor hasta la
 muerte, ya que ahora es, a pesar de sí, Obispo de la Iglesia Católica. Y
 que se cuide de los manipuladores que lo rodean.
 
Mons. Merardo, con sotana (izquierda) y hábito coral (derecha)
   
   
  
ACTUALIZACIÓN
 (26 de enero): En la ceremonia se distribuyó un folleto explicativo de 
las armas episcopales del nuevo Obispo. La fotografía suministrada no es
 muy legible, así que encargamos una representación basada en ella, con la mayor fidelidad posible (si alguien tiene la imagen en mejor resolución, agradecemos se comunique con nosotros):
Armas episcopales de Mons. Merardo Loya Loya: En campo de azur, una banda de plata cargada de una cruz de Santiago de 
gulés, el corazón de San Agustín (corazón ardiendo y traspasado con una 
flecha de plata) y el glifo tlatolli (“Palabra” en náhuatl) en 
gulés y oro, acompañada en el jefe una iglesia y en la punta una iglesia
 derruída; con bordura de plata cargada de seis lises de sable bien 
ordenadas (3:2:1). Lleva por tenantes una mitra de oro y un báculo de 
oro. El escudo está acolado con una Cruz procesional episcopal de oro, 
timbrado por capelo de sínople (verde) con seis borlas dispuestas en 
tres órdenes a cada lado (2×6 borlas de sínople, 1, 2, 3). En su base, 
una cinta con el lema INSTA OPPÓRTUNE, IMPÓRTUNE [Insiste con ocasión y sin ella].
El
 escudo de Mons. Merardo plasma el celo por la gloria de Dios y la salvación de las 
almas, celo ejercido con la práctica de la predicación de la doctrina Católica. Por otra parte, es acorde al 
ideal de Mons. Squetino y la Fundación San Vicente Ferrer: propugnar por
 una restauración de la Iglesia Católica mediante la convocatoria de un 
concilio imperfecto con todos los obispos católicos para escoger un Papa
 legítimo.
 
Por otra parte, el domingo 20 de Enero, el Padre Basilio Méramo en su sermón transmitido por RADIO CRISTIANDAD, acusó de inválido al linaje de Mons. Thuc (al que pertenecen, además de Mons. Squetino y Mons. Merardo, entre otros, los obispos Mark Pivarunas, Donald Sanborn y Martín Dávila Gándara), aduciendo la supuesta senilidad de éste (argumento típico en todo sacerdote egresado de Écône), y el día 24, Mons. Squetino le respondió señalando su falta de caridad y su uso de lenguaje soez intra Missam. NOS DESLIGAMOS COMPLETAMENTE DE ESTAS POLÉMICAS DE EGOS, QUE SÓLO CONTRIBUYEN A LA DIVISIÓN Y A FORTALECER AL ENEMIGO CONCILIAR, y respondemos que si las consagraciones de Mons. Thuc son inválidas por su senilidad, las de Mons. Lefebvre lo son más porque Achille Liénart Delesalle, que lo ordenó sacerdote en 1921 y consagró obispo en 1947, era francmasón de grado 33 R.E.A.A. (ambos extremos son absurdos). Pero si Liénart, siendo masón, consagró obispo a Lefebvre observando la materia, forma e intención de la Iglesia, ¡cuánto más Mons. Thuc, que siempre se mantuvo leal a la Iglesia, observó las rúbricas en todas sus ceremonias -incluso en el Palmar de Troya-, y su linaje es válido aun a ojos de la misma iglesia conciliar!
Reiteramos el llamado a la unidad entre los Sedevacantistas, e invitamos a que se ofrezcan y manden decir Misas Ad tolléndum Schisma.
Por otra parte, el domingo 20 de Enero, el Padre Basilio Méramo en su sermón transmitido por RADIO CRISTIANDAD, acusó de inválido al linaje de Mons. Thuc (al que pertenecen, además de Mons. Squetino y Mons. Merardo, entre otros, los obispos Mark Pivarunas, Donald Sanborn y Martín Dávila Gándara), aduciendo la supuesta senilidad de éste (argumento típico en todo sacerdote egresado de Écône), y el día 24, Mons. Squetino le respondió señalando su falta de caridad y su uso de lenguaje soez intra Missam. NOS DESLIGAMOS COMPLETAMENTE DE ESTAS POLÉMICAS DE EGOS, QUE SÓLO CONTRIBUYEN A LA DIVISIÓN Y A FORTALECER AL ENEMIGO CONCILIAR, y respondemos que si las consagraciones de Mons. Thuc son inválidas por su senilidad, las de Mons. Lefebvre lo son más porque Achille Liénart Delesalle, que lo ordenó sacerdote en 1921 y consagró obispo en 1947, era francmasón de grado 33 R.E.A.A. (ambos extremos son absurdos). Pero si Liénart, siendo masón, consagró obispo a Lefebvre observando la materia, forma e intención de la Iglesia, ¡cuánto más Mons. Thuc, que siempre se mantuvo leal a la Iglesia, observó las rúbricas en todas sus ceremonias -incluso en el Palmar de Troya-, y su linaje es válido aun a ojos de la misma iglesia conciliar!
Reiteramos el llamado a la unidad entre los Sedevacantistas, e invitamos a que se ofrezcan y manden decir Misas Ad tolléndum Schisma.



Felicitaciones al Mons. Loya. Es un hombre de fé y de mucha erudición. Ya que hay un nuevo obispo en México, quizás no habra más la necesidad de usar los <> de un cierto super interesado norteamericano con ordenes muy dudosos.
ResponderEliminar¿Dolan?
EliminarMis felicitaciones al Monseñor Merardo Loya y la iglesia catolica, sea a la mayor gloria de dios.
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