Fragmento tomado de MYSTICS OF THE CHURCH, vía GLORIA TV. Traducción por un lector.
Edvige (Eduviges) Carboni Pinna (1880-1952) era una laica mística y estigmatizada que tuvo visiones de personas que habían ido al Infierno, de almas que estaban en el Purgatorio y solicitaban su ayuda; y de almas que entraban en el Cielo.
Vitalia, una amiga de ella, afirma: “Había un joven que vivía en el edificio de Edvige. Nunca escuchó su apelo de arrepentirse. No era creyente, y murió repentinamente de una descarga eléctrica en su lugar de trabajo. Tuvieron tiempo de llevarlo al hospital, pero cuando estuvo allí rechazó al sacerdote y los sacramentos.
Un día Edvige lo vio rodeado de llamas, condenado. La maldecía y le reprochaba no haber rezado más por él. Jesús consoló a Edvige, diciéndole que se había apiadado de este hombre enviándole un sacerdote, pero que él lo había rechazado”.
Hubo otro caso de un hombre que llevaba una vida honesta pero que nunca recibía los sacramentos. Jesús le dijo a Edvige que le escribiera a este hombre y le dijera que si no cambiaba su forma de vida, sería castigado. El hombre no quiso arrepentirse y más tarde, Jesús le hizo saber a Edvige que él también había sido condenado.
Jesús también le hizo saber a Edvige de un dentista en Cerdeña que había sido condenado:
“Hija mía, ese dentista que murió hace unos meses no quiso reconocerme como su padre, y yo no lo reconocí como hijo”.
Un caso muy conocido fue el de un sacerdote que durante la Segunda Guerra Mundial daba conferencias negando la presencia real de Jesús en la Sagrada Eucaristía en una Universidad de Roma. Tras su muerte, se le apareció a Edvige que solía rezar por él.
Le dijo que había sido condenado por los libros que había escrito contra la fe y por el escándalo que había provocado. Para demostrarle a Edvige que no eran imaginaciones suyas, el sacerdote cogió un libro en su habitación y al tocarlo se quemó por completo.
Respecto al purgatorio, Edvige escribió en su diario en octubre de 1943: “Alguien apareció y tocó mi muñeca y me quemó. No lo conocía. Iba vestido de oficial. Él me dijo: ‘He muerto durante la guerra. Me gustaría que Mons. (Alfredo) Vitali celebrara algunas misas. Tu hermana y tú haréis la santa comunión por mí’
Después de haber celebrado las Misas y las Comuniones ofrecidas por sus intenciones, él se le apareció nuevamente rodeado de luz y dijo: ‘Voy al Paraíso donde rezaré por vosotros, especialmente por monseñor Vitali. Soy ruso y me llamo Paolo Vischin. Mi madre me había educado en la santa religión; después, al crecer, me dejé llevar por la vida rusa, mala. En el momento de mi muerte me arrepentí, y recordé las bellas palabras que desde niño me decía mi madre. El buen Jesús me ha perdonado’”.
Edvige escribió en su diario: “Mientras rezaba delante del Crucifijo, se me apareció de repente una persona toda en llamas, y oí una voz que decía:
‘Yo soy Benito Mussolini. El Señor me ha permitido venir a ti a fin de obtener algún alivio a mis sufrimientos en el Purgatorio. Te suplico como acto de caridad ofrecer por mí todas tus oraciones, sufrimientos y humillaciones por dos años, si tu director lo permite. La misericordia de Dios es infinita, pero otro tanto lo es Su justicia. Uno no puede entrar al Cielo hasta pagar el último céntimo de la deuda contraída con la Justicia Divina. El Purgatorio es terrible para mí porque esperé hasta el último momento para escuchar la voz de Dios que me llamaba a penitencia’.
Un día de primavera en 1951, Jesús me dijo después de la Sagrada Comunión: ‘Esta mañana, el alma de Benito Mussolini ha entrado al Cielo’”.
Mussolini murió el 28 de Abril de 1945.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.
Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.
+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)