BIDEN ROMPE EL PROTOCOLO CON BERGOGLIO

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.

  

«¡Auxilio! El presidente de los Estados Unidos me está dando de cabezazos y acariciando, ¡quitádmelo de encima!», dice la mirada de un sorprendido Francisco Bergoglio.

Pero Biden está hundiéndose en una demencia rápidamente progresiva, como se vio recientemente en la pasada cumbre del G-7 en Roma.

   

Es bien sabido que Francisco Bergoglio y el presidente estadounidense Joseph Robinette “Joe” Biden II son amigos porque ambos son izquierdistas de neoiglesianos (si es que lo son), pero el último incidente que involucró al presidente con fallas mentales y al pseudoapa fue demasiado incluso para los funcionarios modernistas del Vaticano. Sin invitación, el 14 de Junio de 2024, Biden rompió el protocolo y se abalanzó sobre el pseudopapa sentado en una silla de ruedas y le dio un cabezazo mientras lo acariciaba. Bergoglio estaba visiblemente sorprendido y conmocionado. Sin embargo, según el embajador de Estados Unidos en el Vaticano: «Esos dos se aman». Interprétalo como quieras.

   

Biden, de quien se cree que ahora se está hundiendo en una demencia rápidamente progresiva, como demostró más recientemente en la pasada conferencia del G-7 en Italia, tiene un historial de comportamiento extraño, incluso pervertido. Acaricia a mujeres y niños sin que lo inviten, y quienes lo reciben han expresado ofensas por sus perversas “atenciones”. El comportamiento de “toro en tienda de porcelana” de Biden imita el del igualmente grosero expresidente estadounidense Barack Hussein Obama, quien rompió el protocolo y le dio un abrazo de oso a la sorprendida reina Isabel II de Inglaterra. Por el contrario, el expresidente estadounidense Trump siguió escrupulosamente el protocolo tanto con el pseudopapa como con la reina [Parte de la información para este Comentario proviene por Microsoft News].

   

Católicos tradicionales, el propio Francisco Bergoglio es grosero hasta el extremo. Tiene una boca “de camionero” y frecuentemente utiliza términos viles y vulgares para denunciar a sus oponentes. Por ejemplo, ha llamado a los pseudotradicionalistas neoiglesianos “comemierda” (coprófagos) y a los homosexuales “frociaginne” (maricones).