El año pasado, 359.338 abandonaron la
protestantizada Iglesia “Católica” alemana, 86.567 más que durante el
año 2019, y 137.948 más que en 2020, reportó la Conferencia Episcopal
Alemana en su informe estadístico anual.
La
membresía cayó de 22’193.347 a 21’645.875 personas (el 26% de la
población alemana). Por su parte, la Iglesia Evangélica Luterana de
Alemania también registró un declive, y cuenta ahora con 19’725.000
miembros (23,7% de la población).
El
obispón Georg Bätzing, presidente de la DBK, dijo que lo que más le
afecta es que de los que abandonaron fueron mayormente personas que
«habían estado muy comprometidas» con sus parroquias, y lo atribuye a la
falta de comunicación: «Los escándalos de los que tenemos que
protestar dentro de la iglesia y de los que somos en gran parte
responsables se reflejan como un espejo en el número de personas que se
marchan».
Claro,
a la Iglesia Conciliar (que se ha embarcado en el Sínodo sobre la
Sinodalidad) no le preocupa de a mucho esto. Para ellos, la gente está
buscando otros caminos de salvación y gracia fuera de ella, y está bien,
pues como dice Nostra Ætáte,
«La Iglesiacatólicano rechaza nada de lo que en estas religiones [no cristianas] hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres»,
y Francisco Bergoglio: «los apóstatas y blasfemos también forman parte de la Comunión de los Santos».
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)