En las Oraciones para cada día de la Novena se glosan los principales documentos publicados durante el glorioso Pontificado de San Pío X.
Los hechos milagrosos que se relatan, constan probados en el expediente de canonización y son recogidos por sus más eminentes biógrafos.
NOVENA A SAN PÍO X
Por
la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN- PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Senor mio Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mio,
por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa
de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más
pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de
confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi
vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como
os lo suplico, así confio en vuestra bondad y misericordia infinita me
los perdonaréis por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre,
Pasion y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar
en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Eterno
Dios, que por tu inagotable Providencia das a tu Iglesia en cada
momento el Pastor más conveniente a sus supremos intereses, por la
memoria del que fue Padre celosísimo y eficaz para la propagación de
nuestra Fe y para el bien de toda la humanidad, San Pío X, te rogamos
nos induzcas cada día más a tener fidelidad absoluta a las enseñanzas
del Pontificado tradicional y legítimo; y, siguiendo la consigna del
ilustre Santo, sea norma de nuestra vida instaurarlo todo en Cristo,
para lograr así la paz del mundo y asegurar nuestra perseverancia final.
Te
pedimos de un modo especial, ¡oh Dios misericordioso!, imprimas en
nuestros corazones un profundo amor y devoción al Santísimo Sacramento
del Altar, para que siendo fieles devotos de quien mereció ser designado
como el Papa de la Eucaristía, no pase día sin que acompañemos a Jesús
en la soledad de su Sagrario, para merecer recibirlo con la mayor
frecuencia posible durante nuestra vida y especialmente, en la hora de
nuestra muerte. Te suplicamos, además, nos alcances el favor que pedimos
en esta Novena si ha de ser para tu mayor honra y gloria.
Interponemos
como intercesores a nuestras súplicas, a tan Santo Pontífice, a todos
nuestros Patrones y Abogados y de un modo especial, a la Virgen
Santísima, cuya protección, por medio del Santo Rosario, quiso San Pío X
fuera la que asegurara la salvación del mundo.
En honor del Santísimo Sacramento, del que tan ejemplar devoto fue San
Pío X, rezaremos un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, rogando por las
necesidades de la Iglesia, con el propósito de ganar las indulgencias
concedidas.
DÍA PRIMERO - 25 DE AGOSTO
Glorioso San Pío X, que pusiste un empeño especial en mantener la fuerza
de nuestra fe y la disciplina eclesiástica, condenando las innovaciones
peligrosas en tu admirable encíclica “Pascéndi”, ruega a Dios para que
nunca se perturbe ni altere la pureza de la fe y cada día seamos todos
más sinceramente adictos y fieles a los principios inmutables de nuestra
Religión. Haz, con tu intercesión, que nuestros sacerdotes sean para
todos ejemplos vivientes por sus virtudes, su fidelidad a la Santa Iglesia y
su encendida caridad, a fin de que siendo cada día más Santos, merezcan
por su perfección santificarnos a todos y llevarnos al cumplimiento de
todos nuestros deberes individuales y sociales, como prenda de nuestra
perseverancia final. Amén.
EJEMPLO: San Pío X predice la curación de una niña
En Venecia, junto a la Iglesia de Santa María de los Milagros, el Siervo de Dios se
encontró con una pobre mujer que llevaba en brazos a una niña moribunda.
«Eminencia, bendiga a esta niña que muere», suplicó la desventurada madre.
El Patriarca bendijo a la niña, y dirigiéndose a la pobre mujer la animó diciéndole: «Estáte tranquila, porque tu niña no muere».
Los hechos confirmaron estas palabras del Santo Patriarca de los venecianos.
Antífona: En la recepción de la Sagrada Comunión halló
siempre el combustible que mantuvo ígneo el fuego de la caridad en su
corazón, haciendo se despojara de todo, para entregarse a sus prójimos
en una suprema superación de humildad y renunciamiento.
℣. Ruega por nosotros, San Pío X.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN
Oh
Dios, que para defender la fe católica y restaurar todas las cosas en
Cristo has llenado al Sumo Pontífice San Pío X de celeste sabiduría y
apostólica fortaleza; concede propicio que, siguiendo sus enseñanzas y
ejemplos, consigamos los premios eternos. Por el mismo Jesucristo
Nuestro Señor, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo por
los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 26 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que como dice uno de tus biógrafos, «fue como una
necesidad para tu corazón hablar de María, predicar sobre María,
promover en todos el amor y la devoción a María», ruega a Dios nos
infunda la confianza en tan eficaz mediadora, para que en todas nuestras
necesidades, en nuestros pesares, en nuestros dolores, alcemos los ojos
hacia su inagotable bondad, para encontrar el remedio necesario o la
resignación imprescindible. Haz, por tu intercesión, que siempre
vayamos a Dios por el amor a su Inmaculada Madre, para que siguiendo tu
ejemplar e ilimitada confianza en su poderosa intercesión, merezcamos
gozar de su constante protección en esta vida y su definitiva ayuda en
la hora de nuestro tránsito. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura una paralítica
En 1913, una pobre madre suplicaba a Pío X curase a una hija suya, paralítica desde hacía muchos años.
– «No puedo –respondió el Pontífice–, solamente el Señor puede hacer milagros.
La mujer no se convenció y con acento de mayor fe replicó: «Sí. Vos podéis. Basta que queráis hacerlo».
– «No puedo… solamente el Señor puede hacer milagros», insistió el Papa.
– «Padre Santo, Vos representáis a Jesucristo en la tierra. Vos podéis hacer el milagro» –insistió la madre.
– «Tened confianza –dijo entonces el Papa–. El Señor sanará a vuestra hija».
En el mismo momento la hija sintió un estremecimiento, se irguió, y con gran admiración de los presentes, echó a andar.
La antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA TERCERO - 27 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que supiste mantener durante tu ilustre Pontificado
las prerrogativas de la Iglesia en sus relaciones con el Estado,
protestando de manera eficaz contra las persecuciones de que fueron
objeto las corporaciones religiosas por parte de los poderes laicos,
manifestando cuánto apenaban tu corazón de Padre las vejaciones de que
fueron objeto, intercede para que Dios conceda a todos los religiosos
que cada día perseveren más en el espíritu de su orden, y cumplan la
altísima misión que sus fundadores se impusieron. Haz, por tu
intercesión, que todos los estados católicos mantengan relaciones de
cordial colaboración, y los que no lo son de respetuosa tolerancia, con
nuestra Santa Iglesia, y que cada día ésta aumente su influencia en la
Sociedad, para llevar a mayor número de hombres al camino de la
verdadera felicidad y la eterna salvación. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a un ciego de nacimiento
Un señor alemán, ya de edad madura, ciego de nacimiento, asistía a una
audiencia del Papa. Cuando éste se le acercó y se enteró de su
desgracia, le recomendó tuviera confianza en Dios, y le puso las manos
sobre los ojos.
Al contacto de las manos prodigiosas del Papa, el ciego recobró instantáneamente la vista.
La antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA CUARTO - 28 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que en tus constantes desvelos por la organización y
eficacia de la acción social católica, cuidaste de dar a esta obra toda
la importancia que merece, fijando normas concretas y eficaces para que
nunca perdiera su primitivo espíritu, asegura con tu intercesión la
continuidad de su actuación y la fidelidad inmutable a los principios
que motivaron su creación, apartándola de cualquier desviación y
evitando pueda mover a ninguno de sus actuantes el menor interés
material, y sí sólo los supremos que inspiraron su fundación. Ruega para
que toda la actuación de las organizaciones de Acción Católica sea
eficaz por la pureza de intención de sus militantes y por su inhibición
de toda finalidad que no sea el bien de los humildes y la santificación
del mundo. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a una enferma de lepra
En el año 1914, un obispo del Brasil tenía a su madre enferma de lepra, y
habiendo oído hablar de la fama de santidad de Pío X, se trasladó a
Roma, para implorar del Siervo de Dios la curación de su madre.
Presentándose al Santo Pontífice, le rogó le alcanzase la gracia de su
curación. El Papa le exhortó a encomendarse a la Virgen Santísima y a
otros Santos.
El Obispo insistió y le dijo: «Por lo menos, Beatísimo Padre, dígnese
repetir las palabras de Cristo: “Volo, mundáre” (Quiero; sé limpio)».
El Papa repitió: «Volo, mundáre». Cuando el Obispo regresó a su patria encontró a su madre completamente curada de la lepra.
La antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA QUINTO - 29 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que manteniendo las genuinas tradiciones de la
Iglesia, supiste modernizar en cuanto era preciso su consuetudinario
derecho, infunde por tu intercesión a todos un profundo respeto y
sumisión a todas sus disposiciones e intercede, para que en todo
momento, la interpretación de sus preceptos sea la más conveniente a los
intereses de la Cristiandad, a la pureza de costumbres y a la
perseverancia de todos los fieles. Alcanza del Todopoderoso que los
inmejorables principios del derecho canónico influyan en las
legislaciones de todos los Estados, para que en todos ellos rijan las
normas de estricta justicia y caridad que inspiraron siempre sus
instituciones y que establecieron en el mundo el respeto que merece el
hombre por ser hecho a imagen y semejanza de Dios, y a la Iglesia como
supremo representante de Dios en la tierra y garante del orden moral.
Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a una religiosa, enferma desde hacía quince años
La superiora de un colegio de la India inglesa, padecía una grave
enfermedad de estómago, para cuya curación habían fracasado todos los
remedios. Las niñas, el día de su Primera Comunión, en enero de 1914, se
dirigieron al Santo Padre pidiendo la curación de su amada religiosa.
La enferma iba empeorando por falta de nutrición. Cayó pronto en un
estado de postración tan extrema, que en la noche del 7 de febrero
siguiente, ante el temor de que muriese, le fue administrada la
Extremaunción.
Al día siguiente llegaba para las Hermanas de Belgaum el siguiente telegrama:
«Roma 7 de febrero de 1914. – Padre Santo concede con gusto bendición Apostólica solicitada – Cardenal Merry de Val».
Le mostraron el telegrama a la enferma. En aquel momento estaba sola.
Las hermanas se hallaban en el refectorio. Lo leyó y llena de fe intentó
levantarse; se vistió y se sentó en una silla.
Cuando las hermanas la vieron levantada no querían creer lo que veían
sus ojos. Les dijo que quería comer y quedaron asombradas. Unas querían
que comiese, otras se oponían diciendo que era mejor esperar unos días.
La enferma cortó toda vacilación. Quería comer enseguida. Entre las
dudas de unas y la fe de otras comió sopa, pan y carne. Desde aquel día
volvió a ocupar su lugar en el refectorio. Llena de vigor y de vida,
volvió a su trabajo.
La antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA SEXTO - 30 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso
San Pío X, que hiciste norma de tu Pontificado “INSTAURÁRE ÓMNIA IN
CHRISTO” restaurarlo todo en Cristo, intercede para que
siguiendo tus enseñanzas y ejemplos, adaptemos nuestra vida a la
estricta observancia de los Mandamientos, para que siendo fieles devotos
de la Iglesia, seamos dignos de llamarnos hijos de Dios. Te rogamos de
un modo especial, logres que Dios imprima en nuestros corazones todo el
ardor de caridad que abrasaba el tuyo, para que por los frutos de esta
excelsa virtud, seamos humildes en nuestras relaciones con los pobres,
justos con los que de nosotros dependen, respetuosos con nuestros
superiores e imitadores en toda nuestra vida pecadora de las excelsas
virtudes en que brilló la tuya. Amén.
EJEMPLO: San Pío X profetiza
La visión profética que tuvo de todos los acontecimientos, le hacía exclamar frecuentemente: «Veo una gran guerra. Las cosas van mal», repetía con insistencia al
Cardenal Secretario de Estado, que se maravillaba de la seguridad con
que hablaba el Pontífice y creía se refería a la guerra de los
Balcanes–. «No hablo de esta guerra –decía el Padre Santo en 1914, cuando
la expedición italiana a Libia–. Todo esto es nada comparado con la
gran guerra que vendrá».
Y si el Cardenal le observaba que no se vislumbraba guerra alguna, el Santo viejecito replicaba: «Eminencia, no pasaremos de 1914».
La antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA SÉPTIMO - 31 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que para dar fuerza a nuestra naturaleza, nos
invitaste con reiterada insistencia a recibir la Sagrada Comunión,
impulsando a todos los cristianos a frecuentar lo más posible ese
Sacramento de Amor, ruega por nosotros para que siguiendo tu voluntad
inspirada por Dios, nos acerquemos asiduamente al Santo Sacrificio de la
Misa y saquemos del celestial banquete todas las fuerzas necesarias
para mantenernos fieles a las promesas del bautismo. Haz que Dios nos
perdone cualquier negligencia o falta de devoción que hayamos tenido en
nuestras Comuniones, y que cada día nos acerquemos con mejor
preparación, mayor fuerza de alma y más encendido amor a recibir a
Cristo en la Eucaristía. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a un niño gravemente enfermo
A un niño de seis años, de la familia Conradi, a consecuencia de una
caída se le había destrozado un riñón y lacerado la vejiga. El caso era
desesperado y los médicos le concedían pocas horas de vida.
Se pidió al Padre Santo una bendición especial para aquella familia. El
Santo Padre escuchó el relato y al terminar dijo: «Pobre madre: sí, les
envío una bendición particular».
Al oír la noticia la madre, con toda su fe exclamó: «Pío X ha enviado su bendición; mi Jorge curará».
Y así fue; la vejiga, contra todos los diagnósticos de los médicos, se
cicatrizó y el riñón destrozado volvió a su estado normal sin necesidad
de intervención quirúrgica.
La antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA OCTAVO - 1 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que con tu inagotable celo por el culto externo que
debemos a Dios, dictaste normas acertadísimas para que en todo momento
tenga nuestra liturgia la solemnidad y dignidad debidas y sean nuestros
templos modelos de sobriedad y pureza artística, haz que Dios conceda a nuestra Iglesia, el sentido artístico más depurado
para el acertado cumplimiento de aquellas normas y concede un verdadero
espíritu artístico a todas las manifestaciones religiosas, para que
mueva nuestras almas a la meditación y a la piedad. Ruega para que
nuestras multitudes aprecien el valor inestimable de la oración
y que la severidad de los cantos religiosos armonice en todo momento
con la profundidad de todos nuestros ritos y con la solemnidad de
nuestras ceremonias religiosas. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura el brazo a un impedido
A las audiencias públicas que celebraba el Padre Santo, acudían toda
clase de personas, entre éstas algunos enfermos, confiando en lograr su
curación por la intercesión del Pontífice. En una de aquellas
audiencias, pasó Pío X junto a un infeliz que tenía un brazo inerte,
quien mostrándoselo y en todo apremiante de súplica, le dijo: «Padre Santo, cúrame para que pueda ganar el sustento para los míos».
– «Sigue tu camino… y ten fe en el Señor», le dijo el Pontífice.
Y tocándole el brazo repitió: «Ten fe, el Señor te curará».
En el mismo instante, el brazo inerte recobró su fuerza y sus movimientos. Profundamente emocionado el hombre gritó: «¡Padre Santo! ¡Padre Santo!».
El Papa se detuvo y poniendo sus dedos sobre los labios le impuso silencio.
La antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA NOVENO - 2 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que en tu admirable Encíclica “Summi Pontificátus”,
afirmaste que la paz que todos los hombres dicen desear, únicamente
puede lograrse con una absoluta sumisión del hombre a Dios, ruégale que
infunda en los corazones de todos, y muy especialmente a los conductores
de las naciones, un profundo respeto a las enseñanzas del Evangelio y
sincero reconocimiento de la autoridad de la Iglesia, para que, bajo el
manto protector de Cristo Nuestro Señor y de su Santísima Madre, todos
se reconozcan vasallos de Dios. Haz por tu poderosa intercesión
que el mundo recobre la paz, que las naciones apacigüen sus odios, que
las razas se sientan igualadas ante Dios y que, como bendición del
Cielo, seamos librados del terrible azote de una guerra que sería el fin
de la civilización cristiana y posiblemente del mundo. Amén.
EJEMPLO: San Pío X prevé los estragos de la guerra
En 1912 se propuso al Santo Padre la compra, por un Instituto religioso,
de una gran propiedad situada en Gradisca, donde existían espléndidos
edificios.
– «No es posible –contestó el Padre Santo–, porque todos aquellos edificios serán destruidos».
Años después, en la guerra europea, todos aquellos edificios se convirtieron en un montón de ruinas.
La antífona y la oración se rezarán todos los días
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)