Vexílla Regis

Vexílla Regis
MIENTRAS EL MUNDO GIRA, LA CRUZ PERMANECE

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER
NO AL ABORTO. ELLOS NO TIENEN LA CULPA DE QUE NO LUCHASTEIS CONTRA VUESTRA CONCUPISCENCIA

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN
No hay forma de vivir sin Dios.

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

Mostrando entradas con la etiqueta Tercer Secreto de Fátima. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tercer Secreto de Fátima. Mostrar todas las entradas

domingo, 13 de octubre de 2019

EL TESTIMONIO DE MALACHI MARTIN SOBRE EL TERCER SECRETO

Durante los cuatro años antes de su fallecimiento, que ocurrió en 1999, tuve el privilegio de conocer al Padre Malachi Martin. Habiendo oído sus entrevistas y leído algunos de sus libros, comencé por pedirle su opinión sobre los cambios desconcertantes en el Santo Sacrificio de la Misa. Acabó ofreciendo guiarme espiritualmente. Tuve entonces con él una interacción sustancial en los cuatro años siguientes, y durante ese tiempo habló muchas veces sobre Fátima. Creía que Fátima era el acontecimiento más importante del Siglo XX, y que el cumplimiento de su mandato era la tarea más urgente que la Iglesia y el mundo enfrentan. Al oír sus entrevistas, noté que, cuando hablaba sobre Fátima, hablaba con autoridad, como los contemporáneos de Nuestro Señor habían dicho sobre Sus enseñanzas. Y así, durante nuestra primera conversación telefónica, le dije: “¡Tengo la impresión que Vd. conoce el Secreto de Fátima!”. Y el Padre Malachi respondió: “Lo conozco”.
  
Cuando nos encontramos la semana siguiente, aludiendo a su escepticismo sobre el movimiento carismático, pregunté como un chiste: “¿El Espíritu Santo le reveló el Tercer Secreto?”. “Oh no”, respondió.

“Me mostraron una copia del Tercer Secreto cuando el Papa Juan XXIII lo abrió en 1960 y pidió la opinión de un grupo de Cardenales. Uno de estos Cardenales era el Cardenal Augustin Bea, de quien yo era asistente”.
 
Entonces me atreví a preguntar: “El Tercer Secreto es sobre a la apostasía en la Iglesia, ¿cierto? Esta hipótesis se basaba en los pocos datos dispersos sobre Fátima que vinieron a ser conocidos durante los años de escasez espiritual de los años 70 y 80, y en el raciocinio de Fray Miguel de la Santísima Trinidad: “Los castigos materiales ya están predichos en la segunda parte del Secreto”. El Tercer Secreto predice “un castigo de orden espiritual”. Me sorprendió cuando el Padre Malachi contestó:
“La apostasía en la Iglesia forma el fondo o el contexto del Tercer Secreto. La apostasía sólo está ahora comenzando. ¡Pero los castigos previstos en el Secreto son muy reales, son castigos físicos, y son terribles!”.

“Acabamos de matar mil millones de personas”
Me contó entonces la conversación que había tenido el Cardenal Bea, cuando el Cardenal salió de la reunión con el Papa y sus consejeros en que el Papa Juan XXIII estaba pálido como la muerte: “¿Qué pasa, Eminencia?”, le pregunté. “Acabamos de matar mil millones de personas. ¡Mira esto!”. Me entregó una hoja de papel con 25 líneas manuscritas. Desde ese día, cada palabra de ese texto quedó grabada indeleblemente en la mente”.
El Cardenal Bea hizo esa declaración sobre “mil millones de personas” porque el Papa había decidido de no revelar el Tercer Secreto, ni consagrar a Rusia. Pregunté al Padre Malachi si me podía decir alguna cosa más sobre estos “terribles” castigos, que matarían mil millones de personas. Él me explicó que, antes de leer el Secreto, le fue pedido que hiciese un juramento de no revelarlo, pero él creía que debería haber sido revelado, y que Nuestro Señor y Nuestra Señora querían que fuese conocido. Por lo tanto, mencionaba el Tercer Secreto cada vez que podría; hablaba alrededor de él, dando mucha información de fondo sobre él, y el mayor número posible de pistas sobre él, sin llegar a revelar el texto.
Así consiguió nombrar muy rápidamente una lista de calamidades posibles y dijo que algunas de ellas estaban en el Secreto. Aunque la lista incluyese cosas como la 3ª Guerra Mundial, la muerte del Papa, y los Tres Días de Oscuridad, no era particularmente instructiva, porque ni todos los castigos futuros estaban en la lista, y ni todo lo que estaba en la lista era parte de los castigos.
Una nueva energía puede matar y destruir
Después dijo: “Sabe, va a venir una nueva forma de energía. Lo importante sobre esta nueva forma de energía es que será muy barata. Tan barata que podría satisfacer las necesidades de cada hombre, mujer y niño en la Tierra, si estuviese en las manos ciertas. Pero está en las manos de quien la usará para matar y destruir”. Entonces pregunté: “¿No quiere referirse a nuestro país?”. Y él respondió: “No. América es mala. Somos culpados de muchos pecados. Pero no somos tan malos. No somos suficientemente malos para matar deliberadamente mil millones de personas. Nosotros no haríamos eso. ¡Pero ELLOS lo harían!”. “¿Y quién son ‘ellos’?”. No quiso decirme.

“¿Cuáles países serán más afectados?”. Él dijo que el castigo sería peor en ciertos lugares que en otros, pero que nadie conseguiría evitarlo. “¿Y sería posible sobrevivir el castigo?”. Respondió pensativamente: “Sí, pero en la mayor miseria”. “¿Y cómo podemos saber cuando esas cosas están prontas a suceder?”. “Mira los cielos”, dijo, un aviso que repetiría muchas y muchas veces.
  
Tal como el efecto que las palabras del Tercer Secreto tuvieron sobre el Padre Malachi, el contenido de esta conversación quedaría imborrable en mi memoria. Después de aquel día, sentí que nunca más miraría mi vida de la misma manera. Durante los años que conocí el Padre Martin, él muchas veces haría comentarios sobre la información que me había dado en aquel primer día. Por ejemplo, llegó a decir que podríamos mitigar la severidad de los castigos que se aproximan si supiéramos el contenido del Tercer Secreto.
Yo también acostumbraba hacerle preguntas sobre declaraciones que había hecho públicamente durante sus alocuciones y entrevistas, o escribió en sus libros. Considerando la totalidad de las pistas que él reveló sobre el Tercer Secreto, pueden dividirse en tres categorías, que él presenta en su libro The Keys of This Blood (‘Las llaves de esta sangre’): “Un castigo físico de las naciones, envolviendo catástrofes, por la mano del hombre o naturales, en la tierra, el mar y la atmósfera del globo. Un castigo espiritual… [consistiendo] en el desaparecimiento de la creencia religiosa, en un período de falta generalizada de Fe en muchos países. Una función central de Rusia en dos series de acontecimientos precedentes.
En efecto, los castigos físicos y espirituales, según la carta de Lucía, serán colocados en un horario fatídico en que Rusia es el punto del fulcro” El Secreto fue presentado como una proposición ‘o-o’, dijo. El Papa de 1960 tenía la obligación de abrir el Secreto, leerlo y hacer lo que decía. Esto es el primer “o”. El Papa Juan XXIII rechazó este “o”, y por eso estamos ahora viviendo en el segundo “o”. El castigo espiritual comenzó aparentemente muy poco tiempo después de 1960. En resultado de la negativa del Santo Padre, el Padre Martin dijo: “Cardenales, Obispos y sacerdotes están cayendo en el infierno como hojas”. “La Fe desaparecerá de países y continentes”. “Muchos de los electos perderán la fe. Muchas personas que ahora creen desistirán de creer, en desespero. Las cosas se harán tan malas que, si Nuestra Señora no interviniese, nadie se salvaría”.

SUSANNE PEARSON, Malachi Martin nos da pistas sobre el Tercer Secretohttps://benedictinos.files.wordpress.com/2018/03/malaqui-martin.pdf

lunes, 3 de septiembre de 2018

DEL CUMPLIMIENTO DEL TERCER SECRETO DE FÁTIMA

Tomado de AMOR DE LA VERDAD.
  
SOBRE EL CUMPLIMIENTO DEL TERCER SECRETO PROPAGADO POR EL BLOG
  
Hay un comentario del blog enviado ayer, 2 de septiembre, por Abrahan I el Poblete, en el post “Confirmada la autenticidad del Tercer Secreto” que dice así:
Ok sr. moimunian, pero y ahora qué interpretación propone del plazo de las 69 semanas de su publicación, si este mes no se cumple el supuesto secreto? Entiendo septiembre era la fecha límite por usted propuesta
  
Respondo: En efecto en el post se anuncia que el fin de las 69 semanas de que habla el secreto, SUPONIENDO que “el anuncio de esta orden” haya sido el 13 de mayo de 2017. Yo creo que el anuncio de la Orden, sería lo hecho y dicho por el “papa” Francisco que el día 13 de mayo de 2017, visitó Fátima y pronunció palabras ultrajantes y blasfemas contra la Sma. Virgen y manifestó “Urbi et Orbe” los temas del Secreto que son la Apostasía en la Iglesia y la transferencia a Fátima de la autoridad de los Papas fuera de Roma –por lo que desde este punto de inicio la conclusión de las 69 semanas, sería el 8 de septiembre de este mismo año. Por lo tanto la siniestra amenaza del Secreto, que por otra parte no es única en las profecías simo común a muchas de ellas, tendría lugar antes de 10 o quizás 15 días.
  
Con todo, puede interpretarse que el castigo anunciado sería o bien el día siguiente al cumplimiento de las 69 semanas, o sea el día 9, o bien, lo que parece más probable por lo que abajo diré, dentro de la semana siguiente, que sería la semana 70 desde el “anuncio de la Orden”. Más abajo doy las razones para pensar que quizás la catástrofe -cuya causa desconocemos- podría ser el 12 de septiembre.
  
En este punto es digno de observación, que tanto el 8 como el 12  de septiembre, son fiestas marianas, o sea La Natividad de la Sma. Virgen y el Dulce Nombre de María, muy oportunamente colocada pocos días después de la Natividad. Sobre la fiesta del Dulce Nombre de María, es muy oportuno decir que tiene resonancias “guerreras” pues se estableció mediante decreto del papa Inocencio XI, en 1683, su celebración solemne en toda la Iglesia por la decisiva victoria de la Cristiandad frente al Turco con la parente intervención de María Santísima a quien los ejėrcitos cristianos atribuyeron el éxito (o “suceso” como se decía entonces en español) de la fenomenal victoria. Todo se explica en el post de este blog La fiesta del Dulce Nombre de María conmemora la Batalla de Viena.
 
He puesto la palabra “suceso” equivalente a ėxito en el castellano de la época, porque fue Nuestra Señora del Buen Suceso de Quito (invocación trasladada a la América Hispana desde España donde gozaba de popularidad y devoción) la que nos dio para los días actuales magníficas profecías que nos llenan de esperanza:
“La Iglesia sufrirá en esta ocasión -la noche oscura de la falta de un Prelado y Padre que vele por ellos con amor paternal, dulzura, fortaleza, discernimiento y prudencia. Pero llegará la hora cuando, de una manera sorprendente, arrojaré de su trono al orgulloso y maldito Satanás, aplastaré su cabeza bajo mis pies y será encadenado en las profundidades del infierno”. (Nuestra Señora del Buen Suceso, 2 de febrero 1634).  
Para probar la fe y la confianza de los justos, llegará la ocasión en que todo parezca estar perdido y paralizado. Entonces, será el feliz comienzo de la restauración completa.
  
León XIII vio en una (o dos) visión (es)  que se le había concedido por Dios a Satanás el poder atacar y casi vencer a la Iglesia durante cien años que casualmente se cumplen en estos días nuestros. Puede ser ahora cuando Nuestra Señora como dijo en Quito “arroje de una manera sorprendente arroje a las profundidades del infierno al maldito Satanás y aplastada su cabeza bajo mis pies sea allí encadenado”.
  
Volviena la pregunta puesta al comienzo del post, digo que se me ofrecen dos posibilidades. Una sería ignorar o callar a la espera de acontecimientos y disimular después si parecen no corroborar lo establecido en el blog. Otra sería asumir lo dicho, es decir la muy probable autenticidad del Secreto y mi propia deducción, que considero un poco aventurada, de que bien podría ser la fecha del 13 de mayo de 2017 el punto de arranque de la cuenta de las 69 semanas.
  
Ahora bien como ya tengo establecido y dicho, hay dos cosas que no revisten certeza, sino que están dichas como revistiendo una mayor o menor probabilidad.
  
Adelanto que partimos de la hipótesis de que Lucía fue veraz manifestando el Secreto comunicado por Nuestra Señora. O sea lo transmitió fielmente y no se engañó ella misma. (Lo contrario es lo que creyó y enseñó el jesuita belga,  Rector de la Gregoriana , P. Dhanis, que Ratzinger asumió y explítamente citó en la presentación del falso a todas luces Secreto Vaticano de junio de 2000, publicado por orden del “papa” Wojtyla).
 
Las dos cosas, dichas arriba, que no revisten certeza, sino que se aceptan como meramente probables, aunque la primera con gran probilidad, son:
–La verdad del Secreto -o sea que es autėntico, vale decir que sea el Secreto que escribió Lucía- se describe en el blog como meramente probable e incluso como más probable que su contrario.
 
– La Segunda premisa es la más endeble porque es una deducción propia que no he visto aceptada por nadie, o sea que su publicación, o para decirlo como hace el texto “el anuncio de esta “orden” tuvo lugar precisamente el 13 de mayo de 2017. (Véase en comentarios del post en que se anuncia la autenticidad del Secreto)
  
El castigo anunciado sobre Roma depende, pues, de las dos anteriores premisas, es decir de su mayor o menor probabilidad. Puede suceder que son las dos falsas, o que siendo verdadera la primera premisa, la segunda sea falsa. Entonces no sucedería nada de lo anunciado. (Añado que habría que celebrar que si no sucede nada, se evitara el coste en vidas humanas y en desastres materiales. Dios quiera que sea así y que no suceda nada malo en nuestra querida Roma).
   
No voy a repetir aquí lo que ya tengo explicado en muchos sitios sobre las razones que avalan con probabilidad, no con certeza,  la autenticidad del Secreto y las que avalan, quizás con escasa probilidad, mi deducción personal  sobre el día en que en realidad se “anunció” el Secreto. Confieso, y lo tengo dicho, que quizás sea un poco aventurada. Algún comentarista del post que comentamos lo ha expresado muy bien.
  
Por consiguiente la realización de la “profecía” reposa sobre bases que no tienen certeza y sólo probabilidad. La segunda premisa es particularmente dudosa.
  
El fracaso que seguiría a la constatación de que nada ha sucedido la próxima semana a este escrito, creo que no afectaría mucho al Secreto en sí, sino descartaría la hipótesis de su anuncio el 13 de mayo del año pasado.
  
Pero aceptando la hipótesis de lo acertado de la profecía (sólo como hipótesis de trabajo) y por consiguiente asumiendo que estamos sólo a 10 o quince días de la verificación del castigo anunciado si no hacen penitencia y se arrepienten los responsables de la Iglesia conciliar, cosa verdaderamente poco probable), me gustaría añadir una elucubración propia que quizás no sea del todo descaminada.
  
Advierto que escribo un poco de memoria y que sería preciso una elaboración más detallada.
  
Como se sabe, al final del Secreto hay una indicación de Nuestra Señora un poco enigmática. Lucía escribe que la Virgen dijo que esto está dicho en dos textos bīblicos.
Nuestra Señora nos dijo que esto está escrito, en Daniel 9:24-25 y Mateo 21:42-44
 
Uno es el conocido de San Mateo sobre la exėgesis que hace el mismo Señor Jesucristo sobre lo dicho en el salmo 117, 22, sobre la piedra que desecharon los constructores, etc.
  
Nuestro Señor interpreta el texto del salmo diciendo: “Por esto os digo que os será quitado el Reino de Dios y entregado a un pueblo que rinda sus frutos. Y el que cayere sobre esta piedra  se quebrantará y aquél sobre quién ella cayere será pulverizado.

El Secreto no sería más que la declaración en la profecía de la Sma. Virgen, de una analogía respecto de la dogmática Teología de la sustitución del Israel terreno o iglesia judaica por el Israel de Dios o Iglesia Católica.
  
Este texto avalaría lo que dice el Secreto sobre la pérdida de la jurisdicción o autoridad de los Papas y en consecuencia la venida de una falsa Iglesia, en perfecta analogía con el derrumbamiento de la Iglesia judaica que vio cómo la piedra angular, Cristo, pasaba a la Iglesia católica. A ello seguiría como lógica conclusión la destrucción del Templo de Jerusalén, sobre lo cual lloró el Señor.
  
El otro texto es más difícil de interpretar. Pero creo que debe interpretarse en paralelo con el de San Mateo como estableciendo (en el Secreto) una analogía con la célebre profecía de Daniel de las 70 semanas. Nuestra Señora recuerda al final del Secreto los versículos 24 y 25 de Daniel, capítulo 9.

Remito al lector para que lea los dos versículos  de Daniel y compruebe cómo los dos que le siguen son una mera explicación o desarrollo de los dos precedentes, o sea los versos 24 y 25. Se trata del célebre texto de las 70 semanas. Antes de la semana 70 pasarían 69 semanas. Tal como habla el secreto después del anuncio de la “orden”. La orden o edicto de que habla Daniel (ya es significativo de que el secreto hable de “Orden” y no de texto etc.) se refiere a la “reedificación de la ciudad”.
  
Parece que dicha reedificación de la ciudad tuvo lugar en el espacio de las siete primeras de años, o sea durante 49 años. Sin embargo allí se nos habla (en los versículos 26 y 27 de un ungido muerto y en el 27 de la cesación de las hostias y sacrificios [porque habría caído] la abominación de la desolación sobre el Templo). O sea, cesan los sacrificios porque el Templo ya no existe como lugar de culto.
  
La interpretación de esta profecía llamada de las setenta semanas, ha sido múltiple desde los tiempos de los Padres de la Iglesia. Remito al lector a las notas de cualquier biblia. Son interpretaciones que podrían ser encuadradas bajo el epíteto de interpretaciones que ven realizada la profecía en la historia real, desde la reedificación de la ciudad, Jerusalén,  en tiempos de Artajerjes hasta la destrucción del Templo de Jerusalėn por los Romanos. En medio estaría la Apostasía del pueblo (judaico), la muerte del ungido (Cristo), y posterior conversión de muchos. Terminaría con la ruina del Templo que durará hasta el fin (del mundo).
  
Hay otras muchas interpretaciones “místicas” que se apartan de los hechos reales.
  
Yo aquí adelanto lo que creo que es la adaptación de la profecía al Secreto. Es decir, cómo el Secreto anuncia unos acontecimientos en nuestros días que serían anålogos a los hechos anunciados (y cumplidos) en la profecía de Daniel.
  
Los hechos anunciados en el Secreto son la Apostasía en la Iglesia, la transferencia de la Sede, el anuncio visual en los desgraciados incidentes protagonizados por Bergoglio en Fátima, el paso de 69 semanas, y por fin lo equivalente a la destrucción del Templo en la destrucción de Roma y al mismo tiempo lo equivalente a la muerte del ungido en el mismo acto. Muchísimos fieles después de estos hechos se convertirían tal como lo anuncia Daniel. También sería el comienzo de la restauración de la Iglesia después de la destrucción del Templo de la Iglesia Conciliar.
  
Así pues, sucintamente diré que la “reedificación de la ciudad es la restauración de la Iglesia. Si la  Iglesia había padecido la réplica de la Pasión del Señor en lo que muchos llaman la Pasión de la Iglesia, la muerte del Señor se correspondería con la muerte del ungido a la mitad de la semana, que dicho de la Iglesia sería la destrucción de sus lugares de culto.
  
Lo interesante es notar que los hechos claves en analogía con la profecía de Daniel, suceden en la semana 70 que empezaría después de las 69 semanas transcurridas. Si aceptamos el Secreto y su hipotético anuncio de la Orden, empezaría el próximo 8 de septiembre. La destrucción del Templo (¿de San Pedro?) sería en la mitad de la semana, o sea tres día y medio después del comienzo de la semana, o sea al mediodīa del dìa 12.
  
Todo lo anterior pueden considerarse elucubraciones que dependen de la verdad de las hipótesis o supuestos dichos como meramente probables.
  
Invito al lector a pensar sobre ello y quizás a darse cuenta de lo enigmático que resulta que en un Secteto que muchos creen falsificado, haya una invitación de Nuestra Señora a releer el texto de Daniel. Quizás sea algo que invite, como otras cosas en el Secreto, a descartar una posible falsificación
 
En fin resumiendo: Yo me dispongo a arrostrar el fracaso de mis consideraciones sobre el Secreto y asumirlo lo mejor que pueda. Pero de todas maneras, hay que “esperar y ver”. Sólo son diez días. Después ya habrá tiempo para asumir lo que sea y “resetear” todo lo dicho en el blog.
  
ANTONIO MOIÑO MUNITIZ
3 de Septiembre de 2018
  
COMENTARIO: En cuanto a los tiempos en que estaría cumpliéndose la destrucción de Roma (la Ramera Deuterovaticana), lo dejamos al Juicio de Dios (si tardare, esperad); y la Restauración de la Iglesia será después de la Parusía, cuando Cristo Rey haya vencido a sus enemigos.
  
Pero independientemente de si el Castigo llega a suceder en las fechas previstas o posteriormente, en modo alguno se ha de dudar de la autenticidad del Verdadero Tercer Secreto de Fátima, que ha sido comprobada por testimonios (Pío XII, el cardenal Ottaviani, mons. Mario Luigi Ciappi y el padre Malachi Martin, entre otros), dictámenes periciales (como el de la Dra. Begoña Slocker de Arce), la conexidad con los otros dos secretos y con varias profecías (las “70 Semanas de años” de San Daniel Profeta, la “Profecía de los Papas” de San Malaquías de Armagh, las apariciones de Nuestra Señora del Buen Suceso, el Secreto de Nuestra Señora de La Salette y el Exorcismo de León XIII), y por el mismo acontecer de los hechos (los asesinatos de sor Lucía de Fátima y el papa Pío XII -ordenados posiblemente por Montini y la KGB-, el Vaticano II y el Novus Ordo Missæ, el falso atentado de Wojtyla ordenado por el masón Casaroli, las apariciones en público de la impostora Lucía de Coímbra y del “Secreto Vaticano”, la “igreja do Inferno” simbolizada en el templo opuesto al santuario de Fátima, y las blasfemias de Bergoglio).

sábado, 21 de julio de 2018

PROFECÍA DE PÍO XII, EL ÚLTIMO PAPA

Tomado de MILES CHRISTI.
   
Pío XII
   
Pío XII profetizó sobre la Gran Apostasía de la Iglesia Romana:
«Supongo, querido amigo [1], que el Comunismo era el más visible entre los instrumentos de subversión usados contra la Iglesia y la tradición de la Divina Revelación. Por tanto, nosotros presenciaremos la invasión de todo lo que es espiritual: la filosofía, la ciencia, el derecho, la enseñanza, las artes, la prensa, la literatura, el teatro y la religión.
 
Estoy preocupado por las confidencias de la Virgen a la pequeña Lucía de Fátima. Esta persistencia de Nuestra Señora ante el peligro que amenaza la Iglesia, es una advertecia divina contra el suicidio que representaría la alteración de la fe, en su liturgia, su teología y su alma.
 
Siento en mi entorno a los innovadores que quieren desmantelar el Sacro Santuario, destruir la llama universal de la Iglesia, rechazar sus ornamentos, ¡hacerla sentir remordimiento de su pasado heroico! Bien, mi querido amigo, estoy convencido que la Iglesia de Pedro tiene que hacerse cargo de [reivindicar] su pasado, o ella cavará su propia tumba.
 
Yo libraré esta batalla con la mayor energía tanto en el interior como en el exterior de la Iglesia, aún si un día ellos tengan que servirse de mi persona, de mis actos, de mis escritos, como lo han intentado hasta el día de hoy, para deformar la historia de mi Iglesia. Todas las herejías humanas que alteran la Palabra de Dios aparecen como una gran luz.
 
Llegará un día en que el mundo civilizado renegará de su Dios, en el que la Iglesia dude como dudó Pedro. Será tentada de creer que el hombre se ha convertido en Dios, que Su Hijo es meramente un símbolo, una filosofía como tantas otras, y en las iglesias, los cristianos buscarán en vano la lámpara roja donde Dios los espera, como la pecadora que gritó ante la tumba vacía: ¿Dónde le han puesto?.
 
Será entonces que se alzarán los sacerdotes del África, de Asia, de las Américas –aquellos formatos en los seminarios misioneros– que dirán y proclamarán que el “pan de vida” no es un pan ordinario, que la Madre del Dios encarnado no es una madre como muchas otras. Y ellos serán despedazados por haber testificado que el Cristianismo no es una religión como las otras, porque su jefe es el Hijo de Dios y la Iglesia Católica es su Iglesia». (Mons. Georges Roche y Philippe Saint-Germain. “Pie XII devant l’histoire” - Pío XII ante la historia. Éditions Robert Laffont, París 1972, págs. 52-53)
   
¡Cuantas cosas dijo S.S. Pio XII, en una sola conversación!
  1. Sabía que el Tercer Secreto de Fátima se trataba sobre la Apostasía venidera.
  2. Se sabía rodeado de modernistas.
  3. Previó nitidamente que pronto llegaría el momento en que la Iglesia pediría PERDÓN a los judios, a los protestantes… al mundo entero, traicionando su legado sagrado.
  4. Tenía en claro que existe la posibilidad REAL de que la misma Iglesia se AUTODESTRUYA cavando su propia fosa.
  5. Ve la apostasía y también la pérdida de la Fe EN la Iglesia.
  6. Advierte que los modernistas usarán a Pío XII a fin de deformar la historia de la Iglesia.
  7. Predice la llegada de la actual Antropolatría, hija de la “inmanencia vital” o “vitalismo cristiano”.
  8. Consecuencia de lo anterior… el despojo de todo sentido SACRO y una especial referencia a la FALTA del SANTÍSIMO.
  9. “¿DÓNDE LE HAN PUESTO?”. Es el reclamo, el grito de los verdaderos fieles que se sostienen SOLO por la Fe en lo que es sin dudas un verdadero páramo religioso, donde los que defienden la Verdad (sobre todo de los lugares menos contaminados de modernismo) serán perseguidos y martirizados por los apóstatas.
 
Dice el padre Malachi Martin que antes de morir, el Papa Pio XII pidió que no fueran a ordenar cardenal a Giovanni Battista Montini Alghisi. Cuando Juan XXIII bis fue elegido, fue de las primeras cosas que hizo.
 
Quizá el Papa sabía perfectamente lo que le esperaba a la Iglesia bajo el mando de Pablo VI.
 
Es de notar que gente de Monseñor Fellay ha tratado de desacreditar al padre Malachi Martin en algunos foros “oficiales” como AngelQueen. Pero entre más lo apedrean, más me parece que lo que dijo el padre Martin es completamente cierto, en especial la entronización de Satanás en el Vaticano que narra en el libro de “El Último Papa”.
  
NOTA
[1] Según Mons. Roche, esta conversación la tuvo con el conde Enrico Pietro Galeazzi, médico y amigo de Pío XII desde los tiempos en que era Secretario de Estado de Pío XI. Galeazzi recuerda que mientras hablaba, Pacelli estaba iluminado por una gracia celestial.

miércoles, 13 de junio de 2018

INDICIO GRÁFICO DE LA FALSEDAD DEL “SECRETO VATICANO”

Muchos, a través de distintas formas, han mostrado el carácter de falsedad del “Secreto Vaticano” (el Papa asesinado): por los testimonios de quienes vieron el original, por la conexidad -o falta de conexidad- entre éste y los otros dos Secretos, por la grafología, por el contenido doctrinal, etc. Pero aún hay gentes que no aceptan la evidencia, y apelan al famoso atentado del 13 de mayo de 1981. A estas personas, les dirigimos esta entrada.
  
  
La foto antecedente fue tomada en la cárcel de Rebibbia, el 27 de Diciembre de 1983. Muestra a Juan Pablo II estrechando su mano, luego de conversar a solas por casi veintidós minutos, con el terrorista turco Mehmet Alí Ağca, autor del supuesto atentado del 13 de Mayo de 1981 (atentado que el propio Ağca aseguró no ser determinado por la KGB -él mismo se declaró anticomunista, y el extinto líder de la Bulgaria comunista Tódor Zhivkov negó que su país estuviese involucrado en la trama-, sino por el Secretario de Estado Agostino Casaroli y Wojtyla lo sabía, a fin de realizar el “Milagro de Fátima” anunciado en el Secreto que develara Bertone en el 2000).
   
A NINGUNA PERSONA SENSATA EN EL MUNDO SE LE OCURRIRÍA DEJAR A UNA PERSONA AL ALCANCE DE QUIEN PUDO SER SU ASESINO, SOBRE TODO SI ÉSTA ES UNA PERSONALIDAD DE FAMA MUNDIAL QUE DE ORDINARIO TENDRÍA UN RÍGIDO ESQUEMA DE SEGURIDAD, A MENOS, CLARO, QUE LA “VÍCTIMA” NUNCA ESTUVIESE REALMENTE EN PELIGRO, Y TODO SE TRATARA DE UN MONTAJE, COMO EFECTIVAMENTE SUCEDIÓ.

sábado, 13 de mayo de 2017

EL TERCER SECRETO DE FÁTIMA: VERDADES SILENCIADAS Y MENTIRAS OFICIALES

ADVERTENCIA Y SÚPLICA
Nuevamente nos embarcamos a escribir sobre un tema polémico: el Tercer Secreto de Fátima. Y lo hacemos confesando que no sin gran temor tratamos sobre el asunto porque avizoramos el dedo acusador de aquellos indomables e irreducibles tartufos y mojigatos de uno y otro sexo apuntando que nuestro artículo es calumnioso, paranoide y blasfemo, y las lenguas de quienes, amén de tacharnos de supersticiosos, “caritativamente” nos emplazarán en un tribunal (seglar y “canónico”) canguro, cuando no enviándonos en vida a las infernales llamas, conocedores ellos mejor que nadie de semejante república. Mas seguiremos nuestro propósito, que es el de contribuir a develar el engaño en que la apóstata secta del Vaticano II tiene al mundo y a las almas respecto al Tercer Secreto de Fátima y a Sor Lucía, la última de los videntes.
   
Auxiliados por Nuestra Señora, la Bienaventurada siempre Virgen Santa María, en su advocación de Reina del Rosario de Fátima y de los Mártires, esperamos que este análisis llegue a feliz término, y sea un desagravio por tantas ofensas y sacrilegios que ha sufrido en estos años por los infieles y los apóstatas.
  
A los lectores, les pedimos que arrien de sus mentes los estandartes de prejuicios e ideas preconcebidas, invitándolos a abrirse a un nuevo enfoque sobre el tema de Fátima. Sin duda, este artículo es polémico y fuerte, pero no puede ser de otra manera. Frente a la presente apostasía, no es posible ni permitido transigir.
 
INTRODUCCIÓN: LA OPOSICIÓN A FÁTIMA POR LOS ALTOS

Así quieren muchos a la Virgen: Amordazada
  
Dijo Sor Lucía de Fátima al P. Agustín Fuentes en su entrevista de 1957:
“Padre, la Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los últimos tiempos del mundo, pero me lo dio a demostrar por tres motivos: el primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva es una batalla final, en donde se va a saber de qué partido es la victoria, de que partido es la derrota. Así que ahora, o somos de Dios o somos del demonio; no hay término medio”.
 
El Tercer Secreto de Fátima, si bien podía ser leído por Pío XII, debía revelarse en 1960 como muy tarde, pues en palabras de Sor Lucía de Fátima, en esta fecha sería más claro (aunque Pío XII manifestó a su amigo el conde Enrico Pietro Galeazzi estar preocupado por las confidencias que la Virgen le reveló a Sor Lucía -lo que permite inferir que algo se conocía del Tercer Secreto).
  
Pero en el Vaticano, Giovanni Battista Montini Alghisi y el jesuita belga Edouard Dhanis, modernistas a cuál más, tachaban de falsas las apariciones y mensajes que hubiese recibido Sor Lucía posteriores a Octubre de 1917, reduciendo el mensaje de la Virgen a un simple pedido de oración y penitencia. De hecho, Dhanis dividió el Mensaje de Fátima en dos partes separadas: “Fátima I”, según él, son las apariciones de Nuestra Señora entre Mayo y Octubre de 1917 (y como tal las aceptaba a regañadientes), mientras que las apariciones de Tuy y Pontevedra venían a ser “Fátima II” (que tachó como “fabricación inconsciente” de Sor Lucía). Peor aún, señaló que las apariciones del Ángel en 1916, el Secreto en tres partes y el pedido de la Consagración de Rusia eran burdas invenciones, si no de Lucía, del clero conservador contrario a la recién proclamada República Portuguesa masónica (posición sostenida hoy por el presbítero apóstata Mário Pais de Oliveira, que incluso afirma que nunca hubo apariciones). Sobre la Consagración, la calificó un acto “prácticamente irrealizable” y “moralmente imposible” porque sería ofensivo tanto para la Ortodoxia cismática como para Rusia misma.
 
Esto confirma las palabras del Padre Malachi Martin, que ante la pregunta de Bernard Janzen “¿Quiénes son las personas que están trabajando fuertemente para suprimir Fátima?”, respondió:
“Una camarilla, de prelados Católicos en Roma, que pertenecen a satanás. Ellos son servidores de satanás. Y los siervos de satanás fuera de la Iglesia, en varias organizaciones, ellos quieren destruir el Catolicismo de la Iglesia, y mantenerla como un factor de estabilización en asuntos humanos. Es una alianza. Una alianza sucia, una alianza inmunda, pero una muy buena alianza”.
Y agrega
Ellos publicaron cartas fraudulentas en su nombre [de la Hermana Lucía]; la hacen decir cosas que no quiere. Le ponen declaraciones en su boca que ella nunca hace”.
  
LUCÍA DE FÁTIMA HA MUERTO, VIVA LUCÍA DE COÍMBRA
En la segunda aparición, Sor Lucía de Fátima relata
Quería pedirle a Nuestra Señora que nos llevara al Cielo. Nuestra Señora respondió: Sí; a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve. Mas tú quedarás aquí un tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón.
Apenada, pregunté: ¿Quedaré aquí sola?
Nuestra Señora respondió: No, hija. ¿Sufres mucho? No te desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios.
  
Poco después de esta segunda aparición, Francisco, que no oía las palabras de la aparición sino sólo veía las imágenes, preguntaba inquisitivo: ¿Por qué estaba Nuestra Señora con un corazón en la mano esparciendo por el mundo aquella luz tan grande que es Dios? Tú estabas con Nuestra Señora en la luz que bajaba a la tierra, y Jacinta, conmigo, en la que subía al cielo.
Le respondí: Es que, tú con Jacinta, vais a ir en breve al Cielo, y yo quedo con el Corazón Inmaculado de María pero “algún tiempo”.
  
A partir de ese “algún tiempoalgunos afirman que Sor Lucía de Fátima murió el 31 de Mayo de 1949, por lo que la entrevista con el Padre Fuentes en 1957 (y publicada en 1958 con Imprimátur de la Diócesis de Leiria) sería falsa. Pero si es falsa dicha entrevista, estaríamos ante un fraude tan magistralmente bien hecho que más de un ensotanado tembló, porque el revuelo ante la advertencia profética fue tal que en 1959 la Curia Romana y el Obispado coimbrense corrieron a desmentir:
Nota de la Diócesis de Coímbra, 2 de Julio de 1959, sobre la entrevista del P. Fuentes

El Padre Agustín Fuentes, postulador de la causa de beatificación de los videntes de Fátima Francisco y Jacinta, visitó a la Hermana Lucía en el Carmelo de Coímbra y hablóle exclusivamente de asuntos relacionados com el proceso en cuestión. Todavía, al regresar a México, su país –de acuerdo a un artículo en A Voz del pasado día 22 de Junio, y a una traducción de M. C. Bragança, publicada el 1 de Julio por el mismo diario– este sacerdote permitióse hacer declaraciones sensacionalistas de carácter apocalíptico, esjatológico y profético, que él declaró haber oído de la propia boca de la Hermana Lucía.
 
Dada la gravedad de tales declaraciones, la cancillería de Coímbra entendió ser su deber ordenar una investigación rigurosa sobre la autenticidad de tales noticias, que personas demasiado ávidas de lo extraordinario divulgaran en México, en los Estados Unidos, en España, y finalmente en Portugal.
 
Para la paz de espíritu de quien leyó el documento publicado en A Voz y se alarmó con la idea de terribles cataclismos que, según dicho documento, caerán sobre el mundo en 1960, y además para poner fin a la campaña tendenciosa de ‘profecías’, cuyos autores, tal vez sin darse cuenta de ello, están a provocar una tempestad de ridículo, no solo sobre sí mismos sino tambiém al respecto de cosas que habrían sido alegadamente dichas por la Hermana Lucía, la Diócesis de Coímbra decidió publicar estas palabras de la Hermana Lucía, dadas en respuesta a preguntas hechas por la autoridad competente.
[Hermana Lucía]: ‘El Padre Fuentes habló conmigo en su calidad de Postulador de las causas de beatificación de los siervos de Dios, Jacinta y Francisco Marto. Hablamos apenas de cosas relacionadas con este asunto; por tanto, todo lo demás a que él se refiere no es ni exacto ni verdadero. Laméntolo, porque no comprendo qué bien se pueda hacer a las almas que no venga de Dios, Que es la Verdad. No sé nada, y por tanto no podía decir nada, sobre tales castigos, que son falsamente atribuidos a mi persona’.
 
La cancillería de Coímbra está en posición de declarar que, como hasta el presente la hermana Lucía dijo todo lo que entendió ser su deber decir sobre Fátima, no dijo nada más de nuevo y, por consiguiente, no autorizó a nadie, por lo menos desde Febrero de 1955, a publicar cualquier cosa que pudiese serle atribuido sobre el tema de Fátima” (Cf. Fray Miguel de la Santísima Trinidad, Toda la Verdad sobre Fátima, vol. 3, pp. 550-551)
  
Aparte, una muerte de Lucía de Fátima en 1949 hubiese metido en problemas a Pío XII frente a las demandas de publicación del Tercer Secreto y de Consagración de Rusia. Pero la entrevista con el Padre Fuentes y la censura movida por la Diócesis coimbrense sólo confirma lo que de entrada se sabe: el mensaje de la Virgen de Fátima es coherente en sí mismo y con otras célebres apariciones como las de Buen Suceso y La Salette, que advirtieron sobre la Gran Apostasía, Roma como sede del Anticristo, y el Castigo Final. Por tanto, sería verosimil que Lucía de Fátima sobrevivió a 1949. Pero después de 1957, se pierden los rastros de la verdadera Sor Lucía de Fátima, pues 
“a partir de ese momento, ella pasó a estar sometida a un silencio mucho más riguroso sobre cualquier cosa acerca de Fátima, y especialmente sobre los grandes temas del Secreto... Como vimos, en esa nota de 2 de Julio de 1959, la cancillería de Coímbra declaró autoritariamente que ‘¡la Hermana Lucía no tenía nada más que decir sobre Fátima!’ También se tornó increíblemente difícil verla y, durante años, ninguno de los sus escritos fueron publicados. Su testimonio estaba tornándose enfadoso. En 1962, María de Freitas observó que ‘cada vez más, las visitas a la Hermana Lucía estaban prohibidas; cada vez más ella tornábase invisible’”. (Fray Miguel de la Santísima Trinidad, Toda la Verdad sobre Fátima, vol. 3, pp. 748-749)
 
Sor Lucía de Fátima dijo que el Tercer Secreto debía revelarse cuando ella muriera, o en 1960. Enfatizamos ese año porque, para ese tiempo, se había ordenado el silencio y aislamiento total de Sor Lucía por la jerarquía conciliar, que se sentía incómoda con ella. De Sor Lucía de Fátima nunca más volvió a saberse hasta 1967, como compañía conveniente para Pablo VI, que se encontraba de gira en Portugal. Solo que no era Sor María Lucía de los Dolores SSD (en adelante Lucía de Fátima). Hemos de habérnoslas con una persona distinta: Sor María Lucía de Jesús y del Inmaculado Corazón OCD (en adelante Lucía de Coímbra).

Lucía de Coímbra
  
El aspecto físico es distinto entre la verdadera Lucía y la impostora. Existe una foto de Lucía de Fátima en 1945 -en ese año, su edad era de 38- (último registro fotográfico plenamente reconocido), y otra que se le atribuye en 1967 (veintidós años después, a los 60 años). Pero sucede en primera instancia que la mujer retratada ¡se veía tanto (o hasta más joven) que Sor Lucía a sus 38! En segundo lugar, la verdadera Lucía de Fátima era física y fisiológicamente diferente de la supuesta “Irmã Lúcia” que captarán los medios desde 1967:
  • La nariz es más corta en Lucía de Fátima, que tambien tenía una cavidad en su mentón y sus mejillas.
  • La dentadura de la supuesta era homogénea y bien proporcionada, no larga, saliente e irregular (ante esto alguno osará decir que Lucía se habría hecho una cirugía para arreglarse los dientes, pero el solo pensarlo sería RIDÍCULO porque simple y llanamente no tiene sentido que una monja de clausura se haga cirugías cosméticas -y además sería un acto de vanidad, algo que la verdadera Sor Lucía JAMÁS Y NUNCA consentiría siquiera-).
  • Con todo y haber presenciado el Milagro del Sol, es de suponer que Lucía de Fátima no usaba lentes, sino que tenía buena visión hasta su muerte.
  • Lucía de Fátima tenía problemas de audición, mientras que la monja carmelita podía entender mensajes sin que la otra persona hablara todavía (como se verá en una entrevista posterior).
Conviene recordar una verdad evidente: al envejecer, nuestra apariencia se mantiene esencialmente la misma si nos comparamos con retratos de juventud. Pero en este caso NO SUCEDIÓ ASÍ. Lucía de Coímbra era radicalmente distinta a como debería verse Lucía de Fátima en su vejez. A fin de comprender mejor este hecho, comparad cada retrato en la secuencia etaria (última foto de primera línea y primera foto de la última línea son proyecciones aproximadas por computadora):

  
Y las actitudes, ni se diga: Lucía de Coímbra era locuaz en cuanto a las apariciones de Fátima, pero nunca hablaba en primera persona, esto es, no usaba los pronombres ‘yo’, ‘nosotros’ y sus variaciones sino que lo hacía en tercera (ellos, los pastorcitos). Por su parte, Lucía de Fátima era tímida, hasta el punto de que le costaba enormemente hablar del tema y las cámaras le causaban incomodidad. Ítem lo anterior, ante los hombres, Lucía de Fátima permanecía a cierta distancia y con semblante serio. En cambio, Lucía de Coímbra no tiene reparos en reirse con toda confianza y estrechar la mano de los cardenales y de Juan Pablo II, al cual le tenía una devoción rozante con la idolatría (algo que la verdadera Lucía JAMÁS HARÍA).
   
Lucía de Fátima con monseñor José Alves Correia da Silva, Obispo de Leiría. Distancia en señal de modestia y respeto.

Lucía de Coímbra con Juan Pablo II, en uno de sus viajes a Fátima.
  
Otras evidencias que permiten inferir que no se trata de la verdadera Sor Lucía:
“El 11 de Octubre de 1990, Carolina, la hermana de sangre de la Hermana Lucía, dice al padre (sic) Gruner que ella había visitado a la Hermana Lucía en el Carmelo de Coímbra por más de 40 años y nunca le había sido permitido hablar a solas con su hermana en la misma sala. Ellas estaban siempre separadas por una reja y muchas otras hermanas del convento estaban presentes en todas las visitas”. (Francis Alban, The Fatima Priest. Good Counsel Publications. Pound Ridge, NY. 1997, página introductoria)
 
Por más de 40 años, ¡hasta a su hermana de sangre le fue prohibido ver a “Sor Lucía” de otro modo que no a través de una reja y con otras monjas presentes! Esto explicaría el por qué su hermana no habría descubierto el fraude: nunca le fue permitido ver a “Sor Lucía” excepto por detrás de una reja y completamente cubierta por el hábito, y nunca le era permitido hablar íntimamente con ella por causa de la constante presencia de “muchas otras” religiosas!
  
Esta extraña cuarentena de “Sor Lucía” no fue, según el grunerismo, porque Sor Lucía sabía la verdad sobre el tema de Fátima, sino porque los conspiradores en el Vaticano no querían que la su falsa “Sor Lucía” fuese denunciada como la impostora que ella era, lo que habría ocurrido si ella hubiese sido sometida a cualquier examen o escrutinio serio. Una de las razones (sino la principal) para silenciar a Sor Lucía de Fátima es que, sabiendo que la masonería eclesiástica estaba en pro de conseguir sus propósitos, revelaría el Tercer Secreto. Esto a partir del hecho de que el arzobispo Fernando Cento Andreani, nuncio en Portugal, le dijo a Juan XXIII bis en Diciembre de 1958: “Sería prudente para Vd. revisar qué hay en el Tercer Secreto. La Hermana Lucía me contactó. Ella puede enviar un mensaje al mundo. Yo no sé si pueda ser oportuno...”. No nos es posible determinar cuándo sucedió el contacto referido por el nuncio, pero sí que Juan XXIII bis leyó el Tercer Secreto el 17 de Agosto de 1959, día en que le había sido presentado por fray Pierre-Paul Philippe OP, Comisario del Santo Oficio (con el consentimiento del Cardenal Ottaviani); y luego lo devolvió a los archivos inquisitoriales diciendo: “Esto no concierne a mi pontificado”, y jamás quiso oir hablar de Fátima.
 
Cuando el futuro cardenal Silvio Oddi le preguntó por qué no revelaba el secreto, la respuesta de Roncalli fue un seco “No me hable de eso”. Monseñor Oddi insistió: “Si usted quiere, yo no le hablaré más, pero no podré impedir a la gente de hablar de ello. Yo mismo tuve que hacer una centena de sermones para anunciar su revelación”. De nuevo Roncalli le espetó: “Ya le dije que no me hable de él”. El 8 de Febrero de 1960 se publicó por medio de la Agência Noticiosa de Informação (actual Lusa - Agência de Notícias de Portugal S.A.) un comunicado proveniente del Vaticano señalando que el Tercer Secreto no se publicaría jamás:
“Ciudad del Vaticano, 8 de febrero de 1960 — En círculos altamente fidedignos del Vaticano se acaba de declarar al representante de la United Press International que es muy posible que nunca venga a ser abierta la carta en que la Hermana Lucía escribió las palabras que Nuestra Señora confirió a los tres pastorcitos, como secreto en la Cova da Iría.
 
Aunque la Iglesia reconozca las apariciones de Fátima, no desea tomar el compromiso de garantizar la veracidad de las palabras que los tres pastorcitos dijeron que Nuestra Señora les había dirigido”.
 
En lugar de ello, Juan XXIII bis prefirió el discurso humano diplomático, ecumenista, conciliador con el mundo, especialmente con la URSS (la Ostpolitik cassaroliana); y en su discurso inaugural del Vaticano II, el 11 de Octubre de 1962, pronunció estas palabras:
Nos parece justo disentir de tales profetas de calamidades, avezados a anunciar siempre infaustos acontecimientos, como si el fin de los tiempos fuese inminente”.
  
Por su parte, Pablo VI viajó a Fátima en 1967, siendo acompañado de Lucía de Coímbra, e insistió en que el Mensaje de Fátima era solo de oración y penitencia. Fuera de obsequiarle la Rosa de oro a la imagen, NO HIZO NADA MÁS EN HONOR DE LA VIRGEN. Ni siquiera un Ave María le rezó.
  
Primera aparición pública en persona de Lucía de Coímbra (Estampa conmemorativa del viaje de Pablo VI a Fátima, año 1967. Fuente: Todocoleccion.com)
  
Otro evento del pasado, que confirma el carácter de impostora de Lucía de Coímbra: En 1992 tuvo lugar la infame entrevista titulada Dos Horas con la Hermana Lucía, conducida por el “cardenal” Antony I Padiyara, “arzobispo mayor” de Ernakulam de los Siro-Malabares y el “obispo” de rito latino Francis Michaelappa de Mysore (India), y el “padre” Francisco V. Pacheco de Fortaleza (Brasil). El periodista portugués Carlos Evaristo estuvo presente como traductor oficial en la entrevista. En esta entrevista, la “Hermana Lucía”, entre otras cosas, dijo que nunca se supuso que el Tercer Secreto fuese revelado en 1960, y que incluso no debería ser revelado (afirmaciones contrarias a lo que la verdadera Lucía de Fátima dijera en su tiempo), y que el Cielo aceptó la “consagración de Rusia” (o más correctamente, el “Acto de Confianza en María”) de Juan Pablo II en 1984. He aquí algunos apartes de la entrevista
Antony ‘Cardenal’ Padiyara:¿Y esta consagración [de Rusia] fue realizada por Juan Pablo II el día 25 de Marzo de 1984?
‘Hermana Lucía’: ‘Sí, sí, sí’. (Con uma voz grave y afirmativa que, además de esto, parece mostrar que ella ya estaba expectante de la pregunta)...
Carlos Evaristo:Entonces, ¿esta consagración fue aceptada por Nuestra Señora?
‘Hna. L.’: ‘Sí’
C. E.:¿Nuestra Señora está contenta y la aceptó?
‘Hna. L.’: ‘Sí’...
A. ‘Card.’ P.:  ‘¿Todavía Dios y Nuestra Señora quieren que la Iglesia revele el Tercer Secreto?
‘Hna. L.’: ‘No es pretendido que el Tercer Secreto sea revelado. Fue apenas destinado al Papa y la jerarquía inmediata de la Iglesia’.
C. E.:¿Pero Nuestra Señora no dice que debería ser revelado al público a más tardar en 1960?
‘Hna. L.’: ‘Nuestra Señora nunca dijo eso. Nuestra Señora dice que el secreto estaba destinado al Papa’.
C. E.:¿El Papa puede revelar el Tercer Secreto?
‘Hna. L.’: ‘El Papa puede revelarlo si así le parece, pero le aconsejo que no lo haga. Si así lo quisiere, yo le sugiero que tenga suma prudencia. Él precisa ser prudente’”.
 
El mismo “padre” Pacheco le dijo al hermano Pedro Dimond OSB, en ocasión de una conferencia realizada en la década de 1990, que había algo errado con la Hermana Lucía de Coímbra, y que no podía responder preguntas simples sobre su vida, lo que lleva a suponer que los entrevistadores estaban entrando a fondo en cuestiones que eran ajenas y nada familiares a ella.
 
Alguno objetará: La “Hermana Lucía” estaba detrás de la reja del Carmelo de Coímbra, oculta a las miradas. Pero acontece que en esta entrevista de 1992 ella estaba en el exterior, delante de la famosa reja, y sostenida de la mano con otras personas. Esto tiene sentido: la entrevista tuvo permiso del Vaticano, y el fin de la misma era que Lucía de Coímbra le dijese a los entrevistadores (y al mundo) que Juan Pablo II consagró exitosamente a Rusia, y que quedase registrado ante un grupo independiente, que nunca antes la había visto en persona. Mas cuando la seudo-Lucía se encontraba con su hermana (que podía más fácilmente exponer el impostaje), ella permanecía siempre con el rostro cubierto, detrás de la reja y con muchas otras religiosas, como señalamos más arriba.
 
Más allá de la entrevista de 1992, hay muchas otras afirmaciones de Lucía de Coímbra en las cuales aprueba la línea que la secta del Vaticano II tiene sobre Fátima, lo que muestra su condición de impostora. En el año 2001, en un artículo impreso en L'Osservatore Romano, le preguntan  a la “Hermana Lucía” especificamente sobre la consagración de Rusia. La noticia tuvo alcance mundial, y al reverendo Nicholas Gruner (que hasta su muerte afirmaba que ésta nunca ha tenido lugar) le dejó con las manos en la cabeza:
CIUDAD DEL VATICANO, 20 de Diciembre de 2001 (Servicio de Información del Vaticano): “En referencia a la tercera parte del secreto de Fátima, ella [la “Hermana Lucía”] afirmó que leyó atentamente y meditó sobre un panfleto publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, y confirmó todo lo que en él estaba escrito. A cualquiera que piense que alguna parte del secreto fue escondida, ella respondió: ‘Todo fue publicado; nada permanece en secreto’. Para aquellos que hablan y escriben sobre nuevas revelaciones, ella dice: ‘No hay verdad en eso. Si yo hubiese recibido nuevas revelaciones, no las hubiera contado a otra persona alguna, sino que las hubiera comunicado directamente al Santo Padre’. La Hermana Lucía fue interrogada: ‘¿Qué respondería a las persistentes afirmaciones del Padre (sic) Gruner, que está para recoger firmas para que el Papa finalmente consagre Rusia al Inmaculado Corazón de María, que nunca fue hecha?’ Y ella respondió: ‘La Comunidad Carmelita rechazó todas las formas de recolección de firmas. Yo ya dije que la consagraión que Nuestra Señora deseaba fue cumplida en 1984 y fue aceptada por el Cielo’”.
 
Claro, los gruneritas dirán que esta entrevista fue fabricada o distorsionada, pero entonces ¡tendrán que admitir que hay una conspiración! Si el Vaticano puede llegar a este punto, es ciertamente concebible que ellos pudiesen implantar una impostora; y, como vimos, el argumento de que todas estas afirmaciones de la “Hermana Lucía” aprobando el falso Tercer Secreto son apenas fabricaciones es destruido por la evidencia fílmica en la cual todos pudieron ver su aprobación de la versión vaticana publicada en el 2000.
   
UNA DISGRESIÓN: EL VATICANO II, CONCILIO ANTIMARIANO
Refiere el profesor italiano Roberto de Mattei en su libro Il Concilio Vaticano II: una storia mai scritta (El Concilio Vaticano II: una historia nunca escrita) que en 1963, muerto Juan XXIII bis y asunto Montini como Pablo VI, en la segunda sesión del concilio, la Comisión presentó un documento preparatorio sobre la Virgen (“Beátæ Maríæ Vírginis, Mater Dei et Mater hóminum”), que de acuerdo con el proyecto original, sería un decreto por separado. Además, 313 padres conciliares liderados por el Cardenal Alfredo Ottaviani presentaron una propuesta, el Schema constitutiónis dogmáticæ de Beátæ Maríæ Vírginis para la definición del dogma de María Mediadora de todas las gracias y Corredentora del género humano (“Beátæ Maríæ Vírginis, Mediátrix ómnium Gratiárum et Corredémptrix humánum genus”).
 
El jesuita alemán Karl Rahner (apoyado por los franceses Yves Congar OP y René Laurentin), enarbolando el discurso protestante de la “mediación única, exclusiva y excluyente de Jesucristo entre Dios y los hombres” (alentados por el rechazo que Roncalli y Montini tenían contra la fiesta de la Realeza de María instituida por Pío XII -31 de Mayo-, y haciéndose eco de Friedrich Karl Otto Dibelius -obispo luterano de Berlín-Brandeburgo y presidente del Consejo Mundial de Iglesias en ese entonces-, que decía que la mariología católica era un obstáculo al ecumenismo), presentó un texto escrito a todos los participantes de la conferencia de Fulda (de los padres conciliares germanoparlantes) en agosto de 1963, donde externaba su gran preocupación respecto al documento diciendo que si se adoptaba la propuesta de Ottaviani, “esto causaría un daño inimaginable desde el punto de vista ecuménico, tanto para los Orientales como para los Protestantes”, y por ello los obispos de Alemania, Austria y Suiza debían rechazar la propuesta. Para reducir la importancia del tema, era necesario presionar, con toda la insistencia posible, para que el esquema se convirtiera en un capítulo, o el epílogo, del esquema sobre la Iglesia (la futura Constitución Lumen Géntium). Esto, para él, sería “la manera más fácil de suprimir del esquema las afirmaciones que teológicamente no están suficientemente desarrolladas y sólo ocasionarían un daño incalculable desde el punto de vista ecuménico”.
 
El 29 de octubre de 1963, se puso la siguiente pregunta para votación: “¿Les place a los Padres conciliares que el esquema respecto a la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, sea revisado para convertirse en el capítulo VI del esquema sobre la Iglesia?” Los resultados de la votación fueron de 1114 a favor y 1074 en contra.
 
Esa noche, Congar anotó en su diario que: “La mariología, por lo menos la que siempre quieren agregar, es un verdadero cáncer”. Por su parte el P. Berto, teólogo de Mons. Lefebvre durante el concilio, escribió después de esta votación:
“El trabajo fue formidable, esto no es nada; fue sobre todo doloroso. ¡Cuántas veces, después de los votos del 29 y 30 de octubre, yo lloré, estallé en sollozos sobre estas pobres hojas que cubría de escritura! El castigo de Dios vino sobre estos votos. […] El funesto voto de la víspera, apostatando del Evangelio de las bodas de Caná, lejos de invitar a la Santísima Virgen, le significó su despido. ¡Ella estorbaba! La Virgen estorbaba el Concilio que la invitó a salir. ¡Oh! Ella no se lo hizo decir dos veces. La tierra no tembló, el rayo no cayó en San Pedro. La Virgen María salió discretamente en un profundo silencio; tan discretamente, en un silencio tan profundo que Ella no dijo Vinum non habent, y los destinos de la segunda sesión fueron sellados”.
El esquema sobre la Virgen fue remplazado por el de los religiosos como el capítulo VI de Lumen Géntium. Luego, en la tercera sesión, fue incluido como el Capítulo VIII de la precitada, pero revisado, remplazando la expresión “Ómnium Gratiárum Mediatrícem” por el de “Matrem hóminum, máxime fidélium” (“Madre de los hombres, especialmente de los fieles”, aunque Montini prefería el mero término “deprecatrícem” -intercesora-).
sin tener la intención de proponer una doctrina completa sobre María ni resolver las cuestiones que aún no ha dilucidado plenamente la investigación de los teólogos. Así, pues, siguen conservando sus derechos las opiniones que en las escuelas católicas se proponen libremente acerca de aquella que, después de Cristo, ocupa en la santa Iglesia el lugar más alto y a la vez el más próximo a nosotros”. (Antipapa Pablo VI, Concilio Vaticano II, Constitución Lumen Géntium, sobre la Iglesia, art. 55. 21 de Noviembre de 1964)
 
Peor todavía:
  • La devoción al Inmaculado Corazón de María, expresada públicamente en Misa y Oficio propio, fue rebajada en el calendario litúrgico, pasando de celebrarse el 22 de Agosto como fiesta doble de segunda clase, a ser una simple memoria facultativa el sábado infraoctava del Sagrado Corazón de Jesús.
  • Del Infierno, ni se hizo mención en las actas del concilio; y el pedido de oración por la conversión de los pecadores fue palmariamente ignorado.
  • La Virgen en Fátima había condenado el comunismo (precisamente el Inmaculado Corazón de María y la Santa Faz de Jesucristo fueron ofrecidas por el Cielo como el último recurso frente al comunismo, la bestia escarlata). ¿Y el V2? ¡No se pronunció al respecto, máxime estando presentes delegados de la Unión Soviética camuflajeados en prelados de la Ortodoxia Rusa!
  • El Rosario no solamente fue ignorado, sino que fue rechazado como oración litúrgica de la Iglesia: Durante la tercera sesión, el Cardenal Patriarca de Lisboa, pidió modificar el n° 67 de Lumen Gentium en el sentido que a las “prácticas y ejercicios de piedad” se agregara la expresión “entre las cuales se distingue el Rosario”. Pero la comisión preparatoria juzgó que “el concilio no debía designar una devoción particular”, dejando el numeral como estaba.
 
De este modo el concilio se pronunció contra el mensaje de Fátima. Todos los temas abordados en el secreto de Fátima fueron descartados de los debates del concilio, incluso podemos decir que fue en una dirección diametralmente opuesta. Se puede decir que el concilio Vaticano II fue un contra-Fátima así como fue un contra-Syllabus.
 
Un tal “Grupo ecuménico de Dombes” -cuyo nombre se debe a la trapa de Notre-Dame des Dombes cerca de Lyon, donde se realizaron sus primeras reuniones-, fundado en 1937 por el P. Paul Couturier (descendiente de pieds-noirs -y tal vez judío-) y el pastor protestante suizo Richard Baümlin d’Erlembach, se ha dado por tarea, entre otras cosas, durante más de diez años, “el reflexionar de manera constructiva sobre las ‘piedras de tropiezo’ marianas entre católicos y protestantes”.
 
Ellos aseguran respecto del episodio acontecido en las sesiones segunda y tercera del Vaticano II:
“La figura de María está marcada por la historia de nuestras divisiones, pero Ella ha sido iluminada con una nueva luz por el concilio Vaticano II. Al rechazar un texto separado sobre la Virgen María, los Padres conciliares reemplazaron la reflexión teológica a su respecto en el conjunto de la teología cristiana y la han reconducido a sus fuentes en la Escritura y la Tradición de la Iglesia”. 
 
Es así que presentan una conclusión en su escrito “La bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en el misterio de Cristo y de su Iglesia”, trabajo que será premiado en el 2001 por la Pontificia Academia Mariana.
 
Ya en 1996 Juan Pablo II invitó a la Pontificia Academia Mariana que en ese año iba a celebrar su XII Congreso Mariológico Internacional en Polonia, a estudiar la posibilidad de la definición de los títulos marianos de Mediadora, Corredentora y Abogada. Tras varias reuniones de trabajo, la Comisión publicó una declaración donde se hacen las siguientes afirmaciones:
Los títulos propuestos –Corredentora, Mediadora y Abogada- resultan ambiguos ya que pueden entenderse de diversos modos. Nos ha parecido además que no es conveniente abandonar la línea teológica seguida en el concilio Vaticano II, el cual no ha querido definir ninguno de ellos: no utilizó en su magisterio el título de Corredentora; y de los títulos Mediadora y Abogada ha hecho un uso muy sobrio (Lumen Géntium, 62) Aunque se atribuyeran a esos títulos unos contenidos por los que se pudiera aceptar su pertenencia al depósito de la Fe, su definición, en la actual situación, no resultaría, sin embargo, teológicamente conveniente, en cuanto que tales títulos y las doctrinas inherentes a ellos, necesitan todavía una ulterior profundización y una renovada perspectiva trinitaria, eclesiológica y antropológica. Finalmente, los teólogos, especialmente los no católicos, se han mostrado sensibles a las dificultades ecuménicas que implicaría una definición de los susodichos títulos”. (L’Osservatore Romano, 4 de junio de 1997, página 10)
 
Compárese lo expuesto en la prensa vaticana con estas palabras del mismo Grupo de Dombes:
“Sobre el plan dogmático, la proclamación de los dogmas de la Inmaculada Concepción y de la Asunción concierne solo a la Iglesia romana que las formuló. En la medida que esta Iglesia se estime comprometida por sus propias declaraciones sobre la ‘jerarquía de verdades’, ella debería reconocer que estos dos dogmas, puesto que no pertenecen a la expresión común de la fe al momento de la separación, no pueden obligar a otros cristianos. En efecto, la afirmación de la ‘jerarquía de verdades’ en el Vaticano II ya no permite sostener, sin poner muchos matices, ciertas afirmaciones anteriores. Sin duda que la fe es siempre la misma en tanto que ella responde a la autoridad de Dios revelándose. Pero además de la dimensión histórica y humana de su transmisión, ciertas declaraciones son tan fundamentales que se sostienen en el símbolo mismo de la fe; las otras son subordinadas a las primeras”. (Bernard Picinbono, Marie vue par un protestant. Cf. Nathalie Gadéa, Catholiques et protestants: réconciliation autour de Marie? - Blog GARRIGUES ET SENTIERS, 16 de Febrero de 2007)
 
En limpio, podemos sacar que para la Pontifica Academia Mariana y el Grupo de Dombes, los dogmas de la Inmaculada Concepción y de la Asunción son estorbo para la “reconciliación”, estorbo que se “resuelve” mediante la “jerarquía de verdades” establecida por el Vaticano II, lo que impide la definición del dogma de la Medianía de la Santísima Virgen y su título de Corredentora del género humano (De todos modos, no pueden hacernadie puede dar lo que no tiene. La Jerarquía conciliar está desprovista de autoridad para atar y desatar, toda vez que defeccionó de la Fe). Y se refleja la obsesión de “volver a las fuentes en la Escritura”, sosteniendo además que Martín Lutero y demás heresiarcas creían en la Virginidad y Maternidad de Nuestra Señora, cosa que es evidentemente falsa si “volvemos a las fuentes” protestantes. Lutero, el monje maldito, escribió estas blasfemias:
  • Que la Virgen María haya sido concebida sin pecado original, de esto no hay una sola palabra ni en el evangelio ni en otras partes de las Escrituras”. (Martín Lutero, Sermón sobre Lc. 11:27-28)
  • “La Madre María es, en verdad, digna de alabanza; pero al alabarla debemos tener mucho cuidado de no perder de vista al Hijo que Ella os dio”. (Martín Lutero, Sermón sobre Is. 9:1-7)
  • Cuanto más méritos y dignidad se atribuyen a María, tanto más mengua la gracia divina y se reduce la verdad del Magníficat”. (Obras de M. Lutero, Tomo VI, pág. 402)
  • El papa quiere que se ore en el nombre de la Virgen María; esto no significa alabar a María, sino deshonrarle de la peor manera y convertirla en un ídolo”. (Martín Lutero, Segundo sermón sobre el Magníficat)
  • María, la amada y santa Virgen y Madre de Dios, fue convertida en el papado en execrable ídolo”. (Martín Lutero, Comentario de Gén. 6:1-5)
  • El cántico Salve Regína es una gran blasfemia contra Dios pues allí se llama a María «madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra». Y no mucho mejor es el cántico Regína Cœli, donde llaman a María «Reina del Cielo»”. (Martín Lutero, Sermón sobre Mat. 1:1-16)
  • “…en el presente, no hay quien hable tan mal de esta Madre y su Fruto como aquellos que la honran con muchos rosarios y constantemente dicen el Ave María. Estos, más que cualquier otro, blasfeman de la peor manera contra la palabra y la fe de Cristo”. (Obras de M. Lutero, Tomo XLIII, pág. 40)
  • Ridiculizando al dominico Juan Tetzel, que le había ganado la predicación de la Indulgencia en el Arzobispado de Maguncia, dice Lutero que Tetzel “tenía del papa esta gracia y potestad: que si alguien hubiese llegado a violar a la virgen María o crucificar a Jesucristo por segunda vez, podía él perdonarle con tal que depositase en el arca los derechos correspondientes”. (Cf. Obras de M. Lutero, Tomo LI, pág. 538).
 
El capuchino Raniero Cantalamessa Giovannini, predicador de la “Casa pontificia”, amigo de Bergoglio y simpaticone profesional de infeliz memoria, quien es uno de los símbolos contemporáneos de la Apostasía entronizada, en una prédica intitulada María en el misterio de Cristo y de la Iglesia (realizada el 18 de Diciembre de 2015, día de la Expectación de la Bienaventurada Virgen María), habló de la Santísima Virgen -para él nada más que “María”- y del ecumenismo a la luz de la Constitución “dogmática” Lumen Géntium del Vaticano II en la siguiente forma:
La novedad más grande del trato conciliar sobre la Virgen consiste, como se sabe, precisamente en el lugar en el que se inserta, y es eso en la constitución sobre la Iglesia. Con eso el Concilio –no sin sufrimientos y laceraciones- realizaba una profunda renovación de la mariología, respecto a la de los últimos siglos. El discurso de María ya no es en sí mismo, como si ella ocupara una posición intermedia entre Cristo y la Iglesia, sino reconducido, como había sido en la época de los Padres, en el ámbito de esta última. María es vista, como decía san Agustín, como miembro más excelente de la Iglesia, pero un miembro de ella, no fuera, o encima. […]
 
Lo que quisiera hacer es poner de relieve la importancia ecuménica de esta mariología del Concilio, es decir, cómo podría contribuir –y está contribuyendo- a acercar a católicos y protestantes sobre este delicado terreno y controvertido que es la devoción a la Virgen. […]
 
No es éste el lugar para hacer una revisión histórica. Solamente quiero decir lo que me parece una vía de salida para la triste situación sobre María. Esa vía pasa por un sincero reconocimiento de parte de nosotros los católicos (sic) del hecho de que, especialmente en los últimos siglos, hemos contribuído a rendir a María algo que es inaceptable para los hermanos protestantes, honrándola de modo quizá exagerado y desconsiderado, sobre todo no colocando tal devoción en un cuadro bíblico bien claro, que hiciese ver su papel subordinado respecto a la Palabra de Dios, al Espíritu Santo y a Jesús mismo. La mariología de los últimos siglos se había convertido en una fábrica continua de nuevos títulos, nuevas devociones, a menudo polemizando con los protestantes, usando a veces a María como arma contra ellos”.
 
EL SECRETO DE 2000 ES FALSO
Malachi Martin refiere que el Tercer Secreto “no tiene ningún sentido a menos que aceptemos que habrá, o que está en progreso, una apostasía generalizada entre los clérigos y los laicos en la Iglesia Católica…”.
 
En su oportunidad se dijo que que la carta que apareció a la luz el 21 de Abril de 2010 es el verdadero Tercer Secreto de Fátima, tanto por la coherencia interna del texto y el nexo causal con los otros dos Secretos conocidos, como podemos leer a continuación:
   
TRANSCRIPCIÓN
JMJ
 
Tuy, 1 de abril de 1944
 
Agora vou revelar o terceiro fragmento do segredo: Esta parte é a apostasia na Igreja!
 
Nossa Senhora mostrou-nos uma vista do um indivíduo que eu descrevo como o ‘santo Padre’, em frente de uma multidão que estava louvando-o.
 
Mas havia uma diferença com um verdadeiro santo Padre, o olhar do demonio, êste tinha o olhar do mal.
 
Então depois de alguns momentos vimos o mesmo Papa entrando a uma Igreja, mas esta Igreja era a Igreja do inferno, não há modo para descrever a fealdade d’êsse lugar, parecia uma fortaleza feita de cimento cinzento com ângulos quebrados e janelas semelhantes a olhos, tinha um bico no telhado do edificio.
 
Em seguida levantamos a vista para Nossa Senhora que nos disse Vistes a apostasia na Igreja, esta carta pode ser aberta por O santo Padre, mas deve ser anunciada depois de Pio XII e antes de 1960.
 
No reinado de Juan Pablo II a pedra angular da tumba de Pedro deve ser removida e transferida para Fatima.
 
Porque o dogma da fé não é conservado em Roma, sua autoridade será removida e entregada a Fatima.
 
A catedral de Roma deve ser destruida e uma nova construida em Fatima.
 
Se 69 semanas depois de que esta ordem é anunciada Roma continua sua abominação, a cidade será destruida.
 
Nossa Senhora disse-nos que êsto está escrito, Daniel 9, 24-25 e Mateus 21, 42-44
 
TRADUCCIÓN (cortesía de Antonio Moiño Munitiz)
JMJ
 
Tuy, 1 de abril de 1944
 
Ahora voy a revelar la tercera parte del secreto: ¡Esta parte es la apostasía en la Iglesia!
 
Nuestra Señora nos mostró una visión de un individuo que yo describo como el ‘santo Padre’ frente a una multitud que lo vitoreaba.
 
Pero había una diferencia con un verdadero santo Padre, la mirada del demonio, éste tenía los ojos del mal.
 
Entonces, después de algunos momentos vimos al mismo Papa entrando en una iglesia, pero esta Iglesia era la iglesia del Infierno; no hay manera de describir la fealdad de ese lugar. Parecía como una fortaleza hecha de cemento gris con ángulos quebrados y ventanas similares a ojos; tenía un pico en el tejado del edificio.
 
Enseguida levantamos la vista hacia Nuestra Señora que nos dijo: Visteis la apostasía en la Iglesia; esta carta puede ser abierta por el Santo Padre, pero debe ser publicada después de Pío XII y antes de 1960.
 
En el reinado de Juan Pablo II la piedra angular de la tumba de Pedro debe ser removida y llevada a Fátima.
 
Porque el dogma de la fe no ha sido conservado en Roma, su autoridad será removida y entregada a Fátima.
 
La catedral de Roma debe ser destruida y una nueva construida en Fátima.
 
Si 69 semanas después de que esta orden se publique, Roma sigue su abominación, la ciudad será destruida.
  
Nuestra Señora nos dijo que esto está escrito, en Daniel 9, 24-25 y Mateo 21, 42-44.
Aunado a ello, hay testimonios que dan fe de la autenticidad de la Tercera Parte del Secreto, los cuales se reproducen a continuación:
  • Pío XII: “Estoy preocupado por las confidencias de la Virgen a la pequeña Lucía de Fátima. Esta persistencia de Nuestra Señora ante el peligro que amenaza la Iglesia, es una advertecia divina contra el suicidio que representaría la alteración de la fe, en su liturgia, su teología y su alma” (“Pie XII devant l’histoire”, por Mons. Georges Roche y Philippe Saint-Germain. Paris, Editions Robert Laffont, 1972, pag. 52).
  • El cardenal Mario Luigi Ciappi, quien fuera teólogo personal de Pío XII, en una carta al profesor Baumgartner en Salzburgo, Austria, dijo que el Papa Pacelli le confió estas palabras: “En el Tercer Secreto viene predicho, entre otras cosas, que la gran apostasía en la Iglesia comenzará desde su cima”.
  • El cardenal Silvio Oddi, tras relatar que Juan XIII bis no quiso publicar el Tercer Secreto, y que su convocatoria del Vaticano II fue para disipar las advertencias de los profetas de castigos, refiere que “[El Tercer Secreto] no tiene nada que ver con Gorbachov. La Bienaventurada Virgen María nos alertó sobre la apostasía en la Iglesia” (citado en el semanario Il Sabato de 17 de marzo de 1990).
  • El obispo de Leiría-Fátima, João Pereira Venâncio, que tuvo el sobre con el Tercer Secreto, afirma que lo vio a contraluz y que estaba escrito en una sola hoja de papel. Más aun, llegó a medir las dimensiones del papel, el tamaño de sus márgenes (unos 7,5 milímetros), y estimó que tenía entre 20 y 25 líneas de texto (dato que confirmaría el cardenal Ottaviani, que estuvo presente en la primera lectura del Secreto). 
    Más tarde, declaró, desmintiendo un alegado resumen del Tercer Secreto que fue publicado el 15 de Octubre de 1963:
    “…[Nuestra Señora] no vino a Fátima para darle la razón a los profetas de catástrofes mundiales imaginarias. Fátima no puede reducirse a profecías sensacionalistas de crueles guerras… Nosotros afirmamos que Fátima es algo más serio que todo eso. Fátima, realmente, en esto también, «actualiza» todo el significado evangélico de una Iglesia dirigida esjatológicamente hacia un futuro que está, casi asegurado en las manos de Dios; pero, sin embargo, es continuamente amenazado por el Misterio de Iniquidad «que ya está en marcha» (2ª Tesalonicenses 2, 7)”. (Carta Pastoral, 25 de Julio de 1966)
  • El jesuita austríaco Joseph Schweigl, enviado por Pío XII a entrevistar el 2 de Septiembre de 1952 a Sor Lucía de Fátima sobre el contenido del Tercer Secreto, declaró lo siguiente:
    “No puedo revelar nada de lo que escuché en Fátima en relación al Tercer Secreto, pero puedo decir que tiene dos partes: una concerniente al Papa; la otra, lógicamente (aunque no debo decirlo), sería la continuación de las palabras: ‘en Portugal se conservará siempre el dogma de la fe…’ Contiene información sobre el Apocalipsis, la Apostasía, la infiltración satánica de la Iglesia”.
  • El padre Joaquín Alonso, que por décadas fuera el archivista oficial de Fátima, declaró antes de morir que el Tercer Secreto está plasmado EN UNA HOJA DE PAPEL, y se sustenta en que
    Lucía nos dijo que ella lo escribió en una hoja de papel. El Cardenal Ottaviani, que lo leyó, nos dice lo mismo: ‘Ella lo escribió en una hoja de papel...’
    Sobre su contenido, afirmó:
    “En el período precedente al gran Triunfo del Inmaculado Corazón de María, cosas terribles sucederán. Eso forma parte del contenido de la Tercera Parte del Secreto. ¿Qué será? Si ‘en Portugal se conservará siempre el dogma de la fe…’, se puede deducir claramente que en otras partes de la Iglesia este dogma se oscurecerá o incluso se perderá del todo. Por tanto, es del todo posible que, en lo que concierne a este período intermedio en examen (despues de 1960 y antes del Triunfo del Inmaculado Corazón de María), el texto hace referencia concreta a la crisis de la Fe en el seno de la Iglesia, y a la negligencia de los mismos pastores…” (La verdad sobre el Secreto de Fátima, pág. 70).
    Incluso, refiere Alonso que el Secreto alude a los “conflictos internos en el corazón mismo de la Iglesia, y las graves negligencias en los más altos niveles de la jerarquía”, y la “falta de la jerarquía más alta de la Iglesia”. Por demás, declaró que el contenido de la entrevista del padre Agustín Fuentes a Sor Lucía en 1957 era VERÍDICO Y AUTÉNTICO.
  • El mismo cardenal Ottaviani entrevistó a Sor Lucía el 17 de Mayo de 1955 sobre el Tercer Secreto. Doce años después, en una conferencia realizada en la Pontificia Academia Mariana el 11 de Febrero de 1967, confirmó que personalmente pudo leer el Tercer Secreto que Nuestra Señora le confió a Sor Lucía y que en obediencia ella escribió en portugués, en una sola hoja de papel:
    “He tenido la gracia y el don de leer el texto del Tercer Secreto, aunque también estaría obligado a mantenerlo en secreto, porque me lo impone el Secreto. Puedo deciros solamente esto: que vendrán tiempos difíciles para la Iglesia y que hacen falta muchas oraciones para que la apostasía no sea demasiado grande”.
    Lo sorprendente es que en esa conferencia dijo que de acuerdo a Sor Lucía, el secreto no debía ser abierto antes de 1960. Ottaviani le preguntó por qué esa fecha, y ella le contestó “Porque entonces quedará más claro”.
  • El 10 de Septiembre de 1984, el obispo Alberto Cosme do Amaral, durante una sesión de preguntas y respuestas en el aula magna de la Technische Universität de Viena, en Austria, declaró:.
    El Secreto de Fátima no habla de bombas atómicas, ni de guerras nucleares, ni de misiles SS-20. Su contenido solo concierne a la Fe. Identificar el secreto con anuncios catastróficos o con un holocausto nuclear es deformar el sentido del mensaje. La pérdida de la Fe de un continente es peor que la aniquilación de una nación; y es verdad que la Fe disminuye considerablemente en Europa” (tomado de Mensagem de Fátima, Febrero de 1985, por el Padre Messias Dias Coelho; citado en Revista María Mensajera, Zaragoza, Núm. 232, Mayo 2000, pág. 22 y ss.).
  • En 1998, el P. Malachi Martin afirmó en el programa The Art Bell Show que, a principios de febrero de 1960, cuando era Secretario del cardenal Agustín Bea, tuvo la oportunidad de escuchar la lectura del Tercer Secreto de Fátima, que estaba escrito en una sola hoja de papel. Más aún, ¡EN UNA SOLA PÁGINA!:
    “Mis rodillas temblaban en el corredor fuera de los apartamentos pontificios, mientras mi jefe, el cardenal Bea, estaba dentro debatiendo con el Papa, y con un grupo de otros obispos y sacerdotes, y dos jóvenes seminaristas portugueses, que traducían la carta, una sola página escrita en portugués, para todos los presentes en la habitación”.
    Dijo que las palabras de Nuestra Señora eran muy escuetas y específicas; y ante la pregunta de un oyente que le contaba que años atrás escuchó a un jesuita en Perth (Australia) decir que habría un futuro “papa” totalmente dominado por el Demonio, el padre Martin respondió.
    “Sí, parece que esta persona hubiera tenido alguna forma para leerlo o que le hubieran dado el contenido del Secreto. Es lo suficientemente vago como para hacerlo dudar a uno, pero parece ser ese”.
  • Fray Miguel de la Santísima Trinidad, frente al alegado extracto del Tercer Secreto publicado por el diario Neues Europa el 15 de Octubre de 1963 (y sobre la versión vaticana del 26 de Junio de 2000), declaró:
    El Tercer Secreto fue escrito en una sola hoja de papel. La visión revelada por el Vaticano el 26 de Junio de 2000 está escrita en cuatro hojas de papel y totaliza 297 palabras. Aunque el ‘‘extracto’ publicado en Neues Europa totaliza 797 palabras en Inglés. De ahí que es imposible que Sor Lucía pueda haber escrito las casi 800 palabras contenidas en este extracto en una pequeña hoja de papel, cuando le tomó cuatro páginas escribir menos de la mitad de lo contenido en la visión.
     
    Aunque en extracto, no hay conexión entre este texto [el de la visión del 2000] y las palabras conocidas de Nuestra Señora en el Tercer Secreto: ‘‘en Portugal se conservará siempre el dogma de la fe…’”.
  
Ahora profundizaremos en el documento publicado por Ratzinger y Bertone en el año 2000, conocido como el Secreto Vaticano, el cual aparece en cuatro páginas de cuaderno, sin márgenes y con sesenta renglones en total (estrellándose de frente contra los testimonios arriba citados):
  
TRANSCRIPCIÓN
J.M.J.
 
A terceira parte do segredo revelado a 13 de Julho de 1917 na Cova da Iria-Fátima.
 
Escrevo em acto de obediência a Vós Deus meu, que mo mandais por meio de sua Ex.cia Rev.ma o Senhor Bispo de Leiria e da Vossa e minha Santíssima Mãe.
 
Depois das duas partes que já expus, vimos ao lado esquerdo de Nossa Senhora um pouco mais alto um Anjo com uma espada de fôgo em a mão esquerda; ao centilar, despedia chamas que parecia iam encendiar o mundo; mas apagavam-se com o contacto do brilho que da mão direita expedia Nossa Senhora ao seu encontro: O Anjo apontando com a mão direita para a terra, com voz forte disse: Penitência, Penitência, Penitência! E vimos n’uma luz emensa que é Deus: “algo semelhante a como se vêem as pessoas n’um espelho quando lhe passam por diante” um Bispo vestido de Branco “tivemos o pressentimento de que era o Santo Padre”. Varios outros Bispos, Sacerdotes, religiosos e religiosas subir uma escabrosa montanha, no cimo da qual estava uma grande Cruz de troncos toscos como se fôra de sobreiro com a casca; o Santo Padre, antes de chegar aí, atravessou uma grande cidade meia em ruínas, e meio trémulo com andar vacilante, acabrunhado de dôr e pena, ia orando pelas almas dos cadáveres que encontrava pelo caminho; chegado ao cimo do monte, prostrado de juelhos aos pés da grande Cruz foi morto por um grupo de soldados que lhe dispararam varios tiros e setas, e assim mesmo foram morrendo uns trás outros os Bispos Sacerdotes, religiosos e religiosas e varias pessoas seculares, cavalheiros e senhoras de varias classes e posições. Sob os dois braços da Cruz estavam dois Anjos cada um com um regador de cristal em a mão, n’êles recolhiam o sangue dos Martires e com êle regavam as almas que se aproximavam de Deus.
 
Tuy-3-1-1944.
TRADUCCIÓN
J.M.J.
   
La tercera parte del secreto revelado el 13 de Julio de 1917 en la Cova da Iria-Fátima.
 
Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía:
 
Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios: “algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él” a un Obispo vestido de blanco “hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre”. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios.
 
Tuy, 3 de Enero de 1944.
   
No vamos a hablar tanto de la escritura, que es palmariamente diversa a los escritos indiscutidos en las Memorias de la Hermana Lucía (ya han habido estudios sobre el particular), sino en el contenido. Más allá de lo evidente, y a pesar de que Ratzinger reclamara que era algo simbólico y que la Lucía impostora dijese que no era sobre alguien específico, el Secreto Vaticano es un vaticínium ex evéntu, o en buen romance, “profecía de lo que ya pasó”. Peor, una hagiografía del non sancto Juan Pablo II (que contradijo el Totus Tuus de su blasón al profanar el Rosario de la Virgen al introducir los “Misterios luminosos” de su forja), presentándolo como asesinado (cuando en realidad sobrevivió al ataque con arma de fuego). Aparte, el Secreto Vaticano contiene una afirmación poco menos que próxima a herejía: la sangre de los mártires signando a los creyentes. Citará alguno el aforismo “Sánguis mártyrum semen christianórum est”, pero téngase claro que la Preciosa Sangre que Nuestro Señor Jesucristo derramó el viernes 25 de Marzo del año 33 en el madero santo y bendito de la Cruz del Calvario, es la única que nos obtiene remisión de pecados. Ningún mártir católico, por más fe que haya tenido, ni por más brutal que sea su muerte, puede equipararse con el Sacrificio de Cristo, renovado incruentamente en el Santo Sacrificio de la Misa Tradicional.
 
Aunado a lo anterior, el Secreto Vaticano no tiene conexidad con los otros dos mensajes conocidos y publicados en las Memorias de la Hermana Lucía:
“Nuestra Señora abrió sus manos una vez más, como lo había hecho los dos meses anteriores. El reflejo parecí­a penetrar la tierra y vimos, como un mar de fuego. Sumergidos en este fuego, los demonios y las almas de los condenados, como si fuesen brasas transparentes y bronceadas, con forma humana, que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían juntamente con nubes de humo, cayendo para todos los lados, semejante al caer de las centellas en los grandes (incendios) sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación que horrorizaba y hacía estremecer de pavor (debió ser al encontrarme con esta vista que dí ese ¡Ay! que dicen haberme oído). Los demonios se distinguían por formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, mas transparentes como negros carbones en brasa. Esta vista fue un momento, gracias a nuestra Madre del Cielo, que antes nos tenía prevenido de llevarnos para el Cielo (en la primera aparición). Si así no fuese, creo que tendríamos que morir de susto y pena.
 
Asustados y como para pedir socorro, levantamos la vista para Nuestra Señora que nos dijo:
Visteis el Infierno, para donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Si hicieren lo que Yo dijere, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra va a acabar. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la grande señal que os da Dios de que va a castigar el mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al santo Padre. Para impedir esto, vendré a pedir la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros sábados. Si atendieren Mis pedidos, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas. Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me ha de consagrar Rusia, que se convertirá y será concedido al mundo un tiempo de paz. En Portugal se conservará siempre el dogma de la Fe...’”
 
Admitamos que el Tercer Secreto contiene una visión. ¿No sería lógico que también se explicara su significación, máxime cuando Jesús nunca habló en clave, sino en forma abierta? Como es Jesús, María también es. Ella nunca hablaría oscuramente ni burlaría el entendimiento de sus devotos, antes bien, si les mostró una visión, les explicaría el sentido de la misma para que todos entiendan. Sólo así tendría sentido que al final de la Tercera Aparición, Nuestra Señora les ordenó a Lucía y a Jacinta que todo lo que estaban escuchando se lo contaran a Francisco Marto (que aunque veía, no oía a la Virgen ni podía hablar con Ella). La ausencia de explicación de la visión contenida en el Secreto Vaticano, y el documento explicativo Mensaje de Fátima por Ratzinger y Bertone, sustentado casi únicamente en el jesuita Edouard Dhanis (que como se dijo anteriormente, consideraba la mayor parte del mensaje de Fátima una invención de la Hermana Lucía), son hechos que manifiestan la falsedad del Secreto Vaticano.
 
La falsa Hermana Lucía aprobó en su totalidad la versión e interpretación anexa del Secreto fabricado por el Vaticano, confirmando que se refiere a Juan Pablo II. El conocimiento de este hecho no es obtenido por cartas que pueden ser muy bien forjadas, sino con innegable evidencia fílmica: el vídeo de la “Hermana Lucía” en el año 2000, cuando estuvo en Fátima para las “Beatificaciones” de Jacinta y Francisco Marto. Destácanse dos momentos dentro de la ceremonia:
  • En este evento, el “cardenal” Ángelo Sodano anunció que el Vaticano iría a revelar el Tercer Secreto de Fátima, y que éste concierne al intento de asesinato del antipapa Juan Pablo II. Todos los que asistieron a ver este evento pudieron ver la reacción de la “Hermana Lucía”: ¡ella hizo gestos claros e inequívocos que significan su aprobación y acuerdo completo con el “cardenal” Sodano y su aseveración! A los ojos de cualquier persona honesta y lógica, esto es prueba absoluta de que la mujer allí presente no puede ser la verdadera Lucía de Fátima, sino una impostora y agente de la secta deuterovaticana.
  • Al recibir la “comunión” de manos de Juan Pablo II ese mismo día, la “Hermana Lucía” procedió de una manera extraña: Extendió sus manos, como queriendo recibir la “comunión” en la mano. Siendo mucho más astuto (quizá para salvar su imagen de “conservador”), y sabiendo que destruiría todo el protocolo, Juan Pablo II dudó y extendió la mano para darle la “comunión” en la lengua. Pero nada más haber manducado la “sagrada forma”, “Lucía” aseguró la mano de Juan Pablo II y la besó (acto completamente extraño, toda vez que tuvo muchas oportunidades para rendirle parias al Antipapa, pero ¡ella no pudo esperar hasta después de su acción de gracias después de la “Comunión” o el final de la “Misa”!) Además, creemos que un alma tan devota y consagrada a la Reparación como lo fue la verdadera Lucía de Fátima JAMÁS Y NUNCA pensaría en recibir en la mano. Es claro que la impostora Lucía de Coímbra era demasiado celosa en cumplir su escena de devoción filial al Antipapa Juan Pablo II, y se precipitó a tomar su mano luego de “comulgar”.
 
Sobre esto, el “grunerita” Mark Fellows, en su libro Fátima en Crepúsculo, página 327, reconoce que:
“De hecho, su vitalidad [de la Hermana Lucía] en Fátima en el 2000 fue casi inquietante. Ciertamente que a causa de su radiancia, y de su nueva jovialidad para con Juan Pablo [II], fue la beatificación de sus dos primos. Entre tanto, ella se mantuvo exuberante hasta frente a la versión del Tercer Secreto del cardenal Sodano, al punto de hacer largos y extraños gestos para el auditorio”.
 
Pero falla en la consecuencia: él admite como cierta a la falsa “Hermana Lucía” que aprobó completamente la versión e interpretación vaticana del Tercer Secreto de Fátima. Todo el que acepte a la agente guisada de monja carmelita como la verdadera Lucía de Fátima, debe necesariamente aceptar incondicionalmente el Tercer Secreto del Vaticano y su interpretación como el intento de asesinato de Juan Pablo II el 13 de Mayo de 1981 por Mehmet Ali Ağca. Por ello, casi todos los tradicionalistas coinciden en que la versión (e interpretación) del Vaticano del Tercer Secreto no era auténtica, sino otra mentira, otra conspiración. La “Hermana Lucía” impostora es de la misma laya. Es por eso que los gruneritas y los conciliares obstinados se ven forzados a hacer de todo para disculpar las innumerables afirmaciones de la impostora Lucía de Coímbra que refutan su posición de ellos.
 
Y a todas estas, si la monja que tanto publicitaban apoyando la apostasía del Vaticano II y sus antipapas es una falsa Lucía, ¿qué pasó con la verdadera Sor Lucía de Fátima? Contrario a los que postulan que muriera el 31 de Mayo de 1949 (posibilidad que desestimamos por las razones anteriormente expuestas), ¡LA ASESINARON A FINALES DE 1958 (quizá en torno a los días de la elección de Juan XXIII bis), Y LA REMPLAZARON CON LA IMPOSTORA! Esto se infiere de una carta enviada a los hermanos Miguel y Pedro Dimond OSB por una mujer (convertida al Catolicismo tradicional), cuya familia estaba relacionada con altos grados de los Illuminati y de la Masonería. Aquí un fragmento de la comunicación (juzgue el lector su veracidad):
“Caros hermanos del Monasterio de la Sagrada Familia... Como os conté por teléfono, tengo algunos parientes muy oscuros... [un masón mundialmente conocido] es el hermano de X [nombre removido para preservar el anonimato de la autora] que era casado con mi tía-abuela. Todos mis parientes maternos eran masones Illuminati de grado 33. Mis abuelos estuvieron en la logia Estrella de Oriente… Yo sé que debo, en este momento, parecer una enajenada gritando. No lo soy... Cuando yo tenía cinco años, mi madre organizó una reunión. Hubo varias cosas que acontecieron que son demasiado horribles para consignarse en papel sobre estos encuentros. En pocas palabras, ellos básicamente hacen sacrifícios a Satanás. Yo tuve un nuevo hermano llamado [x]... Mi madre no sabía entonces [que x] haría parte de las ‘ceremonias’. Ellos lo pusieron dentro de lo que parecía ser una gran sartén de lata [y lo torturaron] para saber el futuro... [felizmente, no acontecieron por causa de eventos intervinientes]... [Mas] una de las cosas que fueron dichas en ese terrible día era que ellos habían acabado de matar a la Hermana Lucía (pensaba que estaban hablando de una hermana que no sabía que tenía, a la que habían asesinado). Cuando yo pregunté, ellos respondieron ‘No, estúpida... ella es una monja’. El significado de esto sólo se tornó claro años después. Estábamos en 1958, a finales de Octubre cuando esto sucedió (me acuerdo de esto porque mi hermano había acabado de nacer). Sé que me escucho como una mujer loca, pero esa es la verdad...”
Esto confirma lo que la Santísima Virgen le dijo a Sor Lucía de Fátima en su segunda aparición (13 de Junio de 1917): “Mas tú quedarás aquí un tiempo más (y las palabras de esta última a su prima Jacinta Marto: “yo quedo con el Corazón Inmaculado de María, pero algún tiempo”), a fin de redactar el Tercer Secreto, propagar la devoción al Inmaculado Corazón de María y ver la Consagración de Rusia por parte de Pío XII mediante la Carta Sacro Vergénte Anno. Y en cuanto a la impostora que después de la muerte de Sor Lucía de Fátima apareció a instancias del Vaticano modernista, permaneció convenientemente hasta el 13 de Febrero de 2005, cuando murió, y su celda en el Carmelo de Coímbra fue sellada por orden de Ratzinger (luego la reabrieron).
  
Lucía dos Santos (1907-1958), Mártir de la Fe
 
RUSIA Y EL MITO DE “PORTUGAL, ESCAPARATE DE NUESTRA SEÑORA”
El presbítero Nicholas Gruner, John Vennari, y otros, sostienen, para justificar sus apelos inútiles y trasnochados por la Consagración de Rusia, que los obispos de Portugal consagraron su país al Inmaculado Corazón de María el 13 de Mayo de 1931, y que desde entonces hubo un renacimiento del Catolicismo en esa nación. Incluso, llegan a afirmar que de consagrarse Rusia, sucederá lo mismo (aunque en una medida mucho mayor, obviamente).
 
Ellos nunca aceptarán que Nuestra Señora JAMÁS DIJO que con la Consagración de Rusia por Pío XII se convertiría al Catolicismo, sino que se convertiría a la paz, esto es, que cesaría de perseguir a la Iglesia Católica, como efectivamente sucedió: En primera instancia, Josef Stalin murió el 5 de Marzo de 1953, y al poco tiempo, el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética condenó su proceder; y en segunda instancia, el 25 de Diciembre de 1991 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas dejó de existir como Estado. Está escrito:
“Cum placúerint Dómino viæ hóminis, inimícos quóque ejus convértet ad pacem” [Cuando los caminos del hombre complacen al Señor, convertirá a la paz incluso a sus enemigos] (Proverbios 16, 7).
  
Y en portugués, el vocablo conversão es empleado no solamente en el ámbito religioso, sino en cualquier sentido: cambio, transformación, alteración... Por otra parte, el Portugal salazarista, un país de mayoría Católica, nunca se volvió un país oficialmente Católico. La Carta Política de 1933, proclamada por António de Oliveira Salazar, ni menciona a Dios Uno y Trino ni declara al Catolicismo como religión del Estado Novo. Muy por el contrario, el artículo 45 prescribe la libertad de culto público a todas las religiones (contrario a los Derechos de Dios y al Orden Social y Político Católico), y el artículo 46 mantiene la separación Iglesia-Estado establecida por el gobierno masón de la Primera República portuguesa:
“Sem prejuízo do preceituado pelas concordatas na esfera do Padroado, o Estado mantém o regime de separação em relação à Igreja Católica e a qualquer outra religião ou culto praticados dentro do território português, e as relações diplomáticas entre a Santa Sé e Portugal, com recíproca representação” [Sin perjuicio de lo preceptuado por los Concordatos en la esfera del Patronato, el Estado mantiene la separación en relación a la Iglesia Católica y a cualquier otra religión o culto practicado dentro del territorio portugués, y las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Portugal, con recíproca representación]. (António de Oliveira Salazar. Decreto 22:141-Constitución de la República Portuguesa. En Diário do Govêrno, Serie I, n° 43 -Suplemento-. Lisboa, 22 de Febrero de 1933, pág. 230)
  
En suma, el hecho de que Salazar mantuviese la masónica separación Iglesia-Estado en su Constitución de 1933 (contrario sensu, el Generalísimo Francisco Franco, en el artículo 6 del Fuero de los Españoles proclamaba que el Estado protegería la profesión y práctica de la Religión Católica), es una prueba que destruye la soñada conversión a la Catolicidad de Rusia (que sucederá infaliblemente con el Triunfo Final) como fruto de la Consagración.
  
CONCLUSIÓN
El Vaticano conciliar es evidentemente antimariano, al silenciar el mensaje de Nuestra Señora de Fátima, al ocultar deliberadamente por tanto tiempo el Tercer Secreto, y alentando el ecumenismo, la herejía y la alteración de la Ley de Oración y Creencia. Y es dable afirmar que Sor Lucía de Fátima recibió la palma del martirio hacia finales de Octubre de 1958, quizá por ordenes expresas de Montini. A comienzos de 1959, Lucía de Coímbra sale a la escena para legitimar el Concilio Vaticano II y sus antipapas, como también el falso Tercer Secreto de 2000. ¿Por qué se dio tal maniobra? ¡PORQUE LOS CONCILIARES SABÍAN QUE SI IBAN A FALSIFICAR EL SECRETO, DEBÍAN ELIMINAR A LA PERSONA QUE LOS PODÍA DESENMASCARAR TEMPRANO! Y porque Montini, siendo como era judío asquenazí, PROFESABA UN GRAN ODIO CONTRA LA VIRGEN MARÍA, QUE HABÍA DECLARADO “MALDITA” A LA MASONERÍA DE LA CUAL ÉL ERA MIEMBRO.
 
Aquellos que tienen dificultad en aceptar esto, les pedimos que se enfoquen en dos cosas:
  1. Nuestro Señor dice que en los últimos días el engaño será tan profundo que hasta los elegidos serían engañados si esto fuese posible (Mateo 24), y una Sor Lucía impostora fue crucial para los planes del Demonio de engañar al mundo sobre el tema de Fátima;
  2. Todo tradicionalista que no acepte la versión vaticana del Tercer Secreto de Fátima (publicado en el año 2000), está predispuesto a reconocer que hubo una impostora “Hermana Lucía”, pero simplemente hay quien aún no se apercibe de la situación, o no es lo suficientemente honesto o lógico para admitirlo.
 
Hay tantos que desprecian las evidencias contra la apostasía que representa el Vaticano II y contra la Nueva Misa Montini-Bugniniana simplemente porque la “Hermana Lucía” aceptó una y la otra. Sepan ellos que no se pueden rechazar los actos de fe basándose en lo que piensan que otra persona cree.
“Mas aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anuncie un evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema. Así como ya os lo dijimos, ahora os lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio diferente de aquel que recibisteis, sea anatema”. (Gálatas 1, 8-9)
 
Mas infelizmente, faltándoles la verdadera fe, escogieron seguir a hombres en lugar de Dios, y estaban en realidad siguiendo a una completa impostora que defendió a la infame iglesia conciliar, que al igual que sus hermanos los herejes protestantes, odia a la Virgen Santa María y ha querido silenciar sus palabras. Pero Dios, previendo todo esto, tuvo a bien permitir que se descorra el velo, y que hayan almas que disciernen y proclaman que la Apostasía existe y desde arriba, la Verdad de que la Iglesia Católica nada tiene con la deuterovaticanidad, y el Juicio final sobre los apóstatas y sus agentes y seguidores.
 
¡QUE DIOS NOS AYUDE A PERSEVERAR EN LA GUERRA SANTA CONTRA LA ROMA APÓSTATA Y USURPADORA!
¡NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE FÁTIMA, RUEGA POR NOSOTROS!
 
Jorge Rondón Santos
13 de Mayo de 2017 (Año Mariano)
100 aniversario de la primera Aparición de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y la consagración episcopal de Eugenio María Pacelli (Papa Pío XII, Mártir de la Fe); Fiesta de San Roberto Belarmino y Dedicación de la iglesia de Santa María de los Mártires (antiguo Panteón de Agripa)