La Letanía de los Santos es una de las oraciones católicas más antiguas que aún se emplean en nuestros días. En la Iglesia oriental, se rezaba ya en los días de San Basilio el Grande († 379) y de San Gregorio Taumaturgo († c. 270), como recogen el mismo San Basilio y Sócrates Eclesiástico.
En la Iglesia occidental, hay registros de que fue empleada en la “Litanía Septifórmis” (así llamada por las siete clases en que se dividió el pueblo para las procesiones hasta Santa María la Mayor desde distintas iglesias romanas: 1.ª Clero desde San Juan Bautista de Letrán, 2.ª Laicos desde San Marcelo en la Vía del Corso, 3.ª Monjes desde los Santos Juan y Pablo, 4.ª Vírgenes desde los Santos Cosme y Damián en el Monte Celio, 5.ª Casadas desde San Esteban del Monte Celio, 6.ª Viudas desde San Vital, y 7.ª Pobres y Niños desde Santa Cecilia Transtiberina) de San Gregorio Magno luego de una terrible seguidilla de inundaciones, pestes y enfermedades ocurridas en Roma alrededor del año 590, y en la procesión de San Mamerto obispo de Viena de Francia en el siglo V..
No se sabe cuándo o quién la compuso, pero el orden en el cual se presentan los Apóstoles, correspondiente al del Canon de la Misa, demuestra su antigüedad (Walafredo Estrabón, De Rebus Ecclesiásticis, XXIII).
Su importancia es tal, que es una de las cinco letanías autorizadas por la Santa Sede para su uso en ceremonias públicas, junto con la Letanía Lauretana, la del Santo Nombre de Jesús, y la de San José.
La letanía es un llamado al Cielo, a fin de obtener la ayuda de muchos de los santos más grandes de la fe católica, así como para pedir la protección divina. En el Rito Romano tradicional, se emplea en tres formas:
- La primera (que se presenta a continuación) se prescribe por el Ritual Romano en la colocación de la piedra angular de una nueva iglesia, en la bendición o reconciliación de la misma o de un cementerio, en el rito de bendición del pueblo y de los campos en virtud de un indulto papal especial, para los Días de Rogativas mayores y menores, en la procesión y oraciones para obtener lluvia o buen tiempo, para evitar tormentas y tempestades, en tiempo de hambruna o de guerra, para evitar la mortandad o en tiempo de peste, en cualquier tribulación, durante la traslación de reliquias, en los exorcismos solemnes de los poseídos y en la Devoción de las Cuarenta Horas. El Pontifical Romano, además de las ocasiones dadas en el Ritual, ordena su recitación en la concesión de las órdenes mayores, en la consagración de un obispo, en la bendición de un abad o abadesa, en la consagración de vírgenes, en la coronación de un rey o una reina, en la consagración de una iglesia, en la expulsión y readmisión de penitentes públicos el Jueves Santo, y en el “Ordinario para el Sínodo Diocesano”.
- La segunda es una forma abreviada presente en el Misal Romano para el Sábado Santo y la Vigilia de Pentecostés. Cada versículo y respuesta debe repetirse en esta letanía y en la que se canta en los días de Rogativas (Sagrada Congregación de Ritos, 3993, ad 4).
- La tercera forma se encuentra en la Recomendación del alma del Ritual Romano, en la que las invocaciones y súplicas se eligen especialmente para beneficiar al alma que está a punto de partir y presentarse ante su Creador (Karl Holzhey, Hechos de Santa Tecla, 1905, pág. 93). Esta y la forma precedente no pueden usarse en otras ocasiones (SRC, 2709, ad 1).
Antiguamente era costumbre invocar sólo clases de santos (Patriarcas, Profetas, Apóstoles, Mártires, Pontífices y Confesores, Monjes, Sacerdotes y Levitas, Vírgenes) luego se añadieron nombres individuales, y en muchos lugares se añadieron santos locales (Daniel Rock,
The Church of our fathers, Londres, 1903, tomo III, pág. 182;
Manuále Lincopénse, Paderborn, 1904, 71). Para obtener uniformidad, se prohibieron los cambios y añadidos a lo aprobado (SRC, 2093, 3236, 3313).
La Sagrada Penitenciaría Apostólica, por medio de los Decretos del 10 de Julio de 1935 y 21 de Marzo de 1941), otorga las siguientes Indulgencias:
- Los fieles que en los días de Rogativas mayores o menores asistan devotamente a la ceremonia apropiada para estos días en iglesia u oratorio público reciben Indulgencia de 10 años, e Indulgencia plenaria si reciben la Confesión y la Comunión, y oran por las intenciones generales de la Santa Iglesia.
- Si ese día, aun sin realizarse las ceremonias propias, rezan la Letanía de los Santos, reciben Indulgencia de 7 años.
- Aquellos que rezan con devoción la misma Letanía en otros días del año, reciben Indulgencia de 5 años; y la Indulgencia plenaria si, con las condiciones de rigor, rezan la letanía durante todo un mes.
LATÍN
LITANÍÆ SANCTÓRUM
V. Kýrie,
eléison.
R. Kýrie,
eléison.
V. Christe, eléison.
R. Christe, eléison.
V. Kýrie, eléison.
R. Kýrie, eléison.
V. Christe, áudi nos.
R. Christe, áudi nos.
V. Christe, exáudi nos.
R. Christe, exáudi nos.
V. Pater de cœlis, Deus.
R. Miserére nobis.
V. Fili, Redémptor mundi, Deus.
R. Miserére nobis.
V. Spíritus Sancte, Deus.
R. Miserére nobis.
V. Sancta Trínitas, unus Deus.
R. Miserére nobis.
V. Sancta María.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Dei Génetrix.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Virgo vírginum.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Michaël.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Gábriel.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Ráphael.
R. Ora pro nobis.
V. Omnes sancti Angeli et Archángeli.
R. Oráte pro nobis.
V. Omnes sancti beatórum Spírituum órdines.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancte Joánnes Baptísta.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Joseph.
R. Ora pro nobis.
V. Omnes sancti Patriárchæ et Prophétæ.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancte Petre.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Paule.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Andréa.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Jacóbe.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Joánnes.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Thoma.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Jacóbe.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Philíppe.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Bartolomǽe.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Matthǽe.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Simon.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Thaddǽe.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Matthía.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Bárnaba.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Luca.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Marce.
R. Ora pro nobis.
V. Omnes sancti Apóstoli et Evangelístæ.
R. Oráte pro nobis.
V. Omnes sancti Discípuli Dómini.
R. Oráte pro nobis.
V. Omnes sancti Innocéntes.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancte Stéphane.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Laurénti.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Vincénti.
R. Ora pro nobis.
V. Sancti Fabiáne et Sebastiáne.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancti Joánnes et Paule.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancti Cosma et Damiáne.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancti Gervási et Protási.
R. Oráte pro nobis.
V. Omnes sancti Mártyres.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancte Sylvéster.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Gregóri.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Ambrósi.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Augustíne.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Hierónyme.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Martíne.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Nicoláe.
R. Ora pro nobis.
V. Omnes sancti Pontífices et Confessóres.
R. Oráte pro nobis.
V. Omnes sancti Doctóres.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancte Antóni.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Benedícte.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Bernárde.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Domínice.
R. Ora pro nobis.
V. Sancte Francísce.
R. Ora pro nobis.
V. Omnes sancti Sacerdótes et Levítæ.
R. Orate pro nobis.
V. Omnes sancti Mónachi et Eremítæ.
R. Oráte pro nobis.
V. Sancta María Magdaléna.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Agatha.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Lúcia.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Agnes.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Cæcília.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Catharína.
R. Ora pro nobis.
V. Sancta Anastásia.
R. Ora pro nobis.
V. Omnes sanctae Vírgines et Víduæ.
R. Oráte pro nobis.
V. Omnes Sancti et Sanctæ Dei.
R. Intercédite pro nobis.
V. Propítius esto.
R. Parce nobis, Dómine.
V. Propítius esto.
R. Exáudi nos, Dómine.
V. Ab omni malo.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Ab omni peccáto.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Ab ira tua.
R. Líbera nos, Dómine.
V. A subitánea et improvísa morte.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Ab insídiis diáboli.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Ab ira et ódio et omni mala voluntáte.
R. Líbera nos, Dómine.
V. A spíritu fornicatiónis.
R. Líbera nos, Dómine.
V. A fúlgure et tempestáte.
R. Líbera nos, Dómine.
V. A flagéllo terræmótus.
R. Líbera nos, Dómine.
V. A peste, fame et bello.
R. Líbera nos, Dómine.
V. A morte perpétua.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per mystérium sanctæ Incarnatiónis tuæ.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per Advéntum tuum.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per Nativitátem tuam.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per Baptísmum et sanctum Jejúnium tuum.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per Crucem et Passiónem tuam.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per Mortem et Sepultúram tuam.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per sanctam Resurrectiónem tuam.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per admirábilem Ascensiónem tuam.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Per advéntum Spíritus Sancti Parácliti.
R. Líbera nos, Dómine.
V. In die Judícii.
R. Líbera nos, Dómine.
V. Peccatóres.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut nobis parcas.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut nobis indúlgeas.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut ad veram pœniténtiam nos perdúcere dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut Ecclésiam tuam sanctam régere et conserváre dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut [ommititur in Sede Vacante: Domnum Apostólicum et] omnes ecclesiásticos órdines in sancta religióne conserváre dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut inimícos sanctæ Ecclésiæ humiliáre dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut régibus et princípibus christiánis pacem et veram concórdiam donáre dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut cuncto pópulo christiáno pacem et unitátem largíri dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut omnes errántes ad unitátem Ecclésiæ revocáre, et infidéles univérses ad Evangélii lumen perdúcere dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut nosmetípsos in tuo sancto servítio confortáre et conserváre dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut mentes nostras ad cœléstia desidéria érigas.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut ómnibus benefactóribus nostris sempitérna bona retríbuas.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut ánimas nostras, fratrum, propinquórum et benefactórum nostrorum ab ætérna damnatióne erípias.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut fructus terræ dare et conserváre dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut ómnibus fidélibus defúnctis réquiem ætérnam donáre dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Ut nos exáudire dignéris.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Fili Dei.
R. Te rogámus, audi nos.
V. Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi.
R. Parce nobis, Dómine.
V. Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi.
R. Exáudi nos, Dómine.
V. Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi.
R. Miserére nobis.
V. Christe, áudi nos.
R. Christe, áudi nos.
V. Christe, exáudi nos.
R. Christe, exáudi nos.
V. Kýrie, eléison.
R. Kýrie, eléison.
V. Christe, eléison.
R. Christe, eléison.
V. Kýrie, eléison.
R. Kýrie, eléison.
Pater noster, qui es in Cœlis, sanctificétur Nomen tuum. Advéniat Regnum tuum. Fiat Volúntas tua, sicut in Cœlo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie, et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in tentatiónem, sed líbera nos a malo. Amen.
Psalmus 69
Deus in adjutórium meum inténde, Dóminum ad adjuvándum me festína.
Confundántur, et revereántur, qui quǽrunt ánimam meam.
Avertántur retrórsum et erubéscant, qui volunt mihi mala.
Exsúltent et læténtur in te omnes quærunt te, et dicant semper:
Magnificétur Dóminus, qui díligunt salutáre tuum.
Ego vero egénus, et pauper sum: Deus ádjuva me.
V. Glória Patri, et Fílio, et Spíritui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen.
V. Salvos fac servos tuos.
R. Deus meus, sperántes in te.
V. Esto nobis, Dómine, turris fortitúdinis.
R. A fácie inimíci.
V. Nihil profíciat inimícus in nobis.
R. Et fílius iniquitátis non appónat nocére nobis.
V. Dómine, non secúndum peccáta nostra fácias nobis.
R. Neque secúndum iniquitátes nostras retríbuas nobis.
[Ommititur in Sede Vacante: V. Orémus pro Pontífice nostro N.
R. Dóminus consérvet eum, et vivíficet eum, et beátum fáciat eum in terra, et non tradat eum in ánimam inimicórum ejus].
V. Orémus pro benefactóribus nostris.
R. Retribúere dignáre, Dómine, ómnibus, nobis bona faciéntibus propter nomen tuum, vitam ætérnam. Amen.
V. Orémus pro fidélibus defúnctis.
R. Réquiem ætérnam dona eis, Dómine, et lux perpétua lúceat eis.
V. Requiéscant in pace.
R. Amen.
V. Pro frátribus nostris abséntibus.
R. Salvos fac servos tuos, Deus meus, sperántes in te.
V. Mitte eis, Dómine, auxílium de sancto.
R. Et de Sion tuére eos.
V. Dómine, exáudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Orémus.
ORATIO
Deus, cui próprium est miseréri semper et párcere; súscipe deprecatiónem nostram; ut nos, et omnes fámulos tuos, quos delictórum caténa constríngit, miserátio tuæ pietátis cleménter absólvat.
Exáudi, quǽsumus, Dómine, súpplicum preces, et confiténtium tibi parce peccátis: ut páriter nobis indulgéntiam tríbuas benígnus, et pacem.
Ineffábilem nobis, Dómine, misericórdiam tuam cleménter osténde: ut simul nos et a peccátis ómnibus éxuas, et a pœnis, quas pro his merémur, erípias.
Deus, qui culpa offendéris, pœniténtia placáris, preces pópuli tui supplicántis propítius réspice; et flagélla tuæ iracúndiæ, quæ pro peccátis nostris merémur, avérte.
[Omittitur in Sede Vacante:] Omnípotens sempitérn Deus, miserére fámulo tuo Pontífici nostro N., et dírige eum secúndum tuam cleméntiam in viam salútis ætérnæ: ut, te donánte, tibi plácita cúpiat, et tota virtúte perfíciat.
Deus, a quo sancta desidéria, recta consília, et justa sunt ópera, da servis tuis illam, quam mundus dare non potest, pacem: ut et corda nostra mandátis tuis dédita, et hóstium subláta formídine, témpora sint tua protectióne tranquílla.
Ure igne Sancti Spíritus renes nostros, et cor nostrum, Dómine: ut tibi casto córpore serviámus, et mundo corde placeámus.
Fidélium, Deus, ómnium cónditor et redémptor, ánimabus famulórum, famularúmque tuárum remissiónem cunctórum tríbue peccatórum: ut indulgéntiam, quam semper optavérunt, piis supplicatiónibus consequántur.
Actiónes nostras, quǽsumus, Dómine aspirándo prǽveni, et adjuvándo proséquere: ut cuncta nostra orátio, et operátio a te semper incípiat, et per te cœpta finiátur.
Omnípotens sempitérne Deus, qui vivórum domináris simul et mortuórum, omniúmque miseréris, quos tuos fide et ópere futúros esse prænóscis: te súpplices exorámus; ut, pro quibus effúndere preces decrévimus, quosque vel præsens sǽculum adhuc in carne rétinet, vel futúrum Jam exútos córpore suscépit, intercedéntibus ómnibus Sanctis tuis, pietátis tuæ cleméntia, ómnium delictórum suórum véniam consequántur. Per Dóminum nostrum Jesum Christum Fílium tuum: Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
R. Amen.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
R. Exáudiat nos omnípotens et miséricors Dóminus.
R. Amen.
V. Et fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
TRADUCCIÓN
LETANÍA DE LOS SANTOS
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
V. Cristo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, ten piedad de nosotros.
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
V. Cristo, óyenos.
R. Cristo, óyenos.
V. Cristo, escúchanos.
R. Cristo, escúchanos.
V. Dios, Padre Celestial.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Dios Hijo, Redentor del mundo.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Dios Espíritu Santo.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Santa Trinidad, que sois un sólo Dios.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Santa María.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Madre de Dios.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Virgen de vírgenes.
R. Ruega por nosotros.
V. San Miguel.
R. Ruega por nosotros.
V. San Gabriel.
R. Ruega por nosotros.
V. San Rafael.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Ángeles y Arcángeles.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados.
R. Rogad por nosotros.
V. San Juan Bautista.
R. Ruega por nosotros.
V. San José.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Patriarcas y Profetas.
R. Rogad por nosotros.
V. San Pedro.
R. Ruega por nosotros.
V. San Pablo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Andrés.
R. Ruega por nosotros.
V. San Santiago [el Mayor].
R. Ruega por nosotros.
V. San Juan.
R. Ruega por nosotros.
V. Santo Tomás.
R. Ruega por nosotros.
V. San Santiago [el Menor].
R. Ruega por nosotros.
V. San Felipe.
R. Ruega por nosotros.
V. San Bartolomé.
R. Ruega por nosotros.
V. San Mateo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Simón.
R. Ruega por nosotros.
V. San Judas Tadeo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Matías.
R. Ruega por nosotros.
V. San Bernabé.
R. Ruega por nosotros.
V. San Lucas.
R. Ruega por nosotros.
V. San Marcos.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Apóstoles y Evangelistas.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Discípulos del Señor.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Inocentes.
R. Rogad por nosotros.
V. San Esteban.
R. Ruega por nosotros.
V. San Lorenzo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Vicente.
R. Ruega por nosotros.
V. Santos Fabián y Sebastián.
R. Rogad por nosotros.
V. Santos Juan y Pablo.
R. Rogad por nosotros.
V. Santos Cosme y Damián.
R. Rogad por nosotros.
V. Santos Gervasio y Protasio.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Mártires.
R. Rogad por nosotros.
V. San Silvestre.
R. Ruega por nosotros.
V. San Gregorio.
R. Ruega por nosotros.
V. San Ambrosio.
R. Ruega por nosotros.
V. San Agustín.
R. Ruega por nosotros.
V. San Jerónimo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Martín.
R. Ruega por nosotros.
V. San Nicolás.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Pontífices y Confesores.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Doctores.
R. Rogad por nosotros.
V. San Antonio [Abad].
R. Ruega por nosotros.
V. San Benito.
R. Ruega por nosotros.
V. San Bernardo.
R. Ruega por nosotros.
V. Santo Domingo [de Guzmán].
R. Ruega por nosotros.
V. San Francisco [de Asís].
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Sacerdotes y Levitas.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Monjes y Eremitas.
R. Rogad por nosotros.
V. Santa María Magdalena.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Ágata.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Lucía.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Inés.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Cecilia.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Catalina [de Alejandría].
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Anastasia.
R. Ruega por nosotros.
V. Todas las santas Vírgenes y Viudas.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los Santos y Santas de Dios.
R. Interceded por nosotros.
V. Sénos propicio.
R. Perdónanos, Señor.
V. Sénos propicio.
R. Escúchanos, Señor.
V. De todo mal.
R. Líbranos, Señor.
V. De todo pecado.
R. Líbranos, Señor.
V. De tu ira.
R. Líbranos, Señor.
V. De súbita e imprevista muerte.
R. Líbranos, Señor.
V. De las acechanzas del diablo.
R. Líbranos, Señor.
V. De toda ira, odio y mala voluntad.
R. Líbranos, Señor.
V. Del espíritu de fornicación.
R. Líbranos, Señor.
V. De relámpagos y tempestades.
R. Líbranos, Señor.
V. Del flagelo de los terremotos.
R. Líbranos, Señor.
V. De la peste, el hambre y de la guerra.
R. Líbranos, Señor.
V. De la muerte eterna.
R. Líbranos, Señor.
V. Por el misterio de tu santa Encarnación.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Advenimiento.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Natividad.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Bautismo y tu santo Ayuno.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Cruz y Pasión.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Muerte y Sepultura.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu santa Resurrección.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu admirable Ascensión.
R. Líbranos, Señor.
V. Por el descendimiento del Espíritu Santo Paráclito.
R. Líbranos, Señor.
V. En el día del Juicio.
R. Líbranos, Señor.
V. Nosotros, pecadores.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que nos perdones.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que concedas tu indulgencia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conducirnos a la verdadera penitencia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes regir y conservar a tu Santa Iglesia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conservar en la santa Religión
[Omitir en Sede Vacante: a la Casa Apostólica y
] a todos los órdenes eclesiásticos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes humillar a los enemigos de la Santa Iglesia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder la paz y la verdadera concordia entre los reyes y los príncipes cristianos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder la paz y la unidad a todo el pueblo cristiano.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes llamar a la unidad de la Iglesia a los que están en el error, y conducir a todos los infieles hacia la luz del Evangelio.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes confortarnos y conservarnos en tu santo servicio.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes elevar nuestro espíritu hacia los deseos celestiales.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder a nuestros bienhechores la recompensa de los bienes eternos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes librar de la muerte eterna nuestras almas, y las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes darnos y conservar las cosechas de la tierra.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder el descanso eterno a todos los Fieles difuntos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes escucharnos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Hijo de Dios.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Perdónanos, Señor.
V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Escúchanos, Señor.
V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Ten piedad de nosotros, Señor.
V. Cristo, óyenos.
R. Cristo, óyenos.
V. Cristo, escúchanos.
R. Cristo, escúchanos.
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
V. Cristo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, ten piedad de nosotros.
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea el tu Nombre. Venga a nos el tu Reino. Hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
Salmo 69
Oh Dios, atiende a mi socorro: acude, Señor, luego a ayudarme.
Corridos y avergonzados queden los que me persiguen de muerte.
Arrédrense, y confúndanse los que se complacen en mis males. Sean puestos en vergonzosa fuga aquellos que me dicen insultándome: Bueno, bueno.
Regocíjense, y alégrense en Ti todos los que te buscan, y digan sin cesar los que aman a su Salvador: Engrandecido sea el Señor.
Yo por mí soy un menesteroso y pobre: ayúdame, oh Dios. Amparo mío y mi libertador eres Tú: oh Señor, no te tardes.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. Salva a tus siervos.
R. Que esperan en ti, Dios mío.
V. Sé para nosotros, oh Señor, una torre de fortaleza.
R. Ante los enemigos.
V. Que nuestros enemigos no prevalezcan sobre nosotros.
R. Y que el hijo de la iniquidad no tenga poder para dañarnos.
V. No nos trates, Señor, como lo merecemos por los pecados que hemos cometido.
R. Ni nos castigues con arreglo a nuestras iniquidades.
[Omitir en Sede Vacante: V. Oremos por nuestro Pontífice N.
R. El Señor le conserve y vivifique, y lo haga feliz en la tierra, y no lo entregue en las manos de sus enemigos].
V. Oremos por nuestros bienhechores.
R. Dígnate Señor, por el honor de tu Nombre, remunerar con la vida eterna a todos nuestros bienhechores. Amén.
V. Oremos por los Fieles difuntos.
R. Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amen.
V. Por nuestros hermanos ausentes.
R. Salva a tus siervos, Dios mío, que esperan en ti.
V. Envíales tu auxilio, Señor, desde tu Santuario.
R. Y protégelos desde Sión.
V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
Oremos.
ORACIÓN
Oración penitencial.
Oh Dios, de quien es propio usar siempre de misericordia y de perdón; recibid nuestra súplica, para que a nosotros, y a todos vuestros siervos que se hallan aprisionados con la cadena de sus delitos, los liberte vuestra misericordia, usando con ellos y con nosotros de piedad.
Absolución de penitentes.
Os suplicamos, Señor, deis oídos a nuestras humildes súplicas, y que perdonéis los pecados de los que confiesan vuestro Nombre, para que igualmente nos concedáis con benignidad el perdón y la paz.
Por remisión de pecados.
Manifestadnos, Señor, con clemencia vuestra inefable misericordia: para que borréis todos nuestros pecados, y nos libertéis de las penas que por ellos merecemos.
De San Gregorio Magno para el Jueves después de Ceniza.
Oh Dios, a quien ofende la culpa, y aplaca la penitencia; atended favorablemente a las súplicas de vuestro pueblo, y apartad de nosotros el azote de vuestra ira, que tan merecido tenemos por nuestros pecados.
Por el Papa [Omitir en Sede Vacante].
Omnipotente y eterno Dios, ten misericordia de tu siervo y Pontífice nuestro N., y dirígele según tu clemencia por el camino de la salud eterna: para que con tu gracia ame todo lo que te sea agradable, y con toda perfección lo practique
Por la Paz.
Oh Dios, que inspiráis los deseos santos, los consejos rectos y las obras justas; conceded a vuestros siervos aquella paz que no puede darles el mundo; para que, ocupados nuestros corazones en el cumplimiento de vuestros Mandamientos, y ahuyentado el temor de los enemigos, sean nuestros tiempos tranquilos por vuestra protección.
Para pedir continencia y castidad.
Arrasad, Señor, con el fuego del Espíritu Santo, nuestras entrañas y nuestro corazón; para que con un cuerpo casto os sirvamos, y con un corazón puro os agrademos.
Por los fieles difuntos.
Oh Dios, Creador y Redentor de todos los hombres, conceded a las almas de vuestros servidores y servidoras, la remisión de todos sus pecados, a fin de que obtengan por nuestras humildísimas oraciones el perdón que ellas siempre han deseado.
Ofrecimiento de oraciones y obras durante el día.
Os suplicamos, Señor, que con santas inspiraciones prevengáis nuestras acciones, y con vuestros auxilios las continuéis; para que todas nuestras oraciones y operaciones reciban siempre de Vos su principio, y se encaminen a Vos como su fin.
Por los vivos y difuntos.
Omnipotente y sempiterno Dios, que sois el Señor supremo de vivos y muertos, y que usáis de misericordia con todos los que por su fe y por sus obras conocéis que han de ser vuestros escogidos: humildemente os suplicamos, que por la intercesión de todos los Santos concedáis con piedad el perdón de todos sus pecados a todos aquellos por quienes hemos determinado pediros; ya vivan en este mundo vestidos todavía de nuestra carne, o ya desnudos de ella, hayan pasado al siglo futuro. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que con Vos vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Óiganos benignamente el omnipotente y misericordioso Señor.
R. Amén.
V. Y que las almas de los Fieles difuntos descansen en paz, por la misericordia de Dios.
R. Amén.