Vexílla Regis

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MIENTRAS EL MUNDO GIRA, LA CRUZ PERMANECE

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER

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NO AL ABORTO. ELLOS NO TIENEN LA CULPA DE QUE NO LUCHASTEIS CONTRA VUESTRA CONCUPISCENCIA

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN

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No hay forma de vivir sin Dios.

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

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miércoles, 30 de agosto de 2017

ORACIÓN PARA CONOCER Y SEGUIR LA VOLUNTAD DE DIOS

Dios mío y Salvador mío, mi esperanza, mi vida, concededme conocer vuestro consejo, y dadme la fuerza para seguirlo totalmente. Haced que conozca siempre lo que os agrade más y lo más útil, y que tenga siempre el coraje de cumplirlo. Amén. (San Fulberto, obispo de Chartres)

martes, 29 de agosto de 2017

NUESTRA VOCACIÓN MARTIRIAL Y CO-REPARATRIZ

“Somos víctimas de nuestro siglo, y debemos sacrificarnos para que éste sea reconciliado con Dios. Una eternidad de felicidad espera por mí. Apresurémonos, corramos hacia ese fin y suframos decididamente durante los breves momentos de esta vida. La tormenta arrecia hoy, pero mañana hemos de llegar a puerto”.
   
Palabras de la Beata sor Julia Luisa de Jesús OCD a sus hermanas de religión, momentos antes de ser guillotinadas en Compiègne (Francia) el 17 de Julio de 1794.

domingo, 27 de agosto de 2017

CANADÁ: REFUGIADOS HAITIANOS, PROPAGANDA Y NOTICIAS FALSAS

Columna de Luis Rivas para SPUTNIK MUNDO.
  
La llegada masiva de inmigrantes haitianos en las últimas semanas ha disparado las alarmas en Canadá. El supuesto paraíso del refugiado se tambalea.
  
Un haitiano esperando para cruzar la frontera EE.UU.-Canadá
   
Ciertos medios europeos, en su campaña/cruzada político/periodística contra Donald Trump publican estos días fotos de familias haitianas intentando cruzar la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Los pies de fotos son sucintos: “refugiados que huyen de la política de inmigración del Presidente Trump”. La cuestión es mucho más delicada y no basta con presentar los hechos como un debate entre “buenos y malos”.
  
En 2010, tras el terremoto que asoló Haití, Barack Obama creó el Estatuto de Protección Temporal (TPS, en su acrónimo inglés) que permitía la instalación en suelo norteamericano de 60.000 ciudadanos de ese país. El TPS estaba previsto que durara hasta 2018. Donald Trump afirmó el pasado enero que cumplirá la fecha y que no lo renovará.
 
A partir de ese momento, redes sociales, medios de comunicación haitianos en EEUU e iglesias sin ningún escrúpulo lanzan mensajes a su comunidad para convencerles de que Canadá les acogería sin problema.
 
Trudeau, “mercader de ilusiones”
Esta falsa propaganda se construyó en parte tras las palabras del Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, que en un ejercicio de comunicación calificado ahora de insensato, tuiteó mensajes como este: “A todos los que huyen de la persecución, el terror y la guerra, sepan que Canadá les acogerá independientemente de sus creencias. La diversidad es nuestra fuerza”.
   
Trino de Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá (28-I-2017)
   
Estas bellas palabras, acogidas por la supuesta progresía mundial con loas y festejos —en plena campaña de prensa anti-Trump— están siendo desmentidas por la realidad y han hecho surgir, por primera vez en el país, enfrentamientos políticos y encontrofnazos callejeros entre partidarios de regular la inmigración con la ley en la mano y defensores de la generosidad sin límites.
 
Entre la propaganda errónea y la demagogia de ciertos políticos, miles de haitianos intentan llegar a Canadá por puestos oficiales y por pasos clandestinos.
 
El problema se complica porque Estados Unidos y Canadá suscribieron en 2004 la “Entente entre terceros países”, un acuerdo por el que los refugiados deben pedir asilo en el primer país al que llegan. Si un refugiado que se encuentra en territorio de Estados Unidos quiere trasladarse a Canadá, este pacto lo impide.
 
Aún así, la oposición, tanto a nivel federal como en la provincia francófona de Quebec, acusa al gobierno de incumplir esta norma y define la frontera entre los dos países como “un coladero”. Así lo hace el jefe de la “Coalición Porvenir de Quebec”, François Legault.
  
El ejército está encargado de ayudar a los más de 7.000 haitianos que han llegado a Canadá desde el mes de julio. Campamentos improvisados con tiendas de campaña forman ya parte del paisaje en algunos puntos del territorio quebequense.
  
De la seducción a la decepción
Desde enero de 2016 Canadá ha acogido 40.000 refugiados. Pero, para los haitianos que prefieren no volver a su país y seguir buscando un futuro “al Norte”, los trámites administrativos de acogida pueden suponer un suplicio.
 
El efecto llamada de Trudeau, al que algún opositor califica de “mercader de ilusiones”, se topa con la realidad de un elevado índice de rechazo en las peticiones de asilo. La tasa de aceptación de candidaturas varía según el comisario encargado del dosier. Para la Comisión de Investigación del Estatuto de Refugiado, se trata en realidad de “una lotería”, tal es la falta de objetividad del sistema.
 
Jean François Lisée, jefe del independentista Parti Québécois, insiste sobre el engaño al que se ven sometidos los haitianos: “Primero se les seduce; después vendrá la decepción. No es una política respetable”.
  
Otras figuras políticas insisten en la crítica a Trudeau y alertan sobre el sentimiento creciente de inseguridad y la preocupación ciudadana respecto a un sistema de acogida hasta ahora vendido como modelo: “toda esta situación favorece que la extrema derecha ocupe el espacio político y muestra la desconexión entre las élites políticas y la ciudadanía”, afirma el alcalde de la ciudad de Quebec, Régis Lebeaume.

MISA DE LA TRANSVERBERACIÓN DEL CORAZÓN DE SANTA TERESA DE JESÚS

Del Misal Propio de los Carmelitas Descalzos, Lisboa 1761 (Los Carmelitas descalzos, a pesar de la sugerencia de San Juan de la Cruz de conservar el Rito del Santo Sepulcro -propio de los Carmelitas de Antigua Observancia, dada su permanencia en Tierra Santa-, adoptaron el Rito Romano codificado por San Pío V. Con todo, les fueron reconocidas Misas y Lecciones propias).
   
Die 27 Augusti
Transverberatiónis Cordis Sanctæ Terésiæ, Vírginis ac Matris Nostræ
Duplex II. clasis
 
Introitus. Hab. 3, 9-11. Suscítans suscitábis, Dómine, arcum tuum in luce sagittárum tuárum ibunt, in splendóre fulgurántis hastæ tuæ. Ps. 107, 2. Parátum cor meum, Deus, parátum cor meum: cantábo et psallam tibi, glória mea. ℣. Glória Patri.
 
ORATIO
Deus, qui illibáta præcórdia beátæ Vírginis Terésiæ sponsa tuæ, ac Matris Nostræ, ígnito jáculo transfixísti, et charitátis víctima consecrásti: ipsa interveniénte, concéde, ut corda nostra ardóre Sancti Spíritu férveant, et te in ómnibus super ómnia dilígant. Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitáte ejúsdem Spíritus Sancte, Deus, per ómnia sǽcula sæculórum. Amen.
  
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Hebrǽos.
Hebr. 4, 12-13.
 
Fratres: Vivus est enim sermo Dei, et éfficax et penetrabílior omni gládio ancípiti: et pertíngens usque ad divisiónem ánimæ ac spíritus: compágum quoque ac medullárum, et discrétor cogitatiónum et intentiónum cordis. Et non est ulla creatúra invisíbilis in conspéctu ejus: ómnia autem nuda et apérta sunt óculis ejus.
  
Graduale. Ps. 41, 2-3. Quemádmodum desíderat cervus ad fontes aquárum: ita desíderat ánima mea ad te, Deus.
℣. Sitívit ánima mea ad Deum fortem vivum: quando véniam et apparébo ante fáciem Dei?
  
Allelúja, allelúja. ℣. Ps. 16, 3. Probásti cor meum, et visitásti nocte, igne me examinásti. Allelúja.
  
✠ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam.
Luc. 12, 48-50.
  
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Omni, cui multum datum est, multum quærétur ab eo: et cui commendavérunt multum, plus petent ab eo. Ignem veni míttere in terram, et quid volo nisi ut accendátur? Baptísmo autem hábeo baptizári: et quómodo coárctor usque dum perficiátur?
  
Offertorium. Lev. 3, 16. Univérsa vitália adolébit in pábulum ignis, et oblatiónis Dómini.
  
SECRETA
Majestáti tuæ, quǽsumus Dómine, beátæ Terésiæ précibus nostra sit accépta devótio: cui transfíxi, et combústi Cordis ejus, digne plácuit holocáustum. Per Dóminum.
 
Præfatio de Sancta Teresia
Vere dignum et justum est, ǽquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: per Christum Dóminum nostrum. Qui beátam Terésiam Sanctórum sciéntia ac divínæ caritátis ardóre muneráre: et Ángeli visióne, ígnito jáculo præcórdia ejus transverberántis, veheméntius inflammáre, eámque sibi spiritáli connúbio sociátam, data déxtera, significáre dignátus est. Quo caritátis incéndio, dum beátæ Terésiæ vita consúmitur, spíritus ejus colúmbæ specie egrédi visus, sublímen cœléstis glóriæ gradum conscéndit. Et ídeo cum Ángelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus cumque omni milítia cœléstis exércitus hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
  
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
 
Communio. Deut. 4, 35-36. Quóniam Dóminus ipse est Deus, de cœlo te fecit audíre vocem suam, ut docéret te, et in terra osténdit tibi ignem suum máximum.
 
POSCOMMUNIO
Deus, qui Fílium tuum, ut ignem mítteret in terram, veníre fecísti: da nobis eo indesinénter accéndi qui beátam Terésiam Matrem nostram felíciter adússit, et ad te diligéndum íntime vulnerávit. Per eúmdem Dóminum.

sábado, 26 de agosto de 2017

TESTAMENTO DEL PADRE JOSEPH VÉRITÉ

Padre Joseph Marie Gabriel Vérité (15 de Septiembre de 1919 - 26 de Agosto de 2010)
  • Sed fieles a la fe enseñada por nuestro Señor Jesucristo y Su Santa Iglesia, la fe que nunca puede cambiar;
  • Sed fieles a los sacramentos de nuestro Señor Jesucristo, impartidos por la Santa Iglesia desde hace 2000 años;
  • Sed fieles al catecismo de la Santa Iglesia, a las enseñanzas de los papas católicos, a las enseñanzas de los santos de siempre;
  • Sed fieles a la Santísima Virgen María, asegurándoos de tener su verdadera devoción y evitando las siete falsas devociones de que nos habló San Luis María Grignon de Montfort;
  • Manteneos fieles en todo, no cambiéis nada, rechazad las novedades, rechazad por entero el Vaticano II, rechazad sus falsos papas, sus falsos obispos, sus falsos sacerdotes, sus falsos sacramentos, sus catecismos, sus enseñanzas erróneas. La Religión establecida por Nuestro Señor Jesucristo no puede cambiar. La Santísima Virgen María un día no lejano triunfará, el error será aplastado, la verdad triunfará.
  • Tenéis el derecho, un derecho estricto, de exigir de vuestros sacerdotes que os enseñen lo que la Santa Iglesia Católica enseña. Orad por vuestros sacerdotes, porque ¡LLEGARÁ EL DÍA EN QUE NO HABRÁ SACERDOTES!

LA VERDADERA MISIÓN DE LA COMISIÓN Ecclésia Dei

Tomado de NON POSSUMUS.
  
Cobertura noticiosa de Alberto Escala de la consagración de Écône, y la “excomunión” subsiguiente (Diario La Vanguardia, Barcelona, viernes 1 de Julio de 1988, pág. 23).

LA VERDADERA MISIÓN DE LA COMISIÓN Ecclésia Dei
  
El 22 de noviembre de 1989, Mons. Lefebvre dijo, en una entrevista con François Brigneau en Radio Courtoisie: “A pesar de las persecuciones, podemos decir violentas, de parte de Roma y de la comisión romana (Ecclésia Dei, ndlr) que está encargada de la recuperación de los tradicionalistas para someterlos al Concilio […] la situación es más estable, más fuerte, más dinámica que nunca” (Mes derniers cahiers, première série, nº 1, Pour saluer Mgr Lefebvre, par François Brigneau, Publication FB, p. 35).
 
Ya lo dijo justamente Mons. Lefebvre: La comisión Ecclésia Dei “está encargada de la recuperación de los tradicionalistas”. Hoy en día, esta misión no ha cambiado. Esto lo debemos demostrar. Para hacerlo, es necesario recorrer las grandes etapas que han hecho y hacen la historia de la mencionada comisión. Cuatro documentos se deben tomar en cuenta:
  1. La Carta del 3 de octubre de 1984;
  2. El Motu proprio del 2 de julio de 1988;
  3. El Motu proprio del 7 de julio de 2007;
  4. El Motu proprio del 2 de julio de 2009.
La carta del 28 de octubre de 2013 del Nuncio a la Fraternidad San Pedro servirá de confirmación de la tesis.
 
1) La Carta circular Quáttuor abhinc annos de la Congregación para el Culto divino dirigida a las conferencias episcopales el 2 de octubre de 1984.
Este documento es anterior a la creación de la comisión Ecclesia Dei, pero es extremadamente importante. En efecto, éste permanecerá como el documento fundamental que informará el espíritu de la futura comisión que se referirá a éste.

En 1980, Roma pidió a todos los obispos del mundo hacer un reporte sobre la aplicación de la reforma litúrgica querida por el papa Paulo VI. Este reporte debía, entre otras cosas, expresarse sobre “las dificultades encontradas en la realización de la reforma litúrgica” y “las eventuales resistencias” que se debían “haber superado”.
 
Después de las respuestas enviadas a Roma, parecía que el problema de los sacerdotes y los fieles apegados al rito tridentino estaba, por así decirlo, arreglado.
  
En realidad, el problema de la misa antigua subsistía completamente. La Roma modernista dándose cuenta que no podía asfixiar el movimiento en favor de la antigua misa, decidió tratar de tomar el control:
 
“El soberano pontífice, deseando dar satisfacción a estos grupos” concedió la celebración de la misa tridentina “pero observando las siguientes normas”, siendo la primera: “Que quede muy claro que estos sacerdotes y estos fieles no tienen nada que ver con aquellos que ponen en duda la legitimidad y la rectitud doctrinal del Misal Romano promulgado por el papa Paulo VI en 1970, y que su posición sea sin ninguna ambigüedad y públicamente reconocida”.
  
Por lo tanto quedó bien establecido que un sacerdote no podía beneficiarse de la misa antigua más que a condición de abandonar el combate contra la misa de Paulo VI, y que esta posición fuera pública y conocida de todos.
  
Por otra parte, esta concesión debía “ser utilizada sin perjuicio de la observancia de la reforma litúrgica en la vida de las comunidades eclesiales”. Quedaba claro también que esta concesión no podía tener la pretensión de suplantar la misa de Paulo VI y que ésta debía conservar todos sus derechos de “primacía” litúrgica.
  
Hay que sacar varias conclusiones de este indulto:
  1. Su publicación hizo creer al mundo entero que la misa de San Pio V estaba prohibida, siendo que no lo estaba ni podía estarlo (el documento del 7 de julio de 2007 de Benedicto XVI lo confesó);
  2. Hizo creer, en consecuencia, que era necesario un permiso especial para celebrar la misa antigua;
  3. Lejos de ser liberada, la misa antigua estaba, en razón de las condiciones a cumplir para beneficiarse de ella, instrumentalizada para lograr la aceptación de la nueva misa de Paulo VI.
  
Este indulto fue entonces una “trampa doctrinal”. Así, aquellos que pretendieron gozar de la misa de San Pio V “legalmente” hicieron, en realidad, una profesión “legal” de aceptar oficialmente la nueva misa que ellos habían rechazado hasta ese momento. En consecuencia, este Motu proprio, lejos de ser una victoria para los sostenedores de la liturgia antigua, fue en realidad una victoria de la Roma modernista en favor de la reforma litúrgica conciliar. Estaba claro entonces que la FSSPX no podía de ninguna manera valerse de tal indulto. Los sacerdotes de esta Fraternidad no debieron pedir nunca el permiso de celebrar su misa en una iglesia o un santuario con base a este indulto. Las condiciones impuestas les prohibieron, de todas maneras, la obtención de esta facultad, pues su posición respecto a la nueva misa no les permitió cumplir con los requisitos.
  
2) La Carta apostólica Ecclésia Dei del 2 de julio de 1988, en forma de motu proprio del papa Juan Pablo II.
Ecclésia Dei son las dos primeras palabras de un texto publicado por Roma el día siguiente de la pretendida excomunión de Mons. Lefebvre. En efecto, el 30 de junio de 1988, el obispo procedió a lo que llamó “la operación supervivencia de la Tradición” consagrando cuatro obispos a los cuales no les dio jurisdicción. Éstos, apoyados en los principios del Derecho canónico de la Iglesia, debían asegurar una suplencia (prevista por la ley eclesiástica en varias materias) en el seno de la crisis conciliar por la predicación de la fe, la administración del sacramento de la confirmación y del sacramento del orden.
  
La excomunión, si bien existente en el papel, estaba en realidad desprovista de fundamento. Mons. Lefebvre, antes de consagrar, estudió e hizo estudiar el antiguo Derecho canónico para asegurarse que actuaba según el Espíritu de la Iglesia contenido en este axioma: Supréma lex, salus animárum. Una tesis del P. Murray tuvo incluso, en 1995, la audacia de probar que, según el nuevo derecho de Juan Pablo II, ¡la excomunión no estaba fundada!
  
La excomunión del 1º de julio de 1988
El 1º de julio de 1988, el decreto Dóminus Marcéllus Lefebvre excomulgaba injustamente, tanto desde el punto de vista del Derecho canónico de 1917 como del nuevo de 1983, al obispo consagrante y los cuatro obispos consagrados.
  
Excomunión nula y sin efecto, excomunión fantasma, excomunión de papel haciendo el papel de espantapájaros para causar temor a la pobre gente que había reencontrado la esperanza en la Iglesia gracias al Atanasio del siglo XX.
 
El Motu proprio Ecclésia Dei del 2 de julio
El espantapájaros iba a cumplir su papel eficaz para precipitar a la gente buena, los formalistas y los temerosos en los “brazos abiertos” de la Roma conciliar: la amenaza de cisma y por lo tanto el temor de la pérdida eterna de su alma. Todo iba entonces para apartarlos eficazmente de la Fraternidad de Mons. Lefebvre y llevarlos para siempre hacia la Iglesia conciliar.
  
Es así que Juan Pablo II decretó la institución de una comisión para aquellos “que desean permanecer unidos al sucesor de Pedro en la Iglesia católica, conservando sus tradiciones espirituales y litúrgicas”.
  
Por lo tanto se trataba absolutamente de una comisión de recuperación de los fieles y sacerdotes que habían frecuentado la FSSPX.
  
Los efectos no se hicieron esperar: clérigos, más formalistas que canonistas, creyeron ser su deber el abandonar la Fraternidad de Mons. Lefebvre para fundar la Fraternidad San Pedro con el fin de estar “en la legalidad”. Legalidad conciliar, no hace falta decirlo.
  
Ellos fueron acogidos por una comisión que llevaba un nombre compuesto de las tres palabras del principio de la carta que era el origen de esta comisión: Ecclésia Dei afflícta. Es decir: La Iglesia de Dios está afligida… ¿Afligida por qué? Por el pretendido cisma de Mons. Lefebvre, cisma que nadie nunca pudo probar ni demostrar, y que muchos especialistas han desmentido.
  
Fue, para estos sacerdotes, aceptar someterse a una comisión conciliar y, de este hecho, ir contra el espíritu de la ley: “Aquel que, por conservar la letra de la ley, va contra el espíritu de la ley, ha pecado contra la ley” (Régula juris 88). Por formalismo, cometió una especie de “pecado jurídico”: un pecado contra la ley bajo pretexto de estar en regla con ella.
 
Disociarse de la FSSPX
No pretendo hacer aquí un análisis completo de este Motu proprio de 1988. Todos los párrafos merecen, no solamente un comentario, sino una severa crítica, tanto la presentación que hacen de los hechos es contraria a la realidad.
  
Yo quisiera simplemente llamar la atención sobre el llamado que hace Juan Pablo II a disociarse de la FSSPX en este documento: “En las presentes circunstancias, deseo sobre todo dirigir una llamada a la vez solemne y ferviente, paterna y fraterna, a todos los que hasta ahora han estado vinculados de diversos modos con las actividades del arzobispo Lefebvre, para que cumplan el grave deber de permanecer unidos al Vicario de Cristo en la unidad de la Iglesia católica y dejen de sostener de cualquier forma que sea esa reprobable forma de actuar. Todos deben saber que la adhesión formal al cisma constituye una grave ofensa a Dios y lleva consigo la excomunión debidamente establecida por la ley de la Iglesia” (§ 5, c).
  
Como se explicó anteriormente, en compensación por esta separación “se constituye una Comisión, con la tarea de colaborar con los obispos, con los dicasterios de la Curia Romana y con los ambientes interesados, para facilitar la plena comunión eclesial de los sacerdotes, seminaristas, comunidades, religiosos o religiosas, que hasta ahora estaban ligados de distintas formas a la Fraternidad fundada por el arzobispo Lefebvre y que deseen permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia católica, conservando sus tradiciones espirituales y litúrgicas” (§6, a).
  
La misión de la comisión Ecclésia Dei es por lo tanto muy clara: combatir la obra de salud espiritual del obispo fundador de la FSSPX. Entonces él tenía razón de decir que la comisión Ecclésia Dei estaba “encargada de la recuperación de los tradicionalistas”.
 
De 1984 a 1988: mismo combate
Otro punto extremadamente importante: el Motu proprio del 2 de julio de 1988 precisa en el punto 6 c: “se habrá de respetar en todas partes, la sensibilidad de todos aquellos que se sienten unidos a la tradición litúrgica latina, por medio de una amplia y generosa aplicación de las normas emanadas hace algún tiempo por la Sede Apostólica, para el uso del Misal Romano según la edición típica de 1962”.
 
Este párrafo envía a la nota 9 de pie de página, la cual hace referencia al documento del 3 de octubre de 1984: Cf. Congregación para el Culto Divino, Carta Quáttuor abhinc annos, 3 de octubre de 1984: AAS 76, 1984, 1.088-1.089. Está claro entonces que la comisión Ecclésia Dei continuaba en su línea original: sólo estarán en la legalidad si ya no combaten la misa de Paulo VI, si no causan perjuicio a la reforma litúrgica conciliar y si su posición es conocida públicamente por todo el mundo.
Así que la comisión Ecclesia Dei tenía como finalidad:
  1. Marginalizar la obra de Mons. Lefebvre y volverla inaccesible;
  2. Alejar de ella a los sacerdotes y los fieles;
  3. Hacer aceptar la nueva misa a todos los recalcitrantes;
  4. Ya no permitir a nadie la exclusividad de la antigua misa;
  5. Y finalmente, hacer cesar el combate de la Tradición. Ecclésia Dei se convirtió en el refugio de los católicos que “prefieren la antigua misa” por gusto personal, pero que han cesado el buen combate que consiste en rechazar la nueva misa por motivos de fe y conservar la antigua por la misma razón.
 
Por o contra la FSSPX
Desde entonces se planteó la cuestión de una “opción Ecclésia Dei” que, finalmente, se tradujo en un dilema “por o contra Mons. Lefebvre” o “por o contra la FSSPX”. De manera más general, aparece ahora un falso problema: “en la Iglesia con Ecclésia Dei, o fuera de la Iglesia con la FSSPX”. Todavía más simple: católico o excomulgado. Allí había un falso dilema en conciencia y, al parecer, un dilema en materia grave, que comprometía lógicamente la salvación de los que elegían con conocimiento de causa. No se trataba, en realidad, más que de un escrúpulo de conciencia inventado por los hombres de Iglesia conciliares para llevar a buen puerto su revolución litúrgica y hacer desaparecer para siempre la obra de Mons. Lefebvre.
 
3) La Carta apostólica Summórum pontíficum del 7 de julio de 2007 en forma de Motu proprio de Benedicto XVI.
Este documento es el que condujo a muchos católicos a creer que la misa de San Pio V había sido “liberada”. Merece un comentario integral. Sin embargo es necesario, en este artículo, limitarse a lo que sigue.
 
Después de aplicar falsamente a la nueva misa de Paulo VI todo lo que pudiera decirse con toda verdad del rito de San Pío V, el papa recuerda que: “En algunas regiones, sin embargo, no pocos fieles adhirieron y siguen adhiriéndose con mucho amor y afecto a las anteriores formas litúrgicas, que habían impregnado su cultura y su espíritu de manera tan profunda, que el Sumo Pontífice Juan Pablo II, movido por la preocupación pastoral respecto a estos fieles, en el año 1984, con el indulto especial «Quáttuor abhinc annos», emitido por la Congregación para el Culto Divino, concedió la facultad de usar el Misal Romano editado por el beato Juan XXIII en el año 1962; más tarde, en el año 1988, con la Carta Apostólica «Ecclésia Dei», dada en forma de Motu Proprio, Juan Pablo II exhortó a los obispos a utilizar amplia y generosamente esta facultad en favor de todos los fieles que lo solicitasen”. La línea de pensamiento es clara: la Roma conciliar siempre está en la vía trazada por el documento del 3 de octubre de 1984.
  
Vienen enseguida doce artículos, de los cuales el primero finaliza en estos términos: “Por eso es lícito celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición típica del Misal Romano promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que nunca se ha abrogado, como forma extraordinaria de la liturgia de la Iglesia. Las condiciones para el uso de este misal establecidas en los documentos anteriores «Quáttuor abhinc annos» y «Ecclésia Dei», se sustituirán como se establece a continuación”. Siguen 11 artículos que enuncian las nuevas condiciones para beneficiarse de la antigua misa.
 
Se podría creer que todo había cambiado, que la antigua misa era definitivamente libre, pues las facultades acordadas parecían verdaderamente más “amplias”. En verdad no es así, pues el artículo 11 del documento afirma sin rodeos: “La Pontificia Comisión «Ecclésia Dei», erigida por Juan Pablo II en 1988, sigue ejerciendo su misión”. Y remite a la nota 5 que dice: “Cf. JUAN PABLO II, Lett. ap. en forma de Motu proprio Ecclésia Dei, 2 julio 1988, 6: AAS 80 (1988), 1498”. ¿Cuál es esta misión? La que se encuentra fijada en el documento de 1988 ya citado: alejar a los fieles de la obra de Mons. Lefebvre y, en referencia al documento del 3 de octubre de 1984, no conceder el rito Tridentino más que a los que no cuestionan la nueva misa, sin perjuicio de la reforma litúrgica y cuya posición es públicamente conocida.
  
El artículo 12 prevé que “La misma Comisión, además de las facultades de las que ya goza, ejercerá la autoridad de la Santa Sede vigilando sobre la observancia y aplicación de estas disposiciones”. Y de hecho, los artículos 7 y 8 remiten a la mencionada comisión en caso de litigio en las peticiones de celebrar el antiguo rito.
 
La línea es por lo tanto siempre la misma y el Motu proprio de 2007 no hace más que ampliar materialmente la facultad de utilizar el rito antiguo.
  
Pues, formalmente, su uso es siempre condicionado por los mismos principios y el mismo espíritu: los formulados en el documento del 2 de julio de 1988 que se refieren al documento del 3 de octubre de 1984. A pesar de las apariencias, la misa antigua no fue liberada, sigue estando cautiva de la reforma conciliar y finalizada por una renuncia: cesar el combate de la Fe en lo que concierne a la misa de Paulo VI y aceptar en principio la reforma litúrgica conciliar. El artículo de Wikipedia al respecto no se equivoca: “Las disposiciones presentadas en esta carta siguen la lógica de los textos anteriores Quáttuor abhinc annos y Ecclésia Dei”.
 
4) La Carta apostólica Ecclésiæ unitátem del 2 de julio de 2009 en forma de motu proprio de Benedicto XVI.
En este documento, el sucesor de Juan Pablo II recuerda el párrafo 6 a del documento del 2 de julio de 1988 que quiere “facilitar la plena comunión eclesial de los sacerdotes, seminaristas, comunidades, religiosos o religiosas, que hasta ahora estaban ligados de distintas formas a la Fraternidad fundada por el arzobispo Lefebvre y que deseen permanecer unidos al sucesor de Pedro en la Iglesia católica, conservando sus tradiciones espirituales y litúrgicas” (n° 2). Haciendo esto, el papa quiso “ampliar y actualizar… la indicación general contenida en el motu proprio Ecclésia Dei” (n° 3).
 
Es útil subrayar aquí dos puntos significativos:
  1. La comisión conserva su nombre de origen y por lo tanto conserva como texto fundante el Motu proprio del 2 de julio de 1988, con todo lo que comporta, especialmente su referencia al indulto del 3 de octubre de 1984. Ella continúa entonces con su misión original: apartar a los católicos de la obra de Mons. Lefebvre;
  2. El párrafo 2 remite explícitamente al documento de origen: Juan Pablo II, motu proprio Ecclésia Dei, 2 de julio de 1988, n° 6: AAS 80 [1988] 1498. Así que este nuevo documento permanece en la línea de 1984 y 1988. Es siempre la misma guerra contra la Tradición.
 
Por otro lado, en este documento, Benedicto XVI toma una decisión de grandes consecuencias. Quiere “reformar la estructura de la Comisión Ecclésia Dei, uniéndola de manera estrecha a la Congregación para la doctrina de la fe”. He aquí el objeto de la carta: unir la comisión Ecclésia Dei a la Congregación para la doctrina de la Fe. El objetivo de esta maniobra se indica en el n° 5: “Precisamente porque los problemas que se deben tratar actualmente con la Fraternidad son de naturaleza esencialmente doctrinal, he decidido —a los veintiún años del motu proprio Ecclésia Dei y de acuerdo con lo que me había reservado hacer (cf. motu proprio Summórum Pontíficum, art. 11)— reformar la estructura de la Comisión Ecclésia Dei, uniéndola de manera estrecha a la Congregación para la doctrina de la fe”. Con el pretexto de centrar las discusiones sobre el plano doctrinal (lo que es justo), Benedicto XVI toma una medida que obligará a la FSSPX a tener por interlocutor, ya no a la Congregación para la doctrina de la Fe, ¡sino a una comisión que fue fundada para hacerla desaparecer! ¿Cuál es esta comisión? Ecclésia Dei.
 
A partir de aquí, la FSSPX será obligada a dialogar con su enemigo jurado desde el 2 de julio de 1988: la comisión Ecclésia Dei. Y esta comisión, hay que recordarlo, reposa, como sobre su piedra fundamental, en la excomunión de Mons. Marcel Lefebvre.
 
5) La bendición del papa Francisco con ocasión de los 25 años de la fundación de la Fraternidad San Pedro.
Los hechos vienen a demostrar que la comisión Ecclésia Dei y el Vaticano II siguen llevando a cabo el mismo combate. En su carta del 28 de octubre de 2013, el Nuncio apostólico de París, Luigi Ventura, aseguró a los miembros de la Fraternidad San Pedro que “el papa Francisco se une a la acción de gracias de sus miembros por la obra cumplida en el curso de un cuarto de siglo al servicio de la comunión eclesial cum Petro et sub Petro”. ¿De qué obra eclesial se trata? La que ha consistido, como lo indica el Motu proprio del 2 de julio de 1988, en apartar a los fieles de la FSSPX para llevarlos a la Iglesia conciliar. El papa, por otra parte, hace referencia a los acontecimientos que le dieron nacimiento, es decir, las consagraciones de 1988 y la excomunión de Mons. Lefebvre: “Es en un momento de gran prueba para la Iglesia, que nació la Fraternidad San Pedro”.
 
Enseguida Francisco los alienta “a continuar su misión de reconciliación entre todos los fieles, sea cual fuere su sensibilidad”. No se puede tratar, lógicamente, más que de reconciliación con la Iglesia conciliar y el nuevo rito. He aquí la prueba: “Que celebrando los Misterios sagrados según la forma extraordinaria del rito romano (Misa de San Pio V) y las orientaciones de la Constitución sobre la Liturgia Sacrosánctum Concílium (surgido del Vaticano II), así como transmitiendo la fe apostólica tal cual es presentada en el Catecismo de la Iglesia católica (conciliar), contribuyan, en la fidelidad a la Tradición viva de la Iglesia, a una mejor comprensión y aplicación del concilio Vaticano II”.
 
Conclusión
Mons. Lefebvre tenía toda la razón al afirmar que la comisión romana (Ecclésia Dei) está encargada de la recuperación de los tradicionalistas para someterlos al Concilio.
 
La misión de la comisión Ecclésia Dei, desde el 2 de julio de 1988, es entonces reconciliar a los sacerdotes y fieles apegados a la obra de Mons. Lefebvre con la Iglesia conciliar.
  
Con este objetivo, ella continúa su misión todavía ahora: la “recuperación” de los sacerdotes y fieles de la FSSPX y de sus comunidades amigas para hacer cesar el combate de la Fe.
  
Que todos los que se imaginan que hay identidad de vocación entre los institutos Ecclésia Dei y la FSSPX abran los ojos. La comisión Ecclésia Dei y los institutos unidos a ella son un gran peligro para la obra fundada por Mons. Marcel Lefebvre. Ellos tienen por vocación neutralizarla, paralizarla y disolverla.
 
Esto está inscrito claramente en los textos fundadores de esta comisión. Contra factum, non fit arguméntum. Contra los hechos, no hay nada que replicar.
  
P. Guy Castelain (FSSPX), Revista “El Combate de la Fe”, Marzo de 2016.

viernes, 25 de agosto de 2017

TESTAMENTO ESPIRITUAL DE SAN LUIS REY DE FRANCIA

Refiere el señor de Joinville, biógrafo de San Luis Rey de Francia:
 
Muerte de San Luis Rey de Francia (Escuela francesa del siglo XIX)
  
“Conociendo el Santo Rey que había de pasar bien presto de esta vida a la otra; llamó a Felipe su hijo, y le encargó guardar como testamento todos los documentos que le dejó, que están abajo escritos, los cuales el Rey escribió de su santa mano, y le dijo así:
«Amado hijo: la primera cosa que te enseño es que emplees tu corazón en amar a Dios, porque sin esto nadie puede salvarse. Guárdate de hacer cosa que disguste a Dios, es a saber, pecado mortal, porque primero has de sufrir cualesquiera injurias y tormentos, que cometer un pecado mortal. Si Dios te envía trabajos, recíbelos con paciencia, dale gracias, y piensa que le has ofendido, y que los convertirá en provecho tuyo. Si te da fortuna, agradéceselo humildemente, para no perder por soberbia o por otra parte, lo que te ha de hacer mejor, pues no debe uno abusar de los dones de Dios.
 
Confiésate a menudo, y que el confesor sea prudente, que sepa enseñarte lo que has de hacer y de lo que has de huir; y te has de portar de modo que tus confesores y amigos no reparen en advertirte tus defectos. Asiste a la Iglesia con devoción interior y exterior, especialmente en la misa cuando se hace la consagración.
 
Que tu corazón sea blando y caritativo con los pobres, con los flacos y con los atribulados; anima y ayúdales cuanto puedas. Conserva las buenas costumbres de tu Reino, y quita las malas. No codiciarás los bienes de tu Pueblo, y no lo oprimas con impuestos ni tributos.
 
Si sientes en tu corazón alguna pena, dila a tu confesor o a algún hombre prudente que te hable con claridad, y la llevarás más fácilmente. No tengas en tu compañía sino hombres prudentes y sin ambición, sean Religiosos o Seculares; habla con ellos a menudo; desvíate y huye de la compañía de los malos.
 
Oye con gusto la palabra de Dios, guárdala en tu corazón, y busca de tu voluntad oraciones e indulgencias.
 
Estima tu honra y provecho, y aborrece lo malo, sea lo que fuere. Que nadie en tu presencia se atreva a hablar palabra que incite a pecado, y que nadie hable mal de otro. No consientas que nadie hable con poco respeto de Dios en tu presencia; dale gracias muchas veces de los beneficios que te ha hecho, para hacerte digno de recibir otros.
  
Haz justicia a tus vasallos con rectitud, bondad y constancia sin inclinarte a un lado ni a otro; defiende la justicia y la causa del pobre, hasta que se vea la verdad clara.
 
Si alguno tuviere algún derecho contra ti, no te preocupes hasta que conozcas la verdad: así tus Consejeros juzgarán con más libertad a tu favor o contra ti. Si tienes algo de otro, o por ti, o que ya lo tuvieron tus predecesores, cuando la cosa sea ciertamente suya, devuélvesela sin dilación: si está en duda, haz que te informen luego hombres doctos.
 
Has de procurar que en tu Reino tus vasallos vivan en paz y anden rectos. Conserva tus Ciudades grandes, y guarda las costumbres de tu Reino en el estado y franquicias, que lo han hecho tus antecesores: si hay alguna cosa digna de reforma, enmienda y corrígela. Tenlas a tu devoción unidas; porque las fuerzas y riquezas de las Ciudades grandes estorbarán a los particulares y a los extranjeros, y sobre todo a tus Pares y a tus Barones, el que se rebelen contra ti.
 
Honra y estima a las Personas de la Santa Iglesia: cuida que ni se las quiten ni se las disminuyan las donaciones, ni los bienes que tienen de tus predecesores. Cuentan del Rey Felipe mi abuelo, que una vez uno de sus Consejeros le dijo que los Eclesiásticos le causaban mucho perjuicio, porque le quitaban sus derechos y le menoscababan su justicia; y que era de admirar cómo lo sufría. A el cual el Rey le respondió: Que él creía que era así, pero que estimaba en tanto las misericordias y beneficios que Dios le había hecho, que más quería ceder de su derecho, que tener pleito con las Personas de la Santa Iglesia.
 
Honrarás y respetarás a Padre y Madre, y harás lo que te manden.
 
No des los Beneficios de la Santa Iglesia sino a sujetos de buena vida y costumbres; y no nombres por Consejeros sino a hombres sabios y de bondad. Guárdate de hacer guerra contra los cristianos sin gran necesidad, y si es necesario que se haga, conserva a la Santa Iglesia y a los que no han hecho daño. Si se mueven guerras o discordias entre tus vasallos, apacígualos lo antes que puedas.
 
Has de ser exacto en tener buenos Gobernadores y Regidores: infórmate de su conducta y de los de tu Casa Real, si son codiciosos, ladrones o tramposos. No sufras vicio alguno afrentoso en tu Reino, y mucho menos las blasfemias y las herejías. Que los gastos de tu Casa sean moderados.
 
Por fin, ¡oh muy amado hijo!, yo te encargo me hagas decir misas y oraciones en tu Reino por el descanso de mi alma, y que me hagas participante de una buena parte de todas las buenas obras que hicieres.
 
Amado hijo mío, yo te doy todas las bendiciones que un Padre puede dar a su hijo: que la Santísima Trinidad y todos los Santos te guarden de todo mal: que Dios te dé la gracia de hacer siempre su voluntad: que sea honrado de ti, y que podamos después de esta vida estar con Él, y alabarle sin fin. Así sea».
 
FUENTE: Instrucciones de San Luis Rey de Francia a su familia real, a las personas de su corte, y a otras. Puestas del francés en español por Don Joaquin Moles, presbítero. En Madrid por Andrés Ramirez, año de 1767. Págs. 3-9.

miércoles, 23 de agosto de 2017

JUAN PABLO II, PADRE DEL ECUMENISMO APÓSTATA

Tomado de CATÓLICOS ALERTA.
    
Quien por indiferencia NO se interesa en conocer La Verdad, perecerá, pues su desinterés por salir de su consciente ignorancia le hace culpable…
 
Hermanos Verdaderamente Católicos. Nadie en este mundo está exento de ser engañado. Y más aun tratándose de la presente generación, que deformada en un catolicismo light, hoy es incapaz de reconocer las múltiples y graves formas, NO solo de ir en contra de La Voluntad de Dios, sino de ultrajarle continuamente. La verdad es que desde hace mucho tiempo la mayoría de quienes se confiesan “católicos” percibe a La Iglesia como algo externo a ellos; como a una especie de club del cual son miembros y al que asisten los fines de semana; como a una institución burócrata más, con una clase dirigente y cuyas normas hay que acoger, cualesquiera que ellas sean. Es así como HOY el católico moderno, carente de formación seria y profunda en la fe NO asume las serias implicaciones y responsabilidades que conlleva el ser cristiano católico. NO conoce ni tiene interés alguno por conocer los fundamentos de La Fe Católica, es decir, La Verdad Revelada en Jesucristo Dios, Señor, Rey y Salvador, contenida en Las Sagradas Escrituras y Enseñada por sus Santos Apóstoles; y por esa ignorancia consciente, acoge y promueve cualquier norma sin importar si va en contra de La Verdad Revelada en Jesucristo. El católico moderno deja todo en manos de los directivos de la institución burocrática a que pertenece, pues piensa que esas son funciones de ellos y que a él solo le compete aceptar y obedecer lo que ellos determinen. De modo que para el católico moderno ya NO se trata de SER IGLESIA COMO MIEMBRO ACTIVO DE UNA COMUNIDAD UNIDA EN LA UNICA FE VERDADERA E INMUTABLE, sino de PERTENECER A LA IGLESIA COMO INDIVIDUO PASIVO DE UN GRUPO DISPERSO EN EL AMPLIO Y COMPLACIENTE RELATIVISMO MORAL. Siendo así, el católico moderno rechaza todo aquello que perturbe la falsa paz mundana de que goza, y por eso acoge cualquier norma y/o practica que favorezca, o que por lo menos NO atente, contra lo cómodo de la inmoralidad en que ha elegido vivir. Y es por esto que se niega a reconocer y acoger La Verdad Plenamente, pues sabe muy bien que hacerlo implica el vivir conforme a sus exigencias morales, es decir, EL VIVIR CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS.
  
Pues bien, les repito que Nadie en este mundo está exento de ser engañado. Pero permanecer en el engaño después de conocer LA VERDAD es necedad. NO puede ser Verdadero Cristiano Católico quien por puro capricho se niega a aceptar LA VERDAD PLENA. Es absurdo y ridículo que haya quienes repudian a  “Francisco” por hereje mientras veneran a JUAN PABLO II como Santo, cuando los dos son igualmente herejes, blasfemos y sacrílegos.
  
A quienes se preguntan ¿Por qué NO dejan descansar en paz a Juan Pablo II? Les digo que los siervos del mal NO descansan, y menos después de muertos. Juan Pablo II es el antipapa que mayor daño ha hecho y hace a La Iglesia Católica. Juan Pablo II, para seducir, convencer y manipular a las muchedumbres incautas siempre tuvo dos discursos y actitudes: un discurso con amplia difusión mediática de aparente fidelidad a Dios acompañado de un fingido marianismo y fervor eucarístico; y otro discurso sin difusión mediática, el discurso apóstata del luciferino ecumenismo sin Dios acompañado de todo tipo de gestos blasfemos y sacrílegos.
 
Juan Pablo II, con sus luciferinos carisma y encanto, con su poder de seducción y con su capacidad para convencer, HOY como ayer arrastra multitudes por las sendas de la condenación eterna, pues quienes ayer sucumbieron seducidos por su encanto, HOY acogen sus herejías y blasfemias, solo porque él, a quien divinizan e idolatran las promovió.
 
Juan Pablo II, inspirado por el padre del engaño, utilizo todas sus capacidades para forjar, impulsar y promover, como nunca nadie lo ha hecho, EL ADÚLTERO, PROSTITUÍDO E IDÓLATRA ECUMENISMO DE LA SANGRE, CORAZÓN DE LA GRAN APOSTASÍA Y ABORTO DEL LUCIFERINO-JUDEO-MASÓNICO CONCILIO VATICANO II.
  
EN EL ECUMENISMO DE LA SANGRE LA SALVACIÓN ES POSIBLE EN LAS FALSAS RELIGIONES, INCLUSO EN LAS ABIERTAMENTE DEMONÍACAS COMO EL VUDÚ; EN El ECUMENISMO DE LA SANGRE LOS ATEOS TAMBIÉN SE SALVAN, PUES NO ES NECESARIO CREER EN DIOS PARA IR AL CIELO; EN EL ECUMENISMO DE LA SANGRE NO ES NECESARIO CREER EN DIOS UNO Y TRINO NI RECIBIR A JESÚS SACRAMENTADO PARA SER SALVO.
   
Y por esto último, el ecumenismo de la sangre se constituye en el corazón de La Gran Apostasía, pues al afirmar que NO ES NECESARIO CREER EN DIOS UNO Y TRINO NI RECIBIR A JESÚS SACRAMENTADO PARA SER SALVO, LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN PROFETIZADA POR DANIEL SE HA ESTABLECIDO Y LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO HA CESADO EN TODO INDIVIDUO, TEMPLO Y LUGAR BAJO EL CONTROL Y LA AUTORIDAD DEL ACTUAL GOBIERNO VATICANO.
   
Y LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN SE HA ESTABLECIDO PORQUE CON “FRANCISCO”, AL ECUMENISMO SIN DIOS SE LE HA CONFERIDO CARÁCTER OFICIAL, PÚBLICO CONOCIMIENTO Y OBLIGATORIO CUMPLIMIENTO. De modo que por ser de público conocimiento, HOY nadie que se llame católico, puede ignorar que con la oficialización y obligatoriedad del ecumenismo sin Dios se ha establecido la abominación de la desolación profetizada por Daniel. Y la ignorancia consciente, es decir, la ignorancia como consecuencia del total desinterés por conocer La Verdad NO NOS EXCULPA ANTE DIOS.
  
De modo que ya pueden comprender porque JUAN PABLO II ES EL PADRE DEL ECUMENISMO APÓSTATA, pues fue él quien dedico toda su inteligencia, toda su energía, todo su trabajo, todo su esfuerzo y toda su influencia para cultivarlo, impulsarlo y promoverlo. Juan Pablo II, cumplió así con la misión más importante que Lucifer pueda haber confiado a un siervo suyo sobre esta tierra en aras que su principal objetivo se cumpla: LA POSTRACIÓN DE LA HUMANIDAD A SUS PIES RINDIÉNDOLE ADORACIÓN.
 
Y a quienes se preguntan ¿De qué manera se da la influencia de Juan Pablo II en el mundo de hoy? Les digo que su influencia HOY es inmensa, en parte como fruto de sus acciones pasadas y también como resultado de situaciones ocurridas después de su muerte. Por ejemplo: Juan Pablo II fue abierto impulsor y promotor de LA DICTADURA LUCIFERINA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL CON UNA SOLA IGLESIA ECUMÉNICA MUNDIAL, esa que gracias a su labor ya es una realidad y que HOY lidera “Francisco”.
 
Otro ejemplo de cómo Juan Pablo II influye en el mundo actual es el supuesto atentado de que fue víctima un 13 de mayo, día de La Virgen de Fátima. Digo supuesto atentado, porque las conspiraciones vaticanas en aras de siniestros propósitos NO son un secreto para nadie. Es así como conspiraron para asesinar a Juan Pablo I por revelarse contra la judeo-masonería vaticana; y así también, durante el pontificado del masón Juan XXIII, conspiraron para desaparecer a la enclaustrada Sor Lucia de Fátima, remplazándola por una impostora AMANTE DE LAS CÁMARAS Y LA POLULARIDAD con el fin de poder hacer público el falso tercer secreto de Fátima silenciando EL VERDADERO TERCER SECRETO DE LA VIRGEN SOBRE LA GRAN APOSTASÍA. De modo que el atentado contra Juan Pablo II pudo ser una conspiración más, para prácticamente divinizarlo como protegido especialísimo de La Santísima Virgen María, haciendo así que la muchedumbre lo idolatrara, estando dispuesta a acoger todo lo que en adelante el promoviera, SOBRE TODO EL ECUMENISMO APÓSTATA SIN DIOS.
  
Y NO olvidemos que Juan Pablo II manipuló El Santo Rosario enseñado por La Santísima Virgen María a Santo Domingo de Guzmán, agregándole “los misterios luminosos”, que por bonitos que sean NO SON VOLUNTAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN. Pero para quienes idolatran a Juan Pablo II la voluntad de La Virgen NO importa. Otra manera en que Juan Pablo II influye en el mundo de hoy tiene que ver con el uso que el mismo Lucifer hace de su imagen, pues en charlas con exorcistas como el ya fallecido Padre Gabrielle Amorth, Satanás exalta a Juan Pablo II diciendo que por su “santidad” le teme y NO resiste que le invoquen, siendo tal la malicia manipuladora de Satanás que dice lo mismo de Benedicto XVI. Al respecto es bueno saber que ningún exorcista debe entablar conversaciones con Satanás, pues como astuto padre de la mentira que es, siempre va a intentar engañarlo para promover el error. Recordemos que Jesucristo nunca entabló charlas con Satanás sino que le citó Las Escrituras, pues con el padre de la mentira NO se entabla conversación sino que se le exorciza y punto. Ahora, con esta exaltación que Satanás hace de Juan Pablo II y Benedicto XVI lo que busca es legitimar entre los incautos y necios las herejías, blasfemias y sacrilegios que estos enseñan y promueven.
  
Otra forma en que Juan Pablo II influye en el mundo de HOY es mediante su afirmación de que MEDJUGORJE ES LA CONTINUACIÓN DE FÁTIMA, pues de este modo valida cualquier mensaje contrario a La Verdad que Lucifer revele en esa falsa aparición mariana. SEPAN QUE PARA ENGAÑAR Y CONFUNDIR, LUCIFER REVUELVE EN SUS MENSAJES VERDADES CON MENTIRAS; Y SEPAN TAMBIÉN QUE EN MEDJUGORJE LUCIFER HA REVELADO MENSAJES A FAVOR DEL ECUMENISMO APÓSTATA… ¡QUÉ CASUALIDAD! ¿CIERTO? …Y QUÉ CASUALIDAD QUE TAMBIEN EN LAS LUCIFERINAS APARICIONES DE GARABANDAL (las de los videntes contorsionándose y retorciéndose como posesos, caminando para atrás y haciendo triviales shows de adivinación) “LA VIRGEN” EXALTE A JUAN PABLO II… 
  
Otra forma en que Juan Pablo II influye en el mundo de HOY es mediante la acelerada y controvertida beatificación y canonización de que fue objeto, pues esta es una razón más para que HOY necios e incautos acojan las herejías, blasfemias y sacrilegios que enseño y promovió. Y ¿Quiénes beatificaron y canonizaron aceleradamente a Juan Pablo II? PUES BENEDICTO XVI Y “FRANCISCO” ¡OTRA CASUALIDAD! ¿CIERTO? Y la celeridad por canonizar a Juan Pablo II (sin merito alguno) contrasta con la lentitud para canonizar a los pastorcitos de Fátima (niños que por su santidad hablaron con La Santísima Virgen María)… y a propósito y siguiendo con las casualidades ¿por qué canonizar a los pastorcitos ahora, en el “pontificado” de “Francisco”? pues muy sencillo, para que los necios e incautos tengan una “justificación” más para abrazar La Gran Apostasía, pues si “Francisco” canonizó a los pastorcitos es porque todo lo que hace y dice es bueno…
  
Pues sepan que todo aquel que NO se distrae con las cosas del mundo puede ver la acción de Dios y también las maquinaciones de Lucifer. Como las maquinaciones relacionadas con Juan Pablo II, cuando Lucifer se presenta a Sor Faustina Kowalska, compatriota de Juan Pablo II, y la instruye sobre la “DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA” prohibida por el Papa Pío XII por promover la LUCIFERINA MISERICORDIA GRATUITA, es decir, misericordia sin arrepentimiento ni penitencia, sin culpa, sin expiación, sin dolor por los pecados ni reparación. Además, en los mensajes revelados por Sor Faustina, “Jesús” la exalta por encima de Los Santos, por encima de La Virgen María y por encima de los Ángeles, en una clara burla de Lucifer quien alimenta el orgullo, la soberbia y la arrogancia de esta monja disociada. ¿Y quién aprobó e impulso la luciferina devoción a “la divina misericordia” recibida por Sor Faustina y prohibida por el Papa Pío XII? PUES JUAN PABLO II. Y QUÉ CASUALIDAD QUE ESTA FALSA DEVOCIÓN A “LA DIVINA MISERICORDIA” SEA EXLATADA POR “FRANCISCO” Y PUESTA COMO FUNDAMENTO DE SU “JUBILEO DE LA MISERICORDIA GRATUITA”… pues sepan que NO se trata de casualidad sino de la clara maquinación de Lucifer… Pero el asunto NO termina aquí, Juan Pablo II, además de levantar la prohibición hecha por el Papa Pío XII a “la devoción a la divina misericordia” CANONIZÓ A SOR FAUSTINA DURANTE EL AÑO 2000 Y PROCLAMÓ LA FIESTA A LA DIVINA MISERICORDIA.
  
Y el detalle más escalofriante en los mensajes de Lucifer a Sor Faustina está en que a través de ella anunció el pontificado de su siervo Juan Pablo II con estas palabras: “quiero a Polonia de una manera especial. Si es fiel y dócil a mi voluntad, la elevaré en poder y santidad, y de ella saltará la chispa que preparará el mundo para Mi última venida”. JUAN PABLO II ES PUES, LA CHISPA QUE SIN DUDA ALGUNA PREPARÓ AL MUNDO PARA LA VENIDA DEL ANTICRISTO. Y ES QUE ESO FUE JUAN PABLO II, UNA CHISPA QUE SALIDA DEL MISMO INFIERNO IMPULSÓ Y PROMOVIÓ EL ADÚLTERO, PROSTITUIDO E IDÓLATRA ECUMENISMO DE LA SANGRE, CORAZON DE LA GRAN APOSTASIA Y ABORTO DEL LUCIFERINO-JUDEO-MASÓNICO CONCILIO VATICANO II. ECUMENISMO CON EL CUAL YA SE HA ESTABLECIDO LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN PROFETIZADA POR DANIEL.
  
Hermanos, ya para terminar les digo que CON EL ESTABLECIMIENTO DE LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN, ES DECIR, CON EL ESTABLECIMIENTO DEL ECUMENISMO APÓSTATA, EL SACRIFICIO PERPETUO HA SIDO SUPRIMIDO. De modo que es hora de apartarse de los individuos, los templos y los lugares bajo en control y autoridad del gobierno vaticano, PUES LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO HA CESADO EN ELLOS. Y ante la supresión del Sacrificio Perpetuo La Plegaria Eucarística ha cesado en su efecto. EN OTRAS PALABRAS, ALLÍ EL PAN Y EL VINO YA NO SE CONVIERTEN EN EL CUERPO Y LA SANGRE DE JESUCRISTO.
   
…TODO SACERDOTE QUE NO SE MANIFIESTE PÚBLICAMENTE CONTRA LAS HEREJÍAS, BLASFEMIAS Y SACRILEGIOS DEL GOBIERNO VATICANO ES UN SACERDOTE CÓMPLICE DE APOSTASÍA Y POR LO TANTO TAMBIÉN ES APÓSTATA. TODO SACERDOTE QUE ADMINISTRE LA COMUNIÓN EN UNA SOLA DE SUS ESPECIES Y DE PIE Y EN LA MANO ES UN SACERDOTE SACRÍLEGO Y BLASFEMO. TODO SACERDOTE QUE INCLUYA EN SUS INTENCIONES A “FRANCISCO” COMO PAPA, ES UN SACERDOTE CÓMPLICE DE APOSTASÍA. TODO SACERDOTE QUE NO COMBATA ABIERTAMENTE EL LUCIFERINO ECUMENISMO SIN DIOS, ES UN SACERDOTE APÓSTATA. … SOMOS TESTIGOS Y PROTAGONISTAS EN EL FINAL DE LOS TIEMPOS, Y NO ES TIEMPO PARA EL COBARDE SILENCIO DEL RESPETO HUMANO.
 
NO ES TIEMPO PARA “LA TOLERANCIA” COMO INDIFERENCIA, PERMISIVIDAD Y COMPLICIDAD CON EL PECADO Y LA INMORALIDAD. A LA VERDAD, QUIEN ES JESUCRISTO, SE LE PROCLAMA Y SE LE DEFIENDE CON CLARIDAD Y FIRMEZA, SIN MUNDANA, HIPÓCRITA Y CONVENIENTE DIPLOMACIA. HOY EL VERDADERO CRISTIANO CATÓLICO SE RECONOCE A SÍ MISMO COMO PARTE ACTIVA DEL PEQUEÑÍSIMO RESTO FIEL, DEL REMANENTE QUE PERMANECE EN COMUNIÓN DE FIDELIDAD Y OBEDIENCIA CON LA VERDAD REVELADA EN JESUCRISTO DIOS, SEÑOR, REY Y SALVADOR, CONTENIDA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS Y ENSEÑADA POR SUS SANTOS APÓSTOLES.
   
HOY EL VERDADERO CRISTIANO CATÓLICO SE RECONOCE A SÍ MISMO COMO CIUDADANO DEL CIELO, COMO EL SOLDADO DE JESUCRISTO, QUE COMANDADO POR EL GLORIOSO ARCÁNGEL SAN MIGUEL Y POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, COMBATE LAS HEREJÍAS, LAS BLASFEMIAS Y LOS SACRILEGIOS CON LAS ARMAS DE LA FE, MARCHANDO VICTORIOSO Y SIN TEMOR ALGUNO HACIA LA CASA DEL PADRE, PUES ES JESUCRISTO DIOS, SEÑOR, REY Y SALVADOR QUIEN LE DICE: “Sé fiel hasta la muerte, y Yo Te Daré La Corona de la Vida Eterna” (Apocalipsis 2,10).
 
Y ante la supresión del Sacrificio Eucarístico, Nuestra Señora , Reina y Madre, La Santísima Virgen María, nos dejo dicho en los pastorcitos de Fátima que dos son LOS ÚLTIMOS REMEDIOS que Dios da al mundo; EL SANTO ROSARIO Y LA DEVOCIÓN A SU INMACULADO CORAZÓN. DE MODO QUE, POR FAVOR, CONSAGRÉMONOS AL INMACULADO CORAZÓN DE NUESTRA SANTÍSIMA MADRE Y RECEMOS EL SANTO ROSARIO COMPLETO TODOS LOS DÍAS: MISTERIOS GOZOSOS EN LA MAÑANA; MISTERIOS DOLOROSOS EN LA TARDE Y MISTERIOS GLORIOSOS EN LA NOCHE. Y al terminar cada parte del Santo Rosario continúen con dos oraciones que el ángel le enseño a los pastorcitos en Fátima, y quien pueda hágalo como él lo hizo (de rodillas y con la frente inclinada hacia el suelo):
“¡Dios mío, yo creo en ti, yo te adoro, yo te espero y yo te amo; te pido perdón por los que no creen en ti, no te adoran, no te esperan y no te aman. (Tres veces).
   
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores”. Amén
 
Que Nuestro Señor Jesucristo nos bendiga, nos ilumine y guarde nuestras almas para la Vida Eterna. Amén.
  
Nelson Reynaldo Suárez Villamizar
Licenciado en Ciencias Religiosas
Pontificia Universidad Javeriana
Predicador Católico