«Cuando
Nuestro Señor dice que el Juicio está cerca, es que todo está cercano
ante Dios; y cuando dice que su gran día viene, no es que vendrá tan
brevemente; pero he aquí lo que he conocido en Dios sobre el Juicio
final.
Me encontraba en la presencia de Dios. Oí una voz tonante que decía: “¡Ay,
ay, ay del último siglo!”. Entendí, por esta voz poderosa, que estos
ayes eran aquellos que llegarían en las proximidades del Juicio, y en el
Juicio mismo. Yo no dije ni una palabra; y como el Señor me hizo
conocer que ningún hombre sobre la tierra sabría positivamente el día ni
el año en que el Hijo del hombre descenderá sobre la tierra para juzgar
a todos los hombres, yo no pregunté nada.
Mas
he aquí lo que Dios quiso hacerme ver en su luz. Comencé a mirar en la
luz de Dios el siglo que debe comenzar en 1800; vi por esta luz que el
Juicio no estaba allí, y que no sería el último siglo. Cmnsideré, a
favor de esta misma luz, el siglo a partir de 1900, hasta el fin, para
ver positivamente si sería el último. Nuestro Señor me hizo conocer, y
al mismo tiempo me puso en duda, si sería a finales del siglo de 1900, o
en el del 2000. Pero lo que vi es que, si el Juicio llegara en el siglo
de 1900, ocurriría solo hacia el final, y que si el mundo sobrepasa
este siglo, el del 2000 no pasará sin que el Juicio intervenga, así como
lo vi en la luz de Dios».
P. CHARLES GENET. Vie et Révélations de la Sœur de la Nativité, religieuse converse de couvent des Urbanistes de Fougères, tomo IV. París, Librería de Claude Beaucé, impresor del Duque de Angulema, 1819, págs. 124-126. Traducción propia.
https://www.youtube.com/watch?v=Ih2hjquYE6o
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