Reflexión de Miguel Jalíl, importante al ser hoy 6 de Abril, el día de fundación de la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, más conocida como Mormonismo.
EL LADO OCULTO DEL CABALLERO JOSÉ SMITH
José Smith Jr., fundador del mormonismo
José
Smith nació el 23 de diciembre de 1805 en Sharon, Vermont. Su padre era
agricultor, y al no haber supuestamente trabajo se fueron a Palmyra,
Nueva York, en 1815, lo cierto es que no se fueron por eso sino porque
los expulsaron de practicar brujería y adivinaciones: La madre de José
creía en visiones (información de la Nueva Enciclopedia religiosa Shaff-Herzog, tomo VIII, pags. 9-19, edición 1959).
La
familia se adhirió a la Iglesia presbiteriana, mientras que el joven
Smith no lo hizo así, prefirió Smith creer en Dios y leer la Biblia, es
decir, un cristiano sin denominación, aunque en verdad era un 'chico
playboy': varias veces fue arrestado por alcohólico y pleitista, puso en
duda todas las Iglesias ya que todas se decían ser la buena o la
verdadera. Así que prefirió profundizar en la oración, más tarde se le
apareció un ángel que le dijo que todas las iglesias eran malas y no se
metiera a ninguna. Fue tomado de loco por decir que habría encontrado la “Piedra adivinadora”,
de la cual emanaba una voz proveniente de la divinidad, la cual le
encargó que tuviera relaciones con animales, y por tal motivo fue
sorprendido en varias ocasiones teniendo sexo con perros.
En
1823 se le apareció el Ángel Moroni y le dijo que en el Monte Cumorra
había unas planchas de oro y las encontró, pero no pudo sacarlas hasta
que le fuera dicho. Y así fue cuatro años más tarde en 1827 se casó con
una judía muy rica y mientras éste le dictaba ella escribía, ya que
Smith argumentaba que no sabía leer, lo raro era que su mujer detrás de
una cortina y para la traducción Smith se valía del Urim y Tumin según
él. Aunque en verdad Smith no solamente sabía leer, sino que estudió
abogacía, además aprendió el latín y francés, por conveniencia gustaba
de hacerse analfabeto, para no trabajar y que le solaparan su
holgazanería al estilo Marx.
En 1829 se le unió Martin Harris, quien había sido cuáquero, universalista, bautista y presbiteriano, y de remate un “lunático”, pues decía que viajó a la Luna.
En
1829 se le unió Oliver Cowdery, y escribía mientras Smith dictaba desde
su biblioteca, mientras, Oliver escribía atrás de una cortina según en
Mayo de 1829 tanto a Smith y Oliver en el cerro Cumora se les apareció
San Juan Bautista y los hizo sacerdotes según el rito de Aarón. Tiempo
después Pedro, Santiago y Juan en Susquehanna les hicieron sacerdotes
mayores según el rito de Melquisedec. Obviamente nadie les creyó con lo
de las planchas de oro y salieron tres testigos Cowdery, Harris y David
Withmer, que por cierto abandonaron a Smith, después, y desmintieron
todo ya que dijeron que Smith les pagó para declararse testigos.
En 1830 el joven imprimió su obra, la cual le llamó otra Biblia con el título “libro de Mormón” que
habla de los habitantes la Torre de Babel y la llegada de Jered,
etc.,... hasta la venida de Jesucristo con los aztecas, que la historia
lo llama Quetzalcoalt (en verdad era un plagio ya que el joven Smith,
robó la novela de un ex-pastor protestante llamado Salmon Spaulding, o
sea un plagio en gran escala) después de que otros ocho afirmaron ver
las planchas familiares de Smith se proclamó Profeta de Dios.
En
1831 se fueron a Kirtland, Ohio, donde eran malvistos, Smith no
respetaba a ninguna mujer: casadas, viudas, solteras, y ahí violó varias
niñas hasta que una vez lo sacaron de su casa para lincharlo por violar
a un niño, y por cierto estaba teniendo relaciones con la mujer de su
hermano, sin embargo era masón, y como tenía amigos en el gobierno,
salió de la prisión. Al salir libre Smith cobró venganza, y
violentamente los reprendió con ayuda del gobernador, y los obligó a
hacer su templo y los obligaron a hacerse mormones.
En 1838 estalló la “Guerra mormona” en Missouri por violaciones, fraudes, etc., y el día 4 de Julio pronunció su discurso tan terrible y dijo “¡YO SERÉ OTRO MAHOMA!”, violentamente participó en esa lucha donde degolló a varios hombres y cayó preso, pero huyó y se fue a Nauvoo.
En 1840 la secta tenía 15 mil seguidores y era toda una teocracia “Rey del Reino y legión de Nauvoo” donde se entrenaban los mormones militarmente apoyados por el gobierno federal y financiados por los Rockefeller.
En
1843 un joven llamado Roberto Wiley dijo que en visiones le fue avisado
había seis láminas en el Cerro Cumora y así fue: eran unas láminas con
caracteres extraños; Smith al verlas las tradujo y dijo que se trataban
de la vida de un hijo de faraón enterrado en Kinderhook, lo que José no
supo en toda su vida es que era una tomada de pelo hecha por tres
bromistas. En 1980 los mormones permitieron que se analizarán las
láminas química y electrónicamente, y resultó que eran un fraude, habían
sido hechas en cobre en el siglo XIX
En
1844 Smith se postuló para presidente de Estados Unidos, pero la
milicia encarceló al candidato y a su hermano Hyrum por fraudes
financieros al gobierno local de Kinderhook. No era la primera vez que
pisaba la cárcel ya que fue acusado de adulterio y poligamia... 37 veces
pisó la carcel, y salía ya que era masón y tuvo gran poder político; se
caso cuarenta y cuatro veces, tuvo veintiséis amantes y se le acusó de
cuarenta violaciones a niñas, pero esa ocasión no salió libre: el 27 de
junio de 1844 una turba mató a José Smith y a su hermano, y por cierto,
Smith mató a dos con una pistola e hirió a veinte.
Pido
una disculpa anticipada, por quien se ofenda con mi publicación, sin
embargo, como crítico y analista e imparcial no es mi intención lastimar
a nadie sino ser objetivo con los temas relacionados al Nuevo Orden
Mundial, y tanto Smith como los mormones son pieza fundamental de ello.
Tantos católicos mal formados han sido captados por estos yanquilandios.
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