IGLESIA ORTODOXA BÚLGARA: «NO PERMITIMOS CEREMONIAS ECUMÉNICAS POR LA VISITA DE FRANCISCO A NUETRO PAÍS»

Elementos tomados de GLORIA NEWS, LA VANGUARDIA y otras fuentes.

 

Patriarca Neófito I de Bulgaria, y Francisco I del Vaticano II.

    

El Sínodo de la Santa Iglesia Ortodoxa Búlgara publicó el 3 de Abril una declaración aprobada por unanimidad el día anterior, manifestando que no están emocionados en recibir en lo más mínimo a Francisco Bergoglio en su visita al país entre los días 5 y 7 de Mayo del año en curso, visita hecha por invitación del primer ministro, Boiko Borisov, y el presidente, Rumen Radev. (Comunicado oficial del Patriarcado de Bulgaria, traducción a partir de ORTHODOXIE.COM):

DECISIÓN DEL SANTO SÍNODO DE LA IGLESIA ORTODOXA BÚLGARA SOBRE LA VISITA DEL PAPA FRANCISCO

  

«El Santo Sínodo consideró el proyecto de programa para la visita del Papa Francisco y las modificaciones recibidas, realizó una votación, y unánimemente decidió lo siguiente:

• Que una carta réplica será preparada y enviada a Anselmo Guido Pecorari [Arzobispo titular de Populonia en Italia, y Nuncio Apostólico en Bulgaria-Macedonia del Norte, N. del T.], en la cual se enfatizará que la invitación al Papa Francisco para visitar Bulgaria vino de las autoridades del Estado, y que los eventos principales relacionados a su visita deben por tanto ser coordinados con las instituciones del Estado.
• Con relación a la parte del proyecto de programa propuesto a nosotros, que incluye la participación de los representantes de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, debemos informarle que Su Santidad el Patriarca de Bulgaria, con los miembros del Santo Sínodo, están dispuestos a recibir al Papa Francisco para una reunión en el palacio sinodal el 5 de Mayo de 2019, como está previsto en el proyecto de programa enviado a nosotros.
• La visita a la Catedral Patriarcal de San Alejandro Nevski es posible, pero nos gustaría recalcar que cualquier forma de celebración litúrgica u oración común, como también vestir ornamentos litúrgicos para la ocasión, es inaceptable para nosotros y no está permitido por los Santos Cánones. En conexión con este punto, la participación del coro patriarcal es imposible.
• Con respecto a todos los otros puntos del proyecto de programa presentado a nosotros, la participación de la Iglesia Ortodoxa Búlgara es imposible.
• Concerniente a la propuesta de que el diácono Ivan Ivanov sea traductor durante la visita del Papa Francisco a Bulgaria, el Santo Sínodo no le da la bendición, excepto para la visita a las premisas del Santo Sínodo y en la Catedral de San Alejandro Nevski.
• Ninguna bendición es dada a los clérigos de la Iglesia Ortodoxa Búlgara para participar en los otros eventos del programa de la visita del Papa Francisco a Bulgaria».

    

Con todo, la Iglesia búlgara aseguró ayer viernes que esta postura no supone que haya tensión con la Iglesia Católica. «No existe tensión entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa búlgara. Tales afirmaciones serían provocaciones para intentar sabotear la visita del Papa Francisco a Bulgaria», declaró hoy el obispo Antonio, metropólita para Europa occidental y central y miembro del Santo Sínodo, a la emisora bTV.

  
El religioso insistió en que si bien la Iglesia búlgara ofrece su hospitalidad a Francisco, sus normas prohíben cualquier tipo de ceremonia ecuménica.

  

El día 6, luego de su gira por Sofía (la capital de Bulgaria), Francisco Bergoglio visitará la ciudad de Rakovski, situada a 100 kilómetros de Sofía, donde reside una buena parte de las 50.000 personas que forman parte de la minoría católica de esa nación; la mayoría descendiente de los antiguos paulicianos [1].

   

NOTA:

[1] Los paulicianos (en antiguo armenio Պաւղիկեաններ, Pawłikeanner; en griego Παυλικιανοί; y en árabe بيلكانيون, Baylakānī) eran una antigua secta dualista (creencia en dos principios: uno bueno y otro malo, que crearon el mundo espiritual y el material respectivamente) armenia del siglo VII que debía su nombre a Pablo y Juan, hijos de una maniquea de Samósata llamada Calínice (aunque éstos se afirmaban los verdaderos sucesores de San Pablo Apóstol, y sus principales propugnadores tomaron los nombres de los discípulos del Apóstol), pero que probablemente fueron fundados por Constantino de Mananalis (un pueblo cercano a Samósata) y que, además de rechazar a San Pedro, negaban la Trinidad, la divinidad de Jesucristo, la divina maternidad y la virginidad perpetua de María, la intercesión de los Santos y los Ángeles, la veneración de la Cruz y las imágenes y reliquias; no creían en el bautismo de niños, trataban al clero y a los monjes católicos (a quienes llamaban despectivamente como “romanistas”) como satánicos; y subrayaban la vida piadosa en vez de la doctrina y los sacramentos (que rechazaban), y que la sola fe en Jesús libraba del juicio, aunque para salvar la vida se oculte o niegue la creencia.

   

Estos paulicianos se esparcieron en el Imperio Bizantino, donde influenciaron al emperador León III “el Isáurico” para su política y herejía iconoclasta, y luego se establecieron en Bulgaria, de donde salieron los herejes bogomilos (que en el siglo XIII serían conocidos en Occidente como cátaros o albigenses). Aunque algunos protestantes los vieron como sus precursores, un examen de la doctrina pauliciana llevó a su rechazo por parte de ellos. Sus descendientes se convirtieron al catolicismo durante los siglos XVI y XVII por misiones franciscanas apoyadas por los mercaderes de Dubrovnik, con la esperanza de que esto contribuyera a la liberación búlgara del yugo otomano, pero al siglo siguiente en su mayoría migraron al Sacro Imperio tras la arremetida turca. Actualmente viven en la región sur de Bulgaria y en Rumanía.