Adaptado de LEGIÓN CATÓLICA.
El astrofísico briánico Stephen Walker Hawking (1942-2018), era ateo declarado. Con todo, su ateísmo no fue óbice para recibir de manos de Giovanni Battista Montini Alghisi, en arte “Pablo VI” la “Medalla de Oro Pío XI” el 9 de Abril de 1975, y ser miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias desde el 9 de Enero de 1986.
La Pontificia Academia de las Ciencias, fundada por Pío XI con el motu próprio “In multis soláciis” el 28 de Octubre de 1936 como sucesora de la Academia Pontificia de los Nuevos Linces (que le fue quitada a Pío IX tras la “Unificación Italiana”), y cuyos estatutos actuales fueron promulgados cuarenta años después. Estatutos que dicen que su objetivo es trabajar en la búsqueda del conocimiento en alto nivel de diálogo entre la ciencia y la fe.
La Pontificia Academia de las Ciencias cuenta con 80 miembros vitalicios, cuatro “ex offício” (el Canciller de la Academia, el director del Observatorio Vaticano, el Prefecto de la Biblioteca Apostólica y el Prefecto del Archivo Secreto) y otros honorarios. Los miembros vitalicios, aunque escogidos por la Academia, son nombrados por el Papa, sin importar su nacionalidad o religión (en 2012 fue admitido el brasileño Vanderlei Salvador Bagnato, el primer miembro abiertamente francmasón). Hawking fue admitido en la Pontificia Academia de las Ciencias en 1986, y hasta su muerte asistió a todas las reuniones anuales de dicha corporación.
Francisco I Bergoglio recibiendo a Hawking (28 de Noviembre de 2016).
Benedicto XVI Ratzinger ¿signando? a Hawking (31 de Octubre de 2008).
Juan Pablo II Wojtyła recibiendo a Hawking (3 de Octubre de 1981 –cuatro meses y 20 días después del “atentado”–).
Pablo VI Montini entregando la “Medalla de Oro Pío XI” a Hawking (9 de Abril de 1975).
La pregunta es: ¿Alguno de estos cuatro hombres que el mundo y la pseudoiglesia llaman “Papas de la Iglesia Católica” le habló a Hawking que Jesucristo es el único Camino, Verdad y Vida (cf. San Juan XIV, 6), y que fuera de la Iglesia Católica no hay ninguna salvación para nadie? La respuesta es un rotundo NO, porque ninguno de ellos cree en estas verdades.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)