Aparente y alegadamente, el Arzobispo Jerónimo II de Atenas y toda la
Grecia, primado de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala Griega, ha caído
víctima de la propaganda anticristiana y antihelénica, además del
correctismo político.
Jerónimo II de Atenas (en el centro y de barba larga) repartiendo
alimentos a los refugiados asentados en el Pireo. (No, no ha sido
retocada la foto).
En días recientes, Jerónimo II visitó los arrabales en el Pireo y dio alimentos a los más necesitados. Hasta allí todo bien: Un prelado de la Iglesia socorriendo a los pobres, siguiendo el mandato de Jesús. Pero hay un problema, además de que él es cismático: Al contrario que en TODAS sus otras apariciones, y contrario a la ortopraxis, no portaba el Engólpion, una cruz o cualquier otra insignia de la Ortodoxia.
El Engólpion (ἐγκόλπιον, sobre el pecho) es un medallón que por lo
general contiene un icono de la Madre de Dios (algunos tienen un icono
de Cristo o el de la Cruz) rodeado de joyas y rematado con una mitra o
corona de estilo bizantino. Esta insignia es usada por los prelados
ortodoxos y católicos de rito oriental como parte de su sotana o hábito
coral (como la cruz pectoral en los prelados católicos de rito latino).
Cuando celebran la Divina Liturgia, el engólpion es acompañado con la
cruz pectoral. (En la foto, el Patriarca Daniel de Rumanía con hábito de
coro, portando las dos engólpia y la cruz pectoral).
Atentando parangonar a Anticristo Bergoglio, quien cuando se reune con sus "hermanos mayores" oculta su cruz (que es fea y satánica, vale decir) para no ofenderlos, Jerónimo II de Atenas removió de sí en esta oportunidad sus insignias cristianas para no escandalizar a los inmigrantes ilegales (mayormente muslimes) que llegan desde Medio Oriente y norte de África con altivez y desprecio al cristianismo.
Vale decir que para muchos griegos, Jerónimo II ha sido todo lo
contrario que su antecesor, el finado Arzobispo Cristódulo, que en más
de una ocasión había criticado las políticas anticristianas y
antipatriotas provenientes de la globalización norteamericana
(prohibición de la enseñanza religiosa, matrimonio y adopción a los
homosexuales e incentivos a la inmigración), a la par que deploraba el
intento turco de ingresar a la Unión Europea. Grecia, además, había
sufrido casi cuatro siglos de opresión bajo el mandato de la Sublime
Puerta (los turcos otomanos), y la guerra contra Turquía en 1921.
Ortodoxos mundanos que son más bien.
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