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lunes, 11 de febrero de 2019

SÍMBOLO QUICÚMQUE MARIANO

Adaptación del Símbolo de San Atanasio por San Buenaventura. Traducción nuestra

   
LATÍN
Quicúmque vult salvus esse, ante ómnia opus est: ut téneat de María firmam fidem.
Quam nisi quisque íntegram, inviolátamque serváverit: ábsque dúbio in ætérnum períbit.
Quóniam ipsa sola Virgo manens pepérit: sola cunctas hæréses interémit.
Confundátur, et erubéscat Hebrǽus: qui dicit Christum ex Joseph sémine esse natum.
Confundátur Manichǽus: qui dicit Christum fictum habere corpus.
Pálleat omnis, qui hoc ipsum aliúnde, non de María dicit assumpsísse.
Idem namque Fílius, qui est Patris in divínis unigénitus est, et unigénitus Vírginis Maríæ fílius.
In Cœlis sine matre, in terris sine Patre.
Nam sicut ánima rationális, et caro propter uniónem de hómine vere náscitur; ita Deus, et homo Christus, de María Vírgine vere generátur.
Índuens carnem de carne Vírginis; quia sic genus humánum redími congrúebat.
Qui secundum divinitátem æquális Patri: secúndum vero humanitátem minor Patre.
Concéptus in útero Vírginis Maríæ Ángelo annuntiánte de Spíritu Sancto: non tamen Spíritus Sanctus est pater ejus.
Génitus in mundum sine pœna carnis Vírginis matris: quia sine delectatióne carnis concéptus.
Quem lactávit mater: úbere de cœlo pleno.
Quem circúmstant Ángeli obstétricum vice: nuntiántes pastóribus gáudium magnum.
Hic a Magis munéribus adorátus, ab Heróde in Ægýptum fugátus, a Joánne in Jordáne baptizátus: tráditus, captus, flagellátus, crucifíxus, mórtuus, et sepúltus.
Cum glória resurréxit: ad Cœlis ascéndit.
Spiritum Sanctum in discípulos, et in matrem misit.
Quam demum ipse in Cœlum assúmpsit: et sedet ad déxteram Fílii, non cessans pro nobis Fílium exoráre.
Hæc est fides de María Vírgine: quam nisi quisque fidéliter, firmitérque credíderit, salvus esse non póterit.
   
TRADUCCIÓN
Quienquiera que desee ser salvo, antes que nada debe tener una fe firme en María.
Porque quien no la guarde íntegra e inviolada: sin duda perecerá para siempre.
Porque ella sola, permaneciendo virgen, ha dado a luz: ella sola ha destruido todas las herejías.
Sea confundido y avergonzado el judío, que dice que Cristo nació de la simiente de José.
Sea confundido el maniqueo, que dice que Cristo tiene un cuerpo ficticio.
Sea confudido todo el que dice que Él deriva su Cuerpo de alguna otra fuente que María.
Porque el mismo Hijo, que es el unigénito del Padre en la Divinidad, es el verdadero y único Hijo de la Virgen María.
En el Cielo sin madre, y en la tierra sin padre.
Porque así como el alma racional y la carne unidas en el hombre es verdaderamente nacido del hombre, así también Cristo, Dios y Hombre, es verdaderamente nacido de la Virgen María.
Se revistió a Sí mismo con carne de la carne de la Virgen, porque así convenía que fuese redimido el género humano.
Quien es igual al Padre según la Divinidad, es en la humanidad menos que el Padre.
Él fue concebido por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María y anunciado por el Ángel, pero sin embargo el Espíritu Santo no es su Padre.
Vino al mundo sin pena en la carne de la Virgen Madre, porque Él fue concebido sin delectación carnal.
Al que la Madre alimentó con su leche, y su pecho lleno del Cielo.
A quien los Ángeles rodearon como asistentes al nacimiento: y anunciaron gran alegría a los pastores.
Que fue adorado por los Magos con regalos, que huyó de Herodes a Egipto, que fue bautizado por Juan en el Jordán: fue traicionado, capturado, azotado, crucificado, muerto y sepultado.
Que resucitó con gloria, y ascendió al Cielo.
Que envió el Espíritu Santo sobre sus Discípulos, y sobre su Madre.
Que al final la subió al Cielo, donde Ella está sentada a la derecha de su Hijo, sin cesar de interceder por nosotros.
Esta es la fe de la Virgen María: el que no la crea fiel y firmemente, no puede salvarse.
  
SAN BUENAVENTURA. Salterio de la Bienaventurada Virgen María. En Obras de San Buenaventura, tomo XIII, Venecia 1756, imprenta de Juan Bautista Albrit, pág. 258
  

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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)