Vivimos en tiempos convulsionados. En Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, España, Honduras y otros países, los comunistas y perroflautas, siguiendo las órdenes de Venezuela y Cuba (y los poderes detrás de estos, a saber, Rusia y la China roja), están saliendo a las calles a protagonizar actos vandálicos y terroristas camuflados en el discurso pantalla de la protesta social.
Sabemos claramente que, estando en los Últimos Tiempos, el diablo está suelto buscando arrastrar consigo a los más que pueda, y para lograrlo se vale de los demonios de los aires y sus agentes en la tierra. Y todas estas conmociones son consecuencia de que el pueblo y sus gobernantes se han apartado de Dios y de su Iglesia, especialmente por causa del Vaticano II.
Pero no hay que temer: Jesucristo nuestro Señor dice: «En el mundo hallaréis tribulaciones, pero confiad en mí, que Yo he vencido al mundo». Nosotros estamos también para participar en su victoria, pero hemos de batallar en oración por nuestros países, porque estamos en tiempo de guerra espiritual (sin excluir la confrontación en el mundo material).
Con esto a la vista, exhortamos a rezar con más fervor el Santo Rosario y la oración a San Miguel Arcángel, y a hacer el exorcismo de León XIII contra Satanás y sus ángeles apóstatas. También a romper con toda idolatría y superstición, y a no ceder a los cantos de sirena de la Revolución.
LA VICTORIA FINAL PERTENECE A NUESTRO DIOS. A ÉL LA GLORIA Y EL PODER POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN.
JORGE RONDÓN SANTOS
23 de Noviembre de 2019.
Fiesta de San Clemente I, Papa y Mártir, de San Columbano Abad. Martirio del Bienaventurado Miguel Agustín Pro SJ, y aniversario de la conquista de Sevilla por San Fernando III.
A PROPÓSITO DE LOS “CACEROLAZOS”
ResponderEliminarLos llamados “cacerolazos” no son ningún acto inocente de protesta, son algo espiritual que satanás quiere que hagan y es un llamado a la hambruna, a la miseria y a la violencia; las cacerolas y cucharas son elementos en los cuales se sirve la comida y al no haber comida en ellas se usan para golpearse entre sí, invocando en la esfera espiritual al hambre y miseria que reclama la compasión ajena incluso por medio de la violencia, y si todo el pueblo se une a hacer eso, están llamando esos espíritus sobre la nación.
En la Biblia, las ollas (calderos, cacerolas) y similares son asociadas a la miseria que espera de la compasión ajena, a la esclavitud, como se ve en Éxodo 16, 13; pero también al Juicio de Dios contra una ciudad, contra una nación: Jeremías 1, 13, y Ezequiel 11, 2-10 y 24, 2-13.
Incluso, en los paganos las ollas son vistas como maldición: los celtas, por ejemplo, cuando querían perjudicar a un pueblo, hacían sonar las cacerolas en dirección a ellos. Sonar las cacerolas es hacer un llamado a la hambruna, a la miseria y a la violencia.
Hermanos, el diablo es real, es espíritu, se mueve en el mundo espiritual y con las propias acciones, aun las inconscientes, se invoca en este plano. Ved a Venezuela, Honduras, Chile, Argentina y Uruguay.
Si en vuestro país hay conflictos o indignación, doblad rodilla ante Dios e implorad la intercesión de su Madre Santísima para nuestros países. Sellad con la Sangre de Cristo vuestras casas, combatid con San Miguel Arcángel y el Ángel Custodio de vuestro país y ciudad contra todo espíritu del mal y sus agentes en la tierra.
A quienes dicen que está prohibido para los laicos rezar el Exorcismo de León XIII, sepan que conviene distinguir las formas: si se reza en forma simple, esto es, como una devoción para “frenar el poder del demonio e impedir que haga algún daño” en un lugar, los laicos remplazan la expresión «sacri ministérii nostri auctoritáte» por «sacra Sanctæ Matris Ecclésiæ auctoritáte» y omiten el responso Dóminus vobíscum -dicho sea de paso, esto se indica claramente en nuestra publicación-.
ResponderEliminarSolamente el obispo, o un sacerdote autorizado por él, puede hacerlo en forma solemne y pública, esto es, para expulsar al demonio de una persona que está siendo vejada o poseída. Esto está dispuesto así en el Ritual Romano y el Código de Derecho Canónico.
Así pues, pretender prohibir enteramente el Exorcismo contra satanás y los ángeles apóstatas es, en términos castizos, enmendarle la plana al Papa León XIII, que fue su autor y promulgador tras la visión del 13 de Octubre de 1884.